Con el fin de seguir propiciando el debate sobre el carbón en España, a continuación paso a transcribiros literalmente mi intervención en el Parlamento de la Junta General del Principado de Asturias, el año 1.992, fecha del tristemente encierro del POZO BARREDO de Hunosa en Mieres…
Buenas tardes señora Presidenta, señorías:
Muchas gracias, señor Consejero de Industria, por su comparecencia para presentarnos el PLAN ENERGETICO 1.991-2.00.
Comenzaré diciendo que nuestra valoración es negativa y exigimos, por tanto, su retirada y su debida discusión con todos los agentes sociales implicados ( sindicatos, empresas, instituciones, organizaciones profesionales, etc. ). Siempre se ha indicado que para la elaboración del nuevo P.E.N. se escucharían las sugerencias y aportaciones de todos los grupos interesados que representan en sus distintas parcelas los intereses del pueblo español, y , esto no no ha ocurrido así, ya que las decisiones que el contenido del mismo conlleva están ya tomadas y no se ha consultado ni se ha dialogado, ni se ha llegado a ningún consenso, y esa gran falta de respeto en un tema - el más importante y fundamental para el desarrollo de un país – no da ninguna credibilidad en materia energética, ni al gobierno central ni por supuesto a los voceros asturianos que componen el gobierno regional del Principado de Asturias.
Una evidencia de tipo general debo señalar de entrada: en cualquier país industrializado, los recursos energéticos desempeñan un papel decisivo no sólo en el desarrollo de la actividad industrial sino incluso en su mismo mantenimiento. Otra de tipo particular debo poner de manifiesto: en España, la actividad económica depende casi totalmente del exterior en lo que a suministro de energía se refiere.
La consideración de ambas circunstancias puede dar una idea bastante aproximada de la frágil situación en que se encuentra nuestro país. Su nivel de industrialización y su tasa de crecimiento se enfrentan al abandono cada vez más patente de los recursos energéticos de su propio subsuelo. La delicada dependencia del suministro exterior es la consecuencia inmediata de dicha situación. De ahí que la obtención de una mínima seguridad en el aprovisionamiento energético sea uno de los objetivos básicos de cualquier política energética.
Entrando de lleno al grano, y de acuerdo con el texto que se nos ha entregado, nuestro grupo parlamentario quiere hacer algunas consideraciones de tipo técnico y políticas.
La primera sería para afirmar que el PLAN es totalmente economicista, no entrando a valorar en ningún momento la relación con los restantes sectores de la economía. Por otra parte, añadir que estamos ante un PLAN totalmente abierto, ya que fija únicamente un horizonte en el año 2.000, evitando de esa manera los pasos anuales para no proceder a su seguimiento y crítica. De esta manera, las desviaciones no podrán ser subsanadas, nada más que aquellas que convenga en cada momento.
En este sentido, uno de los aspectos que nosotros vemos es que no recoge datos estructurales del sector energético en relación con el carbón que afecta de manera tan directa a nuestra región asturiana, tal como sucedió en el P.E.N. – 83, en cuanto a la cuantificación de sus parámetros fundamentales, como son el número de empresas mineeras, plantillas, producciones, carbón de importación y evolución de estos parámetros en el tiempo.
Al respecto, estoy en condiciones de afirmar que el gobierno de la nación no se ha querido comprometer con estos parámetros ya que los previstos en el P.E.N.-83 se han incumplido de una manera escandalosa en todos y cada uno de ellos. en los gráficos que les muestro se ve claramente que las previsiones no se corresponden con las realidades: las primeras se situaban en el Mar Cantábrico y las segundas salieron por Gibraltar.
Otra cuestión, la más grave desde nuestro punto de vista, es que el PLAN desarrolla e incrementa la dependencia energética del exterior, sin ningún rubor. Introduce , a largo plazo, la subordinación del consumo energético a los avatares de la situación política del Magreb y del Oriente Medio. El abastecimiento de energías primarias continúa excesivamente concentrado en el petróleo y en el gas – la volatilidad del precio de los crudos sigue siendo alta, y lo será mucho más en el tiempo, alcanzando precios que no podremos pagar -, y resulta muy aventurado, como establece el P.E.N., considerar los precios estables en los próximos diez años. La crisis argelina ha puesto en evidencia la fragilidad de las fuentes de aprovisionamiento energético español. La posición española es y seguirá siendo muy complicada durante muchísimo tiempo, metido Madrid como está en un gran proyecto para construir un gaseoducto a través del estrecho de Gibraltar ( 10.000 millones de metros cúbicos anuales de gas argelino para España ). Otro tanto podríamos decir con los precios del petróleo si tenemos en cuenta las resoluciones de la reciente reunión de los ministros energéticos de los paises de la OPEP que amenazan con subir a cifras astronómicas los precios del barril de petróleo.
