Dos meses habían transcurrido desde que saliera a la luz el “CASO NEGREIRA” cuando, con fecha 17 de abril, comparecía el presidente del F.C. BARCELONA, Juan LAPORTA, para manifestar en su alegato de dos horas que todo respondía “a una campaña de desprestigio en contra del BARSA”, a la vez que hacía referencia al buen momento del equipo, “que empieza a levantarse deportiva y económicamente” y, como no, “a la figura del club como referente del catalanismo”.
«Reitero con toda rotundidad que tengo el convencimiento de que el FC Barcelona no ha cometido ningún delito de corrupción deportiva y deseo que más temprano que tarde quede exonerado de toda responsabilidad penal en el procedimiento actualmente en curso (DEIA, 17 de abril de 2023)
En su larga comparecencia ante los medios no podían faltar las menciones especiales para el REAL MADRID, del que afirmó que “se ha comportado por cinismo asegurando que son el equipo más favorecido de la historia y ahora se presenta como perjudicado”, repitiendo hasta la saciedad que “el F.C. BARCELONA es la víctima de este caso y que su club no ha influido en la competición con la compra de árbitros”.
Y tiene razón LAPORTA, claro que tiene mucha razón: el BARSA es la víctima principal del “CASO NEGREIRA”, porque ni el REAL MADRID, ni FLORENTINO PÉREZ, ni la Liga, ni la Federación Española de Fútbol, ni ninguna de las partes que se han personado en la causa judicial por corrupción continuada en el ámbito del deporte han sufrido, sufren o sufrirán más intensamente que el club de los culers las consecuencias de esta más que oscura trama arbitral.
Los pagos se hacían a dos empresas: Nisdal SCP y Dasnil 95 SL. En esos datos, también aparecen pagos a Javier Enríquez, el hijo del exárbitro, a través de otra empresa, Soccercam SL. La Fiscalía sostiene que los pagos al hijo de Negreira se hacían a través de Tresep 2014 SL, una empresa vinculada al directivo del Barça que falleció en diciembre, Josep Contreras. Como intermediario, se llevaba comisiones de parte de Javier Enríquez hasta del 50 por ciento.
Había que defender públicamente a la institución de los ataques injustos que nacen de intereses concretos, y LAPORTA cumplió con nota la expectativa hacia esta necesidad. Pero le faltó una cosa muy importante, incluso evidente: visibilizar que si el BARSA es el perjudicado número uno de todo este circo es, de origen, porque hasta cuatro presidentes elegidos por los socios culers, incluyéndole a él mismo, creyeron que era una fantástica idea mantener empresas tuteladas por el exvicepresidente del máximo estamento arbitral (CTA), el tal José María Enríquez NEGREIRA, entre la nómina de proveedores. Además, si el BARSA está en la diana es también debido a una decisión sostenida en los lustros por parte de sus gobernantes.
La Fiscalía trata ahora de averiguar el motivo por el que el precio de las asesorías era tan elevado y el motivo por el que el club decidió contratar sus servicios. El exárbitro justificó sus servicios de asesoría como una forma para el club azulgrana de «asegurarse de que no se tomaban decisiones en su contra». Estos pagos se habrían solapado con la estancia de cuatro presidentes: Joan Gaspart (2000-2003), Joan Laporta (2003-2010), Sandro Rosell (2010-2014) y Josep Maria Bartomeu (2014-2020). Este último habría decidido finalizar los pagos en 2018 por la delicada situación económica del club.
En su comparecencia, Juan LAPORTA sostuvo que los árbitros han favorecido históricamente al REAL MADRID basándose en que “la presidencia de los árbitros recayó en exfutbolistas, exdirectivos y socios del Real Madrid durante 70 años” aunque no se pueda probar que recibieran dinero del REAL MADRID, añadiendo que el “club blanco había sido el equipo del Régimen”. Una leyenda urbana que ni repetida mil veces puede convertirse en realidad, porque, paradojas de la vida, el equipo del Régimen durante la dictadura de FRANCO fue, precisamente, el F.C. BARCELONA, tal y como ha quedado demostrado documentalmente en cada uno de los capítulos que dan vida a esta serie.
Pero, volvamos, una vez más, a la estadística pura y dura. Así, con fecha 31 de enero de 1938, el general FRANCO quedaba transformado en presidente de España, iniciándose un período de casi cuatro décadas de gobierno dictatorial. En ese momento, y debido a la Guerra Civil Española que comenzó en 1936 y se extendió hasta 1939, la liga de fútbol había estado interrumpida.
