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DIARIO DE UN CONFINAMIENTO: 22 de mayo

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22 de mayo

Día 69 de mi arresto domiciliario con derecho a unas horas de libertad provisional que aprovecho para recuperar mi tertulia con los amigos donde arreglamos el mundo, aunque cuando llegamos a casa, el mundo vuelve a estar otra vez como estaba: hecho una puta mierda. Ayer, primer día de la tertulia, recordaba en mi diario el debate que tuvimos sobre la reforma laboral, y hoy seguimos con el mismo debate debido al “terremoto” político que se ha producido que, incluso puede llevar a la ruptura del gobierno de coalición PSOE-UNIDAS PODEMOS.

Refiriéndome al discurso de Sánchez en el Congreso de los Diputados del pasado miércoles, 20 de mayo, cuando dijo que la pandemia del coronavirus era “la crisis de nuestras vidas”, todo parecía indicar que había logrado lo más difícil: doblegar la curva y sacar adelante la quinta prórroga del estado de alarma. Sin embargo, una extraña maniobra política que nada tenía que ver con salvar las vidas ha venido a complicarle aún más las cosas.

El pacto con Euskal Herría Bildu – esta es una organización democrática, cuyos representantes son elegidos por la población vasca en las elecciones que se celebran allí, donde concurren todas las candidaturas, como el PSOE o el PNV (otra cuestión es que el PP es que no saque ni para comprar un paquete de tabaco) -, en el que se comprometió por escrito a derogar “íntegra” la reforma laboral a cambio de unos votos innecesarios, se ha convertido en un monumental lío, entre otras cuestiones, porque la palabra del presidente, daña el diálogo social, siembra la incertidumbre en un terreno clave como es el de la legislación laboral ante la crisis que se avecina y, por si fuera poco, pone en cuestión, una vez más, la solidez  de su Gobierno con Unidas Podemos.

 

Pedro Sánchez: “Lo primero que hará el PSOE será derogar la reforma laboral de Rajoy para recuperar los derechos de los trabajadores” (Pagina Web del PSOE)

Para que no haya ninguna duda al respecto, a continuación, voy a recoger literalmente las siete veces en las que el presidente del gobierno dijo que iba a derogar la reforma laboral:

1-. “Vamos a poner fin a la reforma laboral y vamos a aprobar un nuevo estatuto de trabajadores”. (febrero de 2015).

2-. “Yo digo alto y claro que la primera medida que vamos a poner en marcha en cuanto comencemos a gobernar este país a partir de noviembre de 2015 es derogar la reforma laboral”. (Julio de 2014).

3-. “Nuestro compromiso hoy sigue siendo firme. Y será, en cuanto lleguemos al Gobierno, derogar la reforma laboral del PP y aprobar un nuevo estatuto de los trabajadores”. (febrero de 2015).

4-. ¿Mantiene su palabra de derogar la reforma laboral?

Sí.

¿Íntegra?

Lo haremos para aprobar un nuevo Estatuto de los Trabajadores.

Ya, pero ¿la derogará en todos sus términos?

La reforma laboral sólo ha traído recorte de derechos, subempleo, trabajadores pobres y destrucción de muchísimos puestos de trabajo. España no puede ganar el futuro produciendo más barato, sino haciéndolo mejor y con una apuesta clara por la Educación, la Ciencia y la Innovación. (Entrevista de Esther Palomera a Pedro Sánchez en El Huffington Post. Septiembre de 2015).

5-. “El PSOE quiere adquirir hoy frente al conjunto de la sociedad española un compromiso firme, que no es otro que derogar la reforma laboral cuando el partido socialista vuelva a gobernar España”. (septiembre de 2013).

6-. “El primer compromiso de los socialistas cuando lleguemos al Gobierno será derogar una reforma laboral que, además de profundamente injusta, se ha demostrado que es profundamente ineficaz”. (febrero de 2013).

7-. “Lo primero que haré como presidente del Gobierno será derogar la reforma laboral”. (mayo de 2015).

Pedro Sánchez se ha empeñado en complicar su epitafio. Este personaje lleva acumulado tantos hitos en su corta vida política que va a ser muy difícil hacerle un funeral de letras a medida cuando la pandemia quede rebajada a una anécdota de selfies con mascarilla que, al día de hoy, 22 de mayo, con las cifras del ministerio de Sanidad, nos dan 28.628 muertos y 234.824 infectados.

Fuente: Ministerio de Sanidad (22 de mayo de 2020).

