Desde mi blog, “El blog de Antón Saavedra”, inicio esta serie de artículos referidos a la historia del F.C. Barcelona intentando contestar a todas y cada una de las mentiras, falsedades e inexactitudes que vienen “vomitando” una serie de “historiadores o próximos” al equipo culé que no solo se han dedicado a descubrir las glorias de su equipo, lo cual es lógico, sino a denostar e insultar a su eterno rival, el Real Madrid, en la mayoría de las ocasiones con opiniones y escritos del tipo “que lo dice Montserrat y basta, que ya lo sabe todo el mundo”.
Esta serie de mi blog no sale con mentalidad de discusión alguna con cualquier lector, pero si alguno se siente concernido y envía un artículo fundamentado y contrario a mis opiniones verá la luz, para que el resto de lectores me puedan juzgar, permitiéndome mi turno de contestación y yo luego a él. Lógicamente los insultos no quedarán reflejados, porque serán todos borrados, sin más.
Tampoco esta serie de capítulos, como todos los publicados en mi blog desde hace más de diez años, no tiene ningún fin comercial, entre otras cuestiones, porque quedaré “muy bien pagado” dejando que mi conciencia se quede a gusto, muy al contrario de “los otros” que sí perciben sus honorarios de “a tanto la línea”. Eso sí, todas mis publicaciones están contrastadas “con papeles y documentos”, procedentes de fuentes Primarias, obtenidas en archivos y bibliotecas, Secundarias, obtenidas a través de periódicos y revistas, o Mixtas, recogidas, una parte de fuentes Primarias y otra parte en las Secundarias.
Fotografía realizada en los jardines del Palacio del Pardo con motivo de una audiencia oficial concedida al F.C. Barcelona por el dictador Francisco Franco después de ganar la liga de la temporada 1952-53. Agachados aparecen los jugadores Bosh, Aldecoa, Vila, Segarra, Biosca, Velasco, Moreno, Basora, Seguer y Ángel Mur (masajista). De pie, con la chaqueta blanca de camarero del Movimiento y la camisa azul de Falange están los directivos Antonio Juliá de Capmany y José María Azorín. En el centro, con traje de gala, aparecen el presidente Enric Martí Carrero y el vicepresidente Narcís de Carrera. En la tercera fila, con cabello blanco aparece el entrenador Fernando Daucik. En el extremo de la foto, de pie, vestido con traje de capitán del ejército de tierra con tres condecoraciones, el falangista redomado Francisco Miró Sans, por aquel entonces vocal y que después sería presidente.
Dicho esto, y remontándome al 1 de abril de 1939, cuando el general Francisco Franco firmaba el último parte de la guerra civil española, con España gobernada por la dictadura franquista, las cinco primeras Ligas del fútbol serían ganadas por el Club Atlético de Aviación, el Valencia (ambos en dos ocasiones) y el Athletic de Bilbao.
Sin embargo, para contextualizar, empezaremos esta cronología unos años antes del golpe de estado fascista contra el gobierno legítimo de la II República Española que trajo consigo la Guerra Incivil en nuestro país. Es decir, durante el periodo comprendido entre 1931 y 1936 el Real Madrid ganó dos títulos ligueros de cinco, habiendo quedado invicto en uno de ellos, por ningún título ganado por el Barsa durante el mismo periodo.
