Compañeras y compañeros:
Trabajadores mineros y de todas las ramas de la producción, a vosotros que diariamente con vuestro trabajo manual, intelectual o cultural contribuís al progreso de los pueblos me vais a permitir ser el portador de un saludo fraternal y socialista desde la Federación Estatal de Mineros de U.G.T.
Hace dos años que, con motivo del acto en homenaje a nuestro fundador, cuando los trabajadores luchábamos aún por lograr la libertad, os acordaréis muchos de los aquí presentes como nos encontrábamos acordonados por cientos de las fuerzas del orden público. Hoy las cosas han cambiado y en el transcurso del tiempo se ha demostrado que no éramos los trabajadores los que necesitaban vigilancia, sino que son ellos mismos los que se tienen que guardar si quieren conservar la vida como consecuencia de las actuaciones terroristas que vienen llevando a cabo la E.T.A. y los Guerrilleros de Cristo Rey, tratando de crear los síntomas de una situación de preguerra civil. Esas provocaciones criminales de los terroristas etarras y de esos nostálgicos del franquismo no tienen otro objetivo que la destrucción de las instituciones democráticas y la supresión de las libertades arrancadas en nuestro país.
Y nosotros preguntamos al ministro falangista Martín Villa y a todo el gobierno de la UCD si pueden tener derecho a la libertad los enemigos de la libertad. Nosotros, los mineros, decimos y exigimos enérgicamente que, la defensa de las libertades constituye un fin al que deben aplicarse únicamente medios que lo desfiguren.
Esa peculiar dialéctica de defensa de las libertades frente a los enemigos de la libertad y del respeto a los procedimientos democráticos para llevar adelante ese combate no debe limitarse al problema de E.T.A. ya que a la sombra de E.T.A. se escuda la extrema derecha de la falange asesina capitaneada por Fuerza Nueva, queriendo hacer ver al pueblo español que España es patrimonio exclusivo de ellos. España es de los españoles que quieren lo mejor para España. Y lo mejor para España es convertirla en todo lo contrario de lo que fue hasta ahora en manos de los fascistas. Esa ultraderecha montaraz y golpista que diariamente incita a las Fuerzas Armadas y Ejército a emprender aventuras sin futuro, que asesina pacíficos viandantes, que incendia los locales de nuestras organizaciones, que convierte en banderines de enganche a ciertos órganos de prensa para la sedición. Nosotros, los mineros, levantamos la voz para decirle al gobierno de la U.C.D., único responsable, que la hora de la libertad es la hora de la autoridad.
Pero, si grave es el terrorismo, mucho más grave es la problemática del paro, que para los trabajadores significa el camino hacia el hambre. Ambos problemas, terrorismo y hambre, no constituyen un fenómeno externo a la política capitalista de la U.C.D. sino que son los dos baluartes fundamentales que emplean los capitalistas en un momento necesario para el desarrollo. Y es por eso que el gobierno de U.C.D. no pueda ofrecer en estos momentos más que paro, deterioro de la vida y una insatisfacción generalizada de las necesidades de los trabajadores.
No se palia el paro a través de una reforma fiscal que haga aumentar el subsidio del desempleo y que quizás sirva para que alguna gente coma, pero no estimula la producción ni, en modo alguno, remueve este estancamiento. Esta demostrado que en una economía liberada, en la que el inversionista puede hacer lo que le parezca conveniente, seleccionar sus objetivos industriales e invertir en la forma en que él quiera, tampoco soluciona el grave problema del paro, porque para los trabajadores está muy claro que lo que efectivamente mueve al inversionista es el lucro y no una función social, ni la creación de una riqueza generalizada. El capital retrae, evade el capital, cierra las minas y las fábricas y coloca al mundo obrero en tensiones y, con todo un conjunto de coacciones intenta frenar el avance del sindicalismo de clase. Está muy claro también para nosotros que el paro no tiene más que una solución y es avanzar hacia una economía cada vez más intervencionista y cada vez más planificada. Es decir, una economía en transición al socialismo. El Estado no puede decir que su papel se tiene que reducir exclusivamente a recaudar más impuestos para pagar el subsidio del desempleo. El Estado tiene que jugar un papel decisivo haciendo invertir y poniendo la riqueza del país al servicio del conjunto del país.