Este personaje se está pasando la historia tantas veces que corre el riesgo de pasar por ella simplemente como un idiota, una estupenda y precisa definición que ayuda a metabolizar el espectáculo diario que supone observarle dirigir un país que sufre una crisis social, sanitaria y económica inédita, de tal manera que, cada vez que se siente acorralado, redobla el desafío buscando huidas hacia adelante, pero dejando tras de sí un reguero de promesas rotas y aliados frustrados. Por mucho que ahora se quieran cargar todas las culpas por el “terremoto” ocasionado a cuenta de la reforma laboral, fue él, y solo él, quien eligió abrazarse al que le quitase el sueño, y no la Adriana Lastra, quien le permite imponer su agenda a costa de cualquier socio constitucionalista, de tal manera que, cuando cree necesario lavarse en Euskal Herría Bildu la mano estrechada a C’s, a costa del dialogo social con la patronal y hasta con los sindicatos cuando acuerda la derogación íntegra de la reforma laboral con nocturnidad.

Ahora sale a la palestra el tal Rafa Simancas. Sí, el del “tamayazo”, cuando dos de los diputados madrileños del PSOE – Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez – protagonizaron el escándalo que permitió a Esperanza Aguirre ser presidenta de la Comunidad de Madrid en 2003. Los dos políticos, elegidos en la lista del PSOE de Madrid, impidieron que Rafael Simancas, por aquel entonces candidato de la formación, saliera elegido presidente de la Comunidad de Madrid. Iba a conseguirlo con el apoyo de su grupo y el de Izquierda Unida, pero se tuvieron que celebrar elecciones de nuevo, logrando el PP la mayoría absoluta.

Hoy, 17 años después, es tendencia por unas declaraciones de éste en la Televisión Pública. El ahora diputado del PSOE y secretario general del grupo socialista en el Congreso de los Diputados ha acusado al Partido Popular y a Vox de “dejarles tirados” en la votación para la prórroga del estado de alarma y de “obligarles” a entenderse con otros grupos. “Si esos otros grupos lo que nos pedían es que confirmáramos el compromiso que ya habíamos adquirido en el acuerdo de gobierno para derogar la reforma laboral… El Partido Socialista hizo lo que tenía que hacer para seguir salvando vidas” ha declarado.

Sin embargo, un cínico Rafa Simancas trata de ignorar que un acuerdo de estas características para derogar la reforma laboral del PP no era la primera vez que se producía, de tal manera que en enero de este mismo año la misma portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra, y él mismo negociaron el acuerdo suscrito conjuntamente con la líder del Bloque Nacional Galego, Ana Pontón, en el marco de los pactos para lograr la investidura de Pedro Sánchez en el Congreso. ¿También aquí tuvo la culpa el PP, el mismo partido a quienes ellos mismos habían apoyado para que pudiera gobernar?

Derogaremos la reforma laboral (…) Derogar la reforma de las pensiones, derogar la LOMCE, el artículo 315. 3 del Código Penal y la Ley «Mordaza». Con el fin de garantizar la verificación de los términos expuestos en el presente acuerdo, se creará una comisión de seguimiento, que se reunirá regularmente con carácter cuatrimestral, o bien cuando cualquiera de las dos partes lo considere pertinente.
En Madrid, a 3 de enero de 2020
Firman:
Por el PSOE, Adriana Lastra Fernández
Por el BNG, Ana Pontón Mondelo

En aquel documento, el BNG se comprometía a votar a favor del entonces candidato socialista a cambio de una serie de compromisos por parte del PSOE, donde se incluían la mencionada derogación integral de la reforma laboral y la supresión de otras normas, como la ley mordaza.

No podía faltar el grupo prisaico en caldear el ambiente, siempre al servicio de la oligarquía financiera que le sostiene. Primero fue ‘El País’ en su editorial de ayer jueves y después ha sido la Cadena SER, anoche en el “Hora 25” de Pepa Bueno y esta mañana en el “Hoy por hoy” de Àngels Barceló. Cargas sin concesiones del Grupo PRISA contra el Gobierno de coalición tras el acuerdo que PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu firmaron el miércoles para derogar de forma “íntegra” la reforma laboral de 2012. Para nada se distinguen estas periodistas de los Jiménez Losantos, Marhuenda, Ana Rosa Quintana o el Eduardo Inda a la hora de tirar por tierra cualquier proposición de Podemos.

