MOLA, QUEIPO DE LLANO Y FRANCO, entre otros asesinos, sobre los que recae la responsabilidad de la sublevación contra el gobierno legítimo de la II REPUBLICA. Claro que, probablemente hubieran deseado que sus víctimas se hubieran dejado matar sin resistencia. Donde no la encontraron, mataron sin pensárselo dos veces. Todo por salvar España…
” Es necesario propagar una imágen de terror (…) Cualquier que sea, abierta o secretamente, defensor del Frente Popular debe ser fusilado (…) Yo podría aprovechar nuestras circunstancias favorables para ofrecer una transacción a los enemigos, pero no quiero. Quiero derrotarlos para imponerles mi voluntad. Y para aniquilarlos.”
(General MOLA “EL DIRECTOR” en Radio Burgos, el 19 de julio de 1.936 )
“Serán pasados por las armas, sin formación de causa, las directivas de las organizaciones marxistas o comunistas que en el pueblo existan y en el caso de no darse con tales directivas, serán ejecutados un número igual de afiliados, arbitrariamente elegidos.”
( Bando Militar del General QUEIPO DE LLANO, el 24 de julio de 1.936 )
“Nosotros luchamos por España. Ellos luchan contra España. Estamos resueltos a seguir adelante a cualquier precio (…) He dicho que al precio que sea.”
(General Francisco FRANCO en TANGER al “Chicago Daily Tribune”, el 27 de julio de 1.936 )
” Paz sí. Pero cuando no quede un adversario vivo (…) ¿ La guerra de España es una guerra civil ? No; es una lucha de los sin Dios contra la verdadera España, contra la religión católica.”
( Cardenal Primado de España, Isidro GOMÁ y Tomás, el 19 de julio de 1.936 )
Sin lugar a ninguna duda, la II REPUBLICA ESPAÑOLA representó el mayor esfuerzo modernizador y democratizador en la historia de España, tal y como queda reconocido en la LEY que ha declarado el año 2.006 como el año de la MEMORIA HISTORICA: “constituyó el antecedente más inmediato y la más importante experiencia democrática que podemos contemplar al mirar nuestro pasado…”.
Ese fue el Estado asaltado por el golpe militar del 17 de julio de 1.936, dirigido por FRANCO y sus generales rebeldes que, apoyados por la OLIGARQUIA financiera y bendecidos por la IGLESIA, destruyeron para implantar una dictadura militar según el modelo fascista de la Alemania NAZI de Adolf HITLER y la Italia de los camisas negras de Benito MUSSOLINI, erigiéndose FRANCO como Caudillo de España por la Gracia de Dios, el dinero de la banca y las armas del fascismo internacional: “Yo, Francisco Franco Bahamonde, Caudillo de España, consciente de mi responsabilidad ante Dios y ante la Historia, en presencia de las Cortes del Reino, promulgo como Principios del Movimiento Nacional, entendido como comunión de los españoles en los ideales que dieron vida a la Cruzada, los siguientes: ’1º.- España es una unidad de destino en lo universal… (…) 2º.- La Nación española considera como timbre de honor el acatamiento a la ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana… (…) 3º.-España raiz de una gran familia de pueblos con los que se siente indisolublemente hermanada… (…) 4º.-La unidad entre los hombres y las tierras de España es intangible… (…) 6.- Las entidades naturales de la vida social, familia, municipio y sindicatos, son estructuras básicas de la comunidad nacional…’ (…).”
LAUREANO ARGUELLES FELGUEROSO, natural de Posada de Llanes y alcalde de PILOÑA, asesinado en julio de 1.938 por los falangistas, después de arrastrarlo por los caminos de Infiesto amarrado a la cola de un caballo…
Resulta evidente que, después de tantos años transcurridos, la brutal represión y el terror impuesto a las personas que habían defendido un gobierno legítimo, emanado libre y democráticamente de las elecciones legislativas de Febrero de 1.936, respondían a un plan de exterminio muy estudiado y preconcebido, donde la detención ilegal, la tortura, la desaparición forzada y la eliminación física de miles y miles de personas por motivos políticos e ideológicos, conformaron los pilares fundamentales para ir consolidando aquel régimen fascista, hasta adquirir la categoría de CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD y donde ASTURIAS resultó ser una de las regiones más afectadas, sino la que más, por la barbarie de aquellos sublevados que contribuyeron a la insurrección armada del 18 de julio de 1.936 para acabar con la REPUBLICA mediante el derrocamiento del gobierno legítimo de España.
