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MI VIDA: SAAVEDRISMO Y VILLISMO.- VI PARTE.

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Estaba el “saavedrismo” debatiendo su ponencia sobre “PENSIONES Y SINDICALISMO DE CLASE” en los primeros encuentros nacionales de “VAMOS NORTE”, celebrados en la localidad langreana de Ciaño cuando, de repente, siendo las 11,00 horas del día 30 de mayo de 2017, nos llega la noticia de que el “villismo” está siendo detenido por la Guardia Civil y trasladado a sus calabozos del cuartel ovetense de Rubín en una espectacular operación denominada “operación HULLA”. Es decir, mientras Antón Saavedra continúa activo en su lucha sindical y política contra los recortes sociales de las políticas neoliberales  que vienen desarrollando los gobiernos del bipartidismo PPSOE, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil irrumpía en el domicilio de José Ángel Fernández Villa para proceder a un registro del mismo que se prolongó durante varias horas, incautándose de abundante material y llevándose detenido a su inquilino, aunque sin ser alojado en los calabozos junto a sus “compinches y consiglieris de la famiglia villamochesca”, hasta que fuese sometido a un reconocimiento forense para ver su estado de salud, donde protagonizó otro de sus numeritos circenses cuando recordaba que “en el 67 me despidieron de la mina por como llovía; ya me entienden, ¿no?, la dictadura”, aunque, al final, las doctoras Antonia Martínez Hernández y Rosario Morant Castillón concluían en su informe que “Villa habla en tono bajo, pero utiliza las palabras oportunas y adecuadas, sin alteraciones gramaticales y con un discurso coherente, respondiendo de forma adecuada a lo que se le pregunta…”

Villa, el exministro del gobierno ZP, Jesús Caldera, y Postigo.

La “operación HULLA”, la del “villismo”, la de las “mordidas” del Montepío de la Minería, la de las fortunas amasadas mientras se mantenía la fachada moral de la dignidad obrera y sindical, la misma que, tras el levantamiento del secreto de sumario a partir del 1 de junio de 2017, nos irá mostrando todos y cada uno de los detalles de una trama mafiosa de miles de millones de euros defraudados, aunque lo esencial haya quedado expuesto: una gran estafa al pueblo asturiano con el consiguiente enriquecimiento ilícito de dos pandilleros del sindicalismo somático –  Villa y Postigo -, aunque todavía falta por conocer con qué tripas la hicieron y quienes fueron los otros “triperos”.

Pero, también la apertura del sumario por parte de la jueza Begoña Fernández será la ocasión para que vayan saliendo a la luz las típicas  miserias humanas y, aunque nos inquiete la angustia por el esclarecimiento de la verdad, la puerta de las conjeturas  queda abierta de par en par. De hecho ya han comenzado a aparecer en los distintos medios de comunicación, pero no seré yo quien caiga en ellas por una especie de odio o resentimiento, y menos por venganza, después de haber sufrido en mis propias carnes las “puñaladas” de estos y otros personajes de esta calaña somática a lo largo de mi trayectoria sindical y política,  procurando mantenerme en todo momento por la senda de las huellas que buscan la verdad, entre otras cuestiones, porque yo no he nacido para vivir en la oscuridad, sino para esclarecer con luz propia los cerrados laberintos de tramas corruptas como la que tratamos.

En la misma medida, condeno y repudio de manera contundente a todos esos individuos que, debiéndoselo todo al “villismo”, al que aplaudían hasta encallecer sus manos, tratan ahora de aparentar normalidad actuando con una pavorosa hipocresía, deshonestidad y maldad. Lógicamente, me refiero a esa clase de sujetos que, después de toda una vida navegando y chupando de la piragua del “villismo”, no hicieron otra cosa que infestar el espacio por donde se movían, procurando en todo momento intimidar con la perversidad, la vileza y la  iniquidad de sus actos, a la vez que encarnaban lo peor de las villanías  como forma de imponerse a los demás o simplemente como una manera de supervivencia. Son esa clase de villanos que siguen tratando de aparecer como buenas personas, solidarias y creíbles. Son los mismos “exconsiglieris” del “villismo” que durante toda su vida sindical y política vestían con el traje de simulación hasta convertir la mentira y la falsedad en su arma letal para el fraude y la traición, para la intriga y la conspiración, para la ingratitud y la infamia. Al final, su ruindad no es más que la palpable demostración de su complejo de inferioridad, aunque hayan avanzado en sus vidas porque la desvergüenza no solo goza de impunidad sino de séquitos. Esa clase de energúmenos, a los que detesto y repudio, nunca tuvieron cabida en el “saavedrismo”. 

Antonio Hernando Fraile, actual portavoz del PP en el Congreso de los Diputados y antiguo cadenero de Fuerza Nueva con apenas  16 años de edad, nos muestra orgulloso su carnet de la organización criminal del PP.

En este escenario de los miserables, destaca con luz propia la mismísima presidenta del PP asturiano, la gijonuda Mercedes Fernández, cuando tuvo el cinismo de pedir  públicamente explicaciones al PSOE afirmando que “antes se jactaban de tener su bendición y ahora todos reniegan de Villa y casi nadie lo conoce. En Asturias todos nos conocemos y sabemos de la relación del SOMA con el PSOE… acabará siendo del PP”, como si ésta impresentable quisiera ignorar el viejo y largo noviazgo del SOMA con el PARTIDO POPULAR durante el gobierno aznarista, donde el todopoderoso general secretario del PP y vicepresidente del gobierno, Paco Alvarez Cascos (PAC), su mentor político, formó tándem con José Ángel Fernández Villa para conceder los fondos mineros que tantas “mordidas” dejaron con el hormigón y los chiringuitos a los amiguetes cazasubvenciones del “coge el dinero y corre”. ¿Cómo puede ésta representante en Asturias de una organización criminal como el PP, donde caben todo tipo de pederastas, narcotraficantes, cocainómanos  y ladrones, tener la osadía de pedir cuentas a alguien, cuando son ellos los que tienen que rendirlas ante el pueblo asturiano para saber el destino del dinero de los fondos mineros además del destinado a la construcción del macrogeriátrico del Montepío Minero en Felechosa? ¿Por qué no se atrevió a expulsar al excalde de Oviedo, Agustín Caunedo, cuando lo del “putiferio”  y las “putas y varios” de  la trama corrupta del agua (Aquagest)? ¡Claro que estamos en una región en la que nos conocemos todos, Cherines !  ¿O es que Villa y tú exqueridísimo PAC no hacían muy buenas migas, negociando los Fondos Mineros, y también con el actual Delegado de Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, con gran peso, antes como alcalde de Oviedo y ahora como jefe de las fuerzas y cuerpos de la represión, en la organización criminal más corrupta de Europa ? Y el “pacto de la duerna PPSOE” del que tanto le gusta hablar a tú amado Cascos ¿qué?

“Dejadme en paz.Miren, miren, señores televisadores, miren lo que me hace la prensa. Me está doliendo muchísimo el pie, voy a ir al Juzgado de guardia ahora mismo”, ladraba como una “pitbull” la letrada de Villa después de sufrir un presunto pisotón en su zapato de esparto…

Pero, volviendo al escenario de la “operación HULLA”, ¡¡¡qué tremendo tiene que resultar para el “villismo” tener que pasar del poder casi omnímodo a estar sentado ante los Tribunales de la Justicia por ladrón, tratando de evitar entrar en la cárcel protagonizando una tragicomedia, no exenta de todo tipo de anécdotas por parte de su guionista, la letrada Ana García Boto, unas veces imitando los ladridos perrunos y otras montando el escándalo porque alguien le pisó el talón de su zapato, cuando no repartiendo maletinazos contra los “televisadores”. Alargada sombra la de esta “operación HULLA” que se extiende desde Asturias hasta Madrid, Salamanca, Murcia y Almería, poniendo en entredicho tantas cosas, entre ellas los fundamentos discursivos de nuestra vida pública, donde el “villismo” contó durante décadas con un poder absoluto como virrey de Asturias, al tiempo que mantenía muy buenas relaciones con teóricos antagonistas ideológicos, como era el Partido Popular, tal y como ha quedado dicho: Fondos Mineros encaminados a la creación de un nuevo tejido industrial en Asturias, con el fin de paliar la pérdida producida por el programado cierre de los pozos mineros – verdadero enfrentamiento de fondo entre el “villismo” y el “saavedrismo”- cuyo uso y abuso de los mismos ha distado mucho de sus verdaderos fines.  

El expresidente del Montepío Minero, José Antonio Postigo, con su abogado José Joaquín García, a la salida de los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Rubín en Oviedo, para prestar declaración en el Juzgado.

En efecto, eran las 8,15 horas del día 30 de mayo cuando comenzaron las detenciones por parte de la Guardia Civíl con la del constructor Juan Antonio Fernández en la localidad asturiana de Pola de Lena; siguiendo a continuación con la del exasesor fiscal del Montepío de la Minería en Oviedo, José Manuel Fernández; la del arquitecto Manuel Sastre en Pola de Lena, y la del expresidente del Montepío, José Antonio Postigo, a las 9,10 de la mañana en su chalé murciano de Torre-Pacheco, para ser trasladado en un furgón oficial habilitado para la conducción de presos y detenidos hasta los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Rubín en Oviedo. Mientras se procedía a la detención de los sujetos descritos, los miembros de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civíl “peinaban” los domicilios y despachos de éstos, rebuscando hasta entre los colchones cualquier documento o prueba, como ocurrió en el domicilio del “villismo” donde, además de una amplia documentación, localizaron una caja roja en la habitación matrimonial cerrada con llave que contenía 28.000 euros en fajos de 50 euros. 

Fajo de dinero encontrado en una caja con 28.000 euros en billetes de 50 euros, durante el registro de la UCO en el domicilio de Villa en la calle Pravia del Barrio La Florida de Oviedo…

Paralelamente a los registros y detenciones, otras unidades de la Guardia Civil preparaban el envío de los correspondientes mandamientos judiciales a 16 sociedades y empresarios implicados en la trama del Montepío Minero, mientras declaraban también la compañera de Villa, María Jesús Iglesias; su hija Angela y su hijastro Rolando; haciéndolo al día siguiente una de las hijas de Postigo, Patricia Postigo; para continuar con el director de la obra del geriátrico de Felechosa, Vicente Fernández; la excompañera de Postigo, María Elena Pérez Veiga; el asesor jurídico del Montepío Minero, Rafael Virgós; y la segunda hija de Postigo, María Elena Postigo. La actual pareja del expresidente del Montepío, la rumana Dorina Bicher, sería requerida para declarar en Murcia, no pudiendo hacerlo su socia, la rumana Rodica Daniela Timis, en la empresa “Todo Limpio y Brillante” con la que Postigo y Bicher blanquearon una parte del dinero robado por encontrarse en en paradero desconocido. 

Dorina Bicher, pareja sentimental de Postigo y socia en la trama corrupta del Montepío de la Minería

La actual compañera sentimental de Postigo, Dorina Bicher, había comenzado a trabajar como camarera en el complejo residencial que el Montepío de la Minería tiene en Los Alcázares (Murcia), pero en menos de un mes había sido ascendida a jefa de equipo y dos años más tarde Postigo la nombraría directora del centro, modificando su contrato y cotizando a la Seguridad Social en el máximo nivel de “Licenciados Superiores”, siendo despedida en octubre de 2014 por el nuevo presidente del Montepío, Juan José González Pulgar, por “falta grave”, teniendo que abonarle una indemnización de 15.000 euros. 

Según consta en la documentación de la UCO, la rumana Dorina Bicher creó en 2011 la empresa “Todo Limpio y Brillante”, que contaba como socia con la rumana Rodica Daniela Timis. La compañera sentimental de Postigo tenía el 75% de participación y el 25% era para su socia pero,  mientras la pareja de Postigo ingresó más de 164.991 euros por trabajos de limpieza en Los Alcázares, su socia recibió 18.987,42 euros mediante dos transferencias desde una de las cuentas de Bicher, aunque  al Montepío de la Minería no le consta en sus archivos la existencia de ningún contrato de limpieza con la jefa de equipo de Los Alcázares, y en la Agencia Tributaria no aparecen ni ingresos ni pagos por actividad profesional de la empresa de limpieza citada. Se trataba de un mero instrumento financiero para blanquear el dinero robado. No sería esta  la única vía que utilizaron esta pareja de cuatreros para blanquear dinero, según la investigación, a través de servicios de limpieza. En el caso de los apartamentos almerienses de Roquetas de Mar Postigo hinchaba el coste de los servicios de limpieza y lo hacía a través de una empresa intermediaria entre el Montepío y la sociedad que realmente realizaba estas tareas, llegando embolsarse 138.331 euros por sobrecostes. 

¡¡¡ “Vosotros no entendéis el lenguaje de la mina, esi lenguaje de arranque” !!!, le decía el energúmeno del Postigo al periodista Xuan Cándano, cuando éste le preguntó si había visto a Villa. Claro que no conocemos ese lenguaje minero para pedir las “mordidas”. Entendemos el del trabajo honrado del colectivo minero al que habéis estando robando su dineros logrado a base de sudor y sangre ¡¡¡ Miserables hijos de puta !!!

Al final, según un informe del propio Ministerio de Hacienda, la banda del “villismo” habría elevado el coste del macrogeriátrico de Felechosa un 51 por ciento,  aproximadamente 15 millones que la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada calcula que han sido “distraídos” de las obras del geriátrico, a las que la Mesa Regional de la Minería, donde también estuvo sentado el gobierno autonómico de Asturias, había dado el visto bueno para su construcción por un importe de 28,8 millones de euros para las anualidades de 2008 y 2009, incrementado hasta la cifra de casi los 31 millones de euros en el convenio suscrito entre el Montepío de la Minería y el Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón donde, según las investigaciones realizadas, “la intervención y connivencia” de todos los implicados, incluidos los familiares, “aparece indiciariamente vinculada al incremento en ese 51 por ciento de importe de la obra subvencionada que carecía de justificación (…), en clara persecución de un lucro a repartir entre todos los partícipes (…) y no solo en el desvío de fondos públicos procedentes de los fondos mineros, sino también privado y propios del Montepío de la Minería”. Al respecto, es preciso señalar que el expresidente del Montepío Minero, José Antonio Postigo, encargó al mismo constructor lenense, Juan Antonio Fernández, obras por importe de otros seis millones de euros, hasta un monto total de 38,39 euros, en el complejo residencial de Los Alcázares de Murcia (1,34 millones de euros); en los apartamentos almerienses de Roquetas de Mar (0,7 millones de euros) y Balneario de Ledesma (3,99 millones de euros). 

Las mansiones gemelas de Postigo y su amigo, el constructor del complejo de Felechosa, Juan Antonio Fernández, ambas en la localidad vallisoletana de Mayorga. ¿ Desde cuando un salario minero alcanza para adquirir propiedades de este calibre ?

Después de este colosal robo a los mineros, resulta hasta grotesco tener que escuchar en boca del Villa aquello de que “estos son los ahorros del trabajo de toda una vida, mía y de mis padres” cuando llegó, en noviembre de 2012, al despacho de José Manuel Fernández, entonces asesor fiscal del Montepío Minero y el sujeto encargado de regularizarle un montón de dinero que el mismísimo Villa llevó metido en bolsas sin saber la cantidad que portaba y que, una vez contado y ordenado con el asesor, daría la cifra de 1,2 millones que fueron ingresados en el BBVA, después de haber recomendado muy encarecidamente que no efectuase ningún ingreso de dinero en la Caja de Ahorros al tratarse él de una persona muy conocida.  

Sin embargo, mucho más grotesco resultaría la dedicatoria folletesca de bienvenida a la residencia de Felechosa en la que escribe “El Postigo” aquello de que “Cada día es una pequeña vida; aprovechémosla hasta el final”, dedicándole el complejo residencial a los mineros que perdieron la vida en la mina asturiana, lo que dio lugar a que el fiscal Ignacio Stampa, totalmente indignado, le espetara: “Hay que tener desfachatez para dedicar el complejo de Felechosa a los mineros vivos y también a los muertos, cuando se ha llevado al menos un millón de euros de esas obras (…) Efectivamente es discípulo de Villa; en la forma delictiva, presuntamente larga, y también en las formas despóticas, autoritarias e intimidatorias (…) habiendo conseguido que le dieran 30 millones de euros de los que faltan 15 o 20, que luego vistió el santo para justificar el gasto y que incluso utilizó a personas de su confianza (…) Hasta 2016 paga todo en efectivo y vive de lujo, porque tiene propiedades que un minero nunca en la vida se podría permitir semejante cosa”. 

El macrogeriátrico del Montepío Minero en la localidad asturiana de Felechosa.

Más de lo mismo, o algo más, ocurre con su “capofamiglia” Villa al que, según los movimientos bancarios efectuados por la UCO, queda perfectamente constatado que, durante cinco años, entre el 1 de enero de 2007 y 25 de enero de 2012, en las doce cuentas bancarias de Villa solo se registran dos reintegros en efectivo: uno de 1.000 euros en 25 de mayo de 2007 y otro de 2.404 el 20 de noviembre de 2008, lo que demuestra que la familia vivió durante todo ese periodo del dinero negro obtenido con actividades ilícitas, al quedar constatado igualmente que en las cuentas de su compañera tampoco se aprecian movimientos significativos. Eso sí, en el año 2015, Villa compraría un piso en la calle General Elorza de Oviedo para su hijastro Rolando, pagado con cargo a una cuenta del propio Rolando procedente en gran parte del dinero regularizado por Villa en la amnistía fiscal. 

Zapatería “BAJO EL SIGNO DE CAIN” abierta por la hija e hijastro de Villa, Ángela y Rolando.

A modo de anécdota, para dejar constancia de que los fondos mineros también sirvieron para crear algún que otro negocio, con fecha 6 de noviembre de 2015, la hija y el hijastro del histórico pandillero sindical José Ángel Fernández Villa, Ángela y Ronaldo, ponían sus mejores galas – ella tutú y él pajarita y tirantes – para inaugurar una zapatería con el nombre “Bajo el signo de Caín” (BSC), en el número 5 de la ovetense calle Arco de los Zapatos. Y lo han hecho por todo lo alto, porque a la fiesta de apertura, donde se sirvió un catering a cargo  del Ópera Café en el que corrió el cava, acudieron caras tan conocidas como la actriz y presentadora Paula Prendes, que no dudó en fotografiarse con la pareja y con alguno de los exclusivos modelos que comercializan.  “BAJO EL SINGO DE CAÍN”, ya saben, el primogénito de Adán y Eva al que expulsaron del Paraíso por cargarse a Abel y tal, y tal y tal…

ANTÓN SAAVEDRA 

 

 

 

 

 

 


EL HUNDIMIENTO DEL PSOE: DÉCIMA NOVENA PARTE.

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Reunión secreta celebrada en el Hotel AC de Pozuelo de Alarcón en Madrid, el mes de junio de 2014, donde la felipista Susana Díaz soltó aquello de que “este chico no vale, pero nos vale”, refiriéndose a Pedro Sánchez.

“ESTE CHICO NO VALE, PERO NOS VALE”  (Susana Díaz en la reunión secreta celebrada en el Hotel AC de Pozuelo de Alarcón el mes de junio de 2014)

No hay odios más enconados que aquellos que surgen en el seno de una familia. Ni disputas más autodestructivas que las que crecen en un partido político, especialmente en los llamados partidos de la izquierda, donde se supone que el partido es una gran familia, unida por el principio de la fraternidad, al contrario que los partidos de las derechas, donde priman, por encima de todo,  los negocios. En efecto, el PSOE, o lo que queda del PSOE, afronta desde hace tiempo un proceso fratricida en el que no resulta exagerado pensar que se juega su propia supervivencia, y con ello la posibilidad de que la derecha neoliberal se mantenga en el poder durante muchos años, y en medio de esa batalla a “navajazos”, se alimentan relatos y perfiles nítidos, sin matices, conmigo o contra mí, tanto desde dentro como desde fuera de la familia política.  

Eduardo Madina era el hombre elegido por el Bildeberg en su reunión del 6 de junio de 2014 celebrada en el Hotel Harriot de Copenhague, la misma reunión donde también se trató de la abdicación del rey Juan Carlos, estando presente en la misma la reina de España, Sofía de Grecia…

Refiriéndonos muy concretamente al ganador de las primarias del PSOE, celebradas el reciente 21 de mayo de 2017,  es preciso mirar por el retrovisor para constatar que éste, Pedro Sánchez, había sido bendecido como secretario general del PSOE frente al vasco Eduardo Madina en la reunión secreta celebrada en junio de 2014 en el Hotel AC de Pozuelo de Alarcón en Madrid, donde participaron el propio Pedro Sánchez, la presidenta del gobierno andaluz Susana Díaz, el secretario general del PSOE madrileño Tomás Gómez, el valenciano Ximo Puig y el mismísimo expresidente del gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero, entre otros personajes del “aparatichk” ferraziano.

Sin embargo, en un apartado de la reunión, a la andaluza se le escapó aquello de que “el chico no vale, pero nos vale”, tratando de dejar muy claro que de lo que se trataba era de evitar una pugna entre ella  y Eduardo Madina, cuyo nombre, por cierto, había sido el “elegido” en la reunión del Bilderberg, celebrada entre el 2 y el 6 junio de 2014 en el Hotel Harriot de Copenhague, para dirigir el partido socialista en lugar de Pedro Sánchez, y aquello suponía un grave peligro para la candidatura de la andaluza a la máxima representación del PSOE. Previamente, un “maquiavélico” Pepiño Blanco, había animado a Pedro Sánchez a recorrer España en un utilitario para que le fuese conociendo la gente del partido, alojándose en los domicilios de compañeros en vez de caros hoteles, de tal manera que, después de ganarle las primarias a Madina, con el apoyo del “aparatichk” ferraziano, éste guardase la silla mientras se esperaba a una mejor coyuntura para el salto de Susana Díaz desde Sevilla a Madrid, pero Sánchez cogió gusto al sillón y, seguidamente,  anunció que aspiraba también a la presidencia del Gobierno, respondiendo al adelanto electoral decretado por Susana Díaz en Andalucía con la ejecución de Tomás Gómez al frente del PSOE en Madrid, imponiendo una gestora y un nuevo candidato, saltándose a la torera las primarias como modelo de democracia interna. 

El tranvía de Parla iba a costar 93 millones de euros. Acabó saliendo por 142 millones y los intereses han elevado la factura final hasta los 256 millones; la carísima infraestructura ha dejado arruinada a esta ciudad, que es hoy de las más endeudadas del país. Los sobrecostes del ruinoso tranvía están bajo investigación penal porque, dice la Fiscalía y la UDEF, parte de las obras comprometidas en la ampliación del presupuesto jamás se hicieron. Fue un proyecto liderado por Tomás Gómez como alcalde que continuó gestionando su número dos y sustituto en la alcaldía, José María Fraile: un político que está hoy en libertad bajo fianza, imputado por corrupción en la trama Púnica.

En efecto, Pedro Sánchez había decidido cortar por lo sano, especialmente contra aquellos que se habían destacado por ser críticos contra su persona y, con fecha 12 de febrero de 2015, fulminaba al líder de los socialistas madrileños Tomás Gómez, debido al “deterioro de la imagen e inestabilidad orgánica” de la organización madrileña del PSOE, según la versión esgrimida públicamente por el secretario de Organización del PSOE, el riojano César Luena.  Sánchez y su equipo habían determinado la caída del barón madrileño después de que creciesen las informaciones y las sospechas de supuestas irregularidades en las obras del tranvía de Parla, ciudad de la que Gómez había sido alcalde entre 1999 y 2008, donde  la infraestructura había soportado un elevado sobrecoste que está siendo investigado por los Tribunales de Justicia.  

Pero, ¿quién era realmente el tal Pedro Sánchez Pérez-Castejón del que sólo se sabía que había nacido en el barrio madrileño de Tetuán, en el seno de una familia de clase media acomodada – su padre trabajó en el sector financiero y había ocupado altos cargos en distintos ministerios, y su madre era una alta funcionaria de la Seguridad Social – que había jugado al baloncesto en el Estudiantes y que se había licenciado el año 1995 en Económicas en el  “Real Centro Universitario María Cristina de El Escorial en San Lorenzo de El Escorial” para ostentar la máxima responsabilidad del gobierno español en representación del PSOE?   

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, mostrando su compromiso con los discapacitados jugando un partido de baloncesto en silla de ruedas con el equipo de la ONCE en el que ha demostrado sus cualidades en este deporte. Coincidiendo con el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, Sánchez se ha enfundado la camiseta amarilla del C.D. Ilunion, hasta ahora Fundosa ONCE, para sacar la foto en el partidillo que se jugaba en el centro deportivo municipal Miguel Guillén Prim, en el madrileño barrio de Vallecas.

Al objeto de no caer en ningún error a la hora de elaborar su curriculum, me limitaré a la presentación literal que del mismo hace el propio Pedro Sánchez: “Desde 2012 soy doctor en Economía y Empresa por la Universidad Camilo José Cela, donde ejerzo de profesor de Estructura Económica e Historia del Pensamiento Económico, desde 2008. En 2013 publiqué  ‘La nueva diplomacia económica europea’, en el que recogía y desarrollaba algunos de los contenidos de mi tesis doctoral. Con anterioridad a mi etapa cómo profesor universitario he trabajado como asesor en el Parlamento Europeo (1998) y como jefe de gabinete del Alto Representante de Naciones Unidas en Bosnia durante la Guerra de Kosovo, Carlos Westendorp (1999). Tras mi regreso a España ejercí como asesor de economía en la CEF del PSOE, donde me había afiliado en 1993. He sido concejal en el Ayuntamiento de Madrid entre 2004 y 2009 y diputado por la circunscripción de Madrid del 2009 al 2011. Labor que vuelvo a ejercer en el Congreso de los Diputados desde enero de 2013”. 