Los prisaicos de “a tanto la línea” Xavier Vidal-Folch, Àngels Barceló y José Antonio Zarzalejos,

“Al margen del contenido del pacto – que es la reforma laboral, sobre la que puede haber todo el debate que queramos, eh… en otro momento–, con quien se pacta es con Bildu, que es cierto que está en las instituciones democráticas, pero se pacta con Bildu 24 horas después de que haya habido un ataque contra la máxima responsable del PSE sin que Bildu lo haya condenado; es con este partido con el que el PSOE pacta”, clamaba Barceló en el ‘Hoy por hoy’ de esta mañana. La periodista se ha referido así al acuerdo y a sus consecuencias: la “división dentro y fuera del Gobierno” y una “enorme grieta dentro del Gobierno”, donde habría provocado “importantes desfases” debido sobre todo a la “tensión entre dos vicepresidentes de un mismo Gobierno”, en referencia al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y a la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño. Un “choque” que “se veía venir”, ha dicho. Pero Barceló también ha encontrado tiempo para advertir a Pedro Sánchez, que en su opinión “queda en muy mal lugar”. “Adriana Lastra no saca adelante un pacto de estas características sin la luz verde del presidente del Gobierno”, ha zanjado la periodista. Y yo le pregunto a estas periodistas de “a tanto la línea”: ¿Es verdad o es mentira que la propia candidata a lehendakari de Euskal Herría Bildu, Maddalen Iriarte, ha manifestado “no compartir de ninguna manera” esa actuación y ha criticado que los atacantes “hayan cruzado una línea”, refiriéndose a los ataques que viene sufriendo en su domicilio la secretaria general del PSOE vasco y candidata a lehendakari, Idoia Mendia? ¿ignoran estas y estos periodistas de “a tanto la línea” de que allí, en el País Vasco existe el cuartel de Intxaurrondo – mejor Intxahorrendo – donde se torturaba y mataba a la gente, algunos de los cuales, enterrados en cal viva, cuando el partido de Idoia Mendia – el PSOE – practicaba el peor de los terrorismos que pueden existir como fue el terrorismo de Estado durante el gobierno de Felipe González? No veo yo a estas y estos periodistas poner el mismo énfasis en condenar los ataques diarios a la vivienda de Pablo Iglesias e Irene Montero por parte de los fascistas, pero ya se sabe muy bien cuales son los intereses que defienden.

Pedro Sánchez “Pilato” se lava las manos y carga contra su persona de confianza, Adriana Lastra, haciéndola responsable de algo que hizo porque la mandaron.

La cuestión es que la conmoción en Moncloa es de “agárrate que vienen curvas”, hasta el extremo de que el PSOE se enfrenta en las últimas horas a uno de los momentos políticos más comprometidos desde que llegó al poder tras la moción de censura. Un solo adjetivo «integral» – referido a la derogación de la reforma laboral de 2012 –, en un acuerdo oculto a tres firmas con Bildu y Unidas Podemos, ha generado un malestar y un revuelo que lo abarca todo.

Enfado en el Partido Socialista; enfado en los ministros que desconocían el contenido del mismo; enfado en La Moncloa que ignoraba el «detalle concreto»; enfado en la patronal que sacó un duro comunicado y se levantó de la Mesa de Diálogo Social; enfado en los sindicatos; enfado en el País Vasco, porque daba protagonismo a Bildu a dos meses de las elecciones; enfado entre los socios que apoyaron la prórroga del estado de alarma: C’s a los que no gustó ni un pelo este acuerdo de última hora con Bildu y enfado en el PNV.

Desde Moncloa se apunta en una única dirección: Adriana Lastra. La portavoz del PSOE en el Congreso es señalada por todos como la responsable de un acuerdo inasumible en fondo y forma. En el fondo porque es imposible derogar en su totalidad la reforma laboral; en la forma, porque se tejió a espaldas de partido y Gobierno y se le otorgó con la rúbrica una oficialidad que no se deseaba. Hasta hace meses, Sánchez renegaba siquiera de negociar nada con Bildu.

Lastra comunicó al presidente su intención de alcanzar un acuerdo con la formación abertzale sobre la reforma laboral. Nada más. Cuando en Ferraz y en Moncloa se leyó el texto no daban crédito. Pero, ¿habían dado crédito al mismo pacto suscrito con el BNG? ¿También ignoraban que la derogación integral de la reforma laboral figura en el acuerdo del gobierno de coalición entre el PSOE y UNIDAS PODEMOS? ¿hasta donde puede llegar el cinismo y la hipocresía?

Nadia Calviño, impuesta por el IV Reich en el gobierno de España, fue contundente oponiéndose a abrir el melón de la reforma laboral.

La realidad es que en las tres horas que fueron desde su publicación hasta la posterior rectificación, emergió la figura de Nadia Calviño, plantándose ante el presidente del Gobierno y exigió dar marcha atrás, incluso amagando con su dimisión si no se rectificaba el documento suscrito, aunque tal amago suene más a un “brindis al sol” que a una realidad, cuando es sabido que la tal Calviño es la eurócrata impuesta por el IV Reich para llevar a cabo los mayores recortes y rejonazos que están previstos contra España desde Bruselas, de tal manera que en la capital comunitaria nada tienen porque preocuparse, siendo tal la confianza que tienen en la Calviño que no han pedido ninguna explicación. Es más, desde Bruselas se exigen mantener los “logros” de la reforma, cuando en un país como el nuestro con más paro en el continente, después de Grecia, y lo mismo en desempleo juvenil, los mensajes vienen siendo constantes desde la reforma laboral del gobierno de Zapatero, llegando a afirmar sus eurócratas que la reforma laboral ha contribuido a frenar la sangría, a crear algo de empleo.

