” Ni siquiera a los guajes y adolescentes se nos ocurría decir que yeramos de LA MOSQUITERA cuando nos paraben los guardies. Sabíamos que teníamos la paliza asegurá o al menos algunos garrotazos. Cualquier cosa que ocurriera por allí, los fascistas corrían a vengase con los de LA MOSQUITERA.
(Samuel Fernández Fernández “EL CABRITU”)
… De todos ellos y ellas, “LOS MARICOS” fueron la cara más visible en la brutalidad que sufrió el pueblo langreano de LA MOSQUITERA, pero siempre ofreciendo una extraordinaria lección ética en lucha permanente por la libertad y la democracia , hasta el extremo de pagar con sus vidas tal empeño. En cierta ocasión, allá por el mes de junio de 1.946, habrían aparecido rotas algunas bombillas que alumbraban los pueblos cercanos al de LA MOSQUITERA y, a pesar de que habían sido muchos los jóvenes que pasaron por el camino para divertirse en las fiestas del Corpus de Ciaño, la guardia civil enseguida puso la mirada en aquel pueblo “sentenciado”, llevándose detenidos a los dos MARICOS – Marcelino y Manuel, los mayores – hasta el cuartel de LA NUEVA, donde fueron sometidos a unas brutales palizas que los dejaría encamados durante unos días. Pero, apenas se habían repuesto de las palizas recibidas, cuando en la noche del 17 al 18 de julio se sucedían una serie de sabotajes en las instalaciones mineras, como la voladura de los comprensores del Pozo Tres Amigos, en Vegadotos de Mieres, o la central eléctrica de Carbones Asturianos en el valle del Samuño en Langreo, y nuevamente Marcelo y Manuel “LOS MARICOS” serían detenidos en su casa de LA MOSQUITERA por la brigadilla de Gijón, capitaneada por el sanguinario MODESTO, aunque en esta ocasión no estaban dispuestos a soportar otro martirio como el sufrido unos días antes, o más duro – habían quedado amenazados de muerte -, así que, cuando los detenidos pasaban por el pueblo de EL ESCOBAL “entre el hórreo de Lolo el del Escobal y la casa de Belarmina, donde hay un camín que va a la fuente de Muriellus, con una curva grande”, Marcelo “EL MARICO”, que tenía una gran habilidad, “pegoi un fuerte empujón al brigadilla Modesto, lanzándolo contra la seve” y echó a correr, junto a su hermano Manuel, quedando desde ese momento enrolados en el “maquis” comunista de las cuencas mineras, hasta su muerte. En casa quedaban los dos hermanos más pequeños, Esteban y Pilar – la madre de “Los Maricos” había fallecido unos meses antes -, y con el salario minero de Esteban van resolviendo las más vitales necesidades, pero la responsabilidad de Esteban no sólo se limita a esto, ya que desde el mismo momento de la huida de sus dos hermanos para unirse con la “guerrilla”, asume el compromiso de ejercer como enlace o guerrillero del llano para ellos, junto con el jóven Samuel Fernández “EL CABRITU”, minero picador en Carbones Asturianos y cuñado de Marcelo ” El Marico”.
Marcelino, Manuel , Esteban “LOS MARICOS” y su hermana Pilar habían perdido a su padre, Esteban Fernández, combatiendo en la REVOLUCION DE OCTUBRE DE 1.934, y sería su madre, Pilar Fernández, quien tuvo que sacar adelante a los cuatro hijos del matrimonio, trabajando como una esclava “tirando de pala” en aquellas jornadas agotadoras de la empresa minera de CARBONES ASTURIANOS, la misma empresa donde se habían incorporado a trabajar de muy jóvenes sus dos hijos Marcelino y Manuel Fernández Fernández.
Así llegamos al 14 de junio de 1.948, cuando los enlaces Samuel Fernández “EL CABRITU” y Esteban Fernández “MARICO”, después de mantener una reunión con los guerrilleros Manuel Díaz González “CAXIGAL”, ALADINO Suárez González, Manuel RUBIO González, Ignacio Alonso Fernández “EL RAXAU”, Andrés Llaneza Rozada “GITANO” y Vicente “el de la Cuesta la Pola”en una cuadra entre los pueblos langreanos del TRICHURU y Les Casuques de CADAVIU, reciben el encargo para enlazar en el PICU SARGALLAO, en Arriondas, donde se encontraban Marcelino Fernández Fernández “MARICO”, Nicanor Fernández Alvarez “CANOR DE SANTA ROSA” y Cándido Fernández Camblor “EL TREN”, con el fin de recabar información sobre unos “maquis” que habían llegado de Francia, enviados por el Partido Comunista, y Cándido “EL TREN” era quien mejor podía conocerles, puesto que era un enlace que pasaba frecuentemente a Francia.
