” Sin el heróico comportamiento de las mujeres no hubieramos podido aguantar, ellas nos ayudaban a superar las situaciones más difíciles, por eso les debemos el mayor reconocimiento y respeto…”
( Comandante MATA, en su conferencia de Pola de Laviana, el año 1.978 )
En efecto, si en la zona republicana, las milicianas simbolizaron el heroismo de la resistencia popular frente a los militares golpistas, en los territorios ocupados por el fascismo eran tomadas como mujeres feroces, monstruosas y escasamente femeninas a todas aquellas que no habían sido infectadas por aquella enfermedad del franquismo, llegando a ser denominadas como “delincuentes marxistas femeninos”, tratando de negarles su naturaleza y condiciones de mujeres a la vez que sufriendo todo tipo de represiones y abusos institucionalizados y sistemáticos que no tenían otro objetivo que demonizar el arquetipo de mujer que había comenzado a extenderse durante la II REPUBLICA.
Así, mientras que ELLOS eran “paseados” y abandonados sus cadáveres en las cunetas y tapias de los cementerios, encarcelados o se unían a las “guerrillas del monte” para continuar la lucha contra el fascismo, ELLAS permanecían en los pueblos, a cargo de sus familias y sirviendo de enlaces a “los del monte”, siendo juzgadas en Tribunales Militares en los que se decidía qué mujeres debían de ser vejadas y marcadas por haber contribuido al derrumbe de la “moral católica”, previo el “informe de conducta”, emitido por el comandante de puesto de la Guardia Civil, el alcalde y el jefe local de Falange, quedando extendido el corte de pelo al rape y la ingesta de aceite de ricino para provocarles diarreas y pasearlas por las calles principales de los pueblos ”liberados”, acompañadas por la banda de música, en aquellas prácticas realizadas por las bandas paramilitares de falangistas, requetés, guardia civil y somatenes, con el consentimiento y visto bueno de las autoridades militares, que lo controlaban absolutamente todo: “… y lo peor son los domingos , cuando la plaza se llena de gente después de la salida de misa de doce y todos están tomando el aperitivo. Es cuando aprovechan para pasear en fila a las mujeres que pasaban por rojas, desaliñadas del todo, cortado el pelo al rape y afeitadas las cejas. ¡ Hay que ver cómo las insultan y que cosas no se les dice ! “
Se trataba, ante todo, de exhibir una especie de mujer deformada por la República, en su inmensa mayoría hijas, esposas, madres, hermanas o sobrinas de quienes habían defendido aquel sistema republicano legítimamente constituido. Era algo más que un abuso sobre las mujeres, fue un ataque furibundo al modelo de MUJER LIBRE, MODERNA E INDEPENDIENTE, que no perseguía sino el modelo de aquella mujer nacionalsindicalista como base para una nueva familia cristiana que, junto al sindicato vertical y el municipio, debía constituirse como uno de los principales pilares en la construcción del nuevo estado franquista. Es decir, retroceder a la sociedad patriarcal y a un papel de sumisión que parecía haber quedado superado, a través de la Sección Femenina de la FET y de las JONS, para quien ”la vida de toda mujer, tal como se puede recoger de su revista MEDINA, en agosto de 1.944, no es más que un eterno deseo de encontrar a quien someterse”, hasta el punto de que “cuando estéis casadas, pondréis en la tarjeta vuestro nombre propio, vuestro primer apellido y después la partícula ‘de’, seguida del apellido de vuestro marido.”