En la temporada 1932/33, tres años antes del inicio formal del golpe de estado que ocasionó la gran tragedia española, el REAL MADRID había conseguido el segundo campeonato de su historia imponiéndose en la tabla general por solo dos puntos al ATHLETIC DE BILBAO, pero a partir de allí se iniciaba un largo período de sequía para el club blanco.
En total serian 17 temporadas sin títulos de liga para el REAL MADRID, de las cuales en quince de ellas el país estuvo gobernado por el puño de hierro del Generalísimo. Y lo más curioso de todo es que, en el período que va desde el inicio de la dictadura hasta el primer campeonato del Real Madrid en 1954, el F.C. BARCELONA liderado por KUBALA sería el equipo que más veces ganó la liga con cinco títulos, además de cuatro Copas del Generalísimo.
Como era de toda lógica por aquel entonces, el éxito deportivo produjo que el antiguo estadio culers de LES CORTS quedase pequeño, aun cuando contaba con aforo para unas 60,000 personas, pero en marzo de 1954 el club comenzaría la construcción de un nuevo recinto al que todos conoceríamos como el CAMP NOU.
Este fue el discurso del presidente falangista del Barça, Francesc Miró-Sans, en la asamblea general de socios celebrada el 11 de junio de 1955, dedicado a Felipe ACEDO Colunga. «Conviene decir que no todos los terrenos adquiridos están totalmente libres y a nuestra disposición, puesto que se está desalojando a los arrendatarios y meros ocupantes allí establecidos. A tal efecto hay que hacer constar nuestro más profundo agradecimiento al excelentísimo Gobernador Civil, don Felipe ACEDO Colunga, que, siempre ha atendido todo cuanto redunda en la grandeza de Barcelona, se ha percatado perfectamente desde el primer momento de la monumentalidad de nuestros proyectos y les ha prestado siempre el más cariñoso y entusiasta apoyo…» En otras palabras, el Fútbol Club Barcelona obtuvo los permisos para su primera recalificación y la autorización para construir el Camp Nou, gracias a la intervención de uno de los generales más radicales y siniestros de la guerra civil.
En un principio el proyecto estaba pautado por un total de 63 millones de pesetas, pero para 1957, año de su inauguración, el coste había subido a más de 280 millones dejando las arcas del Barca en rojo, de tal manera que el club especulaba con saldar la deuda vendiendo los terrenos del antiguo estadio, pero debido a la oposición de la alcaldía de BARCELONA debió enfrentar varios años de dificultades financieras, y para vender los terrenos debían ser recalificados por el ayuntamiento como aptos para la construcción, cuestión que, tras las presiones del gobierno, en 1962 el ayuntamiento de BARCELONA aceptaba el gran “pelotazo” urbanístico.
El Consejo de Ministros del 13 de agosto de 1965, celebrado en el Pazo de Meirás, aprobaba el decreto que modificaba el plan comarcal de ordenación urbana de la ciudad de Barcelona y el plan parcial de ordenación urbana de la zona comprendida entre las plazas de Calvo Sotelo y del Papa Pío II, en lo que se refería al cambio de uso y ordenación de volúmenes de la supermanzana limitada por las calles de Vallespir, Marqués de Setmenat, Numancia y Travesera de Las Corts, donde se encontraba situado el antiguo campo de fútbol, propiedad del C.F. Barcelona, de Las Corts. Aquella decisión del gobierno del Generalísimo Franco se convertiría, debido a su enorme importancia y calado, en la tabla de salvación para un endeudado C. F. Barcelona, que redundaría de forma decisiva en beneficio de los intereses económicos y, en consecuencia, deportivos, de la prestigiosa entidad para los años venideros. Aquel Decreto aprobado por el gobierno iba a permitir al Barcelona salir de la crisis económica en la que estaba sumido, tras la inauguración de su nuevo estadio en 1957, y tras más de seis años de lucha ininterrumpida, conseguía hacer prevalecer los intereses de la entidad
Es decir, el BARSA ha sido el verdadero equipo del Gobierno. Si en algo estuvo cerca el REAL MADRID del Régimen de FRANCO fue en lo geográfico. El BARSA de los agasajos, las medallas, los favores, las recalificaciones y los títulos disfrutó más que sufrió con el dictador en el poder, pudiendo afirmar que, si todas las argumentaciones de LAPORTA tienen la misma credibilidad que esta, todas ellas quedan en entredicho. A diferencia del F.C. BARCELONA, el REAL MADRID nunca condecoró a FRANCO, que recibiría tres medallas de oro y platino conmemorativas del F.C. BARCELONA, no en vano el equipo de los culers nunca había tenido queja alguna del dictador, que le había salvado, no solo en el apartado deportivo, con títulos, sino en el económico, con recalificaciones de terrenos que le permitieron construir el CAMP NOU y coger aire para evitar su desaparición.
