CHARLA DEBATE “POR LA DEFENSA DE LA MINERIA DEL CARBÓN” A CARGO DE ANTON SAAVEDRA EN LOS SALONES DE LA JUNTA DE INICIATIVAS DE CABORANA (ALLER), EL 19 DE MAYO DE 2015.

Cartel anunciando la conferencia de PODEMOS sobre el carbón, a cargo de ANTON SAAVEDRA y el candidato a la presidencia del Principado de Asturias EMILIO LEÓN.
Buenas tardes, compañeras y compañeros, amigas y amigos:
Antes de comenzar mi exposición quiero que mis primeras palabras sirvan para mostrar mi gratitud a los miembros de “XENTE POR AYER” organizador de esta charla-debate, por la amable invitación que me han distinguido para participar en la misma, así como a todos vosotros y vosotras por la paciencia que presumo tendréis conmigo, y muy especialmente por compartir esta mesa con el próximo presidente del gobierno autonómico asturiano, el compañero EMILIO LEON.
Comenzaré mi intervención con unas reflexiones a modo de sinopsis, centradas en los conceptos que titulan mi charla:
LA PRIMERA.- Nuestro país tiene acceso en la actualidad a reservas de carbón que garantizan el suministro durante más de cien años. En el caso concreto de nuestro concejo allerano, estamos en condiciones de poder afirmar, según solventes estudios realizados muy recientemente, que existen reservas para más de ciento cincuenta años, siempre que se quiera hacer “mina a nivel mundial”, con la unión de los yacimientos de Figaredo y Caborana. Por lo tanto, lo que no hay es justificación para prescindir de una fuente energética autóctona de la que aún nos quedan unas reservas recuperables de carbón en torno a las 1.500 millones de toneladas, siempre según los datos del Consejo Mundial de la Energía.
Unas reservas a las que hay que añadir la de las llamadas “reservas adicionales estimadas in situ”, que incluye los cálculos de las cantidades de mineral que pueden existir tanto en extensiones aún no exploradas de yacimientos conocidos, como en yacimientos aún no descubiertos en áreas que se sabe, desde el punto de vista geológico, que contienen combustible, cifradas por el mismo Consejo Mundial de la Energía en torno a los 7.100 millones de toneladas, lo que nos garantizan el abastecimiento durante esos más de 150 años, tiempo más que suficiente para escribir en “tinta roja” el futuro real de nuestras comarcas mineras, y por extensión de nuestra región asturiana.

Antón Saavedra, PATRICIA DIAZ, candidata a la alcaldía de Aller por la lista de “XENTE POR AYER”, y EMILIO LEÓN, candidato a la presidencia del Principado de Asturias por la lista de PODEMOS…
LA SEGUNDA.- En la actualidad, el grado de autoabastecimiento de energía primaria en España – la decimotercera economía del mundo – es de sólo el 20 por ciento, lo que supone que el 80 por ciento de la energía primaria consumida se importe del exterior – por un 58 por ciento para la Unión Europea -, dependiendo casi al 100 por ciento de las importaciones de petróleo, gas y uranio, y del orden del 80 por ciento de las importaciones de carbón, con un coste de la factura energética del orden de los 40.000 millones de euros anuales.
LA TERCERA.- El carbón sin CEODÓS ya sólo depende de una decisión política, existiendo en la actualidad centrales térmicas en las que el carbón consumido no produce emisiones nocivas, y menos de CEODÓS, pero se sigue insistiendo y manipulando en el error de seguir diciendo que todavía se investiga sobre ello, cuando, en este momento sólo falta la decisión política para EL CAMBIO mediante tecnologías ya muy maduradas. El único problema que se presenta es encontrar compradores para ese CEODÓS que se separa, y que en este momento puede alcanzar la cifra de 50 millones de toneladas en todo el mundo, pero esos compradores también existen: se trata de las compañías petroleras que lo necesitan para inyectarlo en los pozos y así extraer el 30 por ciento de petróleo del fondo, que de otro modo se perdería.
Además, partiendo de la base que en la combustión del carbón, tanto los de importación como los nacionales, emiten la misma cantidad de CEODÓS, si contabilizamos las emisiones del transporte en barco y los camiones desde los puertos marítimos, llegamos a la conclusión de que el carbón de importación emite un 6 por ciento más de CEODÓS que nuestros carbones autóctonos.