En efecto, huir al monte fue la determinación que habían tomado varios miles de combatientes republicanos una vez liquidado el FRENTE NORTE, refugiándose como podían, unos en los “payares” y “tenaes” de las cuadras del ganado, y otros en las cuevas de las montañas, procurando moverse cerca de las casas de sus familiares y vecinos de confianza que les facilitaban protección y alimento. En aquellos primeros momentos, tal y como me comentaría Pepe MATA en nuestras conversaciones “no había colores ni banderas, ni comunistas ni socialistas. En aquellos momentos sólo eramos hombres perseguidos, incluso ignorábamos entre nosotros la ideología, aunque la inmensa mayoría eramos del PSOE “. Sin embargo, el problema de los “del monte” no era un problema de “bandoleros” y “forajidos”, como denominaban los fascistas a los que no eran sino auténticos soldados republicanos, sino la tapadera para ocultar la salvaje violencia de las batidas a la caza del hombre que, desde el primer momento, no sólo se dirigieron contra los “del monte”, sino también contra las personas supuestamente relacionadas con ellos: sus familias y vecinos, de los cuales ” ni siquiera sabíamos quienes eran los delatores y somatenes falangistas, porque en principio no pasaban de una docena de ellos, pero luego hubo muchísimos traidores que procuraban hacer “méritos” ante las autoridades franquistas extremando su colaboración con ellas, precisamente participando con la fuerza pública en el descubrimiento y persecución de los huidos…”
OLIVA FAZA CASTILLO, natural de El Cantu, en Piloña , casada con el alcalde de Piloña, Laureano Argüelles Felgueroso, que fue asesinada en la mina de LA BORNAINA , el 28 de julio de 1.938…
De esa manera, aunque el ejército siguiera moviéndose por toda la región asturiana hasta incluso después de concluída aquella sublevación causante de la TRAGEDIA española, los ataques y persecución de “los del monte” quedaban a cargo de experimentadas tropas moras que, nuevamente tomaban posesión de las cuencas mineras para espanto de aquella población trabajadora que todavía recordaba la salvaje represión del 34, quedando convertida de una manera sistemática el empleo de la temible “CONTRAPARTIDA” o grupos de vecinos armados, conocedores de “los del monte” y sus familias y amigos, así como del terreno en que se movían, de tal manera que aquella estrategia puesta en práctica, pronto se iba a dejar sentir muy negativamente entre “los del monte”, siendo una de las primeras medidas adoptadas la de quemar todas las cabañas que había por los montes, lo que obligó a construir nuevos refugios o usar las cuevas naturales o minas que había por las montañas. Así, por ejemplo, un numeroso grupo de huidos sería sorprendido en los primeros días de junio de 1.938 en dos cuevas, sitas en una zona llamada LA RIEGA DEL PENDON, entre los concejos de NAVA y PILOÑA, suicidándose unos y entregándose otros, que fueron ejecutados de inmediato… Muy poco tiempo después, exactamente el 28 DE JULIO DE 1.938, ocurría otro acontecimiento de similares características, con siete compañeros y una compañera escondidos en la mina de LA BORNAINA, en un lugar conocido por EL CANDANAL, en LA GÜERIA DE SAN ANDRES DE LINARES, perteneciente al concejo de San Martín del Rey Aurelio.
MINA LA BORNAINA en El Candanal de la Güeria de San Andrés, perteneciente al concejo de San Martin del Rey Aurelio, donde fueron asesinados siete compañeros y una compañera, el 28 de julio de 1.938…
Aquel maldito día, siete soldados republicanos, mineros de profesión casi todos: Aquilino Suárez Fernández (25 años), Cándido Fernández Montes (21 años), Francisco Fernández Nava (30 años), Vicente Roces Fernández(36 años), Jamino Fernández Suárez (26 años), Amalio Fernández Rodriguez (21 años) y José Garcia Iglesias (23 años), a los que se había unido la jóven de 23 años, OLIVA FAZA CASTILLO, esposa del macabramente asesinado alcalde de PILOÑA, Laureano Argüelles Felgueroso - fue amarrado a la cola de un caballo y arrastrado por los caminos de Infiesto hasta ser rematado en un lugar conocido por LLANO DEL RIO -, fueron sádicamente acribillados de varias ráfagas de metralleta cuando estaban sentados encima de una pila de madera amontonada en la bocamina, mientras comían unas onzas de chocolate con pan y unas latas de sardinas que los propios asesinos les habían suministrado.