La ministra de Economía esgrimió que las circunstancias actuales eran críticas y no se podía añadir nuevos elementos de inestabilidad. Sin embargo, ayer por la mañana, la tormenta en lugar de amainar se tornó en huracán.

Con el comunicado socialista enmendando la literalidad del acuerdo aún reciente, Pablo Iglesias, abría un nuevo frente al Gobierno de coalición, desde los micrófonos de Catalunya Ràdio, reafirmándose en lo pactado y en que «lo firmado, obliga». Fuentes de Moncloa lo definen como «una deslealtad increíble». Casi al mismo tiempo, en Onda Cero, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos defendía la vigencia de la «nota aclaratoria» difundida por Ferraz y descargaba toda la responsabilidad en Lastra: «Yo no me dedico a tareas parlamentarias». El malestar que había generado «la acción unilateral de Lastra» era manifiesto.

«Nadie entendía nada», dicen fuentes del PSOE. Primero, añaden, «porque los votos de Bildu no eran necesarios»; segundo, «porque el PSOE fijó en su programa electoral y en el programa de Gobierno que la reforma sólo afectaría a los aspectos más lesivos», puntos estos que se están tratando con los sindicatos y la CEOE en la Mesa de Diálogo Social. Tercero, abría un melón innecesario «por el malestar que causó en el PNV y en los socialistas vascos». Y cuarto, «cómo se va a afrontar una reforma antes de finalizar el estado de alarma. Para derogarla es necesaria una nueva ley, los plazos son los que son y, además, no se tienen los votos necesarios por lo que hay que abrir una negociación amplia, que no será rápida».

«Cuándo has visto que el PSOE firme un acuerdo con un partido en este estado de alarma», comenta un dirigente socialista. Ciertamente, nunca se ha formalizado de esta forma. Se han anunciado acuerdos con Ciudadanos, con PNV, incluso con ERC, con los grupos canarios, Teruel Existe, Más País, Compromís y Partido Regionalista de Cantabria. Se anunciaba el acuerdo, pero «nunca se expresó en un comunicado firmado», lo que indica que Lastra iba por libre.

La situación empeoraba a medida que avanzaba la mañana y Pedro Sánchez exigió a la portavoz que saliera a dar explicaciones, lo hizo en La Sexta. Las instrucciones eran claras: reconocer el error y anunciar que cualquier reforma se haría en el marco de la Mesa de Diálogo Social. Sin embargo, Lastra siguió el guion a medias y lejos de reconocer el «error», aseguró que los «canales habituales» –esto es, Moncloa– estaban al corriente de su negociación con los abertzales. Desde el Gobierno se asegura que Sánchez conocía que se negociaba, pero no los términos concretos en que se cerró y estampó la firma.

Una cuestión cada vez está más clara. No solo es la derogación de la reforma laboral, sino la oposición radical a promulgar una reforma fiscal e impuestos contra los ricos propuesta por UNIDAS PODEMOS. Cada vez tengo más claro que la “renta básica” va a tener los mismos problemas que la reforma laboral para ponerla en marcha, tal y como está recogida en los acuerdos del gobierno de coalición. Además, Calviño sabe muy bien que la Unión Europea no aceptará a España despilfarros de propaganda socialista ni de compra de voluntades políticas en las autonomías nacionalistas y que ejercerá un control estricto del uso de los fondos europeos que puede recibir España por distintos conceptos. ¿Quieren que les dé mi sincero parecer al respecto? UNIDAS PODEMOS no puede permanecer un solo minuto más formando parte de este gobierno del neoliberalismo. Así lo pensaba desde el inicio, habiendo preferido un pacto de gobierno desde la oposición que, más o menos, es lo que está ocurriendo ahora dentro del gobierno a la hora de plasmar sus propuestas. ¿Dónde se ha visto que, en el consejo de ministros celebrado hoy en La Moncloa, el presidente del gobierno prescindiera de la presencia de la Calviño y de Pablo Iglesias, tal como si estuviera aplicando el pacto salomónico cortando al guaje en dos trozos? ¿No le parece al presidente que ya tenemos bastantes muertos por su negligencia y tardanza en coger el COVID-19 por los cuernos?

Buenas noches y hasta mañana. Salud y República.

 

 

 

 

 


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