Público asistente al acto de XENTE POR AYER-PODEMOS en la Junta de Iniciativas de Caborana, “por la defensa del carbón”…
LA CUARTA.- Las ayudas al funcionamiento que recibe el sector para su viabilidad, muy lejos de resultar onerosas para el Estado, son devueltas con creces a las propias arcas públicas a través de las cargas fiscales y coberturas sociales que soporta la propia actividad minera y, a la propia sociedad, mediante las rentas salariales y compras de bienes y servicios, amén de su enorme capacidad de arrastre de otros sectores económicos que, de manera indirecta o inducida, son potenciados gracias al entorno económico que propicia la minería del carbón y su fuerte capacidad de creación de valor añadido en sí misma y en otras actividades dependientes de ella. Todos sabemos que el yacimiento minero lo pone la naturaleza donde ella dispone, y es en torno al yacimiento donde se va creando el poblado, la villa, el comercio, las industrias auxiliares, de tal manera que cuando se clausura la explotación minera, si no se han generado otras industrias alternativas, las comarcas mineras quedan transformadas en auténticos eriales, como ya viene ocurriendo en nuestra región región asturiana.
Solamente en los pagos impositivos de las empresas mineras en concepto de cotizaciones sociales, impuestos ligados a la producción e impuestos sobre el IVA, el balance resulta altamente positivo para el erario público: Por cada euro que da el Estado en concepto de ayudas al funcionamiento al sector minero, este reporta 3,4 euros por los conceptos fiscales mencionados.
LA QUINTA.- Estudios muy recientes de varias Cátedras Universitarias sobre la “EVALUACIÓN DEL IMPACTO ECONÓMICO DE LA MINERÍA DEL CARBÓN” no vienen sino a corroborar el crucial aporte económico del sector primario del carbón por su fuerte capacidad en la generación de valor añadido en tres frentes: como actividad en sí (impacto directo), como consecuencia de las interrelaciones productivas que arrastra (impacto indirecto) y como efecto renta-demanda (impacto inducido). De hecho, constatan que un empleo directo en minería posibilita la creación de casi dos empleos de manera indirecta y hasta tres empleos si sumamos los efectos inducidos. Ciñéndonos al ámbito de los municipios mineros, los efectos multiplicadores que cada empleo minero tienen sobre el empleo total del municipio se sitúan entre cuatro y cinco empleos.
LA SEXTA.- Desde hace mucho tiempo, de una manera permanente y machacona se nos viene echando en cara a los mineros, al pueblo asturiano, de que somos un sector subvencionado, y es verdad, pero se silencia que, efectivamente, por cada euro de subvención que recibe el carbón, el Estado español recibe más del triple. ¿Por qué ese afán a la hora de señalar a nuestros carbones como receptores de ayudas estatales a su tan necesaria como imprescindible explotación?
¿Por qué no los gastos del ejército y la policía, o la Iglesia, o las carreteras, o las subvenciones millonarias a fondo perdido para la banca y las empresas privadas, por no hablar del impuesto de patrimonio de las grandes fortunas? Por cierto, ¿Dónde se equilibran los presupuestos del Ministerio del Interior o los de Defensa, Educación o la Justicia, subvencionados al cien por cien por las arcas del Estado? ¿Cerramos la Universidad? ¿Y las cárceles? ¿Desaparecemos la casa real española? No es un problema de fondos, sino principalmente de cómo se distribuye lo que la sociedad generamos; y el carbón, pese a quien pese, genera riqueza, empleo y bienestar para el conjunto de la sociedad.
Es en ese contexto donde queda enmarcada nuestra conferencia sobre “LA DEFENSA DE NUESTRA MINERIA DEL CARBON”, la cual, a la vista de las reflexiones perfectamente contrastadas y documentadas por los distintos organismos especialistas en la materia, en absoluto necesitaría el carbón ayuda de nadie, porque éste se defiende sólo. Quiero decir que, a la hora de hablar del carbón, es necesario enfocar su defensa desde una triple vertiente social, económica y energética, pero también desde la vertiente medioambiental. Sin embargo, al carbón se le ha cargado con el “sambenito” de ser el principal causante de todos los males que atentan contra la vida del planeta tierra por su gran contaminación.
En efecto, hace veinticinco años el concepto medioambiental que estaba de moda era el de la “lluvia ácida”, después, unos años más tarde, el concepto de moda era el “efecto invernadero” provocado, según los “sabios pronucleares”, por las emisiones de CEODÓS, y en la actualidad se sigue hablando del “efecto invernadero”, cuando el último concepto de moda es el “recalentamiento del planeta”. Hace muy poco tiempo se echaba la culpa del “efecto invernadero” al anhídrido carbónico emitido por las centrales térmicas. Ahora se admite que hay otros gases, tales como el metano, los óxidos de nitrógeno, los compuestos clorofluocarbonados y otros, que pueden tener un efecto perjudicial sobre el medio ambiente, sin que científicamente se haya demostrado su contribución al “efecto invernadero”, ni siquiera su efecto perjudicial.
En todo caso, la contribución del carbón a los efectos mencionados no tiene la importancia que en un principio se creyó, sino que es bastante más reducida, tal y como nos demuestran estudios científicos realizados al efecto. De cualquiera de las maneras, el problema “nunca será de frío, sino de abrigo”. Quiero decir que es necesario exigir la puesta en práctica de toda la legislación existente, así como todos los medios tecnológicos, que son muchos y efectivos, hasta reducir al máximo su incidencia en el medio ambiente. Por cierto, ¿cuánto vienen invirtiendo los gobiernos del bipartidismo PPSOE en nuestro país para investigar esas tecnologías? ¡¡¡ Para qué van a investigar, si ya han apostado hace tiempo por el lucrativo y mafioso negocio de la importación de carbón, petróleo, gas y nuclear!!!
Además, que nuestro país importe carbón de Colombia o Sudáfrica, en lugar de producirlo en nuestro subsuelo, en absoluto soluciona esos problemas, sino que los traslada. La experiencia ha demostrado que incluso los aumenta, tal y como ha quedado dicho con anterioridad. Quien importa carbón obtenido de las minas a cielo abierto de estos países citados y otros, está explotando a estos países económica y ecológicamente. Muerte, represión y saqueo son palabras sin las cuales no podría existir este tipo de explotaciones. Van unidas al igual que van unidos los gobiernos nacionales y las multinacionales, encargadas de llevarse los minerales y las divisas, dejando contaminación, destrucción y alguna que otra migaja, al margen de llenar los bolsillos de aquellos que se declaran tan “patriotas” ellos, envolviéndose en sus banderas nacionales.
Las explotaciones a cielo abierto que HUNOSA trata de explotar en las zonas de nuestro concejo allerano, tales como las de PONTONES en el Valle del Rio Negro, sólo son rentables cuando los yacimientos afloran en la superficie, se encuentran cerca de la superficie, con un recubrimiento pequeño.
Desde un principio, las empresas y los gobiernos, apoyados en muchos casos por su pandilleros sindicales de turno, levantan grandes expectativas y los habitantes de las zonas ven un futuro esperanzador, como ha ocurrido con las minas de Tormaleo o Degaña, explotadas por el gánster carbonero VICTORINO ALONSO “DON VITO”, por no hablar de la explotación del Puerto de RENORIOS aquí, en el concejo allerano, explotada por Hunosa a través de otro ganster como “DON VITO”.
Una vez comenzada la explotación, se produce cierta mejoría económica entre sus habitantes, pero en cuanto el mineral a extraer profundiza, las empresas deciden cerrar o irse a otras partes para continuar con su expolio consentido por el gobierno de turno. La mejoría económica se acaba bruscamente, entrando en un periodo de depresión para sus habitantes a lo que hay que sumar el entorno que dejan gravemente dañado y su tierra y aguas contaminadas para siempre por productos químicos y otros materiales tóxicos.
Mirad, compañeras y compañeros: Hace 56 millones de años, un misterioso aumento de carbono en la atmósfera hizo subir la temperatura en todo el mundo, hasta el punto que se fundieron los polos. La causa, según los científicos especializados en el tema, fue una emisión de carbono masivo y, en términos geológicos, repentino.