El diario Informaciones recogía el hecho de la siguiente manera: “Un club democrático como el Madrid, con un plantel de socios netamente republicanos de izquierda, no podía temer nada. La Deportiva Obrera, que tiene un gran concepto de los principios deportivos, encontró justos los razonamientos de algunos socios, y juntos concibieron un plan que ha sido puesto en práctica y aprobado sin excepción alguna por todos los sectores deportivos de Madrid. Reunidos socios del Madrid y directivos de la Federación Obrera acordaron designar un Comité directivo que sustituya a la actual Junta directiva. El citado Comité, nombrado ya, está integrado por dos directivos pertenecientes a la Federación Deportiva Obrera. Uno de ellos es Juan José Vallejo”. Por su parte, el diario El Liberal informaba en aquellos días que “el Frente Popular regirá los destinos del Madrid FC y anuncia que el club ha acordado la celebración de un partido internacional con la Selección Soviética para recaudar fondos con destinos a la suscripción abierta a favor de las víctimas de las familias caídas en la lucha contra los faciosos”. También anunciaba la apertura de una suscripción a favor de las víctimas del fascismo. “Este club ha encabezado dicha suscripción con cinco mil pesetas que han entregado directamente al presidente del Consejo de ministros, Sr. Giral. Todos los empleados y obreros del mismo han contribuido a dicha suscripción con un día de haber, importando en total 286,30 pesetas. Dentro de unos días les imitarán los jugadores, dejando un día de haber en su sueldo”. (CtXt, el 16 de octubre de 2019)
El equipo merengue conseguiría también dos Copas de la República, una ganando la final al equipo culé, siendo los azulgranas el equipo que más Copas del Generalísimo levantó durante la dictadura, sin haber ganado ninguna Copa durante los años que precedieron el conflicto. El Atlético de Madrid alternó entre la primera y la segunda división. Su palmarés era virgen. En la temporada 1935/36 quedó en la penúltima posición de la tabla y sería relegado.
El Atlético Aviación es la denominación que tuvo el Atlético de Madrid durante un período de su historia, justo después de la Guerra Civil. Ocurrió que durante la guerra se formó un equipo llamado Aviación. Nació en la base de Matacán, en Salamanca, y jugaba partidos amistosos en retaguardia. Su sede se desplazó con el avance de las tropas de Franco: de Salamanca a Zaragoza, de Zaragoza a Madrid. Aquel fue un buen equipo, que ganó los primeros dos campeonatos de la posguerra, manteniendo su denominación hasta el 14 de diciembre de 1946 cuando, atendiendo a una solicitud del Ejército del Aire, que se fue desentendiendo del asunto, borró el término Aviación, para incorporar Madrid, llamándose por primera vez Club Atlético de Madrid, como hoy se le conoce.
Durante el final de la II República y hasta la guerra civil, Rafael Sánchez-Guerra, concejal republicano en el Ayuntamiento de Madrid, resultaría elegido como el octavo presidente del Real Madrid F. C. (1935 y 1936), siendo sustituido en agosto de 1936 por un comité presidido por Juan José Vallejo, presidente de la Federación Deportiva Obrera, que sería el encargado de ceder el Campo de Chamartín para la instrucción del Batallón Deportivo, una unidad miliciana formada por deportistas para que tomara parte en partidos de exhibición en la que se alistaron varios jugadores merengues.
Su etapa al frente del Real Madrid fue breve pero fructífera. Durante su año de mandato, Rafael Sánchez-Guerra llevó a cabo una gran gestión del club tanto económica como deportiva. Conseguir un domicilio social de acuerdo a la categoría del club, reforzar la plantilla y construir un nuevo estadio fueron sus principales retos. Pero el inicio de la Guerra Civil le impidió llevar a cabo el último objetivo. El madrileño siguió los pasos de su padre, el político José Sánchez-Guerra, y ocupó puestos de relevancia durante la II República. Pero su pasión por el fútbol le llevó el 31 de mayo de 1935 a la presidencia blanca, tras ser votado por una amplia mayoría en las elecciones. Futbolistas de la talla de Lecue, Kellemen y Alberty aterrizaron esa temporada en el conjunto madridista y formaron parte de la conquista de la Copa de España ante el Barcelona. Ricardo Zamora fue otro de los protagonistas de dicho éxito al evitar un gol cantado. Este título fue el broche de oro que puso fin a su breve etapa en la presidencia del Real Madrid.
Sánchez-Guerra, que más tarde formaría parte del gobierno republicano en el exilio como ministro sin cartera (1946-47), sería encarcelado, aunque pudo huir escondido en un maletero gracias a los servicios secretos franceses.
