AREA DE CULTURA LA PLAZA EN SOTRONDIO, EL 3 DE DICIEMBRE DE 2015.
Buenas tardes y muchas gracias por vuestra asistencia.
Antes de comenzar mi exposición quiero que mis primeras palabras sirvan para mostrar mi agradecimiento a la directiva de la ASOCIACIÓN DE VECINOS DE SAN MARTIN por cederme esta magnífica tribuna del AULA DE LA CULTURA LA PLAZA, así como a todos vosotros y vosotras por la paciencia que presumo tendréis conmigo, y muy especialmente a la editorial SANGAR por ofrecerme la posibilidad de publicar la obra que hoy presentamos.
Efectivamente, tal como se dice en la sipnosis del libro, nos encontramos ante la historia de una Mafia, la mafia del SOMA-UGT-PSOE y del carbón asturiano, donde solo se ha abandonado la bandera negra con la calavera por el estuche negro del ordenador; y la maleta con la ametralladora por el maletín del ejecutivo para diferenciarla de la mafia caponesca del Chicago de los años veinte o de las actuales mafias calabresa y siciliana. Aquí, en Asturias, la Mafia del SOMA-UGT-PSOE y del carbón asturiano ha pasado a conocerse por el VILLAMOCHO que estamos presentando.
Hoy día, el tema de la corrupción, especialmente en nuestro país, está sometido a debate. Los casos del Rato, Bankia, Gürtel, ERES fraudulentos de Andalucía, Cursos de Formación, Púnica, el Noos de la Infanta Cristina de Borbón y el Urdanga, los Pujoles y los Ferrusola, la Trama Carbonera de La Camocha, la Marea Riopodrense, el Muselón, Cajastur, Villa Magdalena, Niemeyer, el Putiferio pepero de los Caunedo, los Aréstegui, los Pecharromán y otros en las turbias aguas de AQUAQUEST, y Más y Más catalanes, son un claro ejemplo de ello.
En el caso que nos ocupa del VILLAMOCHO, sería el mismísimo presidente del gobierno autónomo asturiano, Javier Fernández, quien afirmaría que el caso de VILLA era mucho más grave que el de los Pujol y el de las tarjetas de Bankia, para fulminarlo sin ni siquiera darle opción a que abriera la boca. Y recalco las afirmaciones literales del presidente asturiano, porque pienso que sus declaraciones encierran un conocimiento exhaustivo sobre la procedencia del dinero, por lo que tendría que ser un testigo de lujo ante los Tribunales de la Justicia, el día que VILLA sea juzgado públicamente.
Sin embargo, detrás de formulaciones de intransigencia frente a la corrupción, se vienen observando ciertas actitudes de comprensión, especialmente cuando se trata de asuntos de corrupción política. Casos en los que ciertos medios de información toman posiciones encubridoras y entorpecedoras de la acción de la justicia, así como las máquinas propagandísticas de los partidos, que tratan de anestesiar la memoria de los ciudadanos para conseguir el olvido o, al menos, la condescendencia ante la promesa de que determinados hechos no volverán a producirse y que la limpieza y pureza de la gestión será en el futuro la norma pero, pasado el tiempo, el escenario se repite, y algunos “tropiezos” se disculpan ante la perspectiva de una victoria electoral que garantice que las cosas serán diferentes.
Sin temor a equivocarme, podría afirmar que, en lo que llevamos del actual siglo, la corrupción se ha convertido en una especie de bacilo de la peste que viene de lejos y que conoce ahora, como cualquier sistema infeccioso, su eclosión purulenta, y publicar un libro sobre corrupción en estos momentos podría hasta tildarse de oportunista, pero yo pienso que se trata de un libro oportuno, entre otras cuestiones, porque la corrupción ha sido tan grande y grotesca que ha conseguido penetrar en la conciencia ciudadana, llenando las páginas de los periódicos, ocupar los espacios de radio y televisión, a la vez que inundando los escaparates de todas las librerías, hasta colocar la corrupción y el fraude en el segundo problema de la ciudadanía española, detrás del paro, según el más reciente barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Sin embargo, lo más grave en el caso que nos ocupa, es que ha servido para llevar a una región próspera y rica como Asturias a la más de las paupérrimas miserias, hasta dejarla transformada en un auténtico paraje lunar, como consecuencia de haberse cargado el sector minero sin haber generado ningún tejido industrial alternativo, y ello a pesar de las cantidades multimillonarias de euros que se destinaron en concepto de Fondos Mineros, sobre todo en hormigón para hacer carreteras, de tal manera que ese sesenta por ciento de paro juvenil en nuestras comarcas mineras tenga más facilidad para largarse del pueblo que le vio nacer, por cierto, con muy escasa formación, porque las cantidades multimillonarias destinadas para su formación fueron destinadas en su mayoría a la financiación de las estructuras burocráticas de los partidos, empresas y sus correspondientes “élites del pandillerismo sindical”.