LAPORTA puede vender todas las leyendas urbanas que le dé la gana, usando incluso todo tipo de “palancas”, pero la auténtica realidad es que el BARSA fue un club privilegiado durante el Régimen franquista mientras el RAL MADRID tuvo que vivir una travesía en el desierto solo aliviada por las grandes gestas de un gran equipo liderado por Alfredo DI STEFANO que conquistó no solo España, sino también Europa y el mundo.
El primer curso en el que el dirigente azulgrana pagó al exvicepresidente del CTA fue en el 2005/2006 a pesar de que llegó al trono en el año 2003. El actual presidente del FC Barcelona, a pesar de que siempre ha mantenido su inocencia en el ‘Caso Negreira’, ha quedado muy duramente señalado tras las últimas revelaciones que se han realizado en relación a la investigación que estudia los movimientos de dinero entre el club catalán y el exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.
A pesar de que LAPORTA decía en su larga comparecencia de más de dos horas que “él pasaba por allí, y no sabía de qué se trataba”, hoy podemos saber a través del portal de FOOTBALL LEAKS que LAPORTA había recuperado los pagos a NEGREIRA en la temporada 2005-06. Es decir, dos años más tarde de acceder a la presidencia del F.C. BARCELONA. Un movimiento que delata la intención del ahora máximo dirigente de contar con los servicios, a todas luces fraudulentos, de un NEGREIRA que permaneció ligado al BARSA durante más de una década después de esa recuperación de los pagos, siendo el montante total superior al millón y medio de euros. Dicho en román paladino: “del mirar para lo que había debajo de las alfombras y acabar con cualquiera conato de corrupción”, al parecer, lo que hizo fue mirar lo que había debajo de las alfombras, para seguir acumulando más podredumbre y mierda a los dos años de estar en la poltrona culers.
José Contreras Arjona es uno de los hombres claves, según la fiscalía, en el «caso Negreira», pero este exdirectivo del Fútbol Club Barcelona que la entidad azulgrana utilizó como intermediario en algunos de los pagos ya no podrá declarar en la causa, pues falleció el 25 de diciembre de 2022. Contreras, directivo del Barça con los presidentes Josep Lluís Núñez, Joan Gaspart y Josep Maria Bartomeu, fue además vicepresidente de la Federación Catalana de Fútbol (FCF) y amigo del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar (RFEF). El finado también aparece como investigado en el «caso Soule», en el que la Audiencia Nacional indaga en la participación de exdirectivos de la RFEF, entre ellos el expresidente Villar, en varios delitos de corrupción.
A modo de resumen de su larga comparecencia ante los medios, preparada concienzudamente durante dos meses, sin embargo, no por ello ha dejado de mentir como un bellaco en el caso de los pagos al exnúmero dos del estamento arbitral español, el tal NEGREIRA, cuando afirma que en tales pagos no está involucrada la actual Junta Directiva refiriéndose a que “José CONTRERAS nunca había sido directivo”, olvidándose que fue él mismo como presidente quien continuó e incluso disparó hasta cuadriplicar los pagos a NEGREIRA entre 2003 y 2010.
En cuanto al intermediador con NEGREIRA, José CONTRERAS, fallecido en diciembre de 2022, basta con echar la vista a la página web del club para observar cómo la directiva le despedía de la vida en su condición de antiguo “directivo” del F.C. BARCELONA durante la presidencia de José Luis NUÑEZ, Juan GASPART y José María BARTOMEU.
Javier Enríquez Romero fue coach de los árbitros españoles mientras que figuraba como administrador único de la empresa a la que el Barcelona facturó unos siete millones de euros entre los años 2001 y 2018. El hijo del ex presidente del Comité de Árbitros impartió clases particulares a los colegiados durante los años 2008 y 2015 para ayudarles a preparar los partidos importantes, que «superasen sus miedos» y «las malas actuaciones». Todo ello, mientras que el Barça pagaba tanto a la empresa que administraba por unos supuestos informes arbitrales como a él en particular por labores de scouting.
Refiriéndose a Javier ENRÍQUEZ Romero, el hijo de NEGREIRA, como proveedor principal de los servicios contratados y de los servicios de scouting y asesoramiento arbitral, diría LAPORTA que “todo está documentado”, pero el club había contratado directamente con sociedades exclusivamente ligadas a NEGREIRA, como NILSAD: “Lo importante no es quien facturaba sino quien prestaba el servicio”, afirmaría el presidente culers, aunque sería el propio ENRIQUEZ ROMERO, hijo de NEGREIRA, quien declararía que había empezado a trabajar para el F.C. BARCELONA en los primeros meses de 2013.