Ya en plena contienda bélica, Antonio Ortega Gutiérrez, coronel del ejército republicano y director general de seguridad, sería designado presidente del Madrid Foot-Ball Club, nombre que recibió el Real Madrid en la época republicana, siendo mandado fusilar por Franco en 1939. Al respecto resulta muy significativo que, en Cataluña haya todavía gente que se haya molestado en investigar la operación de encubrimiento relacionada con el presidente del Barsa y diputado en las Cortes, Josep SUÑOL i Garriga, del que nos ocuparemos en un capítulo específico para desmontar otra de las grandes mentiras de los “historiadores culés, y sin embargo el fusilamiento de Antonio Ortega no le haya importado a nadie.
¿Cuál fue el camino de Antonio Ortega hasta llegar a convertirse en presidente del Madrid? Cuando estalló la guerra era teniente y estaba destinado en Irún. Su destacado papel en la defensa de la ciudad le facilitó ser nombrado gobernador civil de Guipúzcoa en agosto de 1936, tomando el mando de las fuerzas republicanas en la campaña de Guipúzcoa, con las que participó en los combates alrededor de Irún y San Sebastián. Tras crearse el gobierno autónomo vasco cesó en su puesto y fue enviado a Madrid, incorporándose a las Milicias Vascas Antifascistas. En mayo de 1937 fue nombrado director general de Seguridad por el nuevo gobierno republicano de Juan Negrín, cargo al que llegó con el aval del Partido Comunista, formación a la que estaba afiliado.
El Real Madrid reconoce en su página web a 18 presidentes a lo largo de su historia, incluidos los segundos mandatos de Adolfo Meléndez y Florentino Pérez. En la información que ofrece llama la atención que hay un periodo de tiempo, entre 1937 y 1939, que coincide con la guerra civil española, en el que no aparece ninguna persona al frente de la entidad. Pero sí la hubo, aunque los responsables del equipo blanco parece que no quieran acordarse de ella. Sus connotaciones políticas y la forma en que llegó al cargo quizá tengan algo que ver. Hablamos de Antonio Ortega Gutiérrez, un militar republicano militante del Partido Comunista, que en el momento de ser elegido para el puesto era el director general de Seguridad del Gobierno.
Por si no fuera suficiente, Pedro Patricio Escobal, afiliado a Izquierda Republicana, capitán del Real Madrid que defendió la camiseta merengue durante ocho temporadas, sería detenido por el bando franquista para ser condenado a 30 años de cárcel, esquivando hasta cuatro fusilamientos hasta lograr exiliarse en Cuba y más tarde en Estados Unidos, donde trabajo como ingeniero, siendo el responsable del alumbrado en la ciudad de Queens, falleciendo en el año 2002, dejando escrito un libro de memorias titulado “Death Row” (Fila de la Muerte).
Gracias a la influencia de su mujer, Teresa Castroviejo, hermana del famoso oftalmólogo, consiguió que las autoridades judiciales archivaran su caso. Escobal fue detenido poco después del 18 de julio de 1936 en Logroño acusado de masón, de auxilio a la supuesta rebelión republicana y de haber contribuido a la quema de conventos en Madrid en el invierno de aquel año. Lo único cierto es que Escobal era afiliado a Izquierda Republicana, pertenecía a la logia Zurbano de Logroño y había ayudado a unas monjas a huir de la quema de iglesias en Madrid. Un conflicto laboral por su nombramiento como ingeniero municipal de Logroño se escondía detrás de la detención por la que estuvo a punto de ser fusilado en una noche cuyo nombre apareció en la lista de los que les había llegado su hora. «Uno de los guardias me empujó con violencia hacia atrás, diciendo entre las risas de sus compañeros: Esta noche no», dejó escrito. Obligado al exilio, enfermo y débil, lejos quedaban sus años de gloria en Chamartín (Revista Libero).