La cruda realidad queda plasmada en el último y muy reciente informe de EUROSTAT que resulta demoledor para nuestra región, con una imagen tenebrosa en la que ASTURIAS se sitúa entre las 20 regiones de Europa con mayor tasa de desempleo, con un nuevo y amargo récord de paro juvenil y unas cifras de larga duración que asustan al más optimista.
A la espera de la ansiada recuperación económica que tarda demasiado en llegar, el Principado de Asturias queda ubicado, laboralmente hablando, en el furgón de la cola de la Europa de los 28, duplicando con creces casi todos los promedios europeos. De las 272 regiones que conforman la Unión Europea, Asturias con un 24,1, por ciento de paro se encuentra entre las 20 con mayor tasa de paro, siendo solamente superada por ocho comunidades españolas, dos francesas y nueve griegas que ostentan el dudoso honor de superar el porcentaje del Principado.
De hecho, cinco regiones españolas, con Andalucía a la cabeza, son las que encabezan el ranking europeo. Esa es la gestión del gobierno asturiano presidido por JAVIER FERNÁNDEZ, en nombre del PSOE, aquel partido que protagonizó aquella brutal RECONVERSION INDUSTRIAL que, disfrazada bajo el pomposo nombre de MODERNIZACIÓN DEL APARATO INDUSTRIAL, supuso el cierre masivo de nuestra minería, de nuestras industrias, sin un desarrollo paralelo de un nuevo tejido industrial, en el que sectores enteros fueron desmantelados y miles de trabajadores pasaron a engrosar las cifras del paro, una operación que continúan ejecutando hasta el final sus socios del bipartidismo PPSOE.
Sí, amigas y amigos, esa es la cruda realidad de nuestra minería, de nuestra industria, y todo ello para dejarnos entrar en el elitista club de la Comunidad Económica Europea, donde nuestros futuros socios europeos exigían al gobierno felipista que iniciara un suicida desmantelamiento de sectores enteros de nuestra economía ya que, si no lo llevaban a cabo, jamás autorizarían el ingreso de España, entre otras cuestiones, porque los fundadores de Europa – como si nosotros viniéramos de otra galaxia – no querían ningún tipo de competencia para sus productos y no podían permitir la entrada de un país que figuraba entre las diez potencias industriales del mundo.
En efecto, si existe un testigo de lo que acabo de afirmar, este es el concejo de San Martín del Rey Aurelio donde nos encontramos, un concejo que durante un ciento de años sus habitantes avistaron su porvenir en las entrañas de la tierra gracias a las lámparas mineras, como infalible herramienta que siempre marcaba el camino. Había una línea trazada desde San Martin del Rey Aurelio, que dice la canción, pero por mucho que se esforzara un tan impresentable como cínico Trevín en exhibir aquella lámpara minera en el Congreso de los Diputados, no sería capaz de encenderla, sobre todo después de afirmar, cuando era presidente del gobierno autonómo de Asturias, allá por el mes de diciembre de 1994, que “ni el carbón ni la actual industria tenían futuro en Asturias”.
El segundo concejo más poblado del Nalón, con sus 18.000 habitantes actuales, sobre los 28.000 que llegó a tener en 1960, no encuentra más que sombras en las galerías que tanta abundancia económica manó, no solo para los habitantes del concejo, sino para España en su conjunto…, esas galerías que siguen atesorando grandes reservas de carbón en condiciones de rentabilidad social, económica, energética y estratégica, pero que permanecen clausuradas por decisiones de una oligarquía financiera que, desde hace muchos años, ha apostado por los negocios fraudulentos del carbón de importación, la energía nuclear, el petróleo y el gas, dejando a nuestro país en una dependencia energética del exterior, con una factura económica que no soportaría el país más rico del mundo.