El actual secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, debe de saber que la Ley del 11 de febrero de 2011, dice que: “La tesis doctoral se evaluará en el acto de defensa que tendrá lugar en sesión pública y consistirá en la exposición y defensa por el doctorando del trabajo de investigación elaborado ante los miembros del tribunal…(…)
Una vez aprobada la tesis doctoral, la universidad se ocupará de su archivo en formato electrónico abierto en un repositorio institucional y remitirá, en formato electrónico, un ejemplar de la misma así como toda la información complementaria que fuera necesaria al Ministerio de Educación a los efectos oportunos…”

Hasta aquí, todo normal en una trayectoria muy normal, si la misma no estuviera toda ella preñada de mentiras y ocultaciones, tales como la ostentación que hace de tener un doctorado que nunca alcanzó. Así nos encontramos en  la fecha del 11 de diciembre de 2013, cuando los dirigentes del PSOE, Ramón Jáuregui y Trinidad Jiménez, junto con el vicepresidente de la SEAT-VOLKSWAGEN, Ramón Paredes, presentaban su libro en Madrid “La nueva diplomacia económica española”, con la asistencia en primera fila de Pepiño Blanco, Diego López Garrido y Elena Valenciano, pero ¿ se trataba de la presentación de un libro, o realmente era una operación de lanzamiento de un candidato llamado Pedro Sánchez Pérez-Castejón que recientemente había alcanzado el “doctorado” en Economía? Lo que vino después es de sobra conocido: una trayectoria relámpago que culmina en julio de 2014 con la elección de Sánchez como secretario general del PSOE. Sin embargo, lo que precede a la presentación del libro es menos conocido. De hecho, Sánchez y su equipo se han empeñado en ocultar esa prehistoria, dejando subrayado de antemano por mi parte que, en absoluto me mueve animadversión alguna hacia el personaje, sino que, como en tantos otros sujetos, me avergüenza que haya usado el prestigio universitario para fines de promoción política.  Dicho en román paladino: la tesis doctoral de Sánchez no existe, es invisible, siendo el único dato públicamente conocido sobre el texto su título. No hay ni resumen de la investigación ni información pública sobre la composición del tribunal, ya que la tesis no figura en TESEO, la base de datos centralizada de tesis doctorales leídas en España. 

Pedro Sánchez, formó parte de la Asamblea General de Caja Madrid durante la presidencia de Miguel Blesa, periodo en que la entidad realizó numerosas operaciones discutibles, como la venta masiva de preferentes, la compra del City National Bank of Florida o los numerosos préstamos al ex presidente de CEOE,Gerardo Díaz Ferrán.

En el mismo currículum, Pedro Sánchez oculta su vinculación pasada con Caja Madrid, entidad de la que formó parte, entre 2004 y 2009, de su Asamblea General como representante del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, contribuyendo con su presencia y con su voto, a la politización de la entidad que ha dado lugar al mayor coste del rescate financiero.  Pedro Sánchez, que ha criticado el indulto al banquero Alfredo Sáenz en uno de los últimos Consejos de Ministros de José Luis Rodríguez Zapatero o el nombramiento de Miguel Ángel Fernández Ordóñez como gobernador del Banco de España, fue, sin embargo, uno de los que dio su consentimiento a la ruinosa compra del City National Bank of Florida, en noviembre de 2008, por 927 millones de euros, representando la mayor inversión en el extranjero en la historia de la entidad. Tampoco se conoce oposición alguna por  su parte  a la política de concesión de “créditos amigo” practicada por la Caja, a que engordase su balance con activos tóxicos de la burbuja o los sueldos millonarios que Blesa y compañía se autoadjudicaron en aquella época, como tampoco dice en su currículum que, en esa misma etapa en la que era consejero obtuvo, con fecha 29 de julio de 2008, un crédito hipotecario de la entidad financiera por un importe de 159.300 euros. 

Pedro Sanchez y Candido Méndez en un acto sindical para modificar el artículo 135 de la Constitución española.

Sin embargo, desde mi punto de vista, lo más deleznable de este sujeto es el cinismo demostrado en un asunto tan fundamental para el pueblo español, como fue la reforma constitucional española de 2011 acordada por los del bipartidismo PPSOE para modificar su artículo 135 y establecer el concepto de estabilidad presupuestaria, de tal manera que el pago de la deuda pública fuese lo primero a pagar frente a cualquier otro gasto del Estado en los presupuestos generales, sin enmienda o modificación posible. Pues bien, después de reconocer su gran error en un acto sindical de UGT a favor de modificar el artículo 135 de la Constitución, el mismo que él se había “cargado” actuando como portavoz del gobierno de Zapatero en las reuniones del “austericidio”, tratando de justificar su actuación por acatamiento de la disciplina de partido como “diputado raso” que era, aunque su papel fue mucho más allá, cuando en un artículo publicado en El Periódico defendía la necesidad de aquella reforma: “Agosto fue un mal mes para la economía mundial. A ambos lados del atlántico volvieron a saltar las alarmas, y los más agoreros alertan del riesgo de recesión. No creo que estemos en ese extremo, pero sí reconozco la gravedad de la situación y la exigencia de que todos los países – también nosotros: España y Catalunya – reforcemos la confianza del país respecto a nuestros inversores. Tal es el contexto que explica la urgencia de la reforma constitucional ayer aprobada (…) Nunca creí que lo que diferenciara a la izquierda y la derecha fuese el tamaño del déficit público. La estabilidad de las cuentas es un principio de buen gobierno (…) el debate político entre la izquierda y la derecha debe girar en lo que de verdad importa a la ciudadanía: cuánto ingresas y cuánto y cómo lo gastas. La estabilidad no está reñida con la justicia social, al contrario, la alimenta al garantizar la sostenibilidad del Estado del bienestar” 

En menos de un año, Sánchez ha pasado de ser un diputado de segunda fila a ser la esperanza del socialismo para acabar con cuatro años de mandato del PP en medio de un escenario político convulso e incierto tras la irrupción de Podemos y Ciudadanos.

Así llegamos a la fecha del 21 de junio de 2015 cuando Pedro Sánchez quedaba proclamado candidato a la Presidencia del Gobierno del PSOE, consiguiéndolo sin oposición interna en el partido, al ser el único que lograba conseguir los avales necesarios para serlo, después de haber validado hasta 27.249 firmas de militantes en toda España, bastantes más de las 9.699 necesarias, una cifra que no lograron ni de lejos ninguno de los tres candidatos presentados. Desde un principio, Pedro Sánchez había manifestado su voluntad de ser candidato a la presidencia del Gobierno, levantando algunas suspicacias cuando dio por hecho que lo sería y creando cierto malestar en sectores del PSOE cercanos a la presidenta andaluza. “Tú en San Telmo y yo en Moncloa”, le dijo a Susana Díaz en un mitin, pero la andaluza no respondió a ese guiño recordando que los militantes debían tener “libertad” para elegir al candidato en las primarias que estaban previstas para el 26 de julio. 

Susana Díaz seguía sin dar por hecho que Sánchez será el candidato socialista en las generales y mucho menos a pronosticar su triunfo. En un mitin celebrado en Almería el líder federal le propuso su ya famoso “tú a San Telmo, yo a la Moncloa”, pero ella  no le aceptaba el trato, esgrimiendo su teoría de que debe ser neutral para dar libertad a sus militantes…

El resultado de las elecciones municipales y autonómicas celebradas el 24 de mayo  de 2015 resultaron definitivas para la consolidación de Sánchez, pues a pesar de que el PSOE perdió casi 700.000 votos en esos comicios, sin embargo doblaba su poder municipal, pasando de gobernar 100 municipios de más de 20.000 habitantes a 186, mientras en el ámbito autonómico el salto fue  mayor ya que mediante los pactos realizados con Podemos, principalmente, el PSOE lograba presidir siete gobiernos autonómicos cuando antes tenía dos, motivo más que suficiente para que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, decidiera no hacer frente a Pedro Sánchez y no impulsar a ningún candidato alternativo, quedando establecida una tregua hasta la elecciones generales que incluía a Pedro Sánchez como candidato del PSOE  a la Presidencia del Gobierno de España. 

En un escenario de guerra soterrada dentro del PSOE tendría lugar la celebración de las elecciones generales en España, el 20 de diciembre de 2015, resultando vencedor el Partido Popular, obteniendo una mayoría simple de 123 escaños, con un 28,71 de los sufragios, al que seguiría el PSOE, que obtuvo el 22,01 % de los votos, lo que se tradujo en 90 diputados, 20 menos que en los anteriores comicios de 2011, significando el peor resultado alcanzado durante todo el periodo de la restauración monárquica, siendo el tercer partido el liderado por Pablo Iglesias, que sumadas todas las coaliciones en torno a PODEMOS alcanzaría un total de 69 diputados y el 20,68 por ciento de los votos…

El 1 de marzo de 2016, el líder socialista Pedro Sánchez se subía a la tribuna de Congreso de los Diputados para pedir al resto de formaciones políticas allí presentes su apoyo para la formación de un Gobierno.
 Con la confianza de Albert Rivera y Ciudadanos en el bolsillo, el discurso de Sánchez se dirigía de forma clara y tentativa hacia los otros socialistas de PODEMOS.

Así y todo, con sus noventa diputados, Pedro Sánchez aceptaría el encargo de Felipe VI para formar gobierno, estableciendo un programa de gobierno con los naranjitos del falangista Albert Ribera, tratando de que entrara en el mismo PODEMOS,  contestando estos que se dejaran de tanta ambiguedad y se dejasen de “bailar la ‘yenka’ y balancear el ‘hula hoop’ al mismo tiempo”, pidiéndoles que hicieran una propuesta concreta para formar gobierno: o pactaban con la marca blanca del PP o lo hacían con PODEMOS. Al respecto, es posible que Pedro Sánchez estuviera pensando en un acuerdo de izquierdas pero los barones territoriales del partido, por una parte, y la presidenta de la Junta de Andalucía, por la otra, no se lo permitían, entre otras cuestiones porque, tanto los barones como la baronesa solo querían ver su testa colgada de una pica en la entrada de Ferraz. 

Celebradas las dos sesiones de investidura para la proclamación de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno, éste no alcanzó la mayoría suficiente para ser investido, abriéndose una etapa insólita en la política española, camino de unas nuevas elecciones el 26 de junio, tal y como así ocurrió. El resultado fueron 131 votos frente a 219, muy lejos de la mayoría simple requerida, es decir, la inmensa mayoría del Congreso de los Diputados había derrotado el pacto PSOE-Ciudadanos.  

De nada le había servido a Pedro Sánchez su último llamamiento a “votar el cambio”, por la “regeneración” y para que Mariano Rajoy fuera expulsado de La Moncloa. Ni el llamamiento de Pablo Iglesias, que mantuvo la propuesta de Podemos de un Gobierno de coalición “a la valenciana”, quedando el secretario general del PSOE  convertido en el primer político que se presentaba  a una investidura, sin obtenerla,  en la historia constitucional. También era el primero que se presentaba a un debate de este tipo sin apoyos suficientes y la primera vez que este periodo que llevamos de restauración monárquica  el Congreso presentaba una fragmentación que hace muy difícil elegir un presidente. 

 “Soy enormemente optimista por la enorme ilusión que ha despertado la posibilidad de este gobierno de cambio” decía Pablo Iglesias. “Estoy seguro de que Pedro Sánchez va a elegirnos a nosotros”, ha agregado. “Hemos trabajado muy duro en ese documento y voy a dejarme la piel para que lleguemos a un acuerdo para formar un gobierno, seremos leales y ese gobierno será el mejor para España”, ha abundado.

Las nuevas elecciones generales, efectivamente, tendrían lugar el 26 de junio de 2016, donde la coalición UNIDOS PODEMOS superaría al PSOE en votos, de tal manera que la suma de los votos UNIDOS PODEMOS – PSOE empataría técnicamente con el bloque de derechas constituido por PP-CIUDADANOS (10,56 millones y un 44,4% del voto), al obtener el pacto entre UNIDOS PODEMOS-PSOE (10,63 millones y un 44,5% del voto) unos 70.000 votos más que el de las formaciones de derechas. El empate entre Unidos Podemos-PSOE con PP-Ciudadanos, sin embargo, no supondría más escaños para los primeros, sino para la coalición de derechas, que obtendría 164 escaños, a once de la mayoría absoluta (175), siendo el encargado, en esta ocasión, de someterse a la investidura para la presidencia del gobierno de España el líder de la derecha pepera, Mariano Rajoy. 

A partir de ahí se arma la “de Dios es Cristo”, abriéndose una guerra sin cuartel en un PSOE enfermo en fase terminal, después de cosechar históricas derrotas que siguen multiplicándose. Con el titular de “GUERRA FRATRICIDA ENTRE SOCIALISTAS”, el periódico “Liberatión” considera que el PSOE no solo ha entrado en “una lucha” sino que “le está haciendo el juego a Mariano Rajoy”, que no busca sino una división en sus oponentes para encabezar el próximo gobierno. Una situación que sería rematada   con el “golpe de estado” en el seno del PSOE después de las declaraciones del expresidente del Gobierno Felipe González y la dimisión de 17 miembros de la ejecutiva federal, que pretendían desalojar a Pedro Sánchez de la secretaría general.

ANTÓN SAAVEDRA

 

 

 

 

 

EL HUNDIMIENTO DEL PSOE.- VIGÉSIMA PARTE

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ENTREVISTA DE JORDI ÉVOLE A PEDRO SÁNCHEZ, el 30 de octubre de 2016

“Yo taché a Podemos de populistas. Me equivoqué. No supe entender el movimiento que había detrás de Iglesias. Ese impulso renovador es muy necesario. Si el PSOE quiere ser alternativa de gobierno, tiene que trabajar codo con codo con Podemos”

(Pedro Sánchez, el 30 de octubre de 2016 en el programa “Salvados” de Jordi Évole en la Sexta televisión)

 

Aunque la crisis quedó abierta oficialmente tras los humillantes resultados obtenidos por el  PSOE en las elecciones autonómicas celebradas en Galicia y país Vasco, el 25 de setiembre de 2016, donde el PSOE quedaría relegado a la tercera y cuarta posición, fueron varios los cargos importantes  del partido los que se manifestaron a favor de una depuración de “responsabilidades”, apuntando al número uno de las elecciones del 20 de diciembre de 2015 y el 26 de junio de 2016, siendo la líder andaluza del PSOE y presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, la que sugirió estar lista para competir contra Sánchez, pero ni en las primarias ni en el Congreso que Pedro Sánchez había anunciado que propondría el sábado, 1 de octubre de 2016, en el Comité Federal. 

Verónica Pérez, profesional de la política desde la primera comunión, otra de las ninis del PSOE, que ocupa la secretaria provincial del PSOE de Sevilla, conocida popularmente por haberse autoproclamado “única autoridad” del PSOE , ha provocado hilaridad en las redes sociales al referirse a la capacidad de Susana Díaz, candidata a liderar a los socialistas, para compatibilizar cargos:
“Nadie duda en este país de que Susana Díaz tiene una capacidad de trabajo inmensa y sobrehumana, y se caracteriza por dejarse la piel en todo lo que afronta”. ¡¡¡ Que espantoso es el ridículo !!!

En efecto, aquella reunión del Comité Federal del PSOE en la sede de la calle Ferraz de Madrid acabó como el rosario de la aurora, tras una agónica cita de más de 12 horas de duración, que trajo como consecuencias la dimisión del hasta entonces secretario general, Pedro Sánchez, víctima de un “auténtico golpe de estado al PSOE”, y la imposición de una comisión gestora que sería presidida por el secretario general del PSOE asturiano y presidente del gobierno del Principado de Asturias, Javier Fernández. La convulsión se había instalado en el PSOE desde unos días antes con el anuncio de la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva Federal, y la reunión del comité Federal, máximo órgano entre congresos, se preveía muy tensa, con un sector del partido crítico a Sánchez que había dejado de reconocerlo como secretario general, y esa división quedó patente a lo largo de toda la jornada, donde se tardó varias horas en constituir la mesa del comité que, sería presidida por la andaluza Verónica Pérez, la niña bonita de Susana Díaz, después de haberse erigido ella misma como “la máxima autoridad del PSOE” cuando en realidad solo era la presidenta de la mesa del Comité Federal, cuya única competencia es dirigir colegiadamente los trabajos del Comité, produciéndose a lo largo de la reunión receso tras receso en el desarrollo de aquella batalla que, finalmente, votaría la convocatoria de un congreso extraordinario, aunque sin concretar la fecha. Durante esas pausas, la tensión se había trasladado al exterior de Ferraz, donde la militancia partidaria de Pedro Sánchez esperaba apostada en una calle cortada al tráfico: “Traidores”, “No es no”, “Fuera golpistas”… fueron algunos de los múltiples abucheos que los militantes arrojaron sobre todo aquel miembro del Comité que se dignaba a poner un pie fuera de la sede. 

Sangre, sudor, lágrimas, insultos y algaradas. El PSOE vivió ayer su día más caótico, agónico y esperpéntico en más de 40 años. El Comité Federal terminó tumbando al primer secretario general del PSOE elegido por el voto directo de todos sus militantes. Tras 26 meses de huidas hacia adelante, desafíos, guerras fratricidas, dos campañas electorales como candidato, Pedro Sánchez cerraba su etapa como líder del todavía segundo partido de España en una jornada negra en la que la inmensa mayoría de  socialistas sintieron que «el PSOE está roto» y «ya no tiene arreglo»…

Desde mi punto de vista, en una organización que se tilda de democrática, es radicalmente lícito discrepar de su ejecutiva y preferir otros líderes pero, lo lógico hubiera sido que los críticos con el secretario general Pedro Sánchez hubieran presentado una moción de censura, tal y como está prevista en los estatutos del PSOE, y no hacerla de aquella manera tan escandalosa, en medio de la confusión y el tumulto de aquel comité Federal del 1 de octubre de 2016, más parecido a la peor de las reuniones asamblearias de mis primeros tiempos sindicales que al máximo organismo deliberativo y decisorio de una institución como el PSOE que pretendía volver a gobernar el pueblo español. 

Pero, estaba muy claro que los golpistas no querían debatir el fondo del problema. Lo habían evitado hasta entonces y no habían ido al Comité Federal para eso. Solo querían que la Ejecutiva fuera sustituida por una Gestora que pilotase el camino hacia la abstención en la investidura de Rajoy a la Presidencia del Gobierno y organizar un Congreso, pero sin prisas.   

El toque de corneta lo había dado el mismísimo Felipe González, cuando dos días antes de la celebración del Comité lanzaba por las ondas de la SER una feroz crítica a Pedro Sánchez, acusándole de haberle engañado:  “Me siento frustrado y engañado. Me dijo que el PSOE se abstendría en la segunda votación de investidura de Mariano Rajoy y luego hace una cosa completamente distinta (…) Si Pedro ha cambiado de posición, desde luego no se lo ha explicado a nadie y tendrá sus razones. Yo no las entiendo. No solo me siento engañado, es que no entiendo las razones para producir un cambio de esa naturaleza, que crea tanta confusión en el partido y mucha más en el país (…) fue después de esta conversación que mantuvimos cuando escribí un artículo en El País apelando a la abstención del PSOE, y lo hice de acuerdo con la propuesta que me había explicado Sánchez que iba a hacer”.

Felipe González Márquez, el ex presidente jubilado que se aburría en el consejo de administración de Gas Natural Fenosa, parece que se ha enfadado mucho con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, por no permitir gobernar al presidente de una organización criminal, cuatro años más.
Y ha dicho, que en el caso de que se celebren terceras elecciones, quiere que no repita ninguno de los cuatro candidatos cabezas de lista, un plan maquiavélico para encumbrar a la secretaría general del PSOE a Susana Díaz, la presidenta andaluza que prefirió gobernar con los falangistas de Albert Rivera, antes de hacerlo con los partidos del cambio.

Aquello sonaba como los versos de Verlaine, “el largo sollozo de los violines de otoño”, con cuya radiodifusión los aliados avisaron a la resistencia francesa de que empezaba el desembarco de Normandía, donde Felipe González en un brutal ataque que no tiene precedentes en las declaraciones de un líder socialista contra uno de sus sucesores, seguía insistiendo en que el PSOE debía de permitir un Gobierno de Mariano Rajoy con una abstención, porque seguía creyendo, cada vez más convencido, que el PSOE tenía que pasar a la oposición para “recuperar  su alternativa de Gobierno a la derecha”. “Hacer un Gobierno con 85 diputados y con gente que quiere liquidar España y bloquearla, no es posible”, insistía el mamporrero mayor del hombre más rico del mundo. Pero, Pedro Sánchez había garantizado que los diputados del PSOE no se abstendrían si Rajoy volvía a ser candidato, a la vez que afirmaba de que nunca facilitará un Ejecutivo liderado por el PP pese a las presiones de muchos barones socialistas, incluido el propio Felipe González: “NO ES NO”.  

“Primero hay que dar un Gobierno a España y luego abrir un debate profundo en el PSOE”, dijo Susana Díaz esta semana. “Primero, el Gobierno de España y después, los problemas del PSOE”, dijo Rubalcaba. “Estamos ante la decisión no de apoyar al gobierno del PP, sino dejar que arranque el gobierno, que va a ser un gobierno parlamentario”, afirmó Felipe González.
Durante las once horas y media que duró el Comité Federal del PSOE este sábado, pocos hablaron de España y nunca se llegó a votar sobre qué Gobierno necesita España. Todo el día se pasó discutiendo sobre quién votaba qué. Si votaban los 18 miembros que quedaban en la Ejecutiva. Si lo hacían los dimisionarios. Si se votaba un congreso extraordinario o una gestora.

Por otra parte, el derrocamiento de un secretario general por su ejecutiva, era un hecho inédito, pero no menos inédito era el grado de desnorte político y depauperación  convivencial al que se había llegado, teniendo que remontarnos a los peores momentos de la guerra entre el felipismo y el guerrismo de los años noventa para encontrar un escenario de enfrentamiento como el vivido en la semana más triste del socialismo español, y solo hay dos precedentes contemporáneos de que la dirección del partido haya sido asumida por una gestora: cuando Felipe González dimitió para forzar la aceptación de la renuncia al marxismo y cuando Joaquín Almunia renunció al cargo tras su derrota electoral en 2000. De estas crisis salió afianzado el liderazgo de González para dos décadas y surgió el embrión de la reconquista de la mayoría social con José Luis Rodríguez Zapatero donde, paradojas de la vida, el villismo somático fue decisivo con sus votos para que resultase ganadora la candidatura de Zapatero sobre la de Bono por la diferencia de nueve votos en el XXXV congreso del PSOE de julio de 2000.  

En efecto, durante esta bienio negro vivido en el seno interno del PSOE se confundieron, desde mi punto de vista, dos cuestiones fundamentales: De una parte, la estrategia  para formar gobierno con la crítica a Sánchez por su empecinamiento en el no y los condicionantes de una alternativa que tan claramente había dejado escrito y hablado el propio Felipe González; y de otra, las desmedidas ambiciones personales de poder entre sanchistas y susanistas; al margen, claro está, de la interpretación de las normas estatutarias. Como es superconocido, el primer resultado electoral le había dado a PSOE la ventaja política de ser el único partido que podía escoger entre liderar la hipotética formación de un gobierno alternativo al del PP, dejarle gobernar en minoría o provocar las terceras elecciones. Ese era el trilema, pero se desaprovechó el gobierno alternativo con PODEMOS quedando reducido el trilema en un dilema, al quedar solo dos opciones, cualquiera de ellas de muy elevado coste político, provocando la división del partido, la irritación de su militancia y el desconcierto entre sus electores.  

Javier Fernández, el ya ex-presidente de la Comisión Gestora que dirigió al PSOE hasta la celebración del 39º Congreso, no es ningún niño. Nació en 1948. Es decir, tendrá el próximo mes de enero la respetable edad de 68 años.
Tampoco se puede decir que sea un “precoz” militante del partido ya que su afiliación al PSOE se produce después de aprobar  
unas codiciadas oposiciones al Cuerpo de Ingenieros de Minas, adscrito al Ministerio de Industria y Energía.Fernández, en pleno mandato del gobierno felipista del PSOE.
Fue a partir de esas fechas cuando, tras convertirse en funcionario, repentinamente, como si de San Pablo se tratara, se cayera del caballo y descubriera que su futuro se encontraba ineludiblemente vinculado a la suerte del PSOE, y en 1987, ya talludito y con la respetable edad de 42 años, Javier se afiliaba al PSOE de Gijón. Apenas necesitó que transcurrieran tres años para que el entonces Consejero de Industria de la comunidad autónoma de Asturias “petromocheada”, el falangista y hombre fuerte de Villa en la minería, Victor Zapico, lo nombrara Director Regional de Minas y Energía, comenzando su fulgurante carrera…

Al final de aquel espectáculo escandaloso radiado y ofrecido al público por todos los medios de comunicación, se votó la propuesta de celebrar un Congreso Extraordinario, y se votó a mano alzada, de tal manera que Pedro Sánchez perdió la votación y con ello se produjo la dimisión que tan ansiosamente exigían los y las susanistas, quedando el PSOE en manos de una gestora presidida por el asturiano Javier Fernández, cuya principal misión fue la aprobación de la abstención a la investidura del candidato pepero a la presidencia del gobierno, sin ser consultada a los afiliados y, por tanto, de obligado cumplimiento para todos los diputados y diputadas del PSOE, con el único argumento de que, no siendo posible un gobierno alternativo – si alguna vez lo fue, ya no lo era -, el interés del partido era evitar las terceras elecciones.  Así mismo, la Gestora sería la encargada de llevar las riendas del partido hasta que se celebre el congreso federal extraordinario, en el que se elegirá a la nueva Comisión Ejecutiva Federal y ratificar al secretario general que salga elegido en primarias entre la militancia. Pero, ¿ quién era realmente aquel hombre al que se había presentado como un auténtico referente moral del socialismo para presidir la Gestora del PSOE ?  