Aquello duró 150.000 años, hasta que el exceso de carbono fue reabsorbido, produciendo todo tipo de sequías, inundaciones, plagas de insectos y algunas extinciones. Sin embargo, una cuestión ha quedado muy clara, clarísima: el carbón no fue responsable de nada, por la sencilla razón de que le faltaban muchos millones de años para formarse. ¡Ya está bien de escuchar eso de que “si es verde, vale”! ¡¡¡ Y si es negro, como el carbón de nuestras minas, y rojo como el minero que defiende el carbón, el empleo y el futuro de sus pueblos, también, no te jode !!!

Antón Saavedra, Patricia Díaz, candidata a la alcaldía de Aller, y Emilio León, candidato a la presidencia del gobierno del Principado de Asturias, durante la charla en defensa del carbón, celebrada en el salón de actos de la Junta de Iniciativas de Caborana, el 19 de mayo de 2015.
No, compañeras y compañeros, no estamos defendiendo nuestro carbón por una especie de nostalgia, como una “seña de identidad” asturiana, entre otras cuestiones, porque tenemos que ser muy conscientes de que los recursos carboníferos son finitos, y que dentro de cien o más años, las minas se agotarán, y no vamos a ser tan pesimistas como para creer que Asturias no va a sobrevivir al carbón de sus cuencas. De lo que se trata es de no cambiar de la identidad actual por otra más vil y canalla, de no convertir Asturias en un bosque de eucaliptos para fabricar pasta de papel. Por cierto, en Aller existe una grandísima masa forestal que puede y tiene que ser una de las alternativas generadoras de riqueza y empleo, como lo tiene que ser el agua de nuestras explotaciones mineras clausuradas, entre otros muchos recursos que tenemos.
Y cerrando nuestras minas, como vienen haciendo los gobiernos de la burguesía, representada perfectamente por el bipartidismo del PPSOE, surgido de la II Restauración Borbónica, estamos condenados a no poder desarrollar nuestra identidad viviente en formas históricas más elevadas. Por ello, es preciso apoyarse en lo que tenemos seguro y positivo para poder, desde allí, preparar la transformación. Quiero decir que la principal “alternativa al carbón es el carbón”
Es posible que sea demasiado tarde para hacer algo por un mundo demasiado viejo, y demasiado pronto para saber algo de un mundo demasiado nuevo. A veces, compañeras y compañeros, es necesario estar al borde del precipicio para comenzar a caminar en otra dirección. Puede que nos encontremos en una encrucijada, pero estar en la encrucijada es justamente lo contrario de encontrarse en un callejón sin salida. Todo es dar con el camino, y se “hace camino al andar”, preguntándonos a nosotros mismos si realmente somos pobres porque investigamos poco, ó investigamos poco porque somos pobres. Y para andar ese camino tenemos que reflexionar antes de vociferar, tenemos que unir antes que disgregar, porque esa es un tarea de nadie en particular y de todos en general que requiere sumar y no dividir voluntades y esfuerzos, estimular iniciativas, sembrar solidaridades, remontar adversidades como han sabido hacer siempre los mineros, en los momentos más difíciles de la historia del Movimiento Obrero.
Desde mi punto de vista, pienso que la única solución para nuestros carbones es la NACIONALIZACION DEL SECTOR MINERO ESPAÑOL, desde la investigación de nuestros recursos hasta su transformación en energía, pasando por una explotación racional y humana de los mismos, dentro de una POLITICA ENERGÉTICA AL SERVICIO DEL PUEBLO. Y aquí, tengo que levantar la voz para manifestar que una de las características radical de nuestra minería, es que los yacimientos mineros españoles son bienes demaniales según la Constitución española, y ello significa que son bienes públicos y que la administración tiene la obligación inexcusable de preocuparse y velar su gestión por parte de los concesionarios, sujetos siempre a los requisitos de interés común.