Claro que seguimos hablando de uno de los concejos mineros con mayor actividad minera durante el siglo pasado. De los casi 3.000 mineros que había en 1990, donde el 80% del empleo municipal estaba, de una manera u otra, vinculado a la actividad minera, y el 77 % de la riqueza generada salía de la mina, hemos llegado a la cifra de cero mineros. Más claro, no ha quedado en pie ni una sola explotación minera, aunque eso sí, tenemos una réplica minera en forma de Museo Minero para enseñar a los visitantes, y por si fuera poco, más recientemente, hemos visto clausurar el Pozo Sotón, con carbón en sus entrañas para otros cien años, en una buenísima disposición geológica de explotación mecanizada, para transformarlo en otra especie de museo minero donde, cada poco vemos a la actual presidenta de HUNOSA, Teresa Mallada, recreándose en su profesión frustada como picadora minera.
Es verdad que la crisis se ha llevado por delante una gran parte de nuestra riqueza material, pero no es menos verdad que nuestra riqueza material ni estuvo ni está siendo defendida y gestionada por personas decentes, sino por auténticos “sicarios” al servicio de la burguesía española, perfectamente representada por el bipartidismo PPSOE, surgido de la segunda restauración borbónica de 1978, de tal manera que la falsa bonanza económica que precedió a la crisis se había llevado una buena parte de nuestros valores, y sólo desde un pensamiento sincero, crítico, limpio, claro, generoso y humilde podemos regenerar nuestra conciencia para que el futuro se asiente sobre unas bases sólidas.
Quizá sea demasiado tarde para hacer algo por un mundo demasiado viejo, y demasiado pronto para saber algo de un mundo demasiado nuevo. A veces, amigas y amigos, es necesario estar al borde del precipicio para comenzar a caminar en otra dirección. Puede que ahora estemos en una encrucijada, pero estar en la encrucijada es justamente lo contrario de encontrarse en un callejón sin salida. Todo es dar con el camino, y “se hace camino al andar”. Y para andar ese camino tenemos que reflexionar antes de vociferar, tenemos que unir antes que disgregar, porque esa es una tarea de nadie en particular y de todos en general que requiere sumar y no dividir voluntades y esfuerzos, estimular iniciativas, sembrar solidaridades, y remontar adversidades como siempre supo hacer la gente del concejo sanmartiniego, que tiene en su tradición, en su gerencia, en su atractivo y en sus gentes, sobre todo en sus gentes, los mejores instrumentos para superarse.
¡¡¡ Hemos tenido un arranque de caballo y una parada de burro !!!, me decía hace poco un amigo mío. Y no le faltaba razón. Pero, ¿para qué corríamos tanto y de forma tan alocada? Yo sí lo sé, como lo sabéis muchos de vosotros y vosotras: nos pusieron delante una zanahoria de pulpa irresistible, de oro líquido, de becerro cebón, de pasta gansa, de dinero fácil, de fresa lujuriosa y prometedores almíbares… Es decir, de un empalagoso zumo de felicidad. Y ya veis, todo era un vulgar castillo de arena, de esos que levantábamos de guajes en la playa, y luego venía la marea y nos lo derrumbaba.
Vivimos, amigas y amigos, una crisis tan dramática que a muchos ciudadanos les ha llevado a la desesperación y a la ruina, y en nada nos debe consolar el saber que el mundo ha sobrevivido a otras crisis aún mayores, algunas de las cuales terminaron en un colapso económico y cambiaron el curso de la historia. Lo que sí conviene saber es que para salir de este pozo del presente tenemos más recursos que nunca: más ciencia, más tecnología, más infraestructuras, mucho carbón, mucha agua, mucha masa forestal, y sobre todo mucha tradición industrial … Solo necesitamos recuperar la educación y los valores. Y, por supuesto, la voluntad de asentar sobre ellos una justicia insobornable, sólida y humana. Y no demos vueltas a la pirindola para llegar al mismo sitio de partida, porque mientras la justicia no sea justicia, nunca habrá justicia.