Así lo hubiera hecho nuestro fundador, Manuel Llaneza, y así lo vamos a exigir sus sucesores a través de nuestra lucha diaria en los centros de trabajo y las movilizaciones de la clase trabajadora. Han sido los mineros en octubre del 34 quienes se levantaron contra estas injusticias. Han sido los mineros en el año 62 y sucesivos los que marcaron la hora de la verdad, y han vuelto a ser los mineros en el año 76 los que definitivamente hicieron tambalear para acabar cayéndose el gobierno y llegar hasta esta España democrática, aún por consolidar. Y estamos dispuestos los mineros a jugarnos la vida en defensa por la libertad y la democracia en nuestro país siempre en contra de esas bandas de criminales terroristas y en favor de los que luchen en España por la paz y el progreso a pesar de haber sido el sector de la sociedad más pisoteado de la clase trabajadora y, sin embargo, el que más riqueza genera para el propio país.
Pero, ¡ojo!, que nadie se engañe porque ello no significa en ningún momento que los mineros vayamos a desistir de nuestra lucha permanente para que la minería sea colocada en el justo lugar que le corresponde. Con ello no estamos pidiendo privilegios de ningún tipo. No pedimos privilegios sobre ningún sector industria. Simplemente exigimos ser tratados, en todo, como los mineros de cualquier país democrático.
Y como representante de los mineros españoles tengo el deber de exponeros muy claramente nuestra problemática y nuestros objetivos.
Ha sido la minería una cuestión ajena y extraña a todos y cada uno de los gobiernos que se vinieron sucediendo en nuestro país. Y al igual que Manuel Llaneza en su “LEY DE BASES PARA LA NACIONALIZACIÓN DE LA MINERÍA DEL AÑO 1921”, nosotros vemos como única solución la nacionalización del sector energético, y cuando hablamos de nacionalización en ningún momento estamos hablando de socializar pérdidas y privatizar ganancias, tal como viene ocurriendo en HUNOSA desde su creación.
Se nos dice que el carbón no es rentable, pero nosotros nos preguntamos si efectivamente el carbón no está aportando grandes beneficios a otros sectores como el siderúrgico, el eléctrico o la banca. Pregunten a Alto Hornos de Vizcaya y ENSIDESA por los beneficios obtenidos a cuenta de la política de precios domésticos seguida por los distintos gobiernos de España. Haced la misma pregunta a los patronos eléctricos. Que conteste HUNOSA cuantos miles de millones se pagan en concepto de intereses a la banca privada y extranjera. Y observamos muy claramente que si unimos estos problemas de tipo especulativo al desastre organizativo, paternalista y caciquil de HUNOSA veremos cómo las pérdidas no llegarían a esas cifras con las que diariamente intentan atemorizarnos.
Desde la Federación Estatal de Mineros de U.G.T. vamos directamente hacia una nacionalización del sector energético y minería no energética, lo que implica una labor a desarrollar en el campo de la investigación, reestructuración del sector minero y diversificación del propio sector que, a la vez que transformaríamos nuestras ricas y abundantes materias primas generaría riqueza a la vez que puestos de trabajo, dejando de ser nuestra minería cautiva de las multinacionales.
Yo no voy a ir a las Cortes, pero irán otros compañeros socialistas, elegidos democráticamente, por supuesto mucho más capacitados que yo y que conocen el problema desde hace mucho tiempo porque así se lo hemos planteado reiteradamente, y ellos desde las instituciones con nuestra lucha desde la calle y los centros de trabajo, la minería recibirá, por fin, el trato justo que estamos planteando para el conjunto del sector minero.
Pero, también tengo que levantar la voz para dejar muy claro que, cuando me refiero a la problemática minera en absoluto me estoy refiriendo exclusivamente a la minería en su conjunto, sino que también estoy planteando y exigiendo que sean subsanadas las injustas secuelas que produjo la minería. Me estoy refiriendo a vosotros ¡¡¡mineros pensionistas!!! A vosotros que supisteis poner en los momentos difíciles vuestro máximo esfuerzo a la industrialización de un pueblo. A vosotros que cargasteis sobre vuestras espaldas con los mayores costos sociales del país.
Pensad que vuestro problema es el nuestro y estamos dispuestos a no permitir que os engañen como pretenden nuevamente desde el gobierno de la U.C.D. ofreciendo otras quinientas pesetas a vuestras miserables pensiones con un claro objetivo de atraerse vuestro voto. No dudar en ningún momento que vuestra solución pasa por la concienciación de todos los trabajadores en activo, que tenemos la obligación de plantar cara al gobierno para que vuestros derechos no sean atropellados vilmente como hasta ahora, y no dudar tampoco que lo vamos a realizar poniendo toda la carne en el asador. Al fin y al cabo, los mineros, lo que estamos haciendo es defender a nuestros padres y abuelos de la miseria en que se encuentran a la vez que defendernos a nosotros mismos para evitar caer nosotros en el mismo error.
Los trabajadores sabemos y tenemos muy claro que sin una alternativa SOCIALISTA nuestras aspiraciones no se verán realizadas y sabemos que esa alternativa socialista tiene que venir dada desde una perspectiva MARXISTA, y nunca entendiendo el marxismo como una de tantas teorías, sino sin negar en ningún momento la lucha de clases, sustituyendo el corrompido sistema capitalista por un sistema de colectivización de los bienes colectivos, combinando la lucha parlamentaria y la acción de masas; porque el MOVIMIENTO OBRERO, compañeras y compañeros, es uno solo, tanto si se habla desde un partido obrero como siempre fue el PSOE tanto si se realiza desde un sindicato de clase y revolucionario como tiene que seguir siendo la U.G.T.
Hemos sido, somos y seguiremos siendo marxistas además de estar muy orgullosos de ello. Pero el marxismo, vuelvo a repetir, no es una teoría. Tiene que ser una práctica diaria, como así lo demostraron nuestros antecesores como Pablo Iglesias, Largo Caballero y el propio Manuel Llaneza, entre otros compañeros socialistas.
Y yo os digo desde esta tribuna que el primer acto revolucionario que tenemos que realizar los trabajadores es organizarse para lograr nuestros objetivos. No se trata de improvisar insignias, banderas y etiquetas. Se trata de buscar una verdadera izquierda y digna de serlo. Tenemos que tener mucho cuidado con esa seudoizquierda compuesta en gran parte de mimetismo, oportunismo y arribismo. Para una izquierda militante de colores y pandereta solo hace falta dinero e influencias públicas. Pero, para lograr esa verdadera izquierda militante marxista se necesita honradez, honestidad, modestia, un espíritu de sacrificio hacia los demás, una integridad moral y un idealismo. La izquierda es la virtud. Un movimiento político que no sea virtuoso no podrá jamás ser de izquierda, aunque exhiba programas muy avanzados y teóricos. El hombre verdaderamente de izquierda se esfuerza siempre en ser el hombre bueno, aunque muchas veces no lo consiga. Y os digo que un hombre de izquierda no debe nunca odiar a nadie porque cuando el odio rompe el marco de la subjetividad se transforma fácilmente en terrorismo, totalitarismo estatal, dictadura fascista, delincuencia política, bombas, atentados y guerras.
Esa militancia de verdaderos hombres virtuosos e idealistas nos va a llevar a la U.G.T. a conseguir de inmediato esos instrumentos válidos para lograr la plena libertad sindical. Porque hablando de libertad jamás hemos entendido desde la Federación Estatal de Mineros de U.G.T. que había libertad sindical por el mero hecho de haber pasado por una oficina de registros.
La consolidación plena de la democracia implica un proceso que tiene como hito importante la CONSTITUCIÓN, pero exige, además, que los principios en ella contenidos, entre los que figuran el de la LIBERTAD SINDICAL, sean desarrollados y aplicados de una forma democrática.
Para nosotros, los mineros españoles, libertad sindical significa el establecimiento de unas leyes laborales que garanticen los derechos individuales y colectivos de todos los trabajadores, con una mención especial a nuestro sector con la promulgación de un ESTATUTO DEL MINERO.
Libertad sindical significa el reconocimiento sin trabas del derecho de los sindicatos para la negociación colectiva dentro y fuera de la empresa.
Libertad sindical significa una regulación jurídica del derecho de huelga sin trabas que desnaturalicen el ejercicio de ese derecho por los trabajadores.
Libertad sindical significa la devolución del patrimonio confiscado a U.G.T. y a otras organizaciones obreras en 1939, caso concreto de la C.N.T., así como el acumulado a partir de entonces.
Libertad sindical significa acabar con la injerencia del gobierno y de los poderes públicos en las relaciones laborales y en el proceso de consolidación y desarrollo de los sindicatos.
Libertad sindical significa, en fin, crear un marco de relaciones industriales que contemple el papel de los sindicatos, no como el mal menor que debe asumir la democracia, sino como un factor del progreso social sin el cual se está poniendo en juego a medio plazo la pervivencia y profundización del proceso democrático.
Compañeras y compañeros, construyamos nuestro porvenir apoyando 100 años de honradez y firmeza porque el socialismo es libertad, es honradez y es firmeza.
¡¡¡VIVA LA CLASE TRABAJADORA!!!