Este nuevo documento que ha salido a la luz pública corresponde al 3 de diciembre del 2018 y es previo al segundo en el que amenazaba con desvelar «irregularidades». Negreira, a través de su abogado, recordaba que «mantiene un contrato de prestación de servicios que alcanza hasta el término del actual mandato presidencial». En esta ocasión se delimitaba que «desde el año 2003, la sociedad Dasnil 95, S.L., operada por el Sr. Enríquez, ha venido prestando servicios de asesoramiento técnico por indicación de los presidentes Sr. Laporta, Sr. Rosell y Sr. Bartomeu».
En este mismo escenario, sería el propio club de los culers quien reconocería ante HACIENDA que de muchos de estos servicios no existía soporte documental alguno, por lo que aceptó pagar una sanción administrativa en su día. De hecho, la relación contractual se interrumpió una vez que NEGREIRA cesara como vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.
Según LAPORTA en esta misma comparecencia, la cuestión es que muchos de estos informes se destruían una vez transcurrido cinco años porque perdían validez, pero en su comparecencia ante los medios sacó a relucir un montón de cajas archivadoras que, según sus propias palabras, contenían 629 informes técnico-arbitrales y 43 CDs correspondientes al período 2014-2018, pese a que la relación contractual con los NEGREIRA data de 2001-2018.
El Barcelona dejó de recibir estos informes en 2018. Según miembros de la Directiva de ese momento, se debió al recorte de gastos que estaba sufriendo en ese momento el club azulgrana. Y también coincidió con que Enríquez Negreira dejó su cargo como vice presidente del Colegio de Árbitros una vez que Luis Rubiales accedió a la presidencia de la RFEF. A partir de ese momento, y según fuentes también de la Directiva, esos informes se siguieron haciendo de manera interna.
En otro momento de su larga comparecencia, LAPORTA afirmaría que “NEGREIRA no tenía ninguna capacidad de alterar los resultados deportivos ni de designar árbitros” y “el Barça no ha realizado jamás ninguna actuación que tuviera como intención el alterar la competición para conseguir ningún tipo de ventaja deportiva» , pero el informe de la FISCALÍA nos dice que el F.C. BARCELONA y el exvicepresidente del máximo estamento arbitral del fútbol español «alcanzaron y mantuvieron un acuerdo verbal estrictamente confidencial» para favorecer al club azulgrana, hasta el punto de que el Comité Técnico de los Árbitros del que formaba parte NEGREIRA se encargaba de la «designación de árbitros para cada partido en las competiciones españolas» y “las evaluaciones para los ascensos y descensos de categoría de los árbitros, así como de la proposición de candidatos a árbitros internacionales».
Por poner en contexto, durante la última etapa donde produjeron los datos, entre 2016 y 2018, el equipo presidido en aquel momento por Josep Maria BARTOMEU estuvo 78 jornadas sin recibir un solo penalti en contra. Es decir, durante 746 días, el conjunto azulgrana vivió una serie de placenteros partidos, al no sufrir ningún penalti en contra y sí 21 a su favor.
También resulta ciertamente reseñable que estuviese 59 jornadas sin recibir una expulsión en su contra entre 2015 y 2017. Unos números, que a pesar de la negación del conjunto culers en que influyesen los pagos realizados al vicepresidente del CTA, parecen refrendar que sufrió ayudas arbitrales en dicho periodo.
¿ Penalty o piscinazo de Neymar? Clos Gómez, actualmente jefe del VAR en el Comité Técnico de Árbitros, pitó en abril de 2016 un partido entre F.C. Barcelona y el Sporting de Gijón en el Camp Nou. Un encuentro que se saldó con una abultada victoria blaugrana por 6-0 y en el que se produjo un récord arbitral: el Barça marcó tres penaltis señalados por Clos Gómez en el lapso de apenas 10 minutos. El Barcelona evitaba que el Atlético le superase en Liga y daba carpetazo a una crisis de tres derrotas seguidas. Aquel partido, en el que el club asturiano protestó efusivamente, estuvo precedido de un informe técnico del hijo de Negreira, Javier Enríquez, en el que advertía al Barça de que Clos Gómez llegaba al encuentro «condicionado» por su último partido, en el que se tragó dos penaltis a favor del Real Madrid.
Uno de los ejemplos más destacados y escandalosos de aquella influencia arbitral a favor del BARSA quedó demostrada cuando se le pitaron tres penas máximas a su favor en 12 minutos, en aquel partido contra el SPORTING de GIJÓN, donde CLOS GÓMEZ, actual jefe de la barra del VAR, fue el encargado de pitarlo. Pero, de eso, como de otro, el presidente LAPORTA ni mú.
ANTON SAAVEDRA