Creíamos que el bienestar era poco menos que eterno. Pero el virus de la codicia se ha llevado por delante las certezas y ha teñido de oscuridad los horizontes. Allí donde había luz hay sombra, allí donde había calma hay desasosiego, allí donde había seguridad hay incertidumbre y angustia. Y lo que es peor aún: allí donde había despilfarro comienza a aparecer el hambre.
La situación de un parado temporal puede ser más o menos incómoda. La situación de un parado sin prestaciones es angustiosa y deprimente. La situación de un parado sin esperanza es sencillamente destructiva, y solo una sociedad enferma puede permanecer impasible ante la aniquilación humillante de algunos de sus miembros. Es algo radicalmente inhumano. Por ello tenemos que hablar con suma claridad. Es muy difícil, casi imposible, que la nueva política pueda brotar de las madrigueras en las que siguen atrincheradas las comadrejas de la vieja política. El milagro del arrepentimiento y la redención por las buenas obras siempre es posible. Pero será eso: un milagro, una excepción. La nueva política precisa de nuevos políticos y si fuera necesario de nuevos partidos.
En todo caso éste es el rasero por el que debemos medir a quienes concurran a las elecciones: el que esté dispuesto a cambiar la ley electoral, a imponer la democracia interna en los partidos, a devolver la independencia al poder judicial, a renunciar a aforamientos y demás privilegios, a predicar con el ejemplo dando un paso atrás ante la menor sospecha de connivencia con la corrupción, a incluir mecanismos de participación ciudadana en el proceso legislativo, ése representará a la nueva política. Lo demás será, lisa y llanamente, más de lo mismo.
Volviendo al tema concreto del VILLAMOCHO, el libro que estamos presentamos hace un repaso a los casi cuarenta años de dominio somático en Asturias, de sus tramas de corrupción, de su control de la Caja de Ahorros, de los ayuntamientos mineros y del propio Principado de Asturias, y como no, de los mitos montados en torno a la figura de Manuel Llaneza.
Cuarenta años bajo las órdenes de Villa que acaban cuando el “capofamiglia” minero abandona la secretaría general del sindicato entre lágrimas, poco tiempo antes de que se hiciese público que había regularizado la “calderilla” de 1,4 millones de euros en la amnistía fiscal del Gobierno del PP. Para entonces Villa ya estaba solo y muchos se apuntaban al carro de unas denuncias que yo mismo venía gritando contra viento y marea desde los años 80.
Si alguien hay que para nada se ha sorprendido, uno de ellos soy yo, entre otras cuestiones, porque durante todos esos años, desde 1976, vengo denunciando todo tipo de corrupciones de este “capofamiglia” y su banda de “consiglieris”, recaudadores, pandilleros y demás gente del hampa, en la Confederación de UGT, en los medios de comunicación, en el Parlamento, en los tribunales y, como no, en la mismísima cara a cara en los comités federales de la Federación Estatal de Mineros de UGT, donde me cabe el honor de haber sido su secretario general durante diez años.
Sin embargo, durante todo este tiempo siempre se ha venido vendiendo a través de los voceros somáticos en los distintos medios de comunicación un inexistente enfrentamiento personal entre Saavedra–Villa o Villa-Saavedra, con el fin de ocultar el verdadero problema que subyacía en el fondo: prestarse al juego de la burguesía española de acabar con la minería del carbón, a través de sus títeres del bipartidismo PPSOE, primero con el gobierno de Felipe González y después con el gobierno de PP, o seguir defendiendo hasta las últimas consecuencias el sector carbonero y sus comarcas mineras. Esa era la cuestión y no otra, para lo cual habíamos elaborado, desde la Federación Estatal de Mineros de UGT, todo un exhaustivo y detallado programa para la definición de una POLITICA MINERA AL SERVICIO DE ESPAÑA, DESDE LA INVESTIGACION DE NUESTROS RECURSOS HASTA LA TRANSFORMACION DE LOS MISMOS EN ENERGIA, PASANDO POR UNA EXPLOTACION RACIONAL Y HUMANA DE LOS MISMOS…
Efectivamente, con la entrada del PSOE en el gobierno de España en 1982, se iniciaron en el Palacio de La Moncloa, las primeras conversaciones con Felipe González y su Ministro de Industria Carlos Solchaga sobre el tema, que se continuaron realizando en el propio ministerio todos los viernes finales de cada mes. Ya en agosto de 1984, el Ministro Solchaga nos puso encima de la mesa la cantidad de 600.000 millones de pesetas para dos Zonas de Urgente Reindustrialización, la mitad del dinero para la Z.U.R. del Nalón y la otra mitad para la Z.U.R. del Caudal, siempre y cuando aceptásemos una plantilla de 14.500 trabajadores en HUNOSA, y nuestra respuesta no fue otra que aceptar aquello como una muy buena base de negociación, sin olvidar en ningún momento de que nosotros siempre estábamos hablando de la definición de una política minera que abarcaba al conjunto de los mineros españoles.