Fueron miles y miles las mujeres luchadoras en todos los pueblos y ciudades de España, pero yo me voy a referir a las mujeres del VALLE DEL NALON, dando voz a una memoria viva de aquellas mujeres que con su lucha rompieron cadenas en su movilización colectiva contra el fascismo en la cuenca minera asturiana: ANA SIRGO SUAREZ “ANITA LA PERRUCA”. Hija y sobrina de guerrilleros, siendo una “guajina” , con apenas cinco años de edad, ya conoció los rigores de la cárcel de Sama de Langreo, en la Casa de España, cuando, junto con su hermano Avelino, un año mayor que ella, tuvieron que ir con su madre al no tener esta con quien dejarles, ya que toda la familia había sido detenida, hasta que su madre fue enviada, en diciembre de 1.938, al Campo de Concentración de Prisioneros de Guerra de Arnao en Figueras, del municipio de Castropol, y ella y su hermano en la expedición de niños con destino a la URSS, aunque no llegaron a embarcar, porque cuando se encontraban en Barcelona ” nos fue a recoger un tíu nuestru que vivía en Llanes y nos llevó para allá”, donde tuvieron que trabajar, sin poder ir a la escuela, “cuidando unes vaquines que tenía mi tíu, pero donde no nos faltó ni cariño ni el platu de cocido todos los días porque yeren muy buenos con nosotros…”
Por fin, después de permanecer cinco años en las cárceles franquistas, se producía el reencuentro de los hijos con la madre de ANITA y el regreso a su casa natal en el pueblín de EL CAMPURRU en Lada, del municipio de Langreo, encontrándose con su casa desmantelada y sin muebles, porque lo “habíen llevao to los falangistas, tal y como se pudo comprobar posteriormente, cuando desapareció la Falange de Lada y supimos que los muebles taben allí, faciendo de vitrines pa les sus coses…”, pero aquello, en absoluto sirvió para amedrentar a aquellas dos mujeres - madre e hija -, así que se pusieron a trabajar ambas para sacar la casa adelante, viviendo, mientras tanto, en la casa de la “güela” de ANITA “LA PERRUCA”, que también había salido de la cárcel: la madre a trabajar con aquel tristemente famoso negrero “El Tirriu”, tirando de pala y llevando los cestos cargados sobre su cabeza a las pilas de carbón o a los vagones, en aquellas tan inhumanas como interminables jornadas de doce y catorce horas diarias a cambio de un miserable salario de ¡¡¡ 9,50 pesetas !!! - un par de zapatos costaba entre noventa y cien pesetas, y un litro de aceite, en el estraperlo, entre noventa y cien pesetas, y ella, ANITA “LA PERRUCA”, con diez años de edad, vendiendo el pan que hacia una vecina del pueblo por todos los puestos de Lada. Más tarde, cuando dejaron de hacer el pan, se fue a trabajar, por las mañanas al Bar de Dionisio en Sama, y por las tardes “a fregar pisos y portales de rodilles, con arena y estropajo”, al margen de la ropa que todos los días llevaba para lavar a casa, pero como no tenían agua, “la lavábamos en un ‘regueru’, y cuando llegaba el invierno teníamos que romper los ‘calambros’ con una piedra para poder lavar”.
Pero, ANITA “LA PERRUCA” fue algo más que trabajadora desde muy “guajina”, ya que a la edad de once años era, nada más y nada menos que, toda una ENLACE del MAQUIS, donde estaba un tío suyo, asesinado por la brigadilla de la Guardia Civil el 6 de noviembre de 1.948, en Pola de Laviana, por el procedimiento de la llamada ley de fugas: “Yo como era una cría y pasaba desapercibida, era la que yos llevaba la comida al monte en una ‘maniega’ que me preparaba mi madre, debajo les potes y encima una sábana tapando la comida, sobre la que echábamos grana, para despistar a la gente y a la Guardia Civil, con la que llegué a cruzarme en varias ocasiones, aunque nada sospechaban porque yo era piquiñina, y sólo se veía la grana, de tal manera que, antes de llegar donde estaban los guerrilleros posaba la maniega, como si me pesara, pero yera porque tenía que mirar que no hubiera nadie alrededor, vecinos o guardias. Después dejaba la comida y me iba. Ellos andaben de un sitiu a otru de los montes de Asturias, y cuando estaben en la zona de Langreo, muchas veces se reuníen en nuestra casa, y desde un ventanucu que daba al teyao, por donde se veía el camín por donde venía la Guardia Civil, entós yo tenía que estar vigilante y avisar para que escaparan, abriendo seguidamente todas las ventanas y recoger los ceniceros para que no se notara nada si entraban a revisar (…) Después de que mataran a mi tíu FIDEL, ya con diecisiete años, conocí a ALFONSO BRAÑA CASTAÑO y me casé con él en el año 1.950, bajando a vivir del CAMPURRU a onde vivo ahora, a la barriada langreana de San José, en Lada.”
Son variadas las versiones y los informes, más o menos “prefabricados”, que se han escrito sobre AVELINO SIRGO FERNANDEZ “EL PERRUCU” – padre de ANITA “LA PERRUCA” -, algunos de los cuales no muestran sino un total desconocimiento sobre la vida y muerte de este capitán republicano en el Batallón del comunista mierense Jesús Posada Iglesias, más conocido por el COMANDANTE CHUNO, dándose incluso la paradoja de “algún fabricante de informes” que tiene la insensatez de afirmar haber enlazado con “El Matemático” en el año 1.948, cuando la realidad contrastada es que el guerrillero AVELINO SIRGO “EL PERRUCU”, apodado también “El Matemático” o “LADA”, fue muerto en la localidad cántabra de POTES, en el mes de noviembre de 1.947, junto con su compañero del “MAQUIS”, Josepín Garcia Fernández “CANTERA”, ambos asesinados muy cerca de donde fue asesinado por la Guardia Civil, Juan Fernández Ayala “JUANIN”, en el lugar conocido por “La Curva del Molino”, el 24 de abril de 1.957.