De él se han escrito tantas barbaridades, desde presentarlo como nieto de Manuel Llaneza y hombre fuertemente represaliado durante la dictadura franquista, como ocultaciones interesadas que sí, se corresponden a la realidad. “Una de las historias más bonitas que he escuchado en el partido socialista es el de un hijo de dos padres que se conocieron en un campo de concentración y hoy es Javier Fernández el presidente de Asturias”, afirmó literalmente la mismísima presidenta andaluza, Susana Díaz, días antes de encomendarle la dirección de la gestora, ante el asombro de un país que había visto el aquelarre en prime time, aunque de muy poco nos valió esa historia a las asociaciones en defensa de la MEMORIA HISTÓRICA que habíamos solicitado la medalla de oro de Asturias para los guerrilleros antifascistas asturianos en el año 2013, dejándola desierta ante la incomprensión de miles de familias, para entregarla  dos años después a la principal fortuna asturiana, “Los Masaveu”, justo tras aparecer en la lista Falciani y ser imputada en la Audiencia Nacional por un fraude de más de 80 millones de euros. Es verdad que los restos de su abuelo materno yacen en la profundidad del pozo Fortuna de Turón – jamás se le ha visto en el homenaje que se realiza todos los años en el lugar de la espeluznante masacre cometida por el franquismo y, mucho menos se le ha visto abrir su boca para exigir Verdad, Justicia y Reparación sobre nuestros mejores hombres y mujeres que dieron su vida por la libertad y la democracia, pero no es menos verdad que la represión franquista le permitió realizar sus estudios de bachiller en el Colegio Menor “Mar Cantábrico” de Luarca, un colegio de pago perteneciente a la Falange española, continuando sus estudios de Ingeniero Superior de Minas en las escuelas de Oviedo y Madrid. 

Un “represaliado” por la dictadura franquista, Javier Fernández, en viaje de estudios en El Ferrol del Caudillo ( 4º de pie por la izquierda) con el colegio Menor “Mar Cantábrico” de Luarca, perteneciente a la FET y las JONS, donde cursaba sus estudios de bachillerato en régimen de interno…

Nacido en la localidad asturiana de Mieres en 1948 y presentado como referente del socialismo asturiano, sería un tremendo error silenciar la meteórica ascensión de Javier Fernández al firmamento de la política autonómica asturiana debido a méritos propios, cuando la realidad es otra muy distinta. Creció en Mieres, principal ciudad minera, donde pasó su juventud en los últimos años del franquismo, desconociéndose  actividad política en esos años, por la simple razón de que jamás se “mojó” en nada. En pleno mandato felipista, allá por el año 1985, “ganaría” unas oposiciones al Cuerpo de Ingenieros de Minas, adscrito al Ministerio de Industria y Energía, siendo destinado a Santander, para ser trasladado al poco tiempo a la región asturiana, como inspector actuario en la Dirección Regional de Minas, y sería a partir de esas fechas cuando, de repente, como si de San Pablo se tratara, se caería del caballo para descubrir que su futuro se encontraba ineludiblemente vinculado a la suerte del PSOE, afiliándose en la agrupación socialista de Gijón en el año 1987, bastante talludito, pues ya tenía la respetable edad de 42 años de edad. 

Villa y su “hijo putativo” Javier Fernández en los juzgados por el “caso Campelo”

Uno de los primeros empujones que permitieron a Fernández ascender se lo proporcionaría el nacionalsocialista Víctor Zapico, por entonces Consejero de Industria del gobierno del PSOE en Asturias, condenado a nueve años de cárcel por su participación en  la conocida  trama carbonera de “mina La Camocha”, que lo nombraría Director General de Minas y Energía, aunque ambos tuvieron que dimitir por el tristemente caso del “Petromocho” que acabó con el gobierno autonómico asturiano presidido por Juan Luis Rodríguez-Vigil. Pero no sólo el corrupto aludido fue clave en la carrera del ingeniero Fernández, porque ello no hubiera sido nunca posible de no haber mediado decisivamente en su promoción política  un siniestro personaje de la vida sindical asturiana, llamado José Ángel Fernández Villa que, durante más de 30 años sería el virrey de Asturias y que actualmente se encuentra imputado en varios procesos judiciales del ya famoso “Villamocho”, quien lo auparía a la secretaría general del PSOE hasta la presidencia del gobierno asturiano, después de haberlo hecho consejero, diputado nacional, autonómico y senador. Habiendo transcurrido 25 años después, Fernández ya no vive en les “cases barates” de Requejo en Mieres, sino en Somió de Gijón, la Moraleja asturiana, exclusivo barrio donde hace poco construyó su segunda mansión tras un crédito de Cajastur por valor de 280.000 euros, rodeado de polémica por un presunto trato de favor. 

Javier Fernández, el presidente de la Gestora surgida del golpe de los coroneles contra el PSOE, también recíbía los jabugos “mareados” por la Marea Riopodrense

Y, mientras esto ocurría, durante su gestión como secretario general del PSOE y gobierno autonómico de Asturias, el paro se disparaba, con mayor crudeza en las cuencas, por el cierre de la minería; los jóvenes asturianos lideraban la emigración porque el pueblo que los vio nacer los expulsaba, al contrario de su hija Elena Fernández que, después de acabar medicina sería colocada de inmediato en el hospital público Valle del Nalón;  y la corrupción asturiana salía de las cloacas. Nombres como la Marea Riopodrense, Gitpa, UGT, Musel, Mareína, Kaype, Niemeyer, Aquagest, Villamocho, entre otros, se fueron haciendo familiares en la sociedad asturiana.   

Así llegamos a la fecha del 21 de mayo cuando la militancia del PSOE volvían a elegir a Pedro Sánchez como su secretario general en las elecciones primarias celebradas, con una participación del 80% del censo de afiliados, donde Pedro Sánchez obtenía el 50,21% de los votos, frente al 39,94% de la candidata del aparatichik presidido por Javier Fernández,  la secretaria general del PSOE y presidenta del gobierno de Andalucía, Susana Díaz, y el 9,85% del exlendakari vasco Patxi López. “Vamos a construir el nuevo PSOE, el de los afiliados. Ahora vamos a tener un PSOE unido y rumbo a La Moncloa”, declaraba un eufórico Pedro Sánchez tras su victoria, aunque yo me inclino a afirmar que lo que se ha construido realmente fue la fosa para el enterramiento definitivo del PSOE, tal y como trataré de demostrar en el próximo capítulo de mi serie sobre el hundimiento del PSOE.

ANTON SAAVEDRA

 

 

 

EL HUNDIMIENTO DEL PSOE: VIGÉSIMA PRIMERA PARTE

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“Asturias es un Principado de Asturias, pero sin embargo nosotros somos un Reino y usted sabe perfectamente que Reino y Principado son dos formas de gobierno distintas” (Adriana LASTRA, vicesecretaria general del PSOE en TVE, el 20 de junio de 2017)

“Ante la configuración del Estado español, integrado por diversas nacionalidades y regiones marcadamente diferenciadas, el PSOE manifiesta: 

1.- La definitiva solución del problema de las nacionalidades que integran el Estado español parte indefectiblemente del derecho de autodeterminación de las mismas que comporta la facultad de que cada nacionalidad pueda determinar libremente las relaciones que va a mantener con el resto de los pueblos que integran el Estado español. 

2.- Al analizar el problema de las diversas nacionalidades el PSOE no lo hace desde una perspectiva interclasista del conjunto de la población de cada nacionalidad sino desde una formulación de estrategia de clase, que implica que el ejercicio específico del derecho de autodeterminación para el PSOE se enmarca dentro del contexto de lucha de clases y del proceso histórico de la clase trabajadora en lucha por su completa emancipación.

3.- El PSOE se pronuncia por la constitución de una REPÚBLICA FEDERAL de las nacionalidades que integran el Estado español por considerar que esta estructura estatal permite el pleno reconocimiento de las peculiaridades de cada nacionalidad y su autogobierno a la vez que salvaguarda la unidad de la clase trabajadora de los diversos pueblos que integran el Estado español… (RESOLUCIÓN del PSOE en el Congreso de Suresnes, el mes de Octubre de 1974) 

Cartel del XIII Congreso del PSOE, celebrado en la localidad francesa de Suresnes, los días 11, 12 y 13 de octubre de 1974.

Hubo un tiempo en el que el Partido Socialista Obrero Español señalaba con el dedo la AUTODETERMINACIÓN de los pueblos y levantaba el pulgar. ¿Derecho a decidir? No, qué va, hablábamos muy en serio, de manera muy clara, precisa y contundente: ¡¡¡DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN DE LAS NACIONALIDADES DE ESPAÑA!!! Ese era uno de los puntos centrales del programa del PSOE. En efecto, estábamos en el mes octubre de 1974, cuando en el barrio judío de Suresnes, en el teatro Jean Vilar de la periferia parisina, nuestro XIII Congreso socialista elegía al abogado sevillano Felipe González como nuevo secretario general, tras una laboriosa alianza entre diversos sectores de la militancia en el interior de España, dejando segregado el PSOE en dos mitades: PSOE renovado, liderado por el andaluz Felipe González, y PSOE histórico (PASOC) liderado por el alicantino Rodolfo Llopis. 

Pues bien, han tenido que pasar 43 años para que un congreso del PSOE, después de marear la perdiz durante todo este periodo de tiempo transcurrido, volviera a asumir en su ponencia política el “carácter plurinacional del Estado”, incorporando en la misma la necesidad de una “reforma constitucional federal, aunque manteniendo que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español”, la cual resultaría aprobada después de ser rechazada una enmienda que pedía su supresión presentada por la delegación de Asturias en la persona de su portavoz Fernando Lastra, sin ni siquiera ser discutida en el plenario del congreso al contar tan sólo con 41 votos a favor y 165 en contra.

Fernando Lastra, portavoz del PSOE que defendió la enmienda en contra del reconocimiento del carácter plurinacional de España, ha recordado que el sector del que forma parte obtuvo el 40 por ciento de los votos en las primarias en Asturias y ha lamentado que no haya habido “ninguna iniciativa ni vocación de acordar nada”. De mantenerse ese comportamiento por parte de la nueva Ejecutiva, el PSOE se encamina hacia un partido en el que “la exclusión y el sectarismo van a ser la pauta de actuación”

El debate sobre la plurinacionalidad del Estado era una de las principales discusiones del cónclave, al igual que lo había sido la resolución sobre la autodeterminación de los pueblos de España en el congreso de Suresnes,  y sería presentada y defendida, entre otros, por la actual presidenta del PSOE, Cristina Narbona, y su compañero sentimental, el catalán José Borrell: “Las tensiones relacionadas con la organización territorial han sido una constante en la historia de la España moderna. Y la falta de soluciones comúnmente aceptadas han ocasionado tensiones competenciales, y en los últimos años también identitarias, basadas en supuestos agravios comparativos. Por ello, «los socialistas entendemos que el federalismo, con sus premisas de cooperación, colaboración, solidaridad y lealtad institucional e interterritorial, como se defiende en nuestra Declaración de Granada, puede y debe ser la solución de una España orgullosa de su diversidad y comprometida con el autogobierno de las comunidades que la integran». Además de la plurinacionalidad, el PSOE resucitaba también el debate entre monarquía y república para «avanzar e implantar la República como modelo de Estado», decía la enmienda aprobada en la Comisión Política por 98 votos a favor y 69 en contra, lo que supuso su debate en el plenario, donde sería rechazada. 

Es decir, la nueva ocurrencia de Pedro Sánchez, como era natural, después del éxito alcanzado en las primarias del 21 de mayo, arrastraba al resto de sus compinches vencedores en el Congreso, que se ven obligados a la defensa de tales postulados, aunque sin saber realmente lo que significa, una vez más, tanta ambigüedad en un asunto tan peliagudo. Lo que hace Sánchez no es más que dar otro salto en el vacío, tratando de no negar a España el carácter de nación hasta llegar al absurdo de afirmar que España es una nación de naciones. Desde mi punto de vista, no puede existir ningún todo compuesto por varias partes en el que cada una de estas sea igual al propio todo, de igual manera que una nación no puede contener en su seno otra nación.

Es decir, la nueva ocurrencia de Pedro Sánchez, como era natural, después del éxito alcanzado en las primarias del 21 de mayo, arrastraba al resto de sus compinches  vencedores en el Congreso, que se ven obligados a la defensa de tales postulados, aunque sin saber realmente lo que significa, una vez más, tanta ambigüedad en un asunto tan peliagudo. Lo que hace Sánchez no es más que dar otro salto en el vacío, tratando de no negar a España el carácter de nación hasta llegar al absurdo de afirmar que España es una nación de naciones. Desde mi punto de vista, no puede existir ningún todo compuesto por varias partes en el que cada una de estas sea igual al propio todo, de igual manera que una nación no puede contener en su seno otra nación. Es verdad que existen estructuras políticas que contienen naciones en su seno, habrá estructuras estatales o imperiales que alberguen naciones; pero nunca esas estructuras serán naciones. Es decir que, dígalo Iceta, Borrel o el mismísimo expresidente Zapatero, si Cataluña, Aragón, Galicia o la República Independiente del Bierzo son algún día naciones, entonces España no podrá serlo, y mucho menos podrá serlo cuando el propio Pedro Sánchez responde a la pregunta de qué es una nación diciendo que se trata de “un sentimiento”, que es lo que una nación no es. 

Todos estos exsecretarios generales del PSOE (Felipe González, Zapatero, Pedro Sánchez, Rubalcaba y Almunia), algunos de ellos presidentes del gobierno español con mayorías absolutas durante muchos años se declararon en su día republicanos, pero todos ellos siguen abrazando efusivamente a la monarquía borbónica, y alguno de ellos, como Felipe González, incluso apoyando el golpe de estado del 23-F desde los salones borbónicos…

Menos mal que la vicesecretaria general elegida en el congreso de la plurinacionalidad, una tal Adriana LASTRA, nos aclaraba el dilema cuando manifestaba públicamente que “como asturiana no tengo anhelo nacional, pero entiendo que otros sí lo tengan”. ¿Debo entender que si no tiene anhelo nacional no se siente española, o es que no considera nación a España? Pero, el remate de la tesis lastrana sería cuando seguidamente afirma que “Asturias es un principado, pero somos un reino, dos formas de gobierno distintas”. A la vista de este embrollo jeroglífico resulta más que evidente que esta señora no tiene ni pajolera idea de lo que ha dicho, porque el principado y el reino en absoluto son dos formas de Gobierno distintas, sino ámbitos diferentes, y sin ánimo de darle lecciones de historia, ni mucho menos, solo le diré que fue en el siglo XIV cuando el rey de Castilla dejó establecido que el de príncipe de Asturias, precisamente, fuese el título conferido al heredero de la corona de Castilla primero y, después, de la de España, y que fue el reino de Castilla, en la persona de su monarca Juan I, quien fundase el propio principado como tal en 1388. Que en 1444, Juan II  ratificaba para su hijo Enrique IV el título de Príncipe de Asturias, recayendo en lo sucesivo sobre el heredero de la corona de Castilla: “Yo el Rey, bien informado y bien certificado mando que todas las ciudades, villas y lugares de Asturias y Oviedo fueren mayorazgo para los Príncipes de Castilla y León, así como era y es el delfinazgo en Francia, para que sean vuestras en toda vuestra vida, y después de vuestro hijo mayor legítimo y que no las puedan enajenar y siempre sean del Principado”.  Por lo tanto, el Principado de Asturias es una creación del reino de Castilla. Asturias, primero reino y más tarde englobado en la corona de León, pasó a ser parte de Castilla cuando Fernando III reunió, en 1230, las coronas de Castilla y de León para siempre, o hasta que el PSOE decida cambiar su apoyo a la monarquía por el de una REPÚBLICA en España. Lo demás son cosas de la mano derecha de Pedro Sánchez.

En plena resaca de las primarias, Lastra ha sido la única colaboradora del reelegido secretario general que en vez de apaciguar los caldeados ánimos del socialismo ha alzado la voz contra los barones autonómicos que apoyaron a la presidenta andaluza, especialmente contra Javier Fernández, el hombre que la aupó en su día en la Ejecutiva Federal del PSOE. En Onda Cero llegó a exigirles que “pidieran perdón” por haber optado por la gran rival de Sánchez, avanzando de que “tendrán que irse a casa”. Ese mensaje lanzado de “o empezáis a representar bien a vuestros compañeros o vais a dejar de hacerlo”, ha sido interpretado en el susanismo como la primera amenaza tras el 21-M.

Pero, ¿quién es ésta tal Adriana Lastra? ¿Cuáles han sido sus aportaciones al debate socialista  a lo largo de su militancia para ocupar tan altísimo escalafón en el PSOE? Nacida en la localidad asturiana de Ribadesella el 30 de marzo de 1979, su biografía es tan cortita que no ocupa más de una servilleta, tal y como aparece en su propia ficha personal en la web del Congreso de los Diputados: “diputada de la XI y XII legislaturas, casada, diputada en la Junta General del Principado de Asturias (2007-2015) y secretaria de Política Municipal del PSOE (julio 2014-octubre 2016)”. Es decir, esta señora no es más que otra de las NiNis que, con tal de seguir comiendo en los establos del PSOE “firma todo lo que le echen”, llámense Pedro Sánchez, Javier Fernández o Susana Díaz. A la edad de 18 años se afiliaría al PSOE  en Ribadesella, para iniciar una gran amistad con Ramón Canal, hijo del secretario general de la agrupación socialista riosellana a la vez que alcalde en la localidad (2007-2011), que le sirvió para ir trepando y trepando en el escalafón socialista, de tal manera que a los tres años ya estaba sentada en la ejecutiva de la FSA-PSOE, y con 28 años ya era una de sus diputadas. Sin antecedentes políticos de ningún tipo, esta “criatura” de 38 años que solo ha ejercido la carrera política – aunque trate de presentarse como antropóloga, solo curso año y medio de carrera, más que suficiente para no extrañar las artes en la trepe de la política – asume una responsabilidad abrumadora en un PSOE en plena guerra civil, camino de la pasokización. 

De hecho, la presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE en la región andaluza, Susana Díaz, no ha hecho suyo el concepto de plurinacionalidad con el que Pedro Sánchez redefine España, y que ha sido votado mayoritariamente en el 39 Congreso federal del PSOE. La propuesta que salió adelante, tal y como ha quedado dicho, aboga por una reforma de la Constitución que avance hacia un Estado federal, tesis compartida por la Susana, porque es la fórmula de consenso que se dieron los socialistas en julio de 2013, y que quedó recogida en la Declaración de Granada. Pero esa fórmula ha quedado superada o matizada por el apéndice que le ha añadido la ponencia política de Sánchez, y que plantea “el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado”. La andaluza  “acatará” las nuevas líneas programáticas del PSOE de Sánchez, pero sigue pensando que “el Estado plurinacional es una idea confusa”, que comporta “ciertos riesgos” porque no todos interpretan lo mismo de ella, y eso puede “violentar el principio de igualdad de oportunidades para todos los españoles vivan donde vivan y esa tesis no es nuestra, sino de PODEMOS”.  

A medida que pasaban los minutos se fue creciendo en su ataque durante el debate pública de las primarias en el PSOE, acusando a Pedro Sánchez de no tener una visión clara de España – que es un líder que lo mismo entra que sale de la Declaración de Granada -. Y siguió elevando el tono, le ridiculizó afirmando que su visión de España varía constantemente y que cada día de la semana saca una nueva versión de España al gusto de cada una de las Comunidades y ciudades autónomas. Utilizó este tema, en definitiva para presentar lo que a su modo de ver son los vaivenes y la falta de claridad de Pedro Sanchez. Por supuesto, esto le permitió de rechazo proclamar su firmeza y sólida visión de España, de lo que es y lo que habrá de ser: frente al mar cambiante y espumoso, ahí está la roca en la que todo el mundo puede confiar.

El propio secretario de Organización del PSOE de Andalucía y mano derecha de Susana Díaz, Juan Cornejo, no ha ocultado esa inquietud a la hora de mostrar los recelos respecto a la plurinacionalidad. “No sabemos cuántas naciones puede haber en España, cómo se llamarán las que no sean naciones, qué territorios tienen derecho a llamarse nación y qué significado jurídico va a tener eso. ¿Significa que habrá españoles de primera y de segunda? Queremos saber si se nos está hablando de que pueda haber un tratamiento fiscal, económico, jurídico o de relación; o si se está hablando de que reconocemos las singularidades, la cultura o el idioma”, para rematar también diciendo que incluso en la nueva cúpula del PSOE no hay unanimidad al respecto, porque “algunos creen que la definición de España como nación de naciones otorga el derecho a iniciar un proceso de autodeterminación”. 

Que la guerra sigue abierta en el seno del PSOE los deja muy claro la propia Susana Díaz cuando sostiene que “los congresos tienen dos tiempos”, y que “lo que se ha aprobado por ahora no basta: hay que desarrollarlo, porque no se entiende”. Díaz, por su parte, no tiene en mente verbalizar el término plurinacionalidad, no formará parte de su diccionario político ni buscará complicidad con PODEMOS: “Yo me siento cómoda con el artículo 2 de la Constitución y de ahí no me voy a mover”. 

Que la guerra sigue abierta en el seno del PSOE los deja muy claro la propia Susana Díaz cuando sostiene que “los congresos tienen dos tiempos”, y que “lo que se ha aprobado por ahora no basta: hay que desarrollarlo, porque no se entiende”. Díaz, por su parte, no tiene en mente verbalizar el término plurinacionalidad, no formará parte de su diccionario político ni buscará complicidad con PODEMOS: “Yo me siento cómoda con el artículo 2 de la Constitución y de ahí no me voy a mover”. En esa perspectiva ha presentado su precandidatura a la reelección como secretaria general del PSOE de Andalucía, donde los sanchistas no van a impulsar a ningún candidato alternativo que le plante cara en las primarias a la andaluza, al menos propiciado por el “apparatichk ferraziano”, todo lo contrario que ocurre con las comunidades del País Valencia, Aragón, Extremadura, Castilla – La Mancha o Asturias, donde ya se ha desatado la guerra entre los javieristas-susanistas y sanchistas, en las personas de “Josechu”, portavoz del PSOE en el ayuntamiento de Gijón, y Adrián Barbón, actual alcalde de Laviana. 

Históricamente, las izquierdas mayoritarias (como queda constatado en el Congreso de Suresnes del PSOE) defendieron la otra visión de España: la visión voluntaria y no forzada de un Estado unido, con su plurinacionalidad, expresada a través del derecho de cada nación a determinar su relación con el Estado español. Está claro que el PSOE actual ha abandonado esta visión de España, al menos en lo que a la autodeterminación se refiere, y creo que  sería importante que Felipe González y  aquellos que jugaron un papel clave en el cambio lo explicaran. En la historia hay cambios que puede que sean necesarios, pero deben explicarse, porque lo que sería inaceptable, desde el punto de vista democrático, es que el cambio fuera (como indicó uno de los redactores de la Constitución, el Catedrático Solé Tura) consecuencia del deseo y las presiones de la Corona y del Ejército, ninguno de los cuales tenía autoridad democrática para hacerlo en aquel momento.

¿Por qué Ferraz zarandea a los barones valencianos y aragonés y no a la andaluza? Entre otras cuestiones, pienso yo, porque Andalucía es la única nacionalidad del Estado español, junto con la nacionalidad asturiana, donde el PSOE aún conserva la mayoría, aunque con el apoyo de los falangistas liderados por Albert Rivera de Ciudadanos, pero el dato clave es que Susana Díaz ganó las primarias a Pedro Sánchez en Andalucía  por una abrumadora mayoría, y  no está, ni por asomo, tan contestada por su propia militancia como lo está Puig en la Comunidad Valenciana, Lambán en Aragón o Javier Fernández en Asturias, quien ha anunciado públicamente su retirada de la primera línea de fuego.  Con la seguridad que le otorga verse inmune a posibles adversarios en unas primarias, el entorno de Susana Díaz se ha tirado a la yugular de Pedro Sánchez  para reprocharle que, desde Madrid se haya propiciado el pulso interno a los barones socialistas que están gobernando. “¿No han pensado en qué posición quedará Ximo Puig o Javier Lambán, que son presidentes autonómicos, si pierden el apoyo de su propia militancia?”, se preguntan en el PSOE de Andalucía, que no viene sino a mostrar  todo el malestar que subyace en el equipo de Susana Díaz tras verse arrinconados en el Congreso federal por la nueva directiva de Sánchez. La sevillana ve “una contradicción” que el madrileño abandere la noción de Estado plurinacional, pero a la vez cargue contra los presidentes autonómicos de su partido, “que en teoría son quienes debieran poner voz y representar esa diversidad plural de España”. 

Como viene siendo normal en esta guerra permanente del PSOE, no podía faltar la valoración del exaliancista popular de Fraga Iribarne y presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien ha asegurado públicamente tener una «muy importante línea de discrepancia» con Pedro Sánchez, no solo en lo que significa el proyecto de partido, sino también el de país, mientras apoyaba y se mostraba convencido de que la presidenta andaluza Susana Díaz ganaría las primarias del PSOE, que «España no es un Estado plurinacional compuesto por 17 trozos», aunque luego aceptara formar parte de la Ejecutiva Federal del PSOE con Pedro Sánchez como secretario general.

 ANTON SAAVEDRA

 

 

 

 

EL HUNDIMIENTO DEL PSOE: VIGÉSIMA SEGUNDA PARTE

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El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió ayer solemnemente apoyar la reforma del Estatuto que apruebe el Parlamento catalán. Lo hizo en el Palau Sant Jordi de Barcelona ante cerca de 20.000 personas, que asistieron al mitin central de campaña. Zapatero, quien dijo que sólo Pasqual Maragall asegura el cambio, asumió las principales reivindicaciones del PSC.

«Apoyaré el Estatuto que salga del Parlamento de Cataluña»

(José Luis Rodríguez ZAPATERO, el 13 de octubre de 2003)

«Es verdad que la frase no fue muy afortunada. Intenté rectificar. Quise decir que apoyaría que el parlamento de Cataluña aprobara un Estatut conforme a la Constitución», afirmó Zapatero en una entrevista con Risto Mejide en 2014, cuatro años después de que el Tribunal Constitucional dictaminase que gran parte del texto que su partido apoyó en el Congreso de los Diputados no tenía cabida en la Carta Magna. 

Tal y como ha quedado escrito en mi capítulo anterior sobre la resolución del XXXIX Congreso del PSOE en junio de 2017, definiendo España como un Estado plurinacional, han transcurrido exactamente 43 años desde aquel otro congreso de Suresnes del PSOE, uno de los congresos más importantes de la historia de la socialdemocracia española. Un congreso donde una nueva generación, encabezada por el sevillano Felipe González, tomaba el relevo de la dirección de la que había sido la fuerza mayoritaria de las izquierdas durante la II República, aunque durante la dictadura franquista había permanecido prácticamente invernando y veraneando mientras la lucha contra el régimen dictatorial  era llevada casi en exclusiva por los partidos comunistas de España y Cataluña PCE-PSUC.     

Felipe González, recién elegido Secretario General del PSOE en Suresnes, y Manuel Garnacho, secretario de actas en la mesa del Congreso, ofreciendo una rueda de prensa para presentar, entre otras resoluciones, la referida a la AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS DE ESPAÑA, el 13 de octubre de 1974

En efecto, a punto de iniciarse la llamada transición democrática que culminaría con la aprobación de la Constitución de 1978, aquel congreso del nuevo PSOE intentó capitalizar el gran deseo de cambio que se detectaba en la sociedad española, debido al enorme desprestigio del régimen dictatorial, siendo una de las experiencias  que contribuyeron a este desprestigio la estructuración del propio Estado español durante la dictadura, que se caracterizó por ser un Estado pobre, con escasa sensibilidad social, represivo, poco redistributivo, altamente corrupto y sin ninguna sensibilidad al carácter plurinacional de España. Más al contrario, el régimen dictatorial había sido hostil y discriminatorio hacia las nacionalidades españolas, dejando en clara evidencia que aquel Estado no era un  Estado que atrajera a las clases populares de los distintos pueblos y nacionalidades que constituyen España. De ahí que en sus propuestas para la nueva España, el nuevo PSOE pidiera el reconocimiento de esta plurinacionalidad, proponiendo un Estado federal en el que cada una de las nacionalidades que lo comprendían tuvieran el DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN, por el cual cada una escogería la manera de relacionarse con el resto de España, asegurándose así la unidad voluntaria y no forzada dentro del Estado federal: “La definitiva solución del problema de las nacionalidades que integran el Estado español pasa indefectiblemente por el reconocimiento del derecho de autodeterminación de las mismas, que comporta la facultad de que cada nacionalidad pueda determinar libremente las relaciones que va a mantener con el resto de pueblos que integran el Estado español”. Imposible usar un lenguaje más claro que el de la resolución congresual del PSOE secuestrado en Suresnes, dejando más claro aún que el derecho de autodeterminación es idéntico al derecho a decidir con el que la inmensa mayoría del pueblo catalán está de acuerdo y que de manera tan maliciosamente se está interpretando, tanto por los independentistas catalanes como por los nacionalistas españoles, como idéntico a la reclamación de la independencia, cuando el derecho a decidir implica derecho a elegir, y la secesión solo representa una opción, pero no la única. Por lo tanto, y refiriéndonos al manipulado asunto de la articulación de Cataluña con el resto de España, su democrático derecho a decidir, en absoluto trata de una demanda de ruptura de España, como constantemente se manipula a los dos lados del Ebro, sino una redefinición de España.  

Parece que todo lo que proviene de PODEMOS atenta contra España, si bien son otros los que defendieron la AUTODETERMINACIÓN como un derecho irrenunciable.
 “El PSOE se pronuncia por la constitución de una República Federal de las nacionalidades que integran el Estado español, por considerar que esta estructura estatal permite el pleno reconocimiento de las peculiaridades de cada nacionalidad y su autogobierno, a la vez que salvaguarda la unidad de la clase trabajadora de los diversos pueblos que integran el Estado español. (Felipe González en Suresnes, en octubre de 1974)

Como ha quedado dicho, el derecho a decidir incluye el derecho a escoger, incluyendo la escisión como una de sus alternativas que, en el caso de Cataluña ha sido ridículamente minoritaria, aunque sin dejar de reconocer que la misma ha ido aumentando debido a la percepción de que tal redefinición es imposible en España. Históricamente, el PSOE siempre defendió la otra visión de España: la visión voluntaria y no forzada de un Estado unido, con su plurinacionalidad, expresada a través del derecho de cada nacionalidad a determinar  su relación con el Estado español, pero ha quedado muy claro que el PSOE actual ha abandonado esta visión de España, al menos en lo que a autodeterminación  se refiere y, desde mi punto de vista, creo que sería tan importante como necesario que el PSOE nos explicara su “cambio” y se dejase de seguir “mareando la perdiz” a base de continuas ambigüedades que pueden significar lo que cada uno quiera en cada momento: Desde la “AUTODETERMINACIÓN” del XIII congreso de Suresnes en octubre de 1974, hasta el “FEDERALISMO ASIMÉTRICO” de agosto de 2003 en la localidad cántabra de Santillana, pasando por el “FEDERALISMO” de su Consejo Territorial de Granada en julio de 2013, y el actual “PLURINACIONALISMO” del XXXIX Congreso del PSOE en junio de 2017, es muy difícil encontrar una sola iniciativa del PSOE encaminada a poner en práctica su ambiguo discurso, yendo siempre sus grandes propuestas al coqueteo con los nacionalismos. 

Felipe González: «Los únicos coherentes en Cataluña son los de la CUP. Por eso mandan en todos los demás. Están buscando a una paloma que entró un día por la montaña. Los de la CUP saben que si Cataluña se va de España será la Albania del pasado, pero les da igual, les da igual irse de Europa». Aznar lo reafirma: «Estoy de acuerdo al 97% contigo»

Muy recientemente, en el debate organizado por el grupo Vocento, el 5 de julio de 2017, entre los tres expresidentes del gobierno español, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, si algo ha dejado claro fue la situación de guerra latente dentro del PSOE, cuando el mismísimo Felipe González llegó a evocar la suspensión de una autonomía en caso de que un ejecutivo regional “atente gravemente al interés general de España”, abogando por aplicar con normalidad el artículo 155 de la Constitución si la Generalitat organiza y celebra el referéndum de independencia, mientras Pedro Sánchez y la dirección del PSOE se manifestaban radicalmente en contra, para rematar afirmando que “siempre he dicho que un expresidente es un jarrón chino en un apartamento pequeño. Es un objeto de valor pero nadie sabe dónde ponerlo. Y ahora además corre el riesgo de que un niño le dé un codazo y lo acabe tirando a la basura”, remataba González, refiriéndose al “niño” Pedrito, de lo que en absoluto debiera extrañarse cuando sabe  que el  actual “basurero mayor” del PSOE necesita bastante tiempo, antes de que lo descabalguen otra vez de la secretaría general del partido, para ir tirando al vertedero la cantidad de basura que el felipismo dejó acumulado por todos los rincones de la sede ferraziana, entre lo que se encuentra su propia figura. 

“El estatuto de Cataluña es una cagada y Zapatero una mierda”. (Felipe González en una conferencia pronunciada en la sede de UGT en Sevilla, el 10 de enero de 2006)

Y, es que Felipe González ha pasado a la historia como el rey de las cloacas, el señor de las alcantarillas, el plenipotenciario de los desagües y el emperador de los albañales. Sus frases escatológicas (“Aznar y Anguita son la misma mierda”, “El Estado de derecho también se defiende en las alcantarillas”, “El Estatuto de Cataluña es una cagada porque Zapatero es una mierda”) revelan una inequívoca vocación por lo pútrido, lo hediondo y lo infecto. ¡¡¡ Pobre jarrón chino, que acumula ganancias millonarias como asesor de magnates, políticos y empresarios, donde su  abultada fortuna personal convive con su sueldo vitalicio de ex presidente, una prebenda que estableció antes de abandonar La Moncloa para asegurar su vejez, codeándose con sujetos como el venezolano Capriles, cruzado antichavista y valedor de las oligarquías; Carlos Slim Helú, prestidigitador de los negocios sucios y uno de los hombres más ricos del mundo; Álvaro Uribe, ex presidente de Colombia, narcotraficante y asesino de masas, o el mismísimo Mohamed VI, rey de la cruenta dictadura de Marruecos. Emprendedor infatigable, Felipe González también cobra su sueldo millonario como consejero del electrofascsimo en la empresa  Gas Natural !!! 

Felipe González fue Isidoro en el franquismo. Y hoy en día es el esposo de Mar García Vaquero, empresaria que aparece en los papeles de Panamá por gestionar en 2004 una cuenta en Suiza por medio de una sociedad radicada en Niue y diseñada por el bufete Mossack Fonseca. También, fue el enterrador del marxismo en el PSOE a finales de los 70. Y, en la actualidad miembro del consejo de administración de Gas Natural Fenosa, consejero editorial de El País, y asesor  del golpista y asesino venezolano,  Leopoldo López, con cuya esposa aparece en la foto, al lado de la Cristina Cifuentes y el Vargas Llosa. 

En realidad, este trilero de la sevillana calle de Sierpes ya soñaba desde bien joven con adentrarse en las alcantarillas para  inspeccionar sus aguas y  embriagarse con su olor a las heces y la suciedad que se desprende de los retretes. Algo le decía en su interior que en ese mundo de hedores, turbulencias y penumbras, se hallaba el verdadero poder, ese cetro invisible que determina el rumbo de la historia. Se imaginaba a sí mismo con botas de pocero, un casco y una lámpara, adentrándose en un territorio, donde estorba moral y los principios sólo son argucias para sobrevivir. Ser el príncipe de las tinieblas le parecía mucho más seductor que ser un bobo idealista. Sabía que le esperaba un largo camino y que no llegaría muy lejos sin dotes de comediante, capaz de fingir, aturdir, enredar y seducir.  

Volviendo al coqueteo con los nacionalismos, resultan muy ilustrativas las proclamas de un eufórico Pedro Sánchez en la clausura del congreso extraordinario del PSOE, el 27 de julio de 2014: “Tenemos que erradicar de España el independentismo (…) Los únicos que han levantado la bandera de la concordia han sido nuestros compañeros hermanos del PSC”, aunque sin duda, donde el nuevo secretario general del PSOE mostró mayor contundencia fue a la hora de hablar de la cuestión territorial y en concreto sobre el conflicto con Cataluña, haciendo un bello canto por el federalismo: “Soy federalista porque soy socialista”, llegó a afirmar para añadir a continuación que “el federalismo que proclama el PSOE es la única vía que garantiza la unión de los pueblos de España”. Por lo tanto, cuando lleguemos al gobierno el PSOE propiciará una reforma en la Carta Magna “entre el inmovilismo de la derecha madrileña y el secesionismo de Más. Queremos un nuevo marco federal para España”, proclamaba entre los aplausos de los delegados asistentes al cónclave. 

Sin embargo, mucho más ilustrativas resultaban las proclamas del catalán Miguel Iceta, uno de los redactores de la ponencia sobre la plurinacionalidad acordada por el PSOE en su recientemente celebrado XXXIX Congreso cuando, después de conocer oficialmente que será candidato del PSC a la Generalitat y que no habrá elecciones primarias, éste abogaba por el final de la legislatura del Parlament “marcada por una hoja de ruta absolutamente equivocada, unilateral y que no lleva a ninguna parte”. En este orden de cosas también recordó el planteamiento del PSC de buscar un nuevo acuerdo con el resto de España que se traduzca en una reforma de la Constitución y que sea votado por todos los españoles para asegurar una mejor financiación y el reconocimiento de Cataluña como nación. De esta manera, el catalán explotará al máximo la momentánea buena  sintonía con Pedro Sánchez, que habla sin complejos de que Cataluña ha de ser reconocida como nación y que España es un Estado plurinacional.  

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha defendido hoy el concepto de plurinacionalidad que ha incluido la ponencia política del 39 Congreso del PSOE como una vía de solución para el problema de Cataluña frente a otros barones que advierten de que abre un debate peligroso para el partido.
“Las resoluciones del Congreso del PSOE son una buena aportación”, ha asegurado.

¿Dónde se encuentra, entonces, la diferencia entre la España federal del PSOE y la plurinacional de PODEMOS, asumida por el PSOE en su reciente congreso? Efectivamente en el mundo existen casos de federalismo no plurinacional y de plurinacionalidad no federal junto a singularidades ni federales ni plurinacionales como la tantas veces fallida en España con aquel “café para todos “ (no es verdad que la actual división de España en 17 autonomías sea fruto de una directa imposición militar, temerosa de los ecos de la Segunda República, que sólo aprobó los estatutos de Cataluña y el País Vasco y no llegó a tiempo de refrendar el de Galicia, lo que trasmitido de generación en generación, se ha transformado en un tópico que desfigura la génesis de la descentralización española, en la actualidad sometida a una arrolladora campaña de desprestigio), y ante la necesidad de reformularla, poco o nada nos ofrece el PSOE-PSC si se habla sólo de federalismo o sólo de plurinacionalidad sin concretar nada al respecto, salvo el uso de la palabra como una mera herramienta electoral. Sigo pensando que, entre federalismo y plurinacionalidad, hay mucho que inventar, pero mucho mejor que el invento no sea confiado a los laboratorios a cubierto, fundaciones o gabinetes, ni mucho menos a cúpulas de partidos hechas a políticas no participativas y al control de la representación. Estoy diciendo que unos y otros participen en el necesario debate, cómo no, pero evitando en todo momento que se monopolicen las propuestas y las decisiones. Procedamos al aire libre, de tal manera que la situación no siga degradándose. 

Y, en esto apareció en escena la nueva ideóloga del PSOE y mano derecha de Pedro Sánchez, la asturiana Adriana Lastra, para darnos una lección sobre la plurinacionalidad del PSOE y, después de desvelarnos que “Asturias es un Principado de Asturias, pero sin embargo nosotros somos un Reino y usted sabe perfectamente que Reino y Principado son dos formas de gobierno distintas”, nos pone como ejemplo de la plurinacionalidad de España a Bolivia que es, dice un estado plurinacional. ¿Cómo es posible que toda una vicesecretaria federal del PSOE diga tales boutades, a no ser que lo haga para que nos riamos a carcajada limpia, y con  ello podamos aliviar las penas del presente, miremos con esperanza el futuro y, al tiempo, borremos los malos recuerdos del pasado? 

Alfonso Guerra pide aplicar ya el artículo 155 en Cataluña y avisa que no se les frenará hablando de nación de naciones. El exvicepresidente del Gobierno y ex ‘número dos’ del PSOE Alfonso Guerra cree que el Ejecutivo de Mariano Rajoy debería explicar por qué no está aplicando ya el artículo 155 de la Constitución para frenar “los excesos de los secesionistas” en Cataluña. Si existe alguna razón, afirma Guerra, debería explicarla, “pues cada día se hace más difícil entender su parálisis ante la manifiesta rebeldía del nacionalismo catalán contra las leyes” (Articulo de Alfonso Guerra en la revista TIEMPO, el 17 de junio de 2017)

En efecto, el Congreso del PSOE aprobó la defensa de la plurinacionalidad de España. No es algo nuevo, ni revolucionario, pero nunca lo había hecho con anterioridad, y ahora nadie sabe qué efectos jurídicos y políticos debería tener esa defensa. En los últimos días se han pronunciado diferentes dirigentes, en el núcleo de dirección alrededor de la figura de Sánchez, que, lejos de clarificar, han dejado al conjunto del PSOE, pero también al PSC, en una situación complicada, y la mano derecha de Sánchez, Adriana Lastra,  ha dejado abierto un camino que, consultadas distintas fuentes en el PSOE y en el PSC, no se entiende en absoluto. Lastra nos asegura que Bolivia podría ser un buen ejemplo para España. Si España se considera “una nación de naciones, pero que eso no contradice la soberanía nacional”, el espejo de Bolivia, a su juicio, puede ser interesante, porque el país andino es “un estado plurinacional”, pero la realidad en el PSOE es que hay mucha hay confusión a la hora de proponer algo para Cataluña, y todo ello deja al PSOE en una situación muy complicada. Quiere resolver la causa catalana, pero no sabe cómo hacerlo, y se lanzan propuestas al azar, que irritan a una parte del PSOE poco proclive a los cambios, y a los que consideran que no se podrá llegar a acuerdos factibles y duraderos sin el PP. Pero también deja al PSC sin argumentos sólidos en Cataluña, para poder plantear una alternativa posible y satisfactoria para el conjunto del catalanismo frente a los partidos independentistas.  Es decir, entre Bolivia y Australia, pasando por Alemania y Suiza,  pero sin resolver nada en concreto, a  no ser que, al final, se intervenga la Cataluña a la que quieren transformar en la Cochabamba boliviana – aunque con sardana en vez de la preciosa música tarijana -, tal y como llegaría a proponer un tan impresentable como indecente Alfonso Guerra en el articulo publicado en la revista TIEMPO, el 17 de junio de 2017.

ANTON SAAVEDRA

 

 

 

 

“ESPACIO POL CAMBIU” SOBRE LA CORRUPCIÓN .

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INTERVENCIÓN DE ANTON SAAVEDRA EN EL “ESPACIO POL CAMBIU” SOBRE LA CORRUPCIÓN EN LA MANZORGA DE GIJÓN, EL 2 DE OCTUBRE DE 2017.

Buenas tardes, compañeras y compañeros, amigas y amigos:

Antes de nada, quiero dar las gracias a los organizadores de este “ESPACIO POL CAMBIU” por permitirme participar en este debate sobre la corrupción.

No hay duda alguna de que nuestro país, nuestra región, atraviesa por una crisis difícil y compleja, y aunque las definiciones de crisis son diversas, yo recuerdo aquella de Gramsci que decía, hay una crisis, cuando lo viejo no termina de morir y cuando lo nuevo no termina de nacer. Carlos Marx daba otra definición, cuando afirmaba que crisis es cuando hay convicciones sin pasión o hay pasión sin convicción, y me da mucho gusto porque, desde mi punto de vista, la idea en este “ESPACIO POL CAMBIU” es que de aquí saquemos convicciones, pero también pasión, porque el tema es importante y trascendente, no en vano la corrupción ocupa el segundo lugar, después del paro, entre las preocupaciones de la ciudadanía.

La corrupción que significa el gran obstáculo para afrontar el CAMBIU, ha sido desde siempre la gran bestia negra, el cáncer que ha invadido el tejido social. Sin embargo, existe una corriente de pensamiento que no encuentra sentido al estudio de la CORRUPCIÓN. Sus integrantes dicen que para qué buscar el antídoto, si forma parte del genoma nuestro, es inherente a nuestra esencia, lo que significa tanto como afirmar que jamás vamos a ser un país honesto, una región honesta, a lo que me opongo con toda rotundidad a esta tesis.

En una de mis visitas a la Fábrica de Armas de La Vega de Oviedo, siempre me llamó la atención un cartel de principios del siglo XX que decía: “El trabajo y la honradez dignifican al hombre”. La frase, como la propia fábrica, es hoy pura arqueología. Pero con frases como esa nos educaron nuestros padres, más incluso que en la escuela o en el centro de trabajo, a la gente de mi generación y por supuesto de las anteriores. Con las que me siguen ese tipo de mensajes se fueron diluyendo, y más que educar para ser honrado y laborioso, hace tiempo que se educa para ser rico y competitivo. Creo que esa evolución, que más bien es una involución, explica en cierta manera el fenómeno de la corrupción política en España a principios del siglo XXI, un cáncer que se ha extendido por toda la sociedad hasta formar todo tipo de metástasis.

Lo primero para adentrarnos en el análisis del fenómeno y tener un buen diagnóstico es reconocer su importancia, porque, tal y como ha quedado dicho al inicio de mi exposición, la corrupción es un problema nacional de primer orden en España.

La corrupción en España, es trágico decirlo, pero es una corrupción sistémica, esto significa que no es circunstancial ni se limita a una sola institución o área de la administración, no se reduce a dos o tres ovejas descarriadas, es una corrupción que está en todos los niveles de gobierno, es una corrupción cotidiana y rutinaria, estructural y coyuntural, es endémica y omnipresente, puede actuar aisladamente o en cadena, organizada y desorganizada en la mayoría de las ocasiones, cuenta con la complicidad explícita o implícita del superior y de la víctima, existe en acción o en potencia, se contagia y multiplica, se alimenta y realimenta y, lo más grave de su realidad es que es capaz de todo si se siente amenazada.

Según constatan las universidades y la Cámara Nacional de Mercados y Competencia, la corrupción tiene un coste total de casi 90.000 millones de euros cada año. El recorte en dependencia ha sido de 1.234 millones, en sanidad es incalculable, y en educación más de lo mismo. Estas cifras darían de sobra para poder recuperar el estado del bienestar.

Más de la mitad de lo defraudado, 47.600 millones de euros, se corresponden con sobrecostes en la administración del Estado, es decir, por las deficiencias en el control de las contrataciones públicas. Los otros 40.000 millones son los derivados de forma directa e indirecta de las múltiples formas que tiene la corrupción: el “Caso Malaya, en 2.000 millones de euros, el caso de los ERE, en 1.200 millones de euros y la familia Pujol, cerca de 3.000 millones de euros”.

Esta corrupción cuesta más de 500 euros al año a cada español, una cifra que no para de crecer porque los casos siguen aumentando. Cada mes se destapan una media de diez casos nuevos de corrupción, como por ejemplo este enero, en el que se han destapado la operación Taula en Valencia, o la presunta financiación ilegal del PP madrileño. Los detenidos por estos delitos también crecen, solo en la última legislatura se han detenido a 7.140 personas por este motivo.

El fraude a la Seguridad Social es el más frecuente con más de un 16% del total y le siguen el cohecho, la prevaricación y el fraude a la Hacienda Pública con más de un 8%.

La corrupción está grabada a fuego en la marca España. Desde 1978 el país ha sufrido 175 casos de corrupción política a todos los niveles: ayuntamientos, diputaciones, gobiernos autonómicos y estatales, y de todas formas y colores; en botes de Cola-Cao, en sobres bajo el colchón y en coches de lujo que pasean por pueblos de apenas 5.000 habitantes.

Las manzanas podridas de los distintos partidos no están tan solas y ya son legión entre los dirigentes de las Administraciones públicas. Ninguna de las diecisiete Comunidades Autónomas se salva, aunque media docena de ellas encabeza la lista de la corrupción en el país, empezando por Andalucía y finalizando en Asturias, donde nos encontramos, con sus MAREAS RIOPODRENSES, VILLAMOCHOS, MUSELONES, TALÁS LLANISCAS, CAJASTUR, LOS CURSOS DE FORMACION EN LA UNION GENERAL DE TIMADORES, mezclados todos ellos con el “PUTIFERIO Y VARIOS” de los CAUNEDOS y sus compinches de la banda criminal del PP.

La región que actualmente preside Susana Díaz ostenta el récord de tramas de corrupción política, con 38 casos distintos. A continuación, le sigue las Islas Baleares, que subió peldaños a un ritmo vertiginoso durante el Gobierno de Jaume Matas. Actualmente, la región balear acumula 24 operaciones de corrupción, por delante de Madrid, qué con 22 casos, toma la delantera por la alta cuantía defraudada, sobre todo por partidos a nivel nacional desde la época del Gobierno de Felipe González hasta el actual, manchado por el caso Bárcenas y la trama Gürtel.

La comunidad catalana también llega a la veintena de casos, pese a que uno de los más relevantes, el de Banca Catalana, fue sobreseído por falta de pruebas. La entidad, que fue presidida entre 1974 y 1976 por el expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, necesitó una intervención estatal en 1984 tras aflorar un agujero de 20.000 millones de pesetas. Por entonces, pocos imaginaban que la familia Pujol-Ferrusola conseguiría amasar un patrimonio superior a los 3.000 millones de euros, repartido en más de 20 paraísos fiscales.

Ahora, todos los miembros de la familia, tanto el matrimonio como sus sietes hijos, están imputados por distintos delitos de corrupción. La Comunidad Valenciana también destaca en el ranking de la corrupción política con trece casos a sus espaldas y actualmente en plena investigación por la presunta financiación ilegal del PP.

La radiografía de la corrupción en España pone negro sobre blanco y colorea al Partido Popular de puro carbón. La formación protagoniza 68 casos, la mayoría de ellos en pequeños ayuntamientos, aunque está señalado en las principales tramas a nivel nacional. El PSOE le sigue muy de cerca, con 58 operaciones corruptas, el grueso de ellas, acontecidas en Andalucía.

Convergencia i Unió, o como se llame ahora, se ha visto envuelta en nueve casos y la desaparecida Unión Mallorquina, en siete. Aunque no hay que olvidar partidos minoritarios, como el GIL, fundado por el exalcalde de Marbella, Jesús Gil, que sobrevivió a cinco tramas, o Coalición Canaria, que se ha visto salpicada por otras cinco.

La Justicia actúa, aunque a modo de tortuga paralítica, cuando no en perfecta connivencia con los corruptos. De los 175 casos de corrupción que hay en España, ya se han cerrado 90 de ellos, mientras el resto siguen abiertos en los Juzgados. Entre los casos que más caros han salido a las arcas están el de Púnica, que se calcula que pudo haber defraudado 250 millones de euros, los ERE de Andalucía (150 millones), Gürtel (120 millones) o el caso Saqueo (96 millones).

Es verdad que la corrupción afortunadamente no afecta a “todos” los funcionarios públicos, pero no es menos verdad que no todos los funcionarios son “inocentes”, aunque la percepción pública marca que un 34 % piensa que los funcionarios son corruptos.

No hay forma de delatar la corrupción desde el servicio público sin ser un héroe y acabar como mártir. Ejemplos múltiples y sangrantes de falta de justicia para con la honradez de los delatores públicos de la corrupción. Vergüenza que debería recaer en la ciudadanía, pero miramos para otro lado.

El grueso de la corrupción se centra en la mala praxis del servicio de contratación pública y en el fallo de todos los órganos correctores.

Algunos políticos se dejan arrastrar a la corrupción porque no tienen un sueldo acorde con su esfuerzo y porque los partidos están mal subvencionados en función de la arquitectura del por el sistema de partitocracia que se diseñó en su día. El gran beneficiado de la corrupción, hipotéticamente, es la gran empresa.

Según informes de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, en el sector público se compra de media un 25 % más caro que lo que marcan los precios medios del mercado.

A esta situación se ha llegado por las siguientes causas:

–      Han fallado los correctores:Funcionarios, Instituciones, Partidos, Sindicatos y ciudadanía.

–      No hay transparencia y la ley que se ha aprobado recientemente solo es traslúcida. Hemos pasado de la opacidad al estado traslucido, pero no somos capaces de ver ni entender los detalles. No hay, por tanto, ni rendición de cuentas, ni responsabilidad sobre el gasto, ni capacidad de entender las políticas de gasto.

Desde mi punto de vista, la solución pasa por aumentar la trasparencia, y generar mecanismos de control individuales (la figura del delator público sin generar mártires) y poner en marcha una institución nacional de vigilancia de la contratación pública con poder para examinar procesos y resultados de todos los expedientes de contratación de cualquier organismo del sector público.

Vivimos, amigas y amigos, una crisis tan dramática que a muchos ciudadanos les ha llevado a la desesperación y a la ruina, y en nada nos debe consolar el saber que el mundo ha sobrevivido a otras crisis aún mayores, algunas de las cuales terminaron en un colapso económico y cambiaron el curso de la historia. Lo que sí conviene saber es que para salir de este pozo del presente tenemos más recursos que nunca: más ciencia, más tecnología, más infraestructuras… Solo necesitamos recuperar la educación y los valores. Y, por supuesto, la voluntad de asentar sobre ellos una justicia insobornable, sólida y humana. Y no demos vueltas a la pirindola para llegar al mismo sitio de partida, porque mientras la justicia no sea justicia, nunca habrá justicia.

Creíamos que el bienestar era poco menos que eterno. Pero el virus de la codicia se ha llevado por delante las certezas y ha teñido de oscuridad los horizontes. Allí donde había luz hay sombra, allí donde había calma hay desasosiego, allí donde había seguridad hay incertidumbre y angustia. Y lo que es peor aún: allí donde había despilfarro comienza a aparecer el hambre.

La situación de un parado temporal puede ser más o menos incómoda. La situación de un parado sin prestaciones es angustiosa y deprimente. La situación de un parado sin esperanza es sencillamente destructiva, y solo una sociedad enferma puede permanecer impasible ante la aniquilación humillante de algunos de sus miembros. Es algo radicalmente inhumano. Por ello, tenemos que hablar con suma claridad. Es muy difícil, casi imposible, que el CAMBIU pueda brotar de las madrigueras en las que siguen atrincheradas las comadrejas de la vieja política. El milagro del arrepentimiento y la redención por las buenas obras siempre es posible. Pero será eso: un milagro, una excepción.

En todo caso éste es el rasero por el que debiéramos de apostar en cada momento a la hora de elegir a los hombres y mujeres que tienen que regir los destinos de nuestro país: el que esté dispuesto a cambiar la ley electoral, a imponer la democracia interna en los partidos, a devolver la independencia al poder judicial, a renunciar a aforamientos y demás privilegios, a predicar con el ejemplo dando un paso atrás ante la menor sospecha de connivencia con la corrupción, a incluir mecanismos de participación ciudadana en el proceso legislativo, ése representará a la nueva política. Lo demás será, lisa y llanamente, más de lo mismo: Paro y Corrupción y más Corrupción y Paro, y lo más grave para una sociedad, que los votantes que sigan votando a los corruptos, sabiéndolo como lo saben, serán, por lo menos, sus cómplices. Así de claro, tal y como viene ocurriendo en las últimas elecciones celebradas donde millones de ciudadanos han dado el voto a la banda criminal del PP.

Gracias.

 

EL SAHARA TRAICIONADO POR ESPAÑA

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“La Trini” y el ministro de Exteriores moro, ¿riéndose por el genocidio que viene realizando el gobierno del MOHAMED VI contra el pueblo saharaui?

” Los acuerdos de Madrid de 1975 NO han transferido la soberanía del Sáhara Occidental ni han otorgado a ninguna de las firmantes el status de potencia administradora, estatus que España NO puede transferir unilateralmente “

( Resolución S/2002/161 del Departamento Jurídico de Naciones Unidas ).

¡ NO, señora ministra de Asuntos Exteriores del gobierno de su querido y amado Zapatero ! ¡ NO, señora Trinidad Jimenez Garcia-Herrera ! Por mucho que usted sea ministra de no sé cuántas cosas – usted tampoco lo sabe – a la vez que miembra trilateralista del CLUB BILDEBERG, junto con la reina de España, la Botin, o el Solana, entre otros sujetos y sujetas, en absoluto le otorga el derecho para mentir tan descaradamente a la opinión pública al afirmar que “España está desligada de toda responsabilidad en el SAHARA”, porque con esas y otras estúpidas afirmaciones no demuestra más que ser una ignorante, una insensata y, lo que es peor, una de las responsables del GENOCIDIO que viene llevando a cabo el gobierno asesino del moro MOHAMED VI contra el pueblo árabe del SAHARA, aquel pueblo hermano que hace 35 años constituía la provincia número 53 del Estado español.

Comenzaré recordándole que, de acuerdo con la Declaración de Madrid de 14 de noviembre de 1975, “la descolonización del SAHARA OCCIDENTAL culminará cuando la opinión de la población saharaui se haya expresado válidamente.”  Y como quiera que, al día de hoy, después de 35 años de aquella “marcha verde” – orquestada por el régimen asesino de HASSAN II y apoyada por “esos poderes trilateralistas” que usted y su querido Zapatero representan -, no se ha producido el tan masoneado referéndum de autodeterminación, la cuestión del SAHARA debe seguir incluida en el orden del día de la O.N.U. Dicho de otra manera,España sigue siendo jurídicamente responsable de conducir el territorio saharaui a su plena descolonización mediante la aplicación del principio de autodeterminación, y ello, dígase lo que se diga, quiere decir que Marruecos en absoluto tiene soberanía alguna sobre la que un día fuera la 53 provincia española. Por si ello no fuera suficiente, el “informe Corell” que usted menciona para seguir engañando a la opinión pública ACLARA muy claramente que como Marruecos no está incluido como potencia administradora del territorio en la lista

Documento secreto sobre el Estatuto de Autonomía para el SAHARA, que nunca llegó a publicarse donde se ve la anotación: “FRANCO.11-VI-1974.

de las Naciones Unidas, España sigue siendo la potencia administradora de iure y, como tal, sigue siendo responsable de conducir el territorio del SAHARA, hoy Okupado y masacrado por los moros del MOHAMED VI, hacia la plena descolonización, sin coacciones, sin presencia de las fuerzas armadas moras – sólo con la presencia de observadores de las Naciones Unidas -, y siempre en base al censo elaborado por nuestro pais en el año 1974 donde resultaron censados 74.000 saharauis.

La cuestión es que los desdichados acuerdos  de Madrid habían liquidado todos y cada uno de los supuestos  en que se había basado la doctrina de la descolonización española hasta esa fatídica fecha, basada en aceptar las exigencias de la Comunidad Internacional para llevar a cabo la autodeterminación, llegando inclusive, si así lo decidía la voluntad mayoritaria del pueblo saharaui, a la independencia, pero los políticos de la España de 1975, aprovechándose de la agonía del dictador Franco, dieron un giro radical a la doctrina descolonizadora asentada y decidieron abandonar tan cobarde como canallescamente al pueblo hermano del SAHARA OCCIDENTAL, haciendo dejación de sus responsabilidades jurídicas, políticas e históricas y, lo más sangrante de estos indeseables, entregando, totalmente desamparadas, a aquellas personas  y su tierra a la voracidad de un asesino como HASSAN II, no sin antes haber pasado por “caja” para recibir el precio pactado, tal y como nos llegó a confirmar personalmente el mismísimo ministro de información de la REPUBLICA ARABE SAHARAUI DEMOCRATICAMohamed Salem uid Salec, en una de nuestras visitas a los campamentos, allá por marzo de 1977, destacando personajes como los Solís Ruiz, Areilza, Cortina Mauri, Alvarez Miranda…

Desde entonces, todos los gobiernos que se vinieron sucediendo en España, tras la felonía cometida contra el pueblo saharaui, no sólo han mirado para otro lado, tratando de endosar a otras instancias la solución de un desgarrador conflicto que ellos contribuyeron a crear, sino incluso vendiéndoles armamento de todo tipo, como ocurrió con el gobierno del PSOE presidido por Felipe González – hoy consejero áulico del rey moro MOHAMED VI – para que el sucesor del asesino HASSAN II las emplee, las está empleando, contra aquel pueblo que, allá por noviembre de 1976, tuvo el cinismo de visitar en las arenas del desierto para darles su total apoyo en nombre del PSOE y posteriormente EXIGIR al gobierno de Adolfo Suárez, en el pleno del Parlamento de 16 de agosto de 1979, “el reconocimiento del FRENTE POLISARIO como representante del pueblo saharaui, así como los derechos de este pueblo a la independencia  y soberanía nacional en el marco de la intangibilidad de las fronteras heredadas de la época colonial, de acuerdo con las Cartas de las Naciones Unidas y de la Organización para la Unidad Africana

Ahora, tras el brutal ataque de los sicarios del MOHAMED VI al campamento de protesta saharaui el reciente 8 de noviembre con un balance de más de 30 muertos y cientos de heridos graves – la monarquia mora es tan democrática y transparente que ni siquiera permite la entrada de periodistas – Marruecos se permite el lujo de imponer un verdadero estado de terror, con detenciones masivas y torturas hasta causar la muerte de los saharauis, como antesala de una auténtica “guerra”, mientras el gobierno del pipiolo monclovita se niega a condenar la masacre. ¿Por qué ese silencio cómplice? ¿Está pagando Zapatero el costoso precio de aquel atentado terrorista del 11-M que sirvió, entre otras cosas, para elevarle a las poltronas del Palacio de la Moncloa?

Lo cierto es que nos encontramos ante el último episodio del giro radical en el gobierno deZP sobre el pueblo saharaui respecto a la postura histórica de nuestro pais y del mismísimo PSOE, hasta el punto de que hemos pasado  de una clara defensa por parte de todos los gobiernos de la democracia del derecho de autodeterminación, incluyendo al gobierno del Partido Popular, a tener que escuchar en boca del vallisoletano de Leónde que el Plan Baker – este se basaba en la libre autodeterminación del pueblo saharaui, que podría escoger entre la independencia, la aceptación de la situación actual o una amplia autonomía dentro de Marruecos – no era la mejor solución, en aquel acto tan indecente con Marruecos que envenenó hasta nuestras relaciones con Argelia. La brutal y feroz LIMPIEZA ETNICA que viene llevando a cabo Marruecos y la política de asentamientos y desplazamientos para diluir la población autóctona acabarán haciendo definitivamente inviable la convocatoria del referéndum de autodeterminación, hasta el punto de que el silencio cómplice y la inacción del gobierno de los Zapatero, el Rubalcaba, la Trini , el Marcelino, o el Jauregui suponen la mayor de las traiciones cometidas contra un  pueblo, en este caso el SAHARA OCCIDENTAL.

ANTON SAAVEDRA

¿PELIGRAN LAS PENSIONES ?

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CHARLA-DEBATE SOBRE LAS PENSIONES A CARGO DE ANTÓN SAAVEDRA EN LA SEDE SOCIAL DE PODEMOS-OVIEDO, EL 25 DE ENERO DE 2018.

Buenos tardes, compañeras y compañeros, y gracias por vuestras palabras de presentación, pero yo sólo soy un compañero más que quiere aportar su granito de arena a este proyecto de PODEMOS como herramienta que nos permita poner punto y final a este sistema injusto y corrupto de bipartidismo turnista PPSOE para ir construyendo un sistema más justo y más democrático al servicio de la gente, al servicio de las personas.

Sin más preámbulos, y con el fin de dar paso a un debate enriquecedor sobre los peligros que acechan a nuestras pensiones, me vais a permitir que haga unas reflexiones a modo de sinopsis, centradas en los conceptos que titulan mi ponencia.

LA PRIMERA, para decir que el sistema público de pensiones, nuestro sistema, está en permanente deconstrucción, al igual que buena parte de los sistemas europeos. Las sucesivas reformas perpetradas por los gobiernos del bipartidismo PPSOE durante los últimos 30 años nos están abocando a un futuro de pensiones precarias y pensionistas empobrecidos, donde, según estimaciones de la propia Comisión Europea, en 2030 un ciudadano con un salario de 1000 euros recibirá una pensión de 606 euros, y en 2060 será de sólo 465 euros. Por lo tanto, el problema no es si las pensiones se podrán pagar el mes que viene: el problema es que las pensiones públicas del futuro, caso de existir, no van a permitir una vida digna después de muchos años trabajo.

LA SEGUNDA, para constatar que la estructura legal de nuestro sistema de pensiones no es más que el resultado de reformas que siempre han tenido como argumento evitar la quiebra de la Seguridad Social, elevando primero, en 1985, de 10 a 15 años el periodo mínimo de cotización para acceder a pensión; después, en 2011, la edad de jubilación elevada de 65 a 67 años; y más recientemente la introducción por parte del gobierno Rajoy del “factor de sostenibilidad”, eliminando la revalorización automática de las pensiones a partir de 2013, aunque mucho antes ya lo había comenzado a realizar el gobierno de Zapatero con el incremento cero para las pensiones.

Y si a ello sumamos las nefastas reformas laborales, que han precarizado el empleo, otorgando más poder a los empresarios en perjuicio de los trabajadores, esto nos ha llevado a unos salarios reales menores y, con ello, una mayor dificultad para cotizar.

LA TERCERA, para afirmar que el objetivo de fondo no es otro que acabar con el sistema público de pensiones, lo cual procuraría un doble beneficio al capital. El más evidente: promocionar el negocio de los sistemas privados de pensiones y lograr que las cotizaciones gestionadas actualmente por la Seguridad Social lo sean por agencias privadas propiedad del oligopolio bancaria, dando más dinero fresco a la banca para especular en los mercados financieros.

No nos engañemos, ni nadie trate de engañarnos: los planes privados de pensiones en absoluto pueden ser una solución para la clase trabajadora: si con un salario medio bruto en España de 12,84 euros a la hora apenas se puede ahorrar a final de mes ¿qué dinero podrían destinar los trabajadores a dichos planes? ¿de qué sirven a la mayoría de población mileurista? ¿y para qué? ¿para que inviertan el ahorro de los trabajadores en acciones que, como las de Bankia, pasaron un buen día de valer 40 euros a no valer nada o en las conocidas participaciones preferentes, caso concreto de CAJASTUR?

LA CUARTA, para confirmar que  el objetivo de los gobiernos neoliberales del bipartidismo turnista PPSOE no es otro que  alcanzar el mayor debilitamiento de la clase trabajadora, porque sin pensiones garantizadas, los trabajadores seguiremos siendo ciudadanos temerosos ante nuestro futuro, cada vez más incapaces de movilizarse en defensa de nuestros  intereses, y ni siquiera de perder un solo día de cotización para hacer una huelga, quedando obligados a trabajar hasta el fin de sus días, aquellos que tengan el “privilegio” de tener un puesto de trabajo.

Se trata, compañeras y compañeros, de ir al desmantelamiento de lo que un día se llamó el “Estado del Bienestar” que siguió al final de la II Guerra Mundial, con sus políticas de pleno empleo y amplios servicios públicos redistribuidores de renta y riqueza logrados a través de la “lucha de clases”, esa “lucha de clases” que hoy se ha transformado en una “lucha de frases” tan grotescamente practicado por el pandillerismo sindical.

LA QUINTA, para manifestar, una vez más, que nunca nadie ha regalado nada a los trabajadores. Si nuestro sistema público de pensiones está ahí es como resultado de la presión que los trabajadores ejercieron un día frente al capital, una presión que se articuló a través de los sindicatos y los partidos de izquierda de antaño. Es decir, las pensiones públicas son una conquista obrera, al igual que la jornada de 8 horas o el descanso semanal, y como todas esas conquistas seguirán ahí mientras sus beneficiarios – presentes y futuros – seamos capaces de seguir luchando y presionando para que así sea frente a quienes llevan 30 años deconstruyéndolas.

Por supuesto que, tanto el gobierno actual del PP como los que le precedieron del PSOE, puede seguir esgrimiendo cifras y más cifras en defensa de sus reformas antisociales. Pero lo que no es de recibo es la interpretación que se puede hacer de cada una de ellas.

Pudiendo ser cierto que la Seguridad Social cerró 2016 con un déficit equivalente al 1,7%, ¿por eso no se pueden pagar las pensiones? ¿a quién puede escandalizar un déficit tan exiguo como el de la Seguridad Social? ¿Acaso no cerraron las Administraciones Públicas en 2009 con un déficit del 11% del PIB, en 2010 del 9,4%, en 2011 del 9,6%, en 2012 del 9,5%… y se financió?

¿No se puede financiar un déficit del 1,7% o es que depende de a quién vaya destinado el dinero? Recordemos que buena parte del déficit de aquellos años se debió al rescate bancario y a las políticas de austeridad. No es que el déficit de la Seguridad Social sea elevado: la clave radica en si los trabajadores tienen o no la misma capacidad de presión que la banca para que el Estado ponga el Presupuesto a su servicio, y a tenor de los sucesivos recortes de pensiones que venimos padeciendo parece más bien que no, sobre todo si observamos la actitud pasota de las élites sindicales, cuando no de la propia connivencia de éstas con la patronal y el gobierno de turno.

Mirad, compañeras y compañeros: manejando exactamente los mismos números que manejan los Montoro, De Guindos y compañía, el dinero de nuestras cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes a los últimos cuarenta años, éste ha servido, se ha utilizado para muchas cosas, desde la financiación de la sanidad hasta las pensiones no contributivas pasando por la financiación de los propios Presupuestos Generales del Estado.

Sí, compañeras y compañeros, con el dinero de nuestras cotizaciones, de nuestras pensiones, se han financiado hasta los Presupuestos Generales del Estado, y si todo ese dinero se hubiese destinado exclusivamente al fondo de las pensiones, ahora mismo ese fondo de pensiones tendría ¡¡¡MEDIO BILLÓN DE EUROS!!! Por lo tanto, si el dinero de nuestras pensiones ha estado financiando otras políticas, sería justo que ahora otras políticas, otros impuestos, financiasen a las pensiones. En absoluto habría ningún problema de sostenibilidad si el fondo de pensiones hubiese sido destinado a las pensiones.

Además, abundando más en el tema, ¿por qué se habla del “déficit” de la Seguridad Social y no de otros organismos del Estado? ¿Cuál es el déficit de la Casa Real o del Tribunal Constitucional? ¿Y del Ministerio de Defensa? ¿Cerramos la Universidad? ¿Dejamos de hacer carreteras?

¿Será posible, me pregunto yo, mantener la red estatal de carreteras en 2040? Nadie parece preocuparse hoy por esa cuestión, de crucial importancia en la actividad de un país. Sin embargo, agoreros de distinto signo, pelaje y condición insisten en anunciar para esa fecha el colapso del sistema público de pensiones.

Según los apocalípticos profetas de la quiebra de la Seguridad Social, en 2040 la población española estará tan envejecida que la relación entre beneficiarios y cotizantes hará insostenible el sistema de pensiones. Resulta de veras prodigioso que la grey de arúspices del futuro socioeconómico sólo ven encenderse luces de alarma en el tablero de mandos macroeconómico cuando se trata de las pensiones públicas, haciendo caso omiso del resto de los indicadores.

Porque si, tal como sugieren los lúgubres predictores basándose en las proyecciones demográficas, el problema va a ser de escasez de población activa en 2060, al faltar trabajadores no sólo entrarían en crisis las pensiones públicas, sino también las privadas. Pues por la misma regla usada para afirmar que escasearán los cotizantes a la Seguridad Social, se deduce que también serán escasos los inversores en fondos privados. Es más, al estrecharse la franja de población activa contribuyente, será muy difícil acudir con fondos públicos al salvamento de bancos en quiebra, como acaban de hacer los Estados. Por lo que, en 2040, las entidades financieras que incurran en manejos delincuenciales de la misma índole que los usados para desencadenar la actual crisis quedarán a merced del libre juego de mercado.

Y esto no es lo más grave. Si faltan trabajadores, tampoco será posible atender las redes viarias, los aeropuertos, los hospitales o los centros de enseñanza. Apenas habrá maestros, médicos o enfermeros. Disminuirá asimismo el número de jóvenes vigorosos aptos para nutrir los cuerpos militares, policiales y de emergencia que mantienen el Orden Público, la Defensa Nacional y la Protección Civil frente a incendios y otras catástrofes.

Esa escasez de fuerza laboral no sólo afectará al sector público, pues ¿de dónde va a salir la mano de obra que asegure el pleno funcionamiento de fábricas, oficinas y comercio? Sin embargo, esa debacle general de la producción no parece inquietar a estas Casandras de vía estrecha. Lo que hace sospechar que, cuando únicamente se muestran preocupados por el futuro de las pensiones, exigiendo privatizar las pensiones, están mintiendo de una manera descarada.

Por lo tanto, decir que la Seguridad Social se encuentra al borde de la quiebra es una estupidez, porque detrás de la Seguridad Social está el Estado con todos sus recursos financieros. En absoluto se trata de carencia de medios, es un problema de opciones: de a quien se da y a quien se quita, de qué gastos son prioritarios y, sobre todo, cuánto se recauda y de dónde.

Ningún colectivo ha sido tan castigado económicamente como el de los pensionistas. Nadie ha sido tan estafado como los jubilados. Ninguna demagogia tan despreciable como la dirigida a los ancianos, a quienes se asusta con el miedo a quitarles su pensión.

¿Hay alguna razón para que no se puedan pagar las pensiones? ¿Existe el menor riesgo de que dejen de cobrarse? El único peligro posible no nace de los hechos objetivos, sino de una ideología que considera pernicioso cualquier mecanismo redistributivo. Introducir la incertidumbre, la duda y el miedo entre aquellas personas que, por haber llegado a la última etapa de su vida, se sienten más indefensas y son más vulnerables al argumento de la inseguridad es simplemente canallesco.

El día que se diga que no hay dinero para el pago de las pensiones, ese día será que ha quebrado el Estado, y si esto llegase a ocurrir, entonces sería cuando el problema de nuestras pensiones, dejaría de ser un problema. Por lo tanto, VAMOS a seguir luchando en la calle y en las instituciones a través de los compañeros y compañeras de PODEMOS, para dar soluciones al problema de nuestras pensiones. Y para lograrlo, es totalmente necesario llenar los parlamentos y ayuntamientos de compañeros y compañeras rojos, verdes y morados, procedentes, no sólo de la universidad, sino de las fuerzas del trabajo y, como no, del propio colectivo de pensionistas.

En la actualidad, cada vez que toca la paga doble de nuestras pensiones, se nos machaca constantemente con que se han sacado tantos millones de la “hucha” de las pensiones, dejándonos “caer” que esto se va acabando. Pues bien, cuando se acabe que la vuelvan a llenar, así de fácil, pero que nadie trate de seguir engañándonos con el cacareado PACTO DE TOLEDO.

En efecto, éste ha sido para las prestaciones sociales lo que fueron los PACTOS DE LA MONCLOA de 1978 para los derechos laborales: las bases que propiciaron el principio del fin de un conjunto de derechos duramente conquistados a lo largo de la historia por el MOVIMIENTO OBRERO.

Curiosamente, los actores políticos no variaron sustancialmente. Aquellos “Pactos de La Moncloa” de 1978 fueron alborozadamente saludados como “una gran conquista para la democracia y los derechos de los trabajadores por CC.OO. y UGT”, de igual manera que el “Pacto de Toledo” de 1995 provocó el éxtasis de UGT y CC.OO. que declararon a los cuatro vientos, como papagayos que eran y son de los partidos redactores que, gracias al pacto, quedaban garantizadas para el futuro los derechos sociales y el Sistema de Seguridad Social, incluida la jubilación, cuando la cruda realidad es que el “Pacto de Toledo” introduce muy sibilinamente una novedad que, a la postre, ha resultado nefasta para los intereses de la clase trabajadora, al consagrar el llamado principio de “separación y diferenciación de las fuentes de financiación” del sistema.

¿Qué se esconde tras tan ampuloso epígrafe? Pues, lisa y llanamente, que a partir de la firma del “pacto”, la financiación de las prestaciones de naturaleza contributiva dependerán básicamente de las cotizaciones sociales, quedando excluida la posibilidad de complementar tal financiación con cargo a otras partidas de los Presupuestos Generales del Estado, creando para ello lo que se ha venido en llamar la “hucha” del Sistema de Seguridad Social, cuyos ingresos – exclusivamente provenientes de las cuotas sociales – deberán servir para el pago de las correspondientes prestaciones, de tal forma que una previsión – verdadera o falsa – de incapacidad de tal “hucha” para garantizar los pagos a medio y largo plazo, se traducirá inmediatamente en recortes de las prestaciones o, incluso de su desaparición pura y dura. ¡Todo esto se firmó con el entusiástico aplauso de los llamados sindicatos mayoritarios de la clase de CC.OO. y UGT!

¿Se entiende ahora por qué, en un contexto donde el gobierno anuncia “situaciones catastróficas” en las “reservas” que conforman la “hucha social” a medio plazo, siempre basadas en los “informes”, absolutamente faltos de rigor, provenientes del FMI, el BCE y el Banco de España, dan ganas de echarse “mano a la cartuchera” cada vez que el gobierno acuerda rebajar o suprimir cuotas sociales de la patronal, que no son sino un salario en diferido de los trabajadores, bajo el pretexto de que, con tales dineros, la patronal fomentará el empleo ?

Resulta más que grotesco escuchar a los Pedro Sánchez y Adrián Barbón argumentar en su escrito de campaña electorera “que tú pensión está en peligro, porque el Gobierno del Partido Popular ha fomentado el empleo precario y las cotizaciones son más bajas que nunca. Su objetivo no es otro que agotar el Fondo de Reserva para destruir el sistema público de pensiones y después privatizarlo. No lo podemos permitir”. 

¿ Cómo se puede actuar con tanta frivolidad por parte del PSOE cuando fueron ellos con su reforma laboral de 2010 quienes iniciaron el camino de la precarización (agravada por la reforma del PP en 2012); cuando se olvidan de que su reforma de las pensiones en 2011 supuso la primera rebaja y el retraso de la edad de la jubilación; cuando calla que su reforma del artículo 135 de la Constitución (pactada con el PP) da prioridad al pago de la deuda frente al dinero destinado a las prestaciones sociales y a los servicios públicos; cuando olvida que ha pactado con el PP su oposición a un incremento sustancial del salario mínimo que repercuta en un aumento sustancial de los salarios y, por tanto, de las cotizaciones; cuando calla que sus compromisos, y sus deudas, con la banca les obliga, a ellos y al PP, a incentivar los sistemas privados de pensiones… y cuando olvida que ese PP que “pone en peligro las pensiones” está gobernando porque el PSOE le ha permitido con su abstención y lo sigue permitiendo con su oposición a la reciente moción de censura presentada por PODEMOS y negarse a presentar otra. Por lo tanto, el PSOE no puede seguir engañando al pueblo pretendiendo actuar de “apagafuegos” cuando forma parte del bloque de los “incendiarios”.

Es decir, por mucho que sigan glayando los González, Aznares, Zapateros y Rajoys, las pensiones deben de seguir siendo sustentadas con cualquier tipo de partida presupuestaria y no sólo con las cotizaciones de acuerdo con el artículo 50 de la Constitución española que obliga al Estado a tener recursos suficientes para el pago de pensiones y su revisión periódica.

Por ello, desde mi punto de vista, considero irrelevante la bajada del número de cotizaciones en el régimen como argumento del bipartidismo y sus voceros tertulianos al uso. Es verdad que con muchos menos trabajadores en el sector agrícola se producen muchos más alimentos, por ejemplo; de la misma manera que un aumento inevitable de la productividad de un número menor de trabajadores puede sostener, e incluso expandir, las pensiones sin ningún problema, porque la viabilidad de las pensiones no es una cuestión demográfica o económica, sino política.

En la actualidad, compañeras y compañeros, más del 50% de los ¡¡¡ NUEVE MILLONES DE PENSIONISTAS EXISTENTE !!! está por debajo del Salario Mínimo y casi el 30% apenas llegan al mínimo, una situación mucho más gravosa para las mujeres, que de media cobran un 30% menos que los hombres, pero la cruda realidad es que ni al Gobierno, ni a la Patronal, ni a las cúpulas de los sindicatos institucionalizados les preocupa en lo más absoluto el sistema público de pensiones y la sostenibilidad de los pensionistas. Todo lo contrario, su política está destinada a que el Estado se gaste lo menos posible en pensiones y que los trabajadores tengamos que hacernos un plan de pensiones privado.

Por lo expuesto y por mucho más, la movilización de la clase trabajadora, del conjunto de la ciudadanía, en contra de este ataque brutal contra la vida y la dignidad de las personas, es la única herramienta válida para paralizar este proceso irracional.

Los sistemas públicos de pensiones forman parte de los derechos sociales, de ese “contrato” social europeo fundamentado en la solidaridad y la justicia, luchado y conquistado por las generaciones que nos antecedieron, sobre todo a partir de los años cincuenta del siglo XX. Hoy, por el contrario, nos encontramos ante el progresivo desmantelamiento del conocido y mencionado Estado del Bienestar en un contexto de crisis que está siendo utilizado como coartada para justificar la imposibilidad de su mantenimiento. Pero en la defensa de este modelo de bienestar, sabemos que hay en juego victorias históricas por los derechos sociales.

Emulando al compañero Julio ANGUITA en base al “Informe PETRAS” de 1996: ¡¡¡ Chavales, no tenéis futuro alguno, salvo que luchéis  !!!

El “Informe PETRAS” que tengo en mis manos trata de un encargo del gobierno felipista del PSOE al profesor PETRAS que, cuando se lo entregó al gobierno, y éste leyó su contenido, se lo pagó y lo guardó en un cajón. Entre sus conclusiones se decía en 1996: “Estamos ante la primera generación de jóvenes que van a vivir peor que sus padres”, pero decía otra cosa terrible: “Es una generación criada entre algodones, no está acostumbrada a la lucha. Este es el problema, este país no tiene ningún futuro, salvo lo que duren el sol, las playas y el turismo”.

Creéis que sois rebeldes, y no lo sois. De nada sirven las poses rebeldes, solo sirve la lucha, por eso hay que preparar los “gomeros” para acertar a la cabeza del gigante Goliat y derribarle. ¡¡¡Esa es la cuestión!!!

En definitiva, la Seguridad Social no es un capricho, sino una de las conquistas con las que el movimiento obrero humanizó la sociedad para alejarla del estado de las bestias. Algunos propugnan hoy volver a ese estado recuperando un capitalismo salvaje que despertaría violentas respuestas. Si los gobernantes y legisladores hincan la rodilla ante el poder económico, nuestro deber como ciudadanos y ciudadanas es aprestarnos a la defensa civil de las formas solidarias de convivencia.

Muchas gracias.

 


AHORA VIENEN A POR NOSOTROS, JUBILADOS Y PENSIONISTAS I  

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CHARLA DEBATE SOBRE LAS PENSIONES EN LA CASA DE LA CULTURA DE AVILÉS A CARGO DE ANTÓN SAAVEDRA.

9 DE FEBRERO DE 2018

 

Buenas tardes, y muchas gracias por vuestras palabras de presentación, pero yo sólo soy un compañero que pretende aportar un poco de luz a uno de los más graves problemas, junto con el paro y la corrupción, que tiene planteados nuestro país, y sin más preámbulos, con el fin de abrir un debate enriquecedor sobre los peligros que acechan a nuestras pensiones, muy especialmente a las venideras, me vais a permitir que haga unas reflexiones a modo de sinopsis, centradas en los conceptos que titulan mi ponencia.

LA PRIMERA, para decir que nuestro sistema de pensiones está en permanente deconstrucción, al igual que viene ocurriendo con buena parte de los sistemas europeos.

Las sucesivas reformas perpetradas por los gobiernos del bipartidismo PPSOE durante los últimos 30 años nos están abocando a un futuro de pensiones precarias y pensionistas empobrecidos donde, según estimaciones de la propia Comisión Europea, en 2030 un ciudadano con un salario de 1000 euros recibirá una pensión de 606 euros, y en 2060 será tan sólo de 465 euros. Por lo tanto, el problema no es si las pensiones se podrán pagar el mes que viene: el problema es que las pensiones públicas del futuro, caso de seguir existiendo, no van a permitir una vida digna después de muchos años de trabajo.

Antón Saavedra en la Casa de la Cultura de Avilés para participar en la charla-debate sobre las pensiones, el 9 de febrero de 2018.

LA SEGUNDA, para constatar que la estructura legal de nuestro sistema de pensiones no es más que el resultado de reformas que siempre han tenido como argumento evitar la quiebra de la Seguridad Social, elevando primero, en 1985, de 10 a 15 años el periodo mínimo de cotización para acceder a pensión; después, en 2011, la edad de jubilación elevada de 65 a 67 años; y muy recientemente la introducción por parte del gobierno Rajoy del “factor de sostenibilidad”, eliminando la revalorización automática de las pensiones a partir de 2013, aunque mucho antes ya lo había comenzado a realizar el gobierno de Zapatero con el incremento cero para las pensiones.

Como debe de ser conocido, el cacareado “factor de sostenibilidad”, uno de los ejes fundamentales de la reforma de las pensiones en nuestro país, se aplicará a partir del año 2019 y no viene sino a añadir dos nuevas variables al cálculo de la pensión a las ya existentes actualmente, como son la edad de jubilación, los años cotizados y la cuantía cotizada, entre otras.

La primera variable, conocida como “factor de equidad intergeneracional”, tendrá en cuenta al calcular la pensión la esperanza de vida del futuro jubilado, y la segunda variable consistente en ligar la revalorización de las pensiones a la salud de las arcas públicas, de tal manera que las pensiones solo subirán si aumentan los ingresos del sistema por encima de la tasa de crecimiento del número de pensiones, aunque siempre moviéndose entre unos valores situados entre un mínimo del 0,25 por ciento y un máximo del IPC del 0,50 por ciento.

Si a ello sumamos las nefastas reformas laborales, que han precarizado el empleo, otorgando más poder a los empresarios en perjuicio de los trabajadores, esto nos ha llevado a unos salarios reales menores y, con ello, a una mayor dificultad para cotizar.

LA TERCERA, para afirmar que el objetivo de fondo no es otro que acabar con el sistema público de pensiones, lo cual procuraría un doble beneficio al capital. El más evidente: promocionar el negocio de los sistemas privados de pensiones y lograr que las cotizaciones gestionadas actualmente por la Seguridad Social lo sean por agencias privadas propiedad del oligopolio bancario, dando más dinero fresco a la banca para seguir especulando en los mercados financieros.

Loli Cadierno con Antón Saavedra en la presentación de la charla-debate celebrada en la Casa de la Cultura de Avilés, el 9 de febrero de 2018

No nos engañemos, ni nadie trate de engañarnos: los planes privados de pensiones en absoluto pueden ser una solución para la clase trabajadora: si con un salario medio bruto en España de 12,84 euros a la hora apenas se puede llegar a final de mes, ¿qué dinero podrían destinar los trabajadores a dichos planes? ¿de qué sirven a la mayoría de la población mileurista? ¿y para qué? ¿para que inviertan el ahorro de los trabajadores en acciones que, como las de Bankia, pasaron un buen día de valer 40 euros a no valer nada o en las conocidas participaciones preferentes, caso concreto de CAJASTUR?

LA CUARTA, para confirmar que  el objetivo de los gobiernos neoliberales del bipartidismo turnista PPSOE no es otro que  alcanzar el mayor debilitamiento de la clase trabajadora, porque sin pensiones garantizadas, los trabajadores seguiremos siendo ciudadanos temerosos ante nuestro futuro, cada vez más incapaces de movilizarse en defensa de nuestros  intereses, y ni siquiera de perder un solo día de cotización para hacer una huelga, quedando obligados a trabajar hasta el fin de sus días, aquellos que tengan el “privilegio” de tener un puesto de trabajo.

Se trata, compañeras y compañeros, de ir al desmantelamiento de lo que un día se llamó el “Estado del Bienestar” que siguió al final de la II Guerra Mundial, con sus políticas de pleno empleo y amplios servicios públicos redistribuidores de renta y riqueza logrados a través de la “lucha de clases”, esa “lucha de clases” que hoy se ha transformado en una “lucha de frases” tan grotescamente practicado por las élites del pandillerismo sindical actual.

LA QUINTA, para manifestar, una vez más, que nunca nadie ha regalado nada a los trabajadores. Si nuestro sistema público de pensiones está ahí es como resultado de la presión que los trabajadores ejercieron un día frente al capital, una presión que se articuló a través de los sindicatos y los partidos de izquierda de antaño. Es decir, las pensiones públicas son una conquista obrera, al igual que la jornada de 8 horas o el descanso semanal, y como todas esas conquistas seguirán ahí mientras sus beneficiarios – presentes y futuros – seamos capaces de seguir luchando y presionando para que así sea frente a quienes llevan 30 años deconstruyéndolas.

Por supuesto que, tanto el gobierno actual del PP como los que le precedieron del PSOE, pueden seguir esgrimiendo cifras y más cifras en defensa de sus reformas antisociales. Pero lo que no es de recibo es la interpretación que se puede hacer de cada una de ellas.

Pudiendo ser cierto que la Seguridad Social cerró 2016 con un déficit equivalente al 1,7%, ¿por eso no se pueden pagar las pensiones? ¿a quién puede escandalizar un déficit tan exiguo como el de la Seguridad Social? ¿Acaso no cerraron las Administraciones Públicas en 2009 con un déficit del 11% del PIB, en 2010 del 9,4%, en 2011 del 9,6%, en 2012 del 9,5%…, y se financió?

¿No se puede financiar un déficit del 1,7% o es que depende de a quién vaya destinado el dinero? Recordemos que buena parte del déficit de aquellos años se debió al rescate bancario y a las políticas de austeridad. No es que el déficit de la Seguridad Social sea elevado: la clave radica en si los trabajadores tienen o no la misma capacidad de presión que la banca para que el Estado ponga el Presupuesto a su servicio, y a tenor de los sucesivos recortes de pensiones que venimos padeciendo parece más bien que no, sobre todo si observamos la actitud pasota de las élites sindicales, cuando no de la propia connivencia de éstas con la patronal y el gobierno de turno.

Antón Saavedra en plena intervención sobre las pensiones en la Casa de la Cultura de Avilés, el 9 de febrero de 2018

Mirad, compañeras y compañeros: manejando exactamente los mismos números que manejan los Montoro, De Guindos y compañía, el dinero de nuestras cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes a los últimos cuarenta años, éste ha servido, se ha utilizado para muchas cosas, desde la financiación de la sanidad hasta las pensiones no contributivas pasando por la financiación de los propios Presupuestos Generales del Estado.

Sí, compañeras y compañeros, con el dinero de nuestras cotizaciones, de nuestras pensiones, se han financiado hasta los Presupuestos Generales del Estado, y si todo ese dinero se hubiese destinado exclusivamente al fondo de las pensiones, ahora mismo ese fondo de pensiones tendría ¡¡¡MEDIO BILLÓN DE EUROS!!!

Por lo tanto, si el dinero de nuestras pensiones ha estado financiando otras políticas, sería justo que ahora otras políticas, otros impuestos, financiasen a las pensiones. En absoluto habría ningún problema de sostenibilidad si el fondo de pensiones hubiese sido destinado a las pensiones.

Todo lo que se nos ha contado sobre nuestras pensiones es mentira. No es verdad que gastemos en pensiones de manera desproporcionada. Ni en el peor de los escenarios llegamos a invertir en pensiones lo que gastan alemanes y franceses. Ni siquiera es cierto que el déficit de la Seguridad Social se deba a un aumento espectacular de los pensionistas. Se debe, sobre todo, a las sucesivas reformas laborales que han mandado a los trabajadores a la precariedad permanente con salarios de subsistencia.

Además, abundando más en el tema, ¿por qué se habla del “déficit” de la Seguridad Social y no de otros organismos del Estado? ¿Cuál es el déficit de la Casa Real o del Tribunal Constitucional? ¿Y del Ministerio de Defensa? ¿Cerramos la Universidad? ¿Dejamos de hacer carreteras?

¿Será posible, me pregunto yo, mantener la red estatal de carreteras en 2040? Nadie parece preocuparse hoy por esa cuestión, de crucial importancia en la actividad de un país. Sin embargo, agoreros de distinto signo, pelaje y condición insisten en anunciar para esa fecha el colapso del sistema público de pensiones.

Según los apocalípticos profetas de la quiebra de la Seguridad Social, en 2040 la población española estará tan envejecida que la relación entre beneficiarios y cotizantes hará insostenible el sistema de pensiones.

Resulta de veras prodigioso que la grey de arúspices del futuro socioeconómico sólo ven encenderse luces de alarma en el tablero de mandos macroeconómico cuando se trata de las pensiones públicas, haciendo caso omiso del resto de los indicadores. 

Porque si, tal como sugieren los lúgubres predictores basándose en las proyecciones demográficas, el problema va a ser de escasez de población activa en 2060, al faltar trabajadores no sólo entrarían en crisis las pensiones públicas, sino también las privadas. Pues por la misma regla usada para afirmar que escasearán los cotizantes a la Seguridad Social, se deduce que también serán escasos los inversores en fondos privados. Es más, al estrecharse la franja de población activa contribuyente, será muy difícil acudir con fondos públicos al salvamento de bancos en quiebra, como acaban de hacer los Estados.

Y esto no es lo más grave. Si faltan trabajadores, tampoco será posible atender las redes viarias, los aeropuertos, los hospitales o los centros de enseñanza. Apenas habrá maestros, médicos o enfermeros. Disminuirá asimismo el número de jóvenes vigorosos aptos para nutrir los cuerpos militares, policiales y de emergencia que mantienen el Orden Público, la Defensa Nacional y la Protección Civil frente a incendios y otras catástrofes.

Esa escasez de fuerza laboral no sólo afectará al sector público, pues ¿de dónde va a salir la mano de obra que asegure el pleno funcionamiento de fábricas, oficinas y comercio? Sin embargo, esa debacle general de la producción no parece inquietar a estas Casandras de vía estrecha. Lo que hace sospechar que, cuando únicamente se muestran preocupados por el futuro de las pensiones, exigiendo privatizar las pensiones, están mintiendo de una manera descarada.

Por lo tanto, decir que la Seguridad Social se encuentra al borde de la quiebra es una estupidez, porque detrás de la Seguridad Social está el Estado con todos sus recursos financieros. En absoluto se trata de carencia de medios, es un problema de opciones: de a quien se da y a quien se quita, de qué gastos son prioritarios y, sobre todo, cuánto se recauda y de dónde.

Ningún colectivo ha sido tan castigado económicamente como el de los pensionistas. Nadie ha sido tan estafado como los jubilados. Ninguna demagogia tan despreciable como la dirigida a los ancianos, a quienes se asusta con el miedo a quitarles su pensión.

¿Hay alguna razón para que no se puedan pagar las pensiones? ¿Existe el menor riesgo de que dejen de cobrarse? El único peligro posible no nace de los hechos objetivos, sino de una ideología que considera pernicioso cualquier mecanismo redistributivo. Introducir la incertidumbre, la duda y el miedo entre aquellas personas que, por haber llegado a la última etapa de su vida, se sienten más indefensas y son más vulnerables al argumento de la inseguridad es simplemente canallesco.

Casa de la Cultura de Avilés, el 9 de febrero de 2018

El día que se diga que no hay dinero para el pago de las pensiones, ese día será que ha quebrado el Estado, y si esto llegase a ocurrir, entonces sería cuando el problema de nuestras pensiones, dejaría de ser un problema.

Por lo tanto, VAMOS a seguir luchando en la calle y en las instituciones a través de nuestros representantes políticos, para dar soluciones al problema de nuestras pensiones. Y para lograrlo, es totalmente necesario llenar los parlamentos y ayuntamientos de compañeros y compañeras rojos, verdes y morados, procedentes, no sólo de la universidad, sino de las fuerzas del trabajo y, como no, del propio colectivo de pensionistas. En la actualidad, cada vez que toca la paga doble de nuestras pensiones, se nos machaca constantemente con que se han sacado tantos millones de la “hucha” de las pensiones, dejándonos “caer” que esto se va acabando. Pues bien, cuando se acabe que la vuelvan a llenar, así de fácil, pero que nadie trate de seguir engañándonos con el cacareado PACTO DE TOLEDO.

En efecto, éste ha sido para las prestaciones sociales lo que fueron los PACTOS DE LA MONCLOA de 1978 para los derechos laborales: las bases que propiciaron el principio del fin de un conjunto de derechos duramente conquistados a lo largo de la historia por el MOVIMIENTO OBRERO.

Curiosamente, los actores políticos no variaron sustancialmente. Aquellos “Pactos de La Moncloa” de 1978 fueron alborozadamente saludados como “una gran conquista para la democracia y los derechos de los trabajadores por CC.OO. y UGT”, de igual manera que el “Pacto de Toledo” de 1995 provocó el éxtasis de UGT y CC.OO. que declararon a los cuatro vientos, como papagayos que eran y son de los partidos redactores que, gracias al pacto, quedaban garantizadas para el futuro los derechos sociales y el Sistema de Seguridad Social, incluida la jubilación, cuando la cruda realidad es que el “Pacto de Toledo” introduce muy sibilinamente una novedad que, a la postre, ha resultado nefasta para los intereses de la clase trabajadora, al consagrar el llamado principio de “separación y diferenciación de las fuentes de financiación” del sistema.

¿Qué se esconde tras tan ampuloso epígrafe?  Pues, lisa y llanamente, que a partir de la firma del “pacto”, la financiación de las prestaciones de naturaleza contributiva dependerán básicamente de las cotizaciones sociales, quedando excluida la posibilidad de complementar tal financiación con cargo a otras partidas de los Presupuestos Generales del Estado, creando para ello lo que se ha venido en llamar la “hucha” del Sistema de Seguridad Social, cuyos ingresos – exclusivamente provenientes de las cuotas sociales – deberán servir para el pago de las correspondientes prestaciones, de tal forma que una previsión – verdadera o falsa – de incapacidad de tal “hucha” para garantizar los pagos a medio y largo plazo, se traducirá inmediatamente en recortes de las prestaciones o, incluso de su desaparición pura y dura. ¡¡¡Todo esto se firmó con el entusiástico aplauso de los llamados sindicatos mayoritarios de la clase de CC.OO. y UGT!!!

¿Se entiende ahora por qué, en un contexto donde el gobierno anuncia “situaciones catastróficas” en las “reservas” que conforman la “hucha social” a medio plazo, siempre basadas en los “informes”, absolutamente faltos de rigor, provenientes del FMI, el BCE y el Banco de España, dan ganas de echarse “mano a la cartuchera” cada vez que el gobierno acuerda rebajar o suprimir cuotas sociales de la patronal, que no son sino un salario en diferido de los trabajadores, bajo el pretexto de que, con tales dineros, la patronal fomentará el empleo ?

Público asistente a la charla sobre las pensiones en la Casa de la Cultura de Avilés, el 9 de febrero de 2018

Resulta más que grotesco escuchar a los prebostes del PSOE, argumentar en su escrito de campaña electorera “que tú pensión está en peligro, porque el Gobierno del Partido Popular ha fomentado el empleo precario y las cotizaciones son más bajas que nunca. Su objetivo no es otro que agotar el Fondo de Reserva para destruir el sistema público de pensiones y después privatizarlo. No lo podemos permitir”.

¿Cómo se puede actuar con tanta frivolidad por parte del PSOE cuando fueron ellos con su reforma laboral de 2010 quienes iniciaron el camino de la precarización, agravada por la reforma del PP en 2012 ?; cuando se olvidan de que su reforma de las pensiones en 2011 supuso la primera rebaja y el retraso de la edad de la jubilación; cuando callan que su reforma del artículo 135 de la Constitución (pactada con el PP) da prioridad al pago de la deuda frente al dinero destinado a las prestaciones sociales y a los servicios públicos; cuando olvidan que han pactado con el PP su oposición a un incremento sustancial del salario mínimo que repercuta en un aumento sustancial de los salarios y, por tanto, de las cotizaciones; cuando callan que sus compromisos, y sus deudas, con la banca les obliga, a ellos y al PP, a incentivar los sistemas privados de pensiones… y cuando olvidan que ese PP que “pone en peligro las pensiones” está gobernando porque el PSOE les ha permitido con su abstención y lo sigue permitiendo con su oposición a la reciente moción de censura presentada por PODEMOS y negarse a presentar otra.

Por lo tanto, el PSOE no puede seguir engañando al pueblo pretendiendo actuar de “apagafuegos” cuando forma parte del bloque de los “incendiarios”.

Es decir, por mucho que sigan glayando los González, Aznares, Zapateros y Rajoys, las pensiones deben de seguir siendo sustentadas con cualquier tipo de partida presupuestaria y no sólo con las cotizaciones de acuerdo con el artículo 50 de la Constitución española que obliga al Estado a tener recursos suficientes para el pago de pensiones y su revisión periódica.

Por ello, desde mi punto de vista, considero irrelevante la bajada del número de cotizaciones en el régimen como argumento del bipartidismo y sus voceros tertulianos al uso. Es verdad que con muchos menos trabajadores en el sector agrícola se producen muchos más alimentos, por ejemplo; de la misma manera que un aumento inevitable de la productividad de un número menor de trabajadores puede sostener, e incluso expandir, las pensiones sin ningún problema, porque la viabilidad de las pensiones no es una cuestión demográfica o económica, sino política.

En la actualidad, compañeras y compañeros, más del 50% de los ¡¡¡ MÁS DE NUEVE MILLONES DE PENSIONISTAS EXISTENTES !!! está por debajo del Salario Mínimo y casi el 30% apenas llegan al mínimo, una situación mucho más gravosa para las mujeres, que de media cobran un 30% menos que los hombres, pero la cruda realidad es que ni al Gobierno, ni a la Patronal, ni a las cúpulas de los sindicatos institucionalizados les preocupa en lo más absoluto el sistema público de pensiones y la sostenibilidad de los pensionistas.

Es una broma cruel decirle a alguien que cobra 700 euros al mes que se haga un plan de pensiones privado. La verdad sobre nuestras pensiones es muy sencilla. Donde nosotros vemos un derecho, ellos – la oligarquía y sus títeres gubernamentales -, ven un negocio. De los más de 500 planes de pensiones puestos en el mercado los últimos años, sólo dos fueron rentables para sus titulares. Sin embargo, sí fueron muy rentables para la banca que, cada año, solo en comisiones se embolsa la cantidad de 2000 millones de euros. Esa es la verdad.

Por lo expuesto y por mucho más, la movilización de la clase trabajadora, del conjunto de la ciudadanía, en contra de este ataque brutal contra la vida y la dignidad de las personas, es la única herramienta válida para paralizar este proceso irracional.

Los sistemas públicos de pensiones forman parte de los derechos sociales, de ese “contrato” social europeo fundamentado en la solidaridad y la justicia, luchado y conquistado por las generaciones que nos antecedieron.

Hoy, por el contrario, nos encontramos ante el progresivo desmantelamiento del conocido y mencionado Estado del Bienestar en un contexto de crisis que está siendo utilizado como coartada para justificar la imposibilidad de su mantenimiento. Pero en la defensa de este modelo de bienestar, sabemos que hay en juego victorias históricas por los derechos sociales.

Emulando al compañero Julio ANGUITA en base al “Informe PETRAS” de 1996: ¡¡¡Chavales, no tenéis futuro alguno, salvo que luchéis!!! El “Informe PETRAS” que tengo en mis manos trata de un encargo del gobierno felipista del PSOE al profesor PETRAS que, cuando se lo entregó al gobierno, y éste leyó su contenido, se lo pagó y lo guardó en un cajón.

Entre sus conclusiones se decía en 1996: “Estamos ante la primera generación de jóvenes que van a vivir peor que sus padres”, pero decía otra cosa terrible: “Es una generación criada entre algodones, no está acostumbrada a la lucha. Este es el problema, este país no tiene ningún futuro, salvo lo que duren el sol, las playas y el turismo”.

¡¡¡Creéis que sois rebeldes, y no lo sois!!! De nada sirven las poses rebeldes: solo sirve la lucha, por eso hay que preparar los “gomeros” para acertar a la cabeza del gigante Goliat y derribarle. ¡¡¡Esa es la cuestión!!!

En definitiva, la Seguridad Social no es un capricho, sino una de las conquistas con las que el movimiento obrero humanizó la sociedad para alejarla del estado de las bestias. Algunos propugnan hoy volver a ese estado recuperando un capitalismo salvaje que despertaría violentas respuestas. Si los gobernantes y legisladores hincan la rodilla ante el poder económico, nuestro deber como ciudadanos y ciudadanas es aprestarnos a la defensa civil de las formas solidarias de convivencia.

Muchas gracias.

AHORA VIENEN A POR NOSOTROS, JUBILADOS Y PENSIONISTAS II

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CHARLA – DEBATE SOBRE LAS PENSIONES EN EL “VALEY CENTRO CULTURAL DE CASTRILLÓN” A CARGO DE ANTÓN SAAVEDRA.

15 de febrero de 2018.

Buenas tardes, y muchas gracias por vuestra asistencia. Gracias, compañera, por tus palabras de presentación, pero yo sólo soy un compañero más que pretende aportar un poco de luz a uno de los más graves problemas, junto el paro y la corrupción, que tiene planteados nuestro país. Y sin más preámbulos, con el fin de abrir un debate enriquecedor sobre los peligros que acechan a nuestras pensiones, muy especialmente a las venideras, me vais a permitir que haga unas reflexiones a modo de sinopsis, centradas en los conceptos que titulan mi ponencia.

LA PRIMERA, para decir que nuestro sistema de pensiones está en permanente deconstrucción, al igual que viene ocurriendo con buena parte de los sistemas europeos.

Las sucesivas reformas perpetradas por los gobiernos del bipartidismo PPSOE durante los últimos 30 años nos están abocando a un futuro de pensiones precarias y pensionistas empobrecidos donde, según estimaciones de la propia Comisión Europea, en 2030 un ciudadano con un salario de 1000 euros recibirá una pensión de 606 euros, y en 2060 será tan sólo de 465 euros. Por lo tanto, el problema no es si las pensiones se podrán pagar el mes que viene: el problema es que las pensiones públicas del futuro, caso de seguir existiendo, no van a permitir una vida digna después de muchos años de trabajo.

 LA SEGUNDA, para constatar que la estructura legal de nuestro sistema de pensiones no es más que el resultado de reformas que siempre han tenido como argumento evitar la quiebra de la Seguridad Social, elevando primero, en 1985, de 10 a 15 años el periodo mínimo de cotización para acceder a pensión; después, en 2011, la edad de jubilación elevada de 65 a 67 años; y muy recientemente la introducción por parte del gobierno Rajoy del “factor de sostenibilidad”, eliminando la revalorización automática de las pensiones a partir de 2013, aunque mucho antes ya lo había comenzado a realizar el gobierno de Zapatero con el incremento cero para las pensiones.

Como debe de ser conocido, el cacareado “factor de sostenibilidad”, uno de los ejes fundamentales de la reforma de las pensiones en nuestro país, se aplicará a partir del año 2019 y no viene sino a añadir dos nuevas variables al cálculo de la pensión a las ya existentes actualmente, como son la edad de jubilación, los años cotizados y la cuantía cotizada, entre otras.

La primera variable, conocida como “factor de equidad intergeneracional”, tendrá en cuenta al calcular la pensión la esperanza de vida del futuro jubilado, y la segunda variable consistente en ligar la revalorización de las pensiones a la salud de las arcas públicas, de tal manera que las pensiones solo subirán si aumentan los ingresos del sistema por encima de la tasa de crecimiento del número de pensiones, aunque siempre moviéndose entre unos valores situados entre un mínimo del 0,25 por ciento y un máximo del IPC del 0,50 por ciento.

Si a ello sumamos las nefastas reformas laborales, que han precarizado el empleo, otorgando más poder a los empresarios en perjuicio de los trabajadores, esto nos ha llevado a unos salarios reales menores y, con ello, a una mayor dificultad para cotizar.

VALEY CENTRO CULTURAL DE CASTRILLÓN EN PIEDRAS BLANCAS, EL 15 DE FEBRERO DE 2018

LA TERCERA, para afirmar que el objetivo de fondo no es otro que acabar con el sistema público de pensiones, lo cual procuraría un doble beneficio al capital. El más evidente: promocionar el negocio de los sistemas privados de pensiones y lograr que las cotizaciones gestionadas actualmente por la Seguridad Social lo sean por agencias privadas propiedad del oligopolio bancario, dando más dinero fresco a la banca para seguir especulando en los mercados financieros.

No nos engañemos, ni nadie trate de engañarnos: los planes privados de pensiones en absoluto pueden ser una solución para la clase trabajadora: si con un salario medio bruto en España de 12,84 euros a la hora apenas se puede llegar a final de mes, ¿qué dinero podrían destinar los trabajadores a dichos planes? ¿de qué sirven a la mayoría de la población mileurista? ¿y para qué? ¿para que inviertan el ahorro de los trabajadores en acciones que, como las de Bankia, pasaron un buen día de valer 40 euros a no valer nada o en las conocidas participaciones preferentes, caso concreto de CAJASTUR?

LA CUARTA, para confirmar que  el objetivo de los gobiernos neoliberales del bipartidismo turnista PPSOE no es otro que  alcanzar el mayor debilitamiento de la clase trabajadora, porque sin pensiones garantizadas, los trabajadores seguiremos siendo ciudadanos temerosos ante nuestro futuro, cada vez más incapaces de movilizarse en defensa de nuestros  intereses, y ni siquiera de perder un solo día de cotización para hacer una huelga, quedando obligados a trabajar hasta el fin de sus días, aquellos que tengan el “privilegio” de tener un puesto de trabajo.

Se trata, compañeras y compañeros, de ir al desmantelamiento de lo que un día se llamó el “Estado del Bienestar” que siguió al final de la II Guerra Mundial, con sus políticas de pleno empleo y amplios servicios públicos redistribuidores de renta y riqueza logrados a través de la “lucha de clases”, esa “lucha de clases” que hoy se ha transformado en una “lucha de frases” tan grotescamente practicado por las élites del pandillerismo sindical actual.

LA QUINTA, para manifestar, una vez más, que nunca nadie ha regalado nada a los trabajadores. Si nuestro sistema público de pensiones está ahí es como resultado de la presión que los trabajadores ejercieron un día frente al capital, una presión que se articuló a través de los trabajadores organizados en los sindicatos y los partidos de izquierda de antaño. Es decir, las pensiones públicas son una conquista obrera, al igual que la jornada de 8 horas o el descanso semanal, y como todas esas conquistas seguirán ahí mientras sus beneficiarios – presentes y futuros – seamos capaces de seguir luchando y presionando para que así sea frente a quienes llevan 30 años deconstruyéndolas.

Publico asistente a la charla sobre las pensiones en Piedras Blancas del concejo de Castrillón, el 15 de febrero de 2018

Por supuesto que, tanto el gobierno actual del PP como los que le precedieron del PSOE, pueden seguir esgrimiendo cifras y más cifras en defensa de sus reformas antisociales, pero lo que no es de recibo es la interpretación que se puede hacer de cada una de ellas.

Pudiendo ser cierto que la Seguridad Social cerró 2016 con un déficit equivalente al 1,7%, ¿por eso no se pueden pagar las pensiones? ¿a quién puede escandalizar un déficit tan exiguo como el de la Seguridad Social? ¿Acaso no cerraron las Administraciones Públicas en 2009 con un déficit del 11% del PIB, en 2010 del 9,4%, en 2011 del 9,6%, en 2012 del 9,5%…, y se financió?

¿No se puede financiar un déficit del 1,7% o es que depende de a quién vaya destinado el dinero? Recordemos que buena parte del déficit de aquellos años se debió al rescate bancario y a las políticas de austeridad. No es que el déficit de la Seguridad Social sea elevado: la clave radica en si los trabajadores tienen o no la misma capacidad de presión que la banca para que el Estado ponga el Presupuesto a su servicio, y a tenor de los sucesivos recortes de pensiones que venimos padeciendo parece más bien que no, sobre todo si observamos la actitud pasota de las élites sindicales, cuando no de la propia connivencia de éstas con la patronal y el gobierno de turno.

Mirad, compañeras y compañeros: manejando exactamente los mismos números que manejan los Montoro, De Guindos y compañía, el dinero de nuestras cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes a los últimos cuarenta años, éste ha servido, se ha utilizado para muchas cosas, desde la financiación de la sanidad hasta las pensiones no contributivas pasando por la financiación de los propios Presupuestos Generales del Estado.

Sí, compañeras y compañeros, con el dinero de nuestras cotizaciones, de nuestras pensiones, se han financiado hasta los Presupuestos Generales del Estado, y si todo ese dinero se hubiese destinado exclusivamente al fondo de las pensiones, ahora mismo ese fondo de pensiones tendría ¡¡¡MEDIO BILLÓN DE EUROS!!!

Por lo tanto, si el dinero de nuestras pensiones ha estado financiando otras políticas, sería justo que ahora otras políticas, otros impuestos, financiasen a las pensiones. En absoluto habría ningún problema de sostenibilidad si el fondo de pensiones hubiese sido destinado a las pensiones.

Todo lo que se nos ha contado sobre nuestras pensiones es mentira. No es verdad que gastemos en pensiones de manera desproporcionada. Ni en el peor de los escenarios llegamos a invertir en pensiones lo que gastan alemanes o franceses, por ejemplo. Concretamente, refiriéndome al país germano, éste acaba de anunciar estos días la mayor subida de pensiones en 23 años, incrementando las prestaciones de los jubilados un 4,25 % en el Oeste y un 5,95 % en las zonas del Este.

Ni siquiera es cierto que el déficit de la Seguridad Social se deba a un aumento espectacular de los pensionistas. Se debe, sobre todo, a las sucesivas reformas laborales que han mandado a los trabajadores a la precariedad permanente con salarios de subsistencia.

Además, abundando más en el tema, ¿por qué se habla del “déficit” de la Seguridad Social y no de otros organismos del Estado? ¿Cuál es el déficit de la Casa Real o del Tribunal Constitucional? ¿Y del Ministerio de Defensa? ¿Cerramos la Universidad? ¿Dejamos de hacer carreteras?

¿Será posible, me pregunto yo, mantener la red estatal de carreteras en 2040? Nadie parece preocuparse hoy por esa cuestión, de crucial importancia en la actividad de un país. Sin embargo, agoreros de distinto signo, pelaje y condición insisten en anunciar para esa fecha el colapso del sistema público de pensiones.

Según los apocalípticos profetas de la quiebra de la Seguridad Social, en 2040 la población española estará tan envejecida que la relación entre beneficiarios y cotizantes hará insostenible el sistema de pensiones.

Resulta de veras prodigioso que la grey de arúspices del futuro socioeconómico sólo ven encenderse luces de alarma en el tablero de mandos macroeconómico cuando se trata de las pensiones públicas, haciendo caso omiso del resto de los indicadores.

Porque si, tal como sugieren los lúgubres predictores basándose en las proyecciones demográficas, el problema va a ser de escasez de población activa en 2060, al faltar trabajadores no sólo entrarían en crisis las pensiones públicas, sino también las privadas, pues por la misma regla usada para afirmar que escasearán los cotizantes a la Seguridad Social, se deduce que también serán escasos los inversores en fondos privados. Es más, al estrecharse la franja de población activa contribuyente, será muy difícil acudir con fondos públicos al salvamento de bancos en quiebra, como acaban de hacer los Estados, y más concretamente el Estado español, con 76.410 millones de euros regalados a la banca, según los datos oficiales del Banco de España y del Tribunal de Cuentas.

Y esto no es lo más grave. Si faltan trabajadores, tampoco será posible atender las redes viarias, los aeropuertos, los hospitales o los centros de enseñanza. Apenas habrá maestros, médicos o enfermeros. Disminuirá asimismo el número de jóvenes vigorosos aptos para nutrir los cuerpos militares, policiales y de emergencia que mantienen el Orden Público, la Defensa Nacional y la Protección Civil frente a incendios y otras catástrofes.

Esa escasez de fuerza laboral no sólo afectará al sector público, pues ¿de dónde va a salir la mano de obra que asegure el pleno funcionamiento de fábricas, oficinas y comercio?

Sin embargo, esa debacle general de la producción no parece inquietar a estas Casandras de vía estrecha, lo que nos hace sospechar que, cuando únicamente se muestran preocupados por el futuro de las pensiones, exigiendo su privatización, están mintiendo de una manera descarada como auténticos bellacos.

Por lo tanto, decir que la Seguridad Social se encuentra al borde de la quiebra es una estupidez, porque detrás de la Seguridad Social está el Estado con todos sus recursos financieros. En absoluto se trata de carencia de medios, es un problema de opciones: de a quien se da y a quien se quita, de qué gastos son prioritarios y, sobre todo, cuánto se recauda y de dónde.

Ningún colectivo ha sido tan castigado económicamente como el de los pensionistas. Nadie ha sido tan estafado como los jubilados. Ninguna demagogia tan despreciable como la dirigida a los ancianos, a quienes se asusta con el miedo a quitarles su pensión.

¿Hay alguna razón para que no se puedan pagar las pensiones? ¿Existe el menor riesgo de que dejen de cobrarse? El único peligro posible no nace de los hechos objetivos, sino de una ideología que considera pernicioso cualquier mecanismo redistributivo.

Introducir la incertidumbre, la duda y el miedo entre aquellas personas que, por haber llegado a la última etapa de su vida, se sienten más indefensas y son más vulnerables al argumento de la inseguridad es simplemente canallesco, porque el día que se diga que no hay dinero para el pago de las pensiones, ese día será que ha quebrado el Estado, y si esto llegase a ocurrir, entonces sería cuando el problema de nuestras pensiones, dejaría de ser un problema.

Por lo tanto, VAMOS a seguir luchando en la calle y en las instituciones a través de nuestros representantes políticos, para dar soluciones al problema de nuestras pensiones. Y para lograrlo, es totalmente necesario llenar los parlamentos y ayuntamientos de compañeras y compañeros rojos, verdes y moradas, procedentes, no sólo de la universidad, sino de las fuerzas del trabajo y, como no, del propio colectivo de pensionistas.

Por supuesto, en absoluto me refiero a esa clase de energúmenos y energúmenas que han logrado su pensión máxima por echar la siesta o jugar al “Candy Crush Saga” con su tablet en los escaños del Congreso de los Diputados, caso concreto de la diputada pepera Celia Villalobos que, como Presidenta de la Comisión Parlamentaria de Seguimiento del Pacto de Toledo, nos recomienda “seguir trabajando hasta los 70 años o más, porque hay un número importante de pensionistas que están más tiempo pasivo que trabajando”.

En la actualidad, cada vez que toca la paga doble de nuestras pensiones, se nos machaca constantemente con que se han sacado tantos millones de la “hucha” de las pensiones, dejándonos “caer” que esto se va acabando. Pues bien, cuando se acabe que la vuelvan a llenar, así de fácil, pero que nadie trate de seguir engañándonos con el cacareado PACTO DE TOLEDO.

En efecto, éste ha sido para las prestaciones sociales lo que fueron los PACTOS DE LA MONCLOA de 1978 para los derechos laborales: las bases que propiciaron el principio del fin de un conjunto de derechos duramente conquistados a lo largo de la historia por el MOVIMIENTO OBRERO.

Curiosamente, los actores políticos no variaron sustancialmente. Aquellos “Pactos de La Moncloa” de 1978 fueron alborozadamente saludados como “una gran conquista para la democracia y los derechos de los trabajadores por CC.OO. y UGT”, de igual manera que el “Pacto de Toledo” de 1995 provocó el éxtasis de UGT y CC.OO. que declararon a los cuatro vientos, como papagayos que eran y son de los partidos redactores que, gracias al pacto, quedaban garantizadas para el futuro los derechos sociales y el Sistema de Seguridad Social, incluida la jubilación, cuando la cruda realidad es que el “Pacto de Toledo” introduce muy sibilinamente una novedad que, a la postre, ha resultado nefasta para los intereses de la clase trabajadora, al consagrar el llamado principio de “separación y diferenciación de las fuentes de financiación” del sistema.

¿Qué se esconde tras tan ampuloso epígrafe?  Pues, lisa y llanamente, que a partir de la firma del “pacto”, la financiación de las prestaciones de naturaleza contributiva dependerán básicamente de las cotizaciones sociales, quedando excluida la posibilidad de complementar tal financiación con cargo a otras partidas de los Presupuestos Generales del Estado, creando para ello lo que se ha venido en llamar la “hucha” del Sistema de Seguridad Social, cuyos ingresos – exclusivamente provenientes de las cuotas sociales – deberán servir para el pago de las correspondientes prestaciones, de tal forma que una previsión – verdadera o falsa – de incapacidad de tal “hucha” para garantizar los pagos a medio y largo plazo, se traducirá inmediatamente en recortes de las prestaciones o, incluso de su desaparición pura y dura.

Si para algo ha servido el PACTO DE TOLEDO ha sido para mantener a la sociedad inconscientemente tranquila respecto a la supuesta robustez del sistema de reparto, y evitar a cualquier precio una reforma profunda que lo sustituya por un sistema de capitalización para garantizar nuestras actuales y futuras pensiones. Pues bien, compañeras y compañeros, todo esto se firmó con el entusiástico aplauso de las élites sindicales de los llamados sindicatos mayoritarios de clase de CC.OO. y UGT.

¿Se entiende ahora por qué, en un contexto donde el gobierno anuncia “situaciones catastróficas” en las “reservas” que conforman la “hucha social” a medio plazo, siempre basadas en los “informes”, absolutamente faltos de rigor, provenientes del FMI, el BCE y el Banco de España, dan ganas de echarse “mano a la cartuchera” cada vez que el gobierno acuerda rebajar o suprimir cuotas sociales de la patronal, que no son sino un salario en diferido de los trabajadores, bajo el pretexto de que, con tales dineros, la patronal fomentará el empleo?

Al respecto, resulta más que grotesco escuchar a los prebostes del PSOE, argumentar en su escrito de campaña electorera “que tú pensión está en peligro, porque el Gobierno del Partido Popular ha fomentado el empleo precario y las cotizaciones son más bajas que nunca. Su objetivo no es otro que agotar el Fondo de Reserva para destruir el sistema público de pensiones y después privatizarlo. No lo podemos permitir”.

¿Cómo se puede actuar con tanta frivolidad por parte del PSOE cuando fueron ellos con su reforma laboral de 2010 quienes iniciaron el camino de la precarización, agravada por la reforma del PP en 2012?; cuando se olvidan de que su reforma de las pensiones en 2011 supuso la primera rebaja y el retraso de la edad de la jubilación; cuando callan que su reforma del artículo 135 de la Constitución (pactada con el PP) da prioridad al pago de la deuda frente al dinero destinado a las prestaciones sociales y a los servicios públicos; cuando olvidan que han pactado con el PP su oposición a un incremento sustancial del salario mínimo que repercuta en un aumento sustancial de los salarios y, por tanto, de las cotizaciones; cuando callan que sus compromisos, y sus deudas, con la banca les obliga, a ellos y al PP, a incentivar los sistemas privados de pensiones… y cuando olvidan que ese PP que “pone en peligro las pensiones” está gobernando porque el PSOE les ha permitido con su abstención y lo sigue permitiendo con su oposición a la reciente moción de censura presentada por PODEMOS y negarse a presentar otra.

Por lo tanto, el PSOE no puede seguir engañando al pueblo pretendiendo actuar de “apagafuegos” cuando forma parte del bloque de los “incendiarios”.

Es decir, por mucho que sigan glayando los González, Aznares, Zapateros y Rajoys, las pensiones deben de seguir siendo sustentadas con cualquier tipo de partida presupuestaria y no sólo con las cotizaciones de acuerdo con el artículo 50 de la Constitución española que obliga al Estado a tener recursos suficientes para el pago de pensiones y su revisión periódica.

Por ello, desde mi punto de vista, considero irrelevante la bajada del número de cotizaciones en el régimen como argumento del bipartidismo y sus voceros tertulianos al uso. Es verdad que con muchos menos trabajadores en el sector agrícola se producen muchos más alimentos, por ejemplo; de la misma manera que un aumento inevitable de la productividad de un número menor de trabajadores puede sostener, e incluso expandir, las pensiones sin ningún problema, porque la viabilidad de las pensiones no es una cuestión demográfica o económica, sino política.

En la actualidad, compañeras y compañeros, más del 50% de los ¡¡¡  NUEVE MILLONES Y MEDIO DE PENSIONISTAS EXISTENTES !!! está por debajo del Salario Mínimo y casi el 30% apenas llegan al mínimo, una situación mucho más gravosa para las mujeres, que de media cobran un 30% menos que los hombres, pero la cruda realidad es que ni al Gobierno, ni a la Patronal, ni a las cúpulas de los sindicatos institucionalizados les preocupa en lo más absoluto el sistema público de pensiones y la sostenibilidad de los pensionistas.

Es una broma cruel decirle a alguien que cobra 700 euros al mes que se haga un plan de pensiones privado. La verdad sobre nuestras pensiones es muy sencilla. Donde nosotros vemos un derecho, ellos – la oligarquía y sus títeres gubernamentales -, ven un negocio. De los más de 500 planes de pensiones puestos en el mercado los últimos años, sólo dos fueron rentables para sus titulares. Sin embargo, sí fueron muy rentables para la banca que, cada año, solo en comisiones se embolsa la cantidad de 2000 millones de euros. Esa es la verdad.

Por lo expuesto y por mucho más, la movilización de la clase trabajadora, del conjunto de la ciudadanía, en contra de este ataque brutal contra la vida y la dignidad de las personas, es la única herramienta válida para paralizar este proceso irracional.

Los sistemas públicos de pensiones forman parte de los derechos sociales, de ese “contrato” social europeo fundamentado en la solidaridad y la justicia, luchado y conquistado por las generaciones que nos antecedieron.

Hoy, por el contrario, nos encontramos ante el progresivo desmantelamiento del conocido y mencionado Estado del Bienestar en un contexto de crisis que está siendo utilizado como coartada para justificar la imposibilidad de su mantenimiento. Pero en la defensa de este modelo de bienestar, sabemos que hay en juego victorias históricas por los derechos sociales.

Emulando al compañero Julio ANGUITA en base al “Informe PETRAS” de 1996: ¡¡¡Chavales, no tenéis futuro alguno, salvo que luchéis!!! El “Informe PETRAS” que tengo en mis manos trata de un encargo del gobierno felipista del PSOE al profesor PETRAS que, cuando se lo entregó al gobierno, y éste leyó su contenido, se lo pagó y lo guardó en un cajón.

Entre sus conclusiones se decía en 1996: “Estamos ante la primera generación de jóvenes que van a vivir peor que sus padres”, pero decía otra cosa terrible: “Es una generación criada entre algodones, no está acostumbrada a la lucha. Este es el problema, este país no tiene ningún futuro, salvo lo que duren el sol, las playas y el turismo”. ¡¡¡Creéis que sois rebeldes, y no lo sois!!! De nada sirven las poses rebeldes: solo sirve la lucha, por eso hay que preparar los “gomeros” para acertar a la cabeza del gigante Goliat y derribarle. ¡¡¡Esa es la cuestión!!!

En definitiva, la Seguridad Social no es un capricho, sino una de las conquistas con las que el movimiento obrero humanizó la sociedad para alejarla del estado de las bestias. Algunos propugnan hoy volver a ese estado recuperando un capitalismo salvaje que despertaría violentas respuestas. Si los gobernantes y legisladores hincan la rodilla ante el poder económico, nuestro deber como ciudadanos y ciudadanas es aprestarnos a la defensa civil de las formas solidarias de convivencia.

 

Muchas gracias.

AHORA VIENEN A POR NOSOTROS, JUBILADOS Y PENSIONISTAS III

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CHARLA-DEBATE SOBRE LAS PENSIONES EN EL “CIDAN DE POLA DE LAVIANA” A CARGO DE ANTÓN SAAVEDRA.

16 de febrero de 2018.

 Buenas tardes, y muchas gracias por vuestra asistencia. Gracias, compañera, por tus palabras de presentación, pero yo sólo soy un compañero más que pretende aportar un poco de luz en el oscuro túnel de las pensiones que, junto con el Paro y la Corrupción, suponen los mayores y más graves problemas que tenemos planteados en nuestro país. Y sin más preámbulos, con el fin de dar paso a un debate enriquecedor sobre los peligros que acechan a nuestras pensiones, muy especialmente en las venideras, me vais a permitir que haga unas reflexiones a modo de sinopsis, centradas en los conceptos que titulan mi ponencia.

LA PRIMERA, para decir que nuestro sistema de pensiones está en permanente deconstrucción, al igual que viene ocurriendo con buena parte de los sistemas europeos.

Las sucesivas reformas perpetradas por los gobiernos del bipartidismo PPSOE durante los últimos 30 años nos están abocando a un futuro de pensiones precarias y pensionistas empobrecidos donde, según estimaciones de la propia Comisión Europea, en 2030 un ciudadano con un salario de 1000 euros recibirá una pensión de 606 euros, y en 2060 será tan sólo de 465 euros. Por lo tanto, el problema no es si las pensiones se podrán pagar el mes que viene: el problema es que las pensiones públicas del futuro, caso de seguir existiendo, no van a permitir una vida digna después de muchos años de trabajo.

LA SEGUNDA, para constatar que la estructura legal de nuestro sistema de pensiones no es más que el resultado de reformas que siempre han tenido como argumento evitar la quiebra de la Seguridad Social, elevando primero, en 1985, de 10 a 15 años el periodo mínimo de cotización para acceder a pensión; después, en 2011, la edad de jubilación elevada de 65 a 67 años; y muy recientemente la introducción por parte del gobierno Rajoy del “factor de sostenibilidad”, eliminando la revalorización automática de las pensiones a partir de 2013, aunque mucho antes ya lo había comenzado a realizar el gobierno de Zapatero con el incremento cero para las pensiones.

CIDAN DE LAVIANA, EL 16 DE FEBRERO DE 2018

Como debe de ser conocido, el cacareado “factor de sostenibilidad”, uno de los ejes fundamentales de la reforma de las pensiones en nuestro país, se aplicará a partir del año 2019 y no viene sino a añadir dos nuevas variables al cálculo de la pensión a las ya existentes actualmente, como son la edad de jubilación, los años cotizados y la cuantía cotizada, entre otras.

La primera variable, conocida como “factor de equidad intergeneracional”, tendrá en cuenta al calcular la pensión la esperanza de vida del futuro jubilado, y la segunda variable consistente en ligar la revalorización de las pensiones a la salud de las arcas públicas, de tal manera que las pensiones solo subirán si aumentan los ingresos del sistema por encima de la tasa de crecimiento del número de pensiones, aunque siempre moviéndose entre unos valores situados entre un mínimo del 0,25 por ciento y un máximo del IPC del 0,50 por ciento.

Si a ello sumamos las nefastas reformas laborales, que han precarizado el empleo, otorgando más poder a los empresarios en perjuicio de los trabajadores, esto nos ha llevado a unos salarios reales menores y, con ello, a una mayor dificultad para cotizar.

LA TERCERA, para afirmar que el objetivo de fondo no es otro que acabar con el sistema público de pensiones, lo cual procuraría un doble beneficio al capital. El más evidente: promocionar el negocio de los sistemas privados de pensiones y lograr que las cotizaciones gestionadas actualmente por la Seguridad Social lo sean por agencias privadas propiedad del oligopolio bancario, dando más dinero fresco a la banca para seguir especulando en los mercados financieros.

No nos engañemos, ni nadie trate de engañarnos: los planes privados de pensiones en absoluto pueden ser una solución para la clase trabajadora: si con un salario medio bruto en España de 12,84 euros a la hora apenas se puede llegar a final de mes, ¿qué dinero podrían destinar los trabajadores a dichos planes? ¿de qué sirven a la mayoría de la población mileurista? ¿y para qué? ¿para que inviertan el ahorro de los trabajadores en acciones que, como las de Bankia, pasaron un buen día de valer 40 euros a no valer nada o en las conocidas participaciones preferentes, caso concreto de CAJASTUR?

LA CUARTA, para confirmar que  el objetivo de los gobiernos neoliberales del bipartidismo turnista PPSOE no es otro que  alcanzar el mayor debilitamiento de la clase trabajadora, porque sin pensiones garantizadas, los trabajadores seguiremos siendo ciudadanos temerosos ante nuestro futuro, cada vez más incapaces de movilizarse en defensa de nuestros  intereses, y ni siquiera de perder un solo día de cotización para hacer una huelga, quedando obligados a trabajar hasta el fin de sus días, aquellos que tengan el “privilegio” de tener un puesto de trabajo.

Se trata, compañeras y compañeros, de ir al desmantelamiento de lo que un día se llamó el “Estado del Bienestar” que siguió al final de la II Guerra Mundial, con sus políticas de pleno empleo y amplios servicios públicos redistribuidores de renta y riqueza logrados a través de la “lucha de clases”, esa “lucha de clases” que hoy se ha transformado en una “lucha de frases” tan grotescamente practicado por las élites del pandillerismo sindical actual.

LA QUINTA, para manifestar, una vez más, que nunca nadie ha regalado nada a los trabajadores. Si nuestro sistema público de pensiones está ahí es como resultado de la presión que los trabajadores ejercieron un día frente al capital, una presión que se articuló a través de los trabajadores organizados en los sindicatos y los partidos de izquierda de antaño.

Es decir, las pensiones públicas son una conquista obrera, al igual que la jornada de 8 horas o el descanso semanal, y como todas esas conquistas seguirán ahí mientras sus beneficiarios – presentes y futuros – seamos capaces de seguir luchando y presionando para que así sea frente a quienes llevan 30 años deconstruyéndolas.

Por supuesto que, tanto el gobierno actual del PP como los que le precedieron del PSOE, pueden seguir esgrimiendo cifras y más cifras en defensa de sus reformas antisociales, pero lo que no es de recibo es la interpretación que se puede hacer de cada una de ellas.

Pudiendo ser cierto que la Seguridad Social cerró 2016 con un déficit equivalente al 1,7%, ¿por eso no se pueden pagar las pensiones? ¿a quién puede escandalizar un déficit tan exiguo como el de la Seguridad Social? ¿Acaso no cerraron las Administraciones Públicas en 2009 con un déficit del 11% del PIB, en 2010 del 9,4%, en 2011 del 9,6%, en 2012 del 9,5%…, y se financió?

¿No se puede financiar un déficit del 1,7% o es que depende de a quién vaya destinado el dinero? Recordemos que buena parte del déficit de aquellos años se debió al rescate bancario y a las políticas de austeridad. No es que el déficit de la Seguridad Social sea elevado: la clave radica en si los trabajadores tienen o no la misma capacidad de presión que la banca para que el Estado ponga el Presupuesto a su servicio, y a tenor de los sucesivos recortes de pensiones que venimos padeciendo parece más bien que no, sobre todo si observamos la actitud pasota de las élites sindicales, cuando no de la propia connivencia de éstas con la patronal y el gobierno de turno.

Mirad, compañeras y compañeros: manejando exactamente los mismos números que manejan los Montoro, De Guindos y compañía, el dinero de nuestras cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes a los últimos cuarenta años, éste ha servido, se ha utilizado para muchas cosas, desde la financiación de la sanidad hasta las pensiones no contributivas pasando por la financiación de los propios Presupuestos Generales del Estado.

Sí, compañeras y compañeros, con el dinero de nuestras cotizaciones, de nuestras pensiones, se han financiado hasta los Presupuestos Generales del Estado, y si todo ese dinero se hubiese destinado exclusivamente al fondo de las pensiones, ahora mismo ese fondo de pensiones tendría ¡¡¡MEDIO BILLÓN DE EUROS!!!

Por lo tanto, si el dinero de nuestras pensiones ha estado financiando otras políticas, sería justo que ahora otras políticas, otros impuestos, financiasen a las pensiones. En absoluto habría ningún problema de sostenibilidad si el fondo de pensiones hubiese sido destinado a las pensiones. Sí, claro que hay dinero para las pensiones. Claro que el sistema de pensiones es sostenible.

Todo lo que se nos ha contado sobre nuestras pensiones es mentira. No es verdad que gastemos en pensiones de manera desproporcionada. Ni en el peor de los escenarios llegamos a invertir en pensiones lo que gastan alemanes o franceses, por ejemplo. Concretamente, refiriéndome al país germano, éste acaba de anunciar estos días la mayor subida de pensiones en 23 años, incrementando las prestaciones de los jubilados un 4,25 % en el Oeste y un 5,95 % en las zonas del Este.

Ni siquiera es cierto que el déficit de la Seguridad Social se deba a un aumento espectacular de los pensionistas. Se debe, sobre todo, a las sucesivas reformas laborales que han mandado a los trabajadores a la precariedad permanente con salarios de subsistencia.

Además, abundando más en el tema, ¿por qué se habla del “déficit” de la Seguridad Social y no de otros organismos del Estado? ¿Cuál es el déficit de la Casa Real o del Tribunal Constitucional? ¿Y del Ministerio de Defensa? ¿Cerramos la Universidad? ¿Dejamos de hacer carreteras?

¿Será posible, me pregunto yo, mantener la red estatal de carreteras en 2040? Nadie parece preocuparse hoy por esa cuestión, de crucial importancia en la actividad de un país. Sin embargo, agoreros de distinto signo, pelaje y condición insisten en anunciar para esa fecha el colapso del sistema público de pensiones.

Según los apocalípticos profetas de la quiebra de la Seguridad Social, en 2040 la población española estará tan envejecida que la relación entre beneficiarios y cotizantes hará insostenible el sistema de pensiones.

Resulta de veras prodigioso que la grey de arúspices del futuro socioeconómico sólo ven encenderse luces de alarma en el tablero de mandos macroeconómico cuando se trata de las pensiones públicas, haciendo caso omiso del resto de los indicadores.

Porque si, tal como sugieren los lúgubres predictores basándose en las proyecciones demográficas, el problema va a ser de escasez de población activa en 2060, al faltar trabajadores no sólo entrarían en crisis las pensiones públicas, sino también las privadas, pues por la misma regla usada para afirmar que escasearán los cotizantes a la Seguridad Social, se deduce que también serán escasos los inversores en fondos privados.

Es más, al estrecharse la franja de población activa contribuyente, será muy difícil acudir con fondos públicos al salvamento de bancos en quiebra, como acaban de hacer los Estados, y más concretamente el Estado español, con 76.410 millones de euros regalados a la banca, según los datos oficiales del Banco de España y del Tribunal de Cuentas.

Y esto no es lo más grave. Si faltan trabajadores, tampoco será posible atender las redes viarias, los aeropuertos, los hospitales o los centros de enseñanza. Apenas habrá maestros, médicos o enfermeros. Disminuirá asimismo el número de jóvenes vigorosos aptos para nutrir los cuerpos militares, policiales y de emergencia que mantienen el Orden Público, la Defensa Nacional y la Protección Civil frente a incendios y otras catástrofes.

Esa escasez de fuerza laboral no sólo afectará al sector público, pues ¿de dónde va a salir la mano de obra que asegure el pleno funcionamiento de fábricas, oficinas y comercio?

Sin embargo, esa debacle general de la producción no parece inquietar a estas Casandras de vía estrecha, lo que nos hace sospechar que, cuando únicamente se muestran preocupados por el futuro de las pensiones, exigiendo su privatización, están mintiendo de una manera descarada como auténticos bellacos.

Por lo tanto, decir que la Seguridad Social se encuentra al borde de la quiebra es una estupidez, porque detrás de la Seguridad Social está el Estado con todos sus recursos financieros. En absoluto se trata de carencia de medios, es un problema de opciones: de a quien se da y a quien se quita, de qué gastos son prioritarios y, sobre todo, cuánto se recauda y de dónde.

Ningún colectivo ha sido tan castigado económicamente como el de los pensionistas. Nadie ha sido tan estafado como los jubilados. Ninguna demagogia tan despreciable como la dirigida a los ancianos, a quienes se asusta con el miedo a quitarles su pensión.

¿Hay alguna razón para que no se puedan pagar las pensiones? ¿Existe el menor riesgo de que dejen de cobrarse? El único peligro posible no nace de los hechos objetivos, sino de una ideología que considera pernicioso cualquier mecanismo redistributivo.

Introducir la incertidumbre, la duda y el miedo entre aquellas personas que, por haber llegado a la última etapa de su vida, se sienten más indefensas y son más vulnerables al argumento de la inseguridad es simplemente canallesco, porque el día que se diga que no hay dinero para el pago de las pensiones, ese día será que ha quebrado el Estado, y si esto llegase a ocurrir, entonces sería cuando el problema de nuestras pensiones, dejaría de ser un problema.

Por lo tanto, VAMOS a seguir luchando en la calle y en las instituciones a través de nuestros representantes políticos, para dar soluciones al problema de nuestras pensiones. Y para lograrlo, es totalmente necesario llenar los parlamentos y ayuntamientos de compañeras y compañeros rojos, verdes y moradas, procedentes, no sólo de la universidad, sino de las fuerzas del trabajo y, como no, del propio colectivo de pensionistas.

Por supuesto, en absoluto me refiero a esa clase de energúmenos y energúmenas que han logrado su pensión máxima por echar la siesta o jugar al “Candy Crush Saga” con su tablet en los escaños del Congreso de los Diputados, caso concreto de la diputada pepera Celia Villalobos que, como Presidenta de la Comisión Parlamentaria de Seguimiento del Pacto de Toledo, nos recomienda “seguir trabajando hasta los 70 y 80 años, porque hay un número importante de pensionistas que están más tiempo pasivo que trabajando”.

En la actualidad, cada vez que toca la paga doble de nuestras pensiones, se nos machaca constantemente con que se han sacado tantos millones de la “hucha” de las pensiones, dejándonos “caer” que esto se va acabando. Pues bien, cuando se acabe que la vuelvan a llenar, así de fácil, pero que nadie trate de seguir engañándonos con el cacareado PACTO DE TOLEDO.

En efecto, éste ha sido para las prestaciones sociales lo que fueron los PACTOS DE LA MONCLOA de 1978 para los derechos laborales: las bases que propiciaron el principio del fin de un conjunto de derechos duramente conquistados a lo largo de la historia por el MOVIMIENTO OBRERO.

Curiosamente, los actores políticos no variaron sustancialmente. Aquellos “Pactos de La Moncloa” de 1978 fueron alborozadamente saludados como “una gran conquista para la democracia y los derechos de los trabajadores por CC.OO. y UGT”, de igual manera que el “Pacto de Toledo” de 1995 provocó el éxtasis de UGT y CC.OO. que declararon a los cuatro vientos, como papagayos que eran y son de los partidos redactores que, gracias al pacto, quedaban garantizadas para el futuro los derechos sociales y el Sistema de Seguridad Social, incluida la jubilación, cuando la cruda realidad es que el “Pacto de Toledo” introduce muy sibilinamente una novedad que, a la postre, ha resultado nefasta para los intereses de la clase trabajadora, al consagrar el llamado principio de “separación y diferenciación de las fuentes de financiación” del sistema.

¿Qué se esconde tras tan ampuloso epígrafe?  Pues, lisa y llanamente, que a partir de la firma del “pacto”, la financiación de las prestaciones de naturaleza contributiva dependerán básicamente de las cotizaciones sociales, quedando excluida la posibilidad de complementar tal financiación con cargo a otras partidas de los Presupuestos Generales del Estado, creando para ello lo que se ha venido en llamar la “hucha” del Sistema de Seguridad Social, cuyos ingresos – exclusivamente provenientes de las cuotas sociales – deberán servir para el pago de las correspondientes prestaciones, de tal forma que una previsión – verdadera o falsa – de incapacidad de tal “hucha” para garantizar los pagos a medio y largo plazo, se traducirá inmediatamente en recortes de las prestaciones o, incluso de su desaparición pura y dura.

Si para algo ha servido el PACTO DE TOLEDO ha sido para mantener a la sociedad inconscientemente tranquila respecto a la supuesta robustez del sistema de reparto, y evitar a cualquier precio una reforma profunda que lo sustituya por un sistema de capitalización para garantizar nuestras actuales y futuras pensiones. Pues bien, compañeras y compañeros, todo esto se firmó con el entusiástico aplauso de las élites sindicales de los llamados sindicatos mayoritarios de clase de CC.OO. y UGT.

¿Se entiende ahora por qué, en un contexto donde el gobierno anuncia “situaciones catastróficas” en las “reservas” que conforman la “hucha social” a medio plazo, siempre basadas en los “informes”, absolutamente faltos de rigor, provenientes del FMI, el BCE y el Banco de España, dan ganas de echarse “mano a la cartuchera” cada vez que el gobierno acuerda rebajar o suprimir cuotas sociales de la patronal, que no son sino un salario en diferido de los trabajadores, bajo el pretexto de que, con tales dineros, la patronal fomentará el empleo?

Al respecto, resulta más que grotesco escuchar a las Adrianas, Adrianes y Pedros del PSOE, argumentar en su escrito de campaña electorera “que tú pensión está en peligro, porque el Gobierno del Partido Popular ha fomentado el empleo precario y las cotizaciones son más bajas que nunca. Su objetivo no es otro que agotar el Fondo de Reserva para destruir el sistema público de pensiones y después privatizarlo. No lo podemos permitir”.

¿Cómo se puede actuar con tanta frivolidad por parte del PSOE CUANDO FUERON ELLOS con su reforma laboral de 2010 quienes iniciaron el camino de la precarización, agravada por la reforma del PP en 2012?; CUANDO SE OLVIDAN de que su reforma de las pensiones en 2011 supuso la primera rebaja y el retraso de la edad de la jubilación; CUANDO CALLAN que su reforma del artículo 135 de la Constitución (pactada con el PP) da prioridad al pago de la deuda frente al dinero destinado a las prestaciones sociales y a los servicios públicos; CUANDO OLVIDAN que han pactado con el PP su oposición a un incremento sustancial del salario mínimo que repercuta en un aumento sustancial de los salarios y, por tanto, de las cotizaciones; CUANDO CALLAN que sus compromisos, y sus deudas, con la banca les obliga, a ellos y al PP, a incentivar los sistemas privados de pensiones… Y CUANDO OLVIDAN que ese PP que “pone en peligro las pensiones” está gobernando porque el PSOE les ha permitido con su abstención y lo sigue permitiendo con su oposición a la reciente moción de censura presentada por PODEMOS y negarse a presentar otra.

Por lo tanto, el PSOE no puede seguir engañando al pueblo pretendiendo actuar de “apagafuegos” cuando forma parte del bloque de los “incendiarios”.

Es decir, por mucho que sigan glayando los González, Aznares, Zapateros y Rajoys, las pensiones deben de seguir siendo sustentadas con cualquier tipo de partida presupuestaria y no sólo con las cotizaciones de acuerdo con el artículo 50 de la Constitución española que obliga al Estado a tener recursos suficientes para el pago de pensiones y su revisión periódica.

Por ello, desde mi punto de vista, considero irrelevante la bajada del número de cotizaciones en el régimen como argumento del bipartidismo y sus voceros tertulianos al uso. Es verdad que con muchos menos trabajadores en el sector agrícola se producen muchos más alimentos, por ejemplo; de la misma manera que un aumento inevitable de la productividad de un número menor de trabajadores puede sostener, e incluso expandir, las pensiones sin ningún problema, porque la viabilidad de las pensiones no es una cuestión demográfica o económica, sino política.

En la actualidad, compañeras y compañeros, más del 50% de los ¡¡¡  NUEVE MILLONES Y MEDIO DE PENSIONISTAS EXISTENTES !!! está por debajo del Salario Mínimo y casi el 30% apenas llegan al mínimo, una situación mucho más gravosa para las mujeres, que de media cobran un 30% menos que los hombres, pero la cruda realidad es que ni al Gobierno, ni a la Patronal, ni a las cúpulas de los sindicatos institucionalizados les preocupa en lo más absoluto el sistema público de pensiones y la sostenibilidad de los pensionistas.

Es una broma cruel decirle a alguien que cobra 700 euros al mes que se haga un plan de pensiones privado. La verdad sobre nuestras pensiones es muy sencilla. Donde nosotros vemos un derecho, ellos – la oligarquía y sus títeres gubernamentales -, ven un negocio. De los más de 500 planes de pensiones puestos en el mercado los últimos años, sólo dos fueron rentables para sus titulares. Sin embargo, sí fueron muy rentables para la banca que, cada año, solo en comisiones se embolsa la cantidad de 2000 millones de euros. Esa es la verdad.

Por lo expuesto y por mucho más, la movilización de la clase trabajadora, del conjunto de la ciudadanía, en contra de este ataque brutal contra la vida y la dignidad de las personas, es la única herramienta válida para paralizar este proceso irracional.

Los sistemas públicos de pensiones forman parte de los derechos sociales, de ese “contrato” social europeo fundamentado en la solidaridad y la justicia, luchado y conquistado por las generaciones que nos antecedieron.

Hoy, por el contrario, nos encontramos ante el progresivo desmantelamiento del conocido y mencionado Estado del Bienestar en un contexto de crisis que está siendo utilizado como coartada para justificar la imposibilidad de su mantenimiento. Pero en la defensa de este modelo de bienestar, sabemos que hay en juego victorias históricas por los derechos sociales.

Emulando al compañero Julio ANGUITA en base al “Informe PETRAS” de 1996: ¡¡¡Chavales, no tenéis futuro alguno, salvo que luchéis!!! El “Informe PETRAS” que tengo en mis manos trata de un encargo del gobierno felipista del PSOE al profesor PETRAS que, cuando se lo entregó al gobierno, y éste leyó su contenido, se lo pagó y lo guardó en un cajón.

Entre sus conclusiones se decía en 1996: “Estamos ante la primera generación de jóvenes que van a vivir peor que sus padres”, pero decía otra cosa terrible: “Es una generación criada entre algodones, no está acostumbrada a la lucha. Este es el problema, este país no tiene ningún futuro, salvo lo que duren el sol, las playas y el turismo”. ¡¡¡Creéis que sois rebeldes, y no lo sois!!! De nada sirven las poses rebeldes: solo sirve la lucha, por eso hay que preparar los “gomeros” para acertar a la cabeza del gigante Goliat y derribarle. ¡¡¡Esa es la cuestión!!!

En definitiva, la Seguridad Social no es un capricho, sino una de las conquistas con las que el movimiento obrero humanizó la sociedad para alejarla del estado de las bestias. Algunos propugnan hoy volver a ese estado recuperando un capitalismo salvaje que despertaría violentas respuestas. Si los gobernantes y legisladores hincan la rodilla ante el poder económico, nuestro deber como ciudadanos y ciudadanas es aprestarnos a la defensa civil de las formas solidarias de convivencia.

Muchas gracias.

 

EN EL RECUERDO DE LA COMPAÑERA DOMITILA

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Conocí personalmente a la compañera DOMITILA Barrios de Chungara en la ciudad boliviana de COCHABAMBA, allá por el mes de agosto de 1982, recién llegada ella del exilio, donde había permanecido un tiempo como consecuencia de sus luchas contra las dictaduras militares impuestas en BOLIVIA.

Nacida en 1937 en el campamento minero de SIGLO XX, perteneciente a la ciudad boliviana de POTOSÍ, DOMITILA representa el prototipo de la mujer luchadora y activista por los derechos de la clase trabajadora de un pueblo y, en ella, quiero rendir mi pequeño homenaje en este 8 de MARZO de 2018 a todas las mujeres trabajadoras del mundo.

A la hora de hablar de DOMITILA, al menos un poco de lo mucho que yo pude hablar con ella, acompañados de VICTOR LÓPEZ (secretario general de los mineros bolivianos) y JUAN LECHIN (presidente de la Central Obrera Boliviana) es obligado hablar de la trágica historia de explotación, represión, colonialismo y patriarcalismo de BOLIVIA, pero también del poder de la gente común para exigir y efectuar cambios.

Hija de un minero, apresado en varias ocasiones por sus actividades sindicales, vivió su niñez con todo tipo de privaciones en una extrema pobreza, quedando huérfana de madre a los diez años, teniendo que criar a sus cinco hermanas menores. Con gran sacrificio, logró finalizar sus estudios primarios, uniéndose matrimonialmente con un trabajador minero, en 1952, del que nacieron siete hijos.

Domitila en su habitáculo del poblado minero de Catavi-Siglo XX, en la ciudad boliviana de Potosí…

Viviendo en un habitáculo de poco más de 12 metros cuadrados, sin agua corriente y con luz durante algunas horas del día, las mujeres trabajaban jornadas agotadoras para aumentar la escasa paga de los mineros, siendo DOMITILA una de las primeras mujeres líderes de los movimientos mineros, trabajando de “palliri” (trabajo consistente en recolectar el mