Hoy, cuando se cumplen 63 días de mi arresto domiciliario me he levantado muy temprano, a las 7,00 horas y, después de pegarme una ducha de agua fría, asearme, y hacer la revisión médica semanal: Peso 123,5 kilos, tengo 144/75 de tensión, 59 pulsaciones y 130 de glucosa, me dispongo a desayunar para salir a las 10,00 horas a dar el paseo diario que me permite el estado de alarma.
Hasta la fecha, desde que empezó el estado de alarma que nos tiene confinados, casi nunca había hablado en mis diarios, salvo de manera esporádica en alguna ocasión, de esa enfermedad convertida en calamidad pandémica de las organizaciones sociales, pueblos, estados y personas que afecta a todos al relacionarse con la satisfacción fácil, perniciosa e inmoral de necesidades e intereses suntuarios, egoístas e innecesarios que se conoce por corrupción, un camino viciado de abusos e ilegalidades que distorsiona por completo las normas, reglas y leyes de la sociedad, que daña y pervierte la honradez, la honestidad y las buenas costumbres, donde sus principales aliados son la mentira, el robo, el engaño, la hipocresía y la manipulación.
Pero hoy me encuentro con un informe de la Europol (Policía de la Unión Europea) advirtiendo sobre la proliferación de estafas a través de Internet que esta organización policial bautiza como los “coronacrímenes” donde quedan identificadas las principales amenazas y los factores clave que influyen en la delincuencia organizada.
Tras una primera fase, la actual según se explica, en la que han proliferado los fraudes en la compra de material sanitario, tal y como ha sucedido en nuestro país. De hecho, el gobierno de Baleares lleva comprado hasta el momento material por valor de 6 millones de euros a Rayan Holdings Ltd., el proveedor chino que llegó de la mano del despacho de abogados de José María Fuente, destacado militante del PSOE balear, y parte de ese material – una partida de más de 40.000 mascarillas – tuvo que ser inmovilizado por las autoridades sanitarias autonómicas al detectarse deficiencias en las mismas. Pese a que la operación de compraventa fue presentada como una acción de emergencia por el bien común y de cooperación con la “sociedad civil”, según las propias declaraciones del abogado Lafuente, el gobierno balear acordó el pago de una comisión de 1,5 % en concepto de asesoramiento.
Hasta la fecha, según confirmaciones oficiales de la consejería de Sanidad del gobierno balear se han tramitado dos facturas en concepto de honorarios a una abogada china que integra el despacho del abogado Lafuente en Palma de Mallorca. Concretamente, el gobierno ha librado una factura de 20.722 euros por la intermediación que el gobierno denomina “asesoramiento mercantil” y el abogado “asesoramiento jurídico” por la compra y traslado de la primera partida de material procedente de China con 300.000 mascarillas quirúrgicas, otras 40.000 ffp2, 10.000 gafas de protección y 30.000 buzos para sanitarios.
La segunda factura librada se corresponde con un cargamento de 30.000 buzos y un millón de guantes por un valor de 19.966 euros. En total, el gobierno balear admite ese gasto de 40.688 euros al despacho de Lafuente, que en 2011 llegó a formar parte de la candidatura del PSOE para gobernar la alcaldía de Palma que lideraba la hoy delegada del gobierno en las islas, Aina Calvo. El abogado Lafuente en ningún momento ha ocultado sus vínculos con el PSOE, pero sostiene que “su intervención en la operación no responde a su afinidad política”, sino a la excepcional circunstancia de que su compañera de despacho, Wey Wey Jiang es la única abogada colegiada de origen chino que hay en Baleares”. A este abogado solo me queda decirle que en el sindicato de la Corriente Sindical de Izquierda (CSI) aquí, en Asturias, donde nadie habla chino, tardaron más en recaudar los 20.000 euros, procedentes de los bolsillos de sus afiliados, para la adquisición de material sanitario que, en el traslado del mismo desde la China, llegando en perfectas condiciones para uso del mismo por parte del personal sanitario, tal y como está ocurriendo con toda normalidad.
En el mismo informe de la Europol siguen advirtiendo que Llegarán una segunda y una tercera fase en las que “la pandemia y sus consecuencias económicas ejercerán una presión significativa sobre el sistema financiero y el sector bancario”. En esta fase, advierte la agencia de la policía de la Unión Europea, es posible, tal y como ocurrió en crisis anteriores, que se produzca “un aumento en el número de fraudes bancarios y de préstamos, lavado de dinero y corrupción”.
En el ámbito financiero y de inversión, las advertencias sobre estafas llegan en España especialmente de la mano de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El supervisor bursátil considera que, si bien aún es quizás “pronto” para poder sacar conclusiones sobre si la situación creada por la pandemia ha dado lugar a más actividad irregular, puede deducirse que “se ha intensificado el contacto de inversores con chiringuitos en Internet, puesto que la actividad presencial está limitada por el confinamiento”,
Bajo, entre otros, el lema “Con o sin pandemia, los chiringuitos no juegan limpio”, las autoridades no dejan de alertar sobre las llamadas, mensajes o correos inesperados prometiendo altas rentabilidades y sobre las entidades no registradas que ofrecen servicios de inversión. Desde la CNMV explican que en los últimos tiempos los productos estrella en las estafas son los basados en criptodivisas y en general todo tipo de criptoactivos, con la curiosidad de que la mayor parte de ellos son ofertados por “entidades llamadas clones que tratan de captar clientes utilizando el mismo nombre que otras entidades completamente legales aprovechándose de su reputación”.
Desde la CNMV advierten para quienes puedan sentirse tentados de operar con empresas no registradas que han detectado, vinculadas a la covid-19, entidades fraudulentas que ofrecen información a los inversores sobre las consecuencias de la expansión del virus en los mercados financieros, asegurando falsamente contar con “servicios para identificar y gestionar los riesgos potenciales y aprovechar así las posibles oportunidades”.
A todos estos timos financieros se suman los tradicionales intentos de conseguir las claves de acceso de las cuentas corrientes. La realidad es que, según explican desde la policía, los “ciberdelicuentes no descansan y han encontrado en la situación actual un buen caldo de cultivo para sus intentos de fraude”. Así recuerdan que ni La Caixa manda correos para “informarle de que, después de los cálculos finales de compensación, le corresponde un reembolso de una cantidad determinada”, ni al BBVA “le complace informarle sobre sus facturas pagadas”, ni ING pide “que actualice sus datos personales”.
En general, ninguna entidad financiera advierte de que se tienen “24 horas para pagar 1.000 euros o su cuenta será cancelada”. Según se deja claro en las redes sociales tanto de la policía como de la Guardia Civil, los intentos de hacerse con lo ajeno se han adaptado con rapidez a la pandemia. Bajo el lema “No piques” se advierte de la falsedad de algunas campañas vinculadas con las ayudas directas de la Seguridad Social a los afectados por ERTE, de las comunicaciones del Ministerio de Economía, de los pagos adelantados de Hacienda, del cobro de multas de la DGT.
Es decir, no solo existen los buitres carroñeros que esperan sacar rentabilidad electoral a cuenta de las muertes del COVID-19, sino que también existen esta especie de “urracas” que se dedican al robo y a la picaresca aprovechándose de las pandemias como la que nos ha tocado vivir.
Fuente: Ministerio de Sanidad (15 de mayo de 2020)
Apenas estoy mirando el panel del ministerio de Sanidad para ver las cifras de muertos por el COVID-19 (27.563) e infectados (230.698), cuando recibo una llamada de un compañero para confirmarme el fallecimiento de mi amigo y compañero Julio Anguita que, como sabéis estaba ingresado en el hospital afectado de sus problemas con su corazón infartado, tal y como había informado en mi diario del 9 de mayo. Sinceramente, tuve que llorar por la impotencia que me produjo la muerte de mi amigo y compañero Julio.
Imagino que es indescriptible el dolor que se siente por la muerte de un compañero como Julio Anguita, especialmente para las personas que, como yo, tuvimos el privilegio de trabajar políticamente a su lado durante varios años en el seno de la comisión ejecutiva federal de Izquierda Unida. Siempre sentí una gran admiración y ahora mucho más, porque Julio fue un guerrero que luchó hasta el final de sus días llevando siempre como bandera la honradez y la honestidad. Su amistad en su forma tan particular de ser, su manera de hacerse querer nos hace que guardemos de él los mejores recuerdos, las lecciones magistrales que impartía cada vez que hablaba. Como amigo y compañero le voy a extrañar un montón y no creo que otra persona pueda llenar el vacío que deja en mi corazón. Todavía me acuerdo de su visita al hospital Valle del Nalón cuando me pegó el segundo infarto en plena campaña electoral y me decía que en pocos días estaría otra vez en la batalla, como así fue, pero su corazón rojo había comenzado a debilitarse desde aquel acto electoral en Barcelona donde sufrió el primer infarto agudo, agravado aún más después de sufrir la pérdida de su hijo cuando cubría la información periodística en la maldita guerra de Irak, aquella de las armas masivas que decían los Bush, Aznar y Blair.