Tal y como me comenta mi amigo Samuel “EL CABRITU” en nuestras asiduas conversaciones, ” Salimos de Langreo el miércoles, 16 de junio, haciendo noche en Arriondas, donde nos esperaba el enlace Manolín Temprana, en lazando al día siguiente con Alicia Temprana, responsable del Partido Comunista en Arriondas, para entregarle la emisora “MARSELLA”. El viernes, 18 de junio, mantuvimos una reunión en CORAO, en casa de Benjamina la fotógrafa, y al día siguiente, 19 de junio, enlazamos en FIOS con el grupo de Aurelio Coviella, llegando al caserío de SARGALLAO hacia las 10 de la noche, permaneciendo reunidos hasta las dos de la mañana, una vez que habíamos entregado todos los partes que llevábamos, acostándonos a continuación. A las cinco de la mañana ya nos habíamos levantado MARCELO y yo, quedando dormidos como troncos Esteban, Canor y Cándido, y después de que hicieramos un recorrido alrededor de la casa, nos refugiamos debajo de unos ablanales, donde Marcelo se puso a redactar una carta que yo tenía que entregar al grupo de “EL RUBIO”, cuando, de repente – eran exactamente las siete menos cuarto de la mañana -, veo a la guardia civil: ¡¡¡ MARCELO, LA GUARDIA CIVIL !!!
Rápidamente, Marcelo echa mano de la metralleta y suelta una ráfaga de tiros a los que venían agachados por debajo del “PICU”, iniciándose un gran tiroteo, con Canor dando fuego desde la puerta, Cándido desde el balcón con la escopeta repetidora y Marcelo desde el prau. Las metralletas de “CANOR DE SANTA ROSA” y MARCELO “MARICO”, así como la escopeta de cinco cartuchos que usaba CANDIDO “EL TREN” no repartían precisamente pasteles, soltaben plomo, obligando a la guardia civil a retroceder y romper el cerco, lo que nos permitió a Esteban y a mí salir del mismo, aunque con tal mala suerte que, cuando nos encontrábamos en Carcedo, un tal Fernando – conocido somatén falangista de la zona -, nos encañonó con una escopeta, entregándonos a la guardia civil, siendo conducidos al cuartel, donde fuimos torturados salvajemente hasta romperle un brazo a Esteban y cinco costillas a mí. Desde allí llamaron al teniente coronel BLANCO NOVO a Gijón, diciéndole que habían detenido al “Peque” de Langreo, y rápidamente se presentó con el capitán SAENZ DE SANTAMARIA, quien comprobando que no se trataba del “Peque” que ellos pensaban, dijo desilusionado: ” A estos, ¿ porque no les pegásteis un par de tiros a cada uno nada más detenerlos ? Todavía me quedaron oídos para escuchar las palabras del teniente coronel de la guardia civil BLANCO NOVO: ¿ No les da verguenza que veintidos hombres contra tres, y tuvieron que retroceder ?”
Esteban “MARICO” y Samuel “EL CABRITU” serían condenados por un Consejo de Guerra, a ¡¡¡ DOCE AÑOS Y UN DIA !!! de cárcel, redimiendo trabajo en el DEPARTAMENTO PENAL DEL POZO FONDON DE DURO-FELGUERA, en Langreo, pero Esteban “MARICO” se fugaba del “Centro Penitenciario”, junto con Angel Suárez Pérez, de Corvera, y José Manuel Pérez Ovalle , de TRIONGO, en Arriondas, el 12 de octubre de 1.949, y Samuel Fernández Fernández “EL CABRITU” sería destinado al PENAL DEL DUESO, en la localidad cántabra de SANTOÑA.