Aquellos soldados republicanos habían sido derrotados por el ejército sublevado y huían en retirada, desde la zona oriental de Asturias hacia la zona central de Asturias, y OLIVA FAZA, después de recibir la noticia y las consecuencias en que había sido asesinado su marido, decidió unirse a ellos hasta buscar refugio en aquella mina abandonada de LA BORNAINA, hasta que fueron delatados ante la autoridad militar por uno de aquellos somatenes falangistas de la zona, a los que se refería mi amigo Pepe MATA que se habían reconvertido de la noche a la mañana, de tal manera que, después de girar una primera visita a los alrededores de la mina y observar que el agua de la mina salía limpia, llegaron a la conclusión de que allí no había nada que indicara la estancia de personas – para ellos peligrosos forajidos – en el interior de la misma.
Escrito firmado que apareció clavado en el poste izquierdo del primer cuadro de la mina LA BORNAINA…
Ya de regreso a sus estancias cuartelarias llamaron a sus delatores falangistas para contarles sus impresiones, haciéndoles ver que allí, donde les habían indicado, no había nadie: “cago ‘n mio madre, venid conmigo, vamos ver si tan o nun tan “, contestó muy cabreado el somatén falangista que había dado el primer chivatazo. Nuevamente en la mina, efectivamente observan que el agua que antes fluía limpia por la cuneta, ahora salía sucia y revuelta, lo que ponía en evidencia la certeza del somatén falangista de que en el interior de aquella explotación abandonada había vida, decidiendo, en consecuencia, adentrarse en la misma, pero usando a modo de escudo humano al vecino de EL CANDANAL, José Garcia Iglesias, organizándose un tiroteo en el interior, entre los militares y los encerrados, resultando muerto aquel vecino que nada tenía que ver con aquel encierro, de tal manera que, una vez confirmada la certeza de que allí había gente armada, y de que la explotación no tenía otra salida al exterior, decidieron tabicar la bocamina para asesinar a sus moradores en aquella “cámara de gas natural”.
La cuestión fue que, habiendo transcurrido tres días de aquel asedio, agotados por el hambre y, sobretodo, por la situación que se hacía cada vez más irrespirable, se llegó a un acuerdo negociado a través del tabique que taponaba la bocamina, donde el jefe militar prometió respeto por sus vidas hasta que un consejo de guerra decidiera, prometiéndoles bajo su palabra de honor de que si no tenían delitos de sangre serían declarados ciudadanos libres, no sin que antes se estableciese una fuerte discusión entre los refugiados, hasta el extremo de que uno de ellos, Aquilino Suárez Fernández, prefirió pegarse un tiro en la cabeza antes de entregarse a los fascistas.
José Garcia Iglesias, de 22 años, asesinado en el interior de la mina LA BORNAINA cuando “pasaba por allí y fue usado como escudo humano por los militares ante los encerrados de la mina”…
Por fin, cuando decidieron abandonar su encierro a través del boquete abierto en el tabique construido en la bocamina, siendo todos amarrados entre sí, y ya sentados en unos maderos apilados, comiendo una onza de chocolate con un trozo de pan que les habían suministrado los militares, de repente se oyen los ladridos del somatén falangista gritando: ¡¡¡ Ya cayeron estos hijos de puta !!!, de tal manera que, saltándose la órden del jefe militar, los falangistas comenzaron a disparar sus armas contra aquellos hombres y aquella mujer hasta dejarlos acribillados como si se tratase de alimañas, algunos de ellos con el chocolate entre sus manos o en la boca, como se puedo comprobar cuando fueron enterrados allí, en el panteón levantado en el mismo lugar donde fueron asesinados.
Realizada la cobarde matanza, los falangistas marcharon camino abajo cantando “CARA AL SOL CON LA CAMISA NUEVA (…) QUE HACEN GUARDIA SOBRE LOS LUCEROS …”, tal como nos confirma TERESA MENENDEZ, vecina de EL CANDANAL, que fue testigo de la masacre, pero aquellos falangistas no habían subido a “montar guardia junto a los luceros”, porque esa banda de F.E.T. y J.O.N.S. con su siniestro emblema del yugo y las flechas que fue lo último que vieron bordado en aquellas camisas de azul mahón de sus asesinos aquellos ocho compañeros y compañera, había ido a lo suyo, que nunca fue la trinchera, sino el robo, el asesinato y la violación. Aquellos y otros falangistas, cobardes en el frente, pero concienzudos asesinos en la retaguardia, desde el primer momento “montaron guardia”, pero en los cuartelillos de todos y cada uno de los pueblos de España, verdaderas agencias de asesinatos, como instrumento del terror para el ejercicio del terror, sistemáticamente decretado desde arriba durante la dictadura militar de FRANCO Y SUS SICARIOS.
ANTON SAAVEDRA