Dibujo Julio Anguita, realizado por el pintor langreano Mandi Braña. (mayo de 2020).
La última vez que hablé con él, con ocasión de la presentación de uno de sus libros en Gijón, me preguntaba por mi estado de salud, pero ya me decía que tenía sus coronarias hechas una mierda, aunque se cuidaba mucho. Tienes que bajar el listón en tus actos Julio, pones demasiada pasión en ellos y eso te perjudica la patata. Te lo digo por experiencia, le decía, porque a mí me pasaba lo mismo y tuve que tomarme la vida de otra manera distinta, un poco má tranquila, aunque sin dejar mi actividad al servicio de la causa ni un solo momento.
Fidel Castro y Julio Anguita en La Habana.
Sin embargo, necesitamos ser fuertes para superar su ausencia, cambiando las lágrimas por los recuerdos de los bellos momentos que nos brindó a lo largo de su brillante trayectoria política. Se marcha por el camino que todos recorreremos algún día, pero, a pesar de que no puedo estar físicamente a su lado para decirle adiós, quiero que sepa que lo quise mucho. Su muerte es un acontecimiento que nos ha impactado a todos los que le queríamos, pero siempre nos quedará su recuerdo.
A pesar de su carácter huraño, enemigo de la política espectáculo y “comunista de orden”, como dicen de él en Córdoba, siempre negado a firmar autógrafos que le pedían en sus actos, es difícil encontrar en su ciudad cordobesa – aunque él haya nacido en la localidad malagueña de Fuengirola -, en la que cuando él tomó la vara de mando había barrios sin alumbrado público, sin alcantarillado, sin recogida diaria de basuras y barrios obreros de chabolas inmundas, alguien que no tenga devoción por el político comunista y que no admita que ha sido el mejor alcalde que ha pasado por Capitulares, plaza donde está la sede del Ayuntamiento cordobés que él mismo mandó construir durante el primer mandato democrático con el objetivo de modernizar los servicios municipales.
Gerardo Iglesias y Julio Anguita en el referéndum de la OTAN.
Nunca fue Anguita un líder que viviera de la nostalgia y de la identidad, para él los partidos tenían utilidad en la medida que servían para cambiar la vida de la gente. En 1988 sustituyó al asturiano Gerardo Iglesias al frente de la secretaría general del PCE y desde ese lugar pilotó la operación más importante por conformar un espacio político que superara el Partido Comunista y aglutinara a los sectores descontentos y castigados por aquel felipismo del PSOE asolado por la CORRUPSOE que privatizaba las empresas públicas y hacía reformas laborales contra los trabajadores y contra los pensionistas como cualquier otro líder europeo de derechas al servicio del neoliberalismo.
Julio Anguita.
Conocí personalmente a Julio Anguita en 1986 durante el duro conflicto que librábamos en la onubense empresa Riotinto Minera, cuando había ensayado en su tierra una confluencia que superaba las paredes del Partido Comunista y funda el espacio de confluencia Convocatoria por Andalucía, aglutinando a movimientos sociales, uniendo a todos los partidos a la izquierda del PSOE y a la masa social que había hecho campaña por el no a la entrada de España en la OTAN, en un histórico referéndum convertido en un plebiscito contra Felipe González, donde la derecha de Alianza Popular pidió la abstención y en el que la postura contraria obtuvo un meritorio 43,15% de apoyos frente al 59,42% de lo defendido por Felipe González.
Julio Anguita
En 1989, fijándose en la experiencia andaluza, se funda Izquierda Unida, coalición de la que será coordinador general hasta el 2000 y con la que consigue obtener los mejores resultados electorales de la formación en 1996, 21 diputados y más de un 10% de votos, lo que sirvió para que el PSOE y sus medios de comunicación afines, con el Grupo Prisa a la cabeza, encendieran el ventilador contra el líder de izquierdas y lo acusara de hacer “la pinza” junto con el PP para impedir que gobernaran los socialistas.