Así llegamos a una de las fechas clave en la historia del Movimiento Obrero contra la dictadura franquista: ¡¡¡ AÑO 1.962 !!!, donde una ola ininterrumpida de huelgas sacudió el país, dando lugar a la mayor explosión de conflictividad obrera a la que se había enfrentado el régimen hasta el momento, siendo la minería asturiana quien lideró aquella iniciativa que, si bien era cierto que la huelga había comenzado de una manera espontánea y por razones estrictamente profesionales, el desarrollo reveló enseguida la existencia de una coordinación y encuadre político, donde el Partido Comunista de España demostró que, efectivamente ejercía una gran influencia para canalizar las protestas de las masas gracias a la disciplina y experiencia adquiridas en veinte años de acción clandestina, destacando las acciones decididas de mujeres como ANITA SIRGO, CONSTANTINA PEREZ Y CELESTINA MARRON, haciendo una intensísima labor de CONCIENCIACION entre las vecinas de las comunidades mineras, celebrando reuniones clandestinas para organizar la SOLIDARIDAD y difundiendo sus consignas en los lugares frecuentados por las demás mujeres de las cuencas mineras.
Las llamadas “fuerzas del orden”- Guardia Civil y su Brigadilla, Policia Armada, Brigada Politico Social, así como toda la “gandalla” de falangistas, somatenes y confidentes policiales, brillando con luz propia por su “salvajismo”, el Cabo Pérez, Claudio Ramos Tejedor y el capitán legionario, expresamente enviado desde Melilla, Fernando CARO Levia, habían actuado con una extraordinaria dureza represiva, no consiguiendo otra cosa que extender aquel movimiento de solidaridad, de tal manera que, al final, el gobierno tuvo que enviar a su ministro más sonriente, José SOLIS RUIZ, para pactar, aunque demagogicamente, las reivindicaciones ARRANCADAS POR LA LUCHA DE LOS MINEROS Y SUS MUJERES. Por un momento, la paz laboral había vuelto a las cuencas mineras, normalizando la vuelta al trabajo, pero las “fuerzas del orden citadas” no pusieron fin a su labor represora, buscando a los responsables, deteniéndolos para torturarlos de una manera salvaje e incluso deportándolos fuera de sus regiones de origen, hasta el punto de que la situación en las cuencas mineras era cada día más tensa y el movimiento huelguístico reapareció con mayor crudeza al año siguiente - 1.963 -, con 365 detenciones de mineros, muchos de ellos encarcelados , deportados , los domicilios registrados y sus mujeres acosadas policialmente, siendo “rapadas” a navaja las cabelleras de ANITA SIRGO y CONSTANTINA PEREZ, después de ser salvajemente torturadas, aunque un “demócrata de toda la vida”, como el entonces Ministro de Información y Turismo del gobierno de Franco, MANUEL FRAGA IRIBARNE, lo pusiera en duda - yo mismo ví “rapada” a ANITA “LA PERRUCA” y puedo afirmar que era muy guapa antes de ser “rapada”, cuando estaba “rapada” y sin estar “rapada”, como en la actualidad con sus casi 83 años de edad -, en su contestación al MANIFIESTO DE LOS 102 INTELECTUALES ESPAÑOLES de mayor prestigio y de muy distintas tendencias, que le pedían explicaciones ante aquellas presuntas actividades feroces de las “fuerzas del orden”, aunque sólo dirigió la carta a uno de ellos, en la persona de José BERGAMIN, el 3 de octubre de 1.963: “Parece, por otra parte, posible que se cometiese esa arbitrariedad de cortar el pelo a Constantina Pérez y a Anita Braña, acto que de ser cierto sería realmente discutible, aunque las sistemáticas provocaciones de estas damas a la fuera pública la hacían más que explicable, pero cuya ingenuidad no dejo de señalarle (…) Vea, por tanto, cómo dos cortes de pelo pueden ser la única apoyatura real para el montaje de toda una “leyenda negra” o “tomadura de pelo”, según se mire.”
Por cierto, este ¡¡¡ SINVERGUENZA FASCISTA DE FRAGA !!! no debía de estar muy bien informado al nombrar a la “rapada” Anita Braña, cuando se trataba realmente de ANITA SIRGO SUAREZ, cuyo esposo, ALFONSO BRAÑA CASTAÑO, vigilante de primera en el Pozo Fondón de Duro-Felguera cuando fue detenido y despedido de por vida, era salvajemente torturado en la misma Inspección de Policia en que a ella se le golpeó, hasta dejarla sorda de un oido por la rotura del tímpano, y se le cortó el pelo al rape.
ANTON SAAVEDRA