Las reuniones se venían celebrando con bastante normalidad , sin la participación directa del SOMA en la mesa ministerial cuando, de repente, en un mitin del PSOE, del que Villa era miembro de su ejecutiva federal, lanzó la tristemente famosa frase: “antes de cerrar un solo pozo de Hunosa había que pasar por encima de su cadáver” y, ¿sabéis cuál fue la contestación literal del Ministro Solchaga en la siguiente reunión?: “No me toques los cojones, Antón, la mejor mina es la que está cerrada”. Ahí se perdió una oportunidad, y ahí comenzó la debacle de nuestro sector, de nuestras comarcas mineras, de nuestra región asturiana.
Es a partir de ahí cuando se dota a Villa de toda una engrasada infraestructura, cuyo núcleo central de operaciones sería la propia empresa pública de HUNOSA, donde la chequera de horas sindicales le permitía contar con un ejército de fieles y sumisos lacayos, cuya misión, entre otras labores, fue hacerse con el control en la mayoría de las agrupaciones del PSOE en las comarcas mineras, hasta alcanzar el poder absoluto en la FSA-PSOE, lo que significaba poner y quitar presidentes autonómicos, alcaldes, concejales, diputados autonómicos, nacionales, senadores y europarlamentarios, así como el control de un organismo, fundamental para el engrase de la maquinaria, como la Caja de Ahorros, al margen, claro está, como la de afiliar a los trabajadores en el empresa, donde no existe una categoría de vigilante, artillero, incluso ingenieros, capataces o administrativos que no haya pasado por el despacho somático de la Plaza de la Salve.
Pero tampoco se trata de hacer leña del árbol caído, entre otras cuestiones, porque yo me he enfrentado pública y personalmente cuando era un árbol fuerte y robusto. Además, no es recomendable para nadie bailar encima de un árbol podrido, por razones obvias, como tratan de justificar ciertos voceros del villismo que todo se lo deben en su carrera “profesional” y política.
Por supuesto, me estoy refiriendo a los reportajes que vienen apareciendo estos días en cierto medio de comunicación, cuando ciertos sujetos que estuvieron durante décadas sentados a la diestra y siniestra del todopoderoso VILLA, aupados desde la nada por el “jefe” hasta los altísimos puestos y las fortunas consiguientes que ahí se forjan, aparecen rasgándose las vestiduras porque VILLA cargó, en cinco años, casi 400.000 euros de gastos personales que incluían carburante, los puros habanos, ropa de boutique, comidas, perfumes y su Mitsubishi Montero. Ni idea tenían los beneficiarios que habían crecido a las faldas del villismo. Ni idea tenían sus tesoreros somáticos, algunos de ellos eternizados en el cargo.
Por eso, y por otras más cuestiones, nada mejor que leer el libro que hoy tienen, tenéis en vuestras manos, en la seguridad de que nadie se va a sentir defraudado, si de verdad se quiere saber una parte muy importante de lo ocurrido en nuestra región y quienes han sido los responsables de este múltiple latrocinio. La otra parte saldrá a la luz cuando la Fiscalía Especial contra la Corrupción y el Crimen organizado haya concluido sus investigaciones y el VILLAMOCHO sea juzgado en los Tribunales de Justicia.
Muchas gracias.