Durante su periodo al frente de IU, en los años 90, fue duramente combatido por los grandes medios de comunicación, especialmente los vinculados al Grupo Prisa, con una influencia cultural decisiva entre el público progresista. Presentado como un personaje quijotesco y al margen de la realidad, Anguita sin embargo acertó en casi todos sus pronósticos realizados en una década de los 90 marcada por la caída del Muro de Berlín y el triunfo de EEUU y sus aliados en la Guerra Fría.
Julio Anguita en un mitin electoral en Granada.
Él iba a contracorriente en una sociedad española donde los efectos del neoliberalismo empezaban a palparse, pero que aún no había conocido de forma masiva la precariedad laboral y los recortes al Estado del Bienestar que llegarían con la gran crisis de 2008.
Por eso, sería después de la crisis y del 15M, cuando muchos redescubrirían el discurso político de este viejo profesor de historia. Julio Anguita ya decía en los años noventa el discurso que veinte años más tarde se escucharía en la Puerta del Sol en boca de los indignados, oponiéndose, sin paños calientes, a la destrucción industrial que el PSOE llamó “modernización industrial” dejando el futuro de España basado en lo que dure el sol, las playas y el turismo, esto es, un país de la periferia europea con sueldos bajos, alta precariedad, escaso valor añadido y muy dependiente del monocultivo del turismo y la especulación urbanística.
Julio Anguita y Antón Saavedra en un mitin electoral en el Pabellón de los Deportes de Gijón
Pero fue también, radicalmente contrario, de todos los procesos de privatizaciones de los sectores estratégicos, llevados a cabo por el bipartidismo turnista PPSOE, advirtiendo en su día de que el Tratado de Maastricht no era otra cosa que la entrega de la democracia española a los poderes económicos y financieros incontrolables por el poder político, anticipándose a la crisis europea de deuda de 2008 y al desastre social de la austeridad y los recortes a la sanidad, la educación, la dependencia y la congelación de las pensiones para rescatar a la banca de su quiebra.
Anguita siempre fue muy beligerante contra el modelo europeo consagrado en el Tratado de Maastricht. Al contrario que Antonio Gutiérrez, líder de CCOO, y una parte de su partido – el grupo de las Almeidas, los Garridos, los Carneros y tantos otros que se dedicaron siempre a hacerle la cama desde el PSOE, donde acabaron todos y todas en su pesebre -, defendió oponerse al tratado firmado en la ciudad holandesa, aunque supusiera para IU quedarse en soledad. En junio de 1992, tras la derrota del Tratado de Maastricht en el referéndum danés pidió que España renegociara el acuerdo y abogase por un frente común con los países del sur de Europa para contrapesar la influencia de la Alemania reunificada en la UE.
En aquella ocasión, Julio Anguita ya advertía sobre una crisis del euro, y sostuvo que la construcción de la Unión no podía empezar por la moneda única, sino que esta debía ser en todo caso el resultado final de un proceso previo de armonización en materia laboral y fiscal de las economías de la Europa más rica y la Europa más pobre.
Julio Anguita
Posiblemente, el gran pecado político de Julio Anguita haya sido haber nacido muy pronto, anticiparse a un tiempo político y parecer antipático por decir las verdades de un sistema que, dos décadas después de que él lo vaticinara, se abrió en canal y mostró todas las vergüenzas que él señalaba. La crisis del Covid19 ha puesto de relieve la debilidad del tejido industrial español y su extrema dependencia del turismo. Hoy las encuestas revelan que la mayoría de los españoles abogan por recuperar empresa pública y exigir a la banca la devolución del rescate bancario.
En Córdoba, donde nació el filósofo Séneca, se practica el senequismo, el dominio de las pasiones que tan bien representó la vida política y personal de Julio Anguita y que, aunque no le valió para ganar las elecciones generales, habiendo sido el líder más valorado en cada encuesta que se realizaban, al menos le ha valido para morir teniendo razón, que no deja de ser un epitafio triste de una carrera política brillante en un país lleno de necios. “Murió teniendo razón, aunque nunca se la dieron”.