Yo también tomé la calle el 15-M en la plaza del ayuntamiento de Gijón, y en esa misma posición antiestisistema corrupto y antiobrero continúo…
Entretanto, compañeras y compañeros, es tan necesario como urgente poner freno a esta brutal manera de agredir a un sector como el de la minería del carbón, propiciada desde febrero de 1983, cuando el presidente del gobierno español FELIPE GONZALEZ, afirmó ante catorce directores de periódicos que Asturias necesitaba “adaptarse a una nueva civilización, y que había que ser conscientes de que a la minería solo le quedaban 17 años de vida”, agresión que continuaron sus socios del bipartidismo PPSOE, manteniendo nuestra firmeza en que “NO PODEMOS ESTAR DISPUESTOS A ACEPTAR EL CIERRE DE MAS EXPLOTACIONES MINERAS SIN ANTES COMPROBAR DE MANERA FEHACIENTE SU SITUACIÓN ECONOMICA, ESTRATEGICA, SOCIAL Y ENERGÉTICA; SOSTENER EL NIVEL DE EMPLEO EXISTENTE, ES DECIR, NO PROVOCAR MAS PARO MINERO MIENTRAS NO SE VAYA A LA CREACIÓN EFECTIVA Y REAL DE NUEVAS INDUSTRIAS CAPACES DE ABSORVERLO”.
Seamos serios y sensatos: las fuentes energéticas son escasas, y bajo ningún concepto se pueden ni deben de menospreciar, por razones de la dificultad de sus explotaciones, donde quiera que se encuentren. Y esto debieran de saberlo en la UNION EUROPEA, si es que se habla en nombre de Europa y no de quienes tienen el carbón más fácil, aunque tampoco nadie se debe escudar, como ha venido ocurriendo hasta la fecha, en los mandatos de la UNION EUROPEA, porque, entre otras cuestiones, el TRATADO DE LISBOA otorga a los países total libertad en lo referente al aprovechamiento de sus recursos energéticos. Es decir, son competencia de cada país, por lo tanto esa exigencia de la UNION EUROPEA de cerrar las explotaciones mineras en el año 2018 en absoluto tiene porqué cumplirse. ¡Ya está bien de manipulaciones y engaños a los ciudadanos!
No creo exagerar si digo que, en una gran medida, el futuro de nuestra minería dependerá de que seamos capaces de imprimir una dinámica de acción sindical desde la base en donde la UNIDAD SINDICAL debe de ser el eje fundamental para lograr los objetivos emprendidos, o si se prefiere para no permitir la hecatombe que se avecina sobre las comarcas mineras, sobre todo a raíz de la firma del “finiquito” tramposo que se recoge en el recientemente firmado MARCO DE ACTUACION PARA LA MINERIA DEL CARBON Y LAS COMARCAS MINERAS 2013-2018, por parte del gobierno, patronal y los sindicatos de CC.OO., SOMA-UGT y USO. Una acción sindical que quedaría bastante huérfana si no va acompañada de una acción política desde los propios ayuntamientos y gobiernos autonómicos en las regiones mineras, como la nuestra.
La experiencia nos ha enseñado que la unidad de acción sindical no es algo que se pueda decretar, ni de un plumazo se pueden superar todas las dificultades heredadas, las diferencias de cultura y práctica sindical, los intereses particulares que cada organización defiende. Pero esa misma experiencia, también nos ha enseñado que el camino de la división y el enfrentamiento sistemático, como la ocurrida en la última huelga del año 2012, entre los de la camiseta negra con los de la camiseta verde, es el camino que nos lleva al fracaso.
Creo que en la historia del Movimiento Obrero no ha habido sindicalista que no haya tenido en su mente el objetivo de la unidad. Pero tenemos que reconocer que todos hemos confundido el tema de la unidad con el de la hegemonía sindical. Y ese es un tema del que se habla muy poco, pero explica, desde mi punto de vista, muchas cosas de las que han pasado en el último conflicto minero señalado, y en otros. Pienso, y así lo expreso, que ha sido un desastre el grado de división existente en la huelga minera de 2012, donde ni siquiera los dos sindicatos mayoritarios de SOMA-UGT y CC.OO. se pusieron de acuerdo para elegir el color de las camisetas, porque una cosa es la pluralidad y otra muy distinta es el enfrentamiento al que se somete a los trabajadores, como consecuencia, entre otras cuestiones, de la politización y la lucha por los espacios ideológicos.