Con estas realidades políticas y sociales hacer una apuesta tan fuerte y fuera de lugar, como hace el gobierno por el gas de importación o la seguridad en los precios del petróleo es, a nuestro juicio, una auténtica temeridad, sobre todo cuando, al mismo tiempo, se ha empezado a LIQUIDAR EL SECTOR CARBONERO ESPAÑOL Y MAS CONCRETAMENTE EL ASTURIANO.
Enlazando con esto, la potencia de 1.338 megavatios que se propone en el texto no sabemos cómo se va a cubrir con carbón nacional, porque las previsiones después de la reestructuración que se está realizando en el NSCCT ( Nuevo sistema de contratación de carbones térmicos ) y en HUNOSA, se cifran por la propia administración en una pérdida de producción de 2,5 Mtm, es decir, el 13 % menos de lo producido en 1.990, que fueron 19,6 Mtm en cuanto a hulla, antracita y lignito negro. Seguro que se cubrirán con más carbón de importación, de esos trece millones de toneladas que entraron en nuestro país durante el año 1.991.
Continuando con el tema del carbón, vital para la economía asturiana y por extensión a España entera, el horizonte fijado es ni más ni menos que una consolidación de lo realizado hasta la fecha, es decir, la liquidación del sector, así de claro. Y anuncio aquí y ahora que en Bruselas ya existen documentos más o menos oficiales del gobierno español para fijar la plantilla de HUNOSA en 8.000 trabajadores, así como en Minas de Figaredo y Mina de La Camocha en 800 trabajadores en cada una de ellas, para el periodo 1.994-1.996, fecha en la que previsiblemente, si no somos capaces de frenarlo en las luchas que venimos manteniendo en torno al encierro del Pozo Barredo de HUNOSA y en los distintos organismos comunitarios – fundamentalmente en el Consejo de Ministros de la CEE - se extinguirá el TRATADO CECA que en sus orígenes expiraba en el año 2.002.
La reducción del coste de producción del carbón, señores del gobierno autonómico asturiano, está tratada de una manera totalmente demagógica. No se pueden comparar carbones extranjeros de cielo abierto puestos en los puertos del Gijón, Pravia o Santander, con los carbones nacionales de interior con suplemento de precio y con las deudas de las empresas a la seguridad social. La obsesión planificadora en la reducción del coste de la tonelada de carbón, no tiene más explicación que la del incremento del beneficio de las empresas eléctricas, ya que, en el P.E.N. previsto, sobre los niveles de precios no se apunta nada en concreto. El incremento de la potencia instalada con uso de carbón, es únicamente para los carbones a cielo abierto.
Desde IZQUIERDA UNIDA DE ASTURIAS ya hemos denunciado hasta la saciedad que existen minas que estando cerradas tiene cupo para seguir metiendo carbón en térmica. Estoy manifestando y denunciando muy claramente que el carbón de importación no es más barato para el país; el carbón de importación se paga en divisas. Se están cerrando pozos y por tanto las cuencas caminan hacia una muerte más o menos rápida y eso se va a tener que cubrir con grandes subvenciones, con pensiones de jubilación adelantadas, con subsidios de paro, y ello traerá como consecuencia más inmediata una caida del consumo interno. Todos estos gastos que suponen, como decía con anterioridad, una subvención encubierta a las compañías eléctricas para suministrar carbón más barato, que en teoría es más barato pero que, desde luego, resulta bastante más caro para nuestro país.
El gobierno de la nación ha olvidado que el sector carbonero es un sector estratégico, por dos razones. La primera, porque los recursos no son renovables y la segunda porque los yacimientos minerales son bienes demaniales. Significa esto que son bienes públicos y que la Administración tiene la obligación de preocuparse y velar su gestión por parte de los concesionarios, sujetos siempre a los requisitos de interés común. Demanial presupone que la Administración no puede despreocuparse y prescindir del DISEÑO Y REALIZACION DE UNA POLITICA MINERA.
Otra cuestión por la que no podemos estar de acuerdo con este proyecto de PLAN ENERGETICO es que no dedica ni una sola peseta a la investigación geologico-minera, a pesar de lo que el Plan comenta de las reservas. La falta de seriedad es tal que la frase “incertidumbre respecto a la cuantía de las reservas disponibles” es glorioso. Es decir, la nueva potencia de carbón nacional se instala donde hay carbón a trompón, en el resto se olvidan, y además no se invierte ni una peseta.
Pensamos que si no se gasta una sola peseta en investigación geológico-minera para los yacimientos deficilmente se podrá saber si hay yacimientos rentables en España, y nos consta que hay bastantes yacimientos en cuencas ocultas de los que no se quiere ni hablar. Muchos de ellos en Asturias que, pese a quien pese, continúa siendo las región de España con mayores reservas explotables.