Fue allí, en el PENAL DEL DUESO, en Santoña, donde Samuel “EL CABRITU” recibía la triste noticia de la muerte de su amigo, vecino y camarada en el “MAQUIS”, Esteban Fernández Fernández, el menor de “LOS MARICOS”, acribillado a tiros por la guardia civil, el 29 de noviembre de 1.949, cuando él y sus dos compañeros fugados del Departamento Penal del Pozo Fondón comían un bocadillo sentados en una mesa del “chigre de Jovita”, en el pueblo piloñés de EL HUMEDAL. Pero, unos días antes, ya había recibido también la no menos tristísima noticia de la muerte de su cuñado, Marcelino Fernández Fernández, el mayor de “LOS MARICOS”, acribillado a tiros por la brigadilla en la noche del 1 de noviembre de 1.949, cuando salía con “EL RUBIO” y Paulino, de una casa en EL TEXEDAL de Sevares, en Infiesto, como consecuencia de un chivatazo por parte de la tal ALICIA Canal Faza, una “tía” que se “cepillaba” al primero que tuviera oportunidad, sin preocuparle si era del “MAQUIS” o de la BRIGADILLA.
En efecto, aquella noche habían asesinado a Marcelo, el mayor de “LOS MARICOS”, e hirieron muy gravemente a sus compañeros, Manuel RUBIO y Paulino Alonso “PACHON”, guardándose el primero entre la hierba de una “tená”, a muy escasos metros de la casa de la Alicia, en EL TEXEDAL de Infiesto, hasta que fue recogido, casi moribundo, por Angel Eizaguirre, que lo llevó a la casa de Balbina para curarlo, tirándose “prau abajo” el segundo – Paulino -, hasta lograr esconderse entre los maizales, siendo localizado por la guardia civil, estableciéndose el diálogo que sigue:
- Sargento de la guardia civil: ¡ Marcelino, entrégate !
- Paulino: No soy Marcelino, Marcelino ya está muerto arriba…
- Sargento:¡ Entregate y sale con los brazos en alto, nada te pasará…
- Paulino: No puedo levantar más que un brazo, estoy muy herido…
Cuando salió arrodillado de aquella “tuca” de maiz, un brazo en alto y el otro brazo abajo, se acercó el sargento y el cabo de la guardia civil para cogerlo, pero Paulino echó mano de la metralleta y disparó una ráfaga de tiros que acabó al instante con la vida del sargento, dejando gravemente herido al cabo, aunque moriría a los pocos días en Oviedo, y quitándose él mismo la vida ante el temor a que le cogieran vivo.
Como dice el exsecretario general del Partido Comunista de España, GERARDO IGLESIAS, ” el propio partido comunista, que desde 1.948 había dejado de ser ferviente partidario de la lucha armada, hacia 1.950, en sus documentos internos ya no oculta la consideración de que los del monte son más un estorbo que otra cosa para el fortalecimiento del partido…”, lo cierto es que en un espacio muy corto de tiempo van “cayendo” todos los hombres del “MAQUIS” comunista, hasta el punto de que a finales de 1.951 sólo quedaban cuatro “maquis” de renombre, entre los que se contaban a Manuel Fernández Fernández “PEQUE EL MARICO” y Joaquin González Muñiz “TRANQUILO”, hasta que fueron muertos en una emboscada, minuciosamente preparada, que contó con la presencia de Claudio RAMOS Tejedor y José Antonio SAENZ DE SANTAMARIA, en Los Cuarteles de La Veguina, en Turón, el 12 de noviembre de 1.951.
Con la muerte del último de “LOS MARICOS”, el pueblo “sentenciado” de LA MOSQUITERA enterraba al último de sus guerrilleros en activo, pero ello no sirvió, ni mucho menos, para poner freno a la represión contra el vecindario de aquel pueblo, cuyo único delito fue luchar por alcanzar la LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA en nuestro país. ¡ Ay, si hubiese habido muchos MOSQUITERA, con luchadores como Los Maricos, Avelino Fernández Garcia, Manuel Beltrán Roces, Ceferino Díaz Robles o mi amigo SAMUEL FERNANDEZ FERNANDEZ “EL CABRITU”, al que deseo largos años de vida, por nombrar a algunos, entre muchos… ! ¡¡¡ VIVA LA MOSQUITERA !!!
ANTON SAAVEDRA