Mientras estos y otros acontecimientos ocurrían, llegamos a la fecha del 18 de julio de 1939 cuando en los aledaños del estadio culé de Las Corts era inaugurado el monumento a los “Caídos por Dios y por España”, donde los “antifranquistas” catalanes del Barsa iban a rendir homenaje en cada partido y “fiestas de guardar”.
Monumento a los “Caídos por Dios y España”el 18 de julio de 1939 en el desaparecido Campo de Les Corts del Barsa.
No obstante, dado que estoy intentando ofrecer una evocación de las cosas que estuvieron y ya no están y que la gente joven desconoce, me gustaría dejar escrito que este monumento fue el primer monumento que fue construido y dedicado a los “Caídos por Dios y por España” en el antiguo condado de Barcelona, perteneciente a la corona de Aragón. Siendo verdad que los “historiadores culés de a tanto la línea” tratan de justificar que monumentos como el del Barsa en Las Corts los hubo en todos los campos de fútbol en España, sin embargo, tampoco dicen la verdad, porque tan solo hubo dos monumentos de similar construcción, el del Español de Barcelona y el del Deportivo de La Coruña, con la diferencia de que, en ambos, se ponía de oficio, como primer socio caído, al jefe de la Falange Española, José Antonio Primo de Rivera.
Pero, el campo de Las Corts, inaugurado en 1922, se quedaba muy pequeño para el crecimiento de la entidad culé, siendo necesario un cambio de aires con el proyecto de un nuevo estadio para el F.C. Barcelona, apareciendo la figura del empresario catalán del textil, el redomado falangista Francesc Miró-Sans i Casacuberta (1918-1989), que presidió el club durante el periodo comprendido entre 1953 y 1961.
Monumento a los “Caídos por Dios y por España” construido en el Campo culé de Las Corts que fue inaugurado el 18 de julio de 1939, donde los fanáticos nazionalistas del Barsa acudían a celebrar sus acontecimientos más importantes.
De esta forma, Miró-Sans se lanzaba al ruedo electoral con la promesa de levantar un nuevo y moderno campo de fútbol para el Barça, un campo que sería el más moderno de toda Europa, con cabida para unos 150.000 espectadores (al final fueron algunos menos).
La promesa del nuevo presidente ilusionó a la masa social barcelonista, pero ésta, después de una movilización sin precedentes, tuvo que hacer un gran esfuerzo económico para que las obras no se paralizaran, teniendo incluso que recurrir al dictador Franco, para evitar que el club entrara en quiebra. Otra cuestión que ocupará otro capítulo específico de mi serie.
Lógicamente, aquel esfuerzo y la ayuda de la dictadura franquista restó competitividad al Barça en el capítulo deportivo, cuestión que sería aprovechada por el Real Madrid que, con Alfredo Di Stéfano como líder, pasó a dominar completamente en los torneos nacionales e internacionales. No obstante, las temporadas 1958-59 y 1959-60 fueron una excepción, pues de la mano del argentino Helenio Herrera el Barsa ganaría dos ligas, una Copa del Generalísimo y dos Copas de Ferias.
El falangista Francesc Miró-Sans era el presidente cuando el Barça adquirió una nueva recalificación vendiendo los terrenos de las Corts. Miró Sans agradeció a Franco públicamente y el dictador fue nombrado presidente de honor del comité de inauguración
Así, de esta manera, el 28 de marzo de 1954 se colocaba la primera piedra, cumpliéndose todos los plazos para su realización de la magna obra, pero lo cierto es que, agobiado por las dificultades económicas que generaba la construcción del gigante barcelonista, el presidente Miró-Sans se vio obligado a dejar la presidencia pocos días antes de la final de la Copa de Europa, que perdería el equipo catalán por 3 a 2 en Berna, ante el Benfica lisboeta, en una tarde en la que todo le salió al revés. Por cierto, la Copa de Campeones de Europa 1960-61 sería la 6.ª edición de la Copa de Clubes Campeones Europeos de fútbol, conocida como Copa de Europa (Actual Champions League), organizada por la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA), y en ella, contra lo que siguen escribiendo y manteniendo los culerdos, participaron un total de veintiocho equipos, representantes de 27 federaciones nacionales diferente tras incorporarse el representante noruego.
Miró-Sans sería sustituido, aunque de forma accidental, por el vicepresidente Juliá de Capmany, que no tuvo más salida que vender a Luisito Suárez al Inter de Milán por 25 millones de pesetas para que, económicamente, la entidad pudiera tomar un poco de aire ante las deudas que iba acumulando.
Después de superar varios contratiempos de diversa índole, el nuevo campo del entonces llamado CF Barcelona, sería inaugurado el 24 de septiembre de 1957, hace 66 años, coincidiendo con La Mercè, patrona de Barcelona, bajo la presidencia del susodicho Miró-Sans con un partido ante una Selección de Varsovia (4-2), siendo el proyecto encargado a los arquitectos Francesc Mitjans Miró (primo hermano del presidente), y Josep Soteras Mauri.
Al final, una obra presupuestada en 66.620.000 pesetas (400.394 euros) con un plazo de ejecución de 18 meses, se alargaría hasta los tres años. Es decir, el coste total de la obra casi se quintuplicó, llegando a 288 millones de pesetas (1.730.914 euros), algo que provocó que la entidad se endeudara hasta el corvejón.
“En contestación a su atta. Carta de fecha 29 de los cttes. Y de acuerdo con lo que en esta se solicita, tengo el gusto de adjuntar el informe político referente a D. FRANCISCO MIRO-SANS CASACUBERTA, el cual por ser Militante de F.E.T. y de las J.O.N.S. merece nuestra conformidad. Por Dios, por España y su Revolución Nacional-Sindicalista. Barcelona, 30 de Octubre de 1953.
Finalmente, a modo de epílogo de este primer capítulo de mi serie sobre el F.C. Barcelona, me referiré al partido de fútbol jugado entre una selección de jugadores alemanes del Sttugart y otra de Barcelona, que tendría lugar en el estadio Adolfo Hitler de la Alemania Nazi.
JUGAR EN EL ADOLFO HITLER ES UN “PRIVILEGIO” QUE NO HA TENIDO NUNCA LA CIUDAD DE MADRID. La alineación de la selección de Barcelona fue: Nogués, Teruel, Pérez, (Elías actuó unos cinco minutos mientras se atendió una lesión de Teruel), Cardús; Raich; Franco, Sospedra, Lecue (que permutaron acertadamente, media hora antes de finalizar el partido), Martínez-Catalá y Mas.
“El encuentro se ha desarrollado poniéndose de manifiesto en todo momento las simpatías entre España y Alemania, hermanas de armas en la lucha contra el comunismo. Fue presidido el partido por el “statthalter” del Reich, doctor Muer.
En medio del entusiasmo del público, antes de comenzar el partido se interpretaron los himnos nacionales de ambos países. Un grupo de soldados alemanes recién llegados del frente saludó a los españoles brazo en alto y el “Reichstatthalter” les dirigió unas palabras de salutación. El presidente de la Federación Catalana de Fútbol, organizador del partido con la Federación Alemana, señor Mendoza, contestó con breves y encendidas palabras, saludando a los dirigentes alemanes en nombre de Falange. (La Vanguardia Española, 8 de julio de 1941)”
La representación española de Barcelona, acompañada de las autoridades deportivas y políticas de Stuttgart, dirigiéndose a depositar una corona en la tumba del nazi Andrés Siemsen.
Pero, antes de partido, la delegación española de Barcelona depositaba una corona de flores ante la tumba del teniente de la Legión Condor, Andrés Siemsen. Tampoco se sabe si este militar nazi fue uno de los que bombardeó la villa de Guernica en el País Vasco o, incluso, la ciudad española de Barcelona, pero la hipocresía de los hipócritas y de los fabricantes de “historias para no dormir”, por mucho que traten de borrar las huellas de sus tétricas andanzas, todavía existen archivos y hemerotecas.