Digo esto, porque uno de los objetivos comunitarios es autorizar las correspondientes subvenciones a cada país miembro al objeto de crear nuevos yacimientos que tengan una viabilidad económica rentable y, vuelvo a repetir, en Asturias existen estudios geológicos realizados en el tiempo que avalan lo expuesto.
Pero si grave es la aventura enloquecida e interesada de nuestros gobernantes en la importación de carbones , más grave es aún un tema que no figura en el P.E.N. Me refiero a la importación de coque de petróleo para usos que vulneran la legislación actual que regula las características, calidades y condiciones de empleo de esta materia. Esta utilización, lejos de desaparecer se está extendiendo actualmente en nuevas aplicaciones en la industria alimentaria, azucareras, industria química, en el sector terciario y consumos domésticos en áreas urbanas, como Oviedo, Gijón o Avilés, siendo nuestro país el único de la CEE en el que se utiliza para estas aplicaciones.
Dado el nivel de importación actual de coque de petróleo - alrededor de 2,3 millones de toneladas al año -, conviene dejar muy clara constancia sobre algunos aspectos de este combustible, que de forma fraudulenta se viene utilizando para usos no autorizados mezclado con carbones nacionales; mezclas que en unas ocasiones se efectúan en la distribución y en otras desde el propio origen de producción.
De acuerdo con la legislación vigente el coque de petróleo importado, no es apto para su aplicación a usos domésticos, y su utilización es fraudulenta, por lo que es preciso un exhaustivo control de este producto, que se utiliza como hemos indicado en cierta medida, para “mejorar” las características de los carbones nacionales, con grave quebranto de la legislación y de la propia imágen del carbón. Pero, ¿ quien controla el uso fraudulento de este producto tan rentable para los mal llamados empresarios carboneros que no son más que unos auténticos “chorizos” con la connivencia de la propia administración regional ?
No hay peor cosa, señor presidente del gobierno autonómico de Asturias, que poner un “raposu” a cuidar el “gallineru”. Los “pollos del gallineru”, son esos mafiosos del tráfico del carbón, superconocidos en nuestra región. Son los mismos que compran los décimos de la lotería premiada. El “raposu” lo tiene usted en su propio gobierno, en la persona del Consejero de Industria, Victor Zapico.
En definitiva, señor Consejero de Industria, el P.E.N. 91 se apoya básicamente en cuatro pilares: la importación de gas, la importación de carbón, la importación de más petróleo y una apuesta tan decidida como descarada por la energía nuclear – aunque aparezca lo contrario – en donde se incluyen más importaciones de electricidad procedentes de nuestra vecina Francia, de origen nuclear.
Creo que ese entusiasmo por importar sería bueno si en España hubiera carencias de estas mercancías o no se supieran hacer; pero importar absolutamente todo permitiéndose tan excesivo lujo en los elevadísimos costes que esto supone, al margen de las inseguridades expuestas a donde se aboca nuestro país, no pueden responder sino a intereses muy oscuros, aunque cada vez más claros, de los NEGOCIOS que surgen alrededor de estos montajes totalmente irracionales, o por el contrario a la ineptitud o ignorancia de los actuales gestores gubernamentales. Me inclino a pensar, plenamente convencido, por la primera de las hipótesis a juzgar por lo que diariamente conocemos a través de los distintos medios de comunicación especializados en materia tan importante para cualquier país.
En cuanto se refieren en su PLAN al mantenimiento de la MORATORIA NUCLEAR que se plasma en el P.E.N., tantas veces manoseado a la vez que usado como bandera electoral en todas y cada una de las confrontaciones electoreras habidas en nuestro país, decirles que mejor estuviesen calladitos para que, de esa manera, no siguieran engañando miserablemente al electorado.
Quiero decirles rotundamente que la única moratoria nuclear que ha tenido lugar en nuestro país ha sido la que impusieron esa banda de “asesinos a sueldo”, conocidos como E.T.A., haciéndonos pagar el Estado a todos los españoles, vía tarifas eléctricas, la cantidad de medio billón de pesetas por la paralización de los dos grupos de LEMONIZ en las Vascongadas. ¿ Cómo se está financiando el resto de esa mal llamada MORATORIA NUCLEAR ? ¿ Por qué hay que pasar al usuario más de 1,7 billones de pesetas por el coste de lamoratoria, que son consecuencias de riesgos empresariales, de una mala, malísima estrategia y que, sin embargo, ustedes aceptan pasarla al bolsillo de los españoles ?