Es una realidad latente que nos encontramos en un sindicalismo, evidentemente politizado, como todos; lo que pasa es que hay una política de derecha en sus distintas versiones que también penetra en el sindicalismo. Cada vez que oigo de un sindicato que es apolítico me echo a temblar y pienso: ¿Y a ese sindicato, quien coño lo manda? ¿Qué patrón le manda?, porque le manda alguien ¿verdad? Para mí, el apoliticismo sindical, tan grato a los sectores atrasados y a la reacción no encubre sino la imposición burguesa a los trabajadores.
No creo que el problema de la UNIDAD SINDICAL pase por la despolitización, sino por intentar superar realmente el partidismo existente. Y cuando hablo de la UNIDAD SINDICAL, me refiero a la UNIDAD de lo que es el conjunto del SINDICALISMO DE CLASE. Yo con los amarillos y con el pandillerismo sindical no tengo ningún interés en unirme nunca. Yo hablo de la UNIDAD DEL SINDICALISMO DE CLASE que, vuelvo a repetir, puede y debe de avanzar en un proceso que tiene que pasar por consolidar la UNIDAD DE ACCIÓN SINDICAL.
Para garantizar el éxito de cualquier acción a emprender en la defensa de nuestra minería del carbón, del empleo, y del futuro de las comarcas mineras, es totalmente imprescindible rechazar cualquier relación de clientelismo con el poder político y la patronal pues creo que los sindicatos no deben de actuar de una u otra manera en función del color de los gobiernos, sino en función de sus contenidos y sus políticas. Y conste, que no estoy rechazando el papel que tendrían que jugar los partidos políticos, sino defendiendo, siempre desde la plena autonomía sindical, una relación normalizada con todos los existentes a través de una interlocución fluida con todas las fuerzas. Al fin y al cabo, la convergencia en los objetivos de clase a lograr, tendrán que venir dados a través de una combinación de la lucha sindical desde los sindicatos de clase con la lucha política de los partidos y movimientos sociales verdaderamente obreros en los parlamentos, en los ayuntamientos, con sus alcaldes a la cabeza, y en la calle.
Una última reflexión a raíz de los anuncios que venimos leyendo estos días en los medios de comunicación para la reapertura de nuevas minas de carbón coquizable en la zona de Riosa y otras, me obliga a preguntarme y preguntar si ¿no estaremos asistiendo a una privatización encubierta de la minería? ¿Acaso el carbón de las explotaciones de carbón clausuradas no eran de carbón coquizable en más de un sesenta por ciento, aunque su destino fuera para quemar en las térmicas?
Para terminar, una pregunta que siempre me hacen en los debates, referida a si el carbón tiene futuro, la cual voy a contestar con un ¡¡¡Sí, rotundo!!!
Durante muchos años hemos repetido los mineros que el carbón no debería ser marginado dentro de las políticas energéticas de los diferentes partidos que gobernaron en el Reino de España. Todavía se están pagando las consecuencias de este abandono, pero en cualquier reunión de expertos, mínimamente sensatos, ya no cabe la menor duda en la afirmación de que el carbón puede y debe ser el puente que hará salir a la Humanidad de la crisis energética, cada vez más agravada por los acontecimientos que se vienen dando en otros países petroleros y gasísticos.
Cuando las potentes locomotoras de vapor empezaron a cruzar las inmensas llanuras del Oeste americano, algún tremendista se atrevió a predecir que “como esta fiebre de velocidad se contagie al mundo entero, el carbón desaparecerá antes de veinte años”. Vino la Primera Guerra Mundial y volvió a repetirse la profecía. No digamos nada cuando estalló el conflicto del año 1939. Era la segunda explosión de preocupaciones para el sector energético. Y todavía, no hace muchas fechas, el agorero de turno señalaba la desaparición del carbón para dentro de veinte años. Es decir, siempre faltan veinte años para que se acabe el carbón. Pero el carbón sigue ahí, en cantidades abundantes para otros muchos veinte años. Y siempre que en el mundo se ha producido un momento crítico grave, se le ha pedido al carbón un esfuerzo sobrehumano y el carbón ha respondido satisfactoriamente, como, sin duda alguna, responderá en esta ocasión que estamos viviendo.
¿Pensáis que PODEMOS lograr los objetivos? ¡¡¡Claro que PODEMOS, compañeras y compañeros, y con EMILIO LEON de presidente en el gobierno autonómico de Asturias, mucho mejor!!!
Gracias por vuestra atención.