La realidad es que, desde 1.982 – fecha de la ascensión del gobierno felipista del PSOE a las poltronas ministeriales – ha ocurrido lo siguiente:
- Desde 1.982 hasta 1.990 se ha incrementado en un 400 % la energía nuclear en el consumo de energía primaria en España. Tercer puesto en la Europa de los 12 y octavo en el ranking mundial.
- Desde 1.983 han entrado en servicio seis nuevos grupos nucleares – los dos últimos, VANDELLOS II y TRILLO I, a lo largo de 1.988 – que representan el 74 % de los 7.837 megavatios de potencia nuclear instalada a la fecha.
- Mientras se produce una disminución en el resto de las fuentes de generación eléctrica, la contribución nuclear fue superior en un 38,7 %a la prevista. Asimismo, mientras que en 1.982 tan sólo el 7,6 % de la producción eléctrica era de origen nuclear, esta proporción se ha elevado al 40,8 % en la actualidad.
¿ Donde está el frenazo a la energía nuclear prometido por Felipe González en su discurso de investidura ? ¿ De qué moratoria nuclear están hablando ustedes ? Lo dicho: cierren su bocaza, porqué cada vez que hablan de este asunto pierden ustedes la mejor ocasión para permanecer callados.
Volviendo al inicio de mi intervención en relación a nuestra brutal dependencia energética, quiero resaltar que la misma es una de las mayores del mundo. En España estamos tan engañados, manipulados y entontecidos que sólo hemos creído en el petróleo – antes – y en la energía nuclear – ahora -, como si nuestra vocación fuera esencialmente la de hacer lo que nos digan los de fuera.
Nuestro consumo de energía primaria es de 124,5 millones de TEC y la producción propia de energía primaria, incluyendo la procedente de la nuclear, es de 46 millones de TEC, es decir, únicamente cubrimos el 37 % de nuestras necesidades energéticas. El único recurso energético propio del que disponemos en abundancia es el carbón, que supone el 98,5 % del conjunto de los recursos nacionales de carbón, petróleo y gas natural. Cualquier gobierno sensato, en una situación como la planteada actualmente, y sobretodo después de los graves avisos recibidos en 1.973 y 1.979 con las crisis energéticas precedentes, hubiera desarrollado el sector del carbón para incrementar los niveles de seguridad en el abastecimiento energético del país.
Sin embargo, ¿ qué ha sucedido con nuestro sector desde que el gobierno felipista del PSOE asumiera en 1.982 la responsabilidad de llevar a este país por otros derroteros totalmente contrarios a los practicados por otros gobiernos ?
- Han reducido la producción de carbón nacional en tres millones de toneladas.
- Han incrementado la importación de carbón energético en un 85 % y de hulla coquizable en un 15 %.
- Han destruido 6.500 puestos de trabajo en la minería del carbón y tienen previsto desaparecer otros 15.000 puestos directos durante el periodo 1.991-1993, todo ello al margen de lo previsto entre 1.994-1.996.
- Han incrementado la accidentabilidad laboral en un 21 %.
- No han logrado incrementar los rendimientos de interior en nuestras minas, aumentando, aún más, la distancia que nos separa de los países europeos.
- Han consentido y siguen consintiendo la proliferación del minifundismo minero en forma de cesión de macizos a personas muy conocidas en la mafia carbonera, como premio a los servicios prestados.
- Han reducido las plantillas del personal dedicado a la investigación minera en la empresa pública en un 65 %.
- Se han desviado de todos y cada uno de los parámetros contemplados en el PEN-83.
- Han consentido, por razones políticas únicamente, que las transferencias del Estado a la minería del carbón, tengan una imágen deteriorada por los casi 500.000 millones de pesetas de hoy, que han enterrado en este tiempo en HUNOSA, sin ningún resultado práctico, todo ello como consecuencia fundamental de la nefasta gestión a que viene siendo sometida la mayor empresa pública minera del país, donde, entre otras lindezas, manda más cualquier pandillero somático que el mismísimo director ingeniero de cualquier pozo o zona.
Pero, por si esto fuera poco, el gobierno tiene la desfachatez de presentar ante la Comisión Europea un plan de cierres de explotaciones mineras que todo apunta a la liquidación total del sector minero subterráneo sin ninguna contrapartida fiable a cambio, como no sea ese libro sucio, mal conocido como libro blanco. Señores del gobierno: el tiempo es un juez inexorable que quita y da razones, y yo, desde aquí, les anunció de que, efectivamente, el encierro de las cúpulas sindicales en el interior del Pozo Barredo de Hunosa en Mieres, marcará un antes minero y un después territorio desértico que conformarán las comarcas mineras como consecuencia del cierre de las explotaciones mineras que se irán produciendo, una tras otra, sin alternativas fiables que compensen los miles y miles de puestos de trabajo perdidos. He dicho. Muchas gracias.
ANTON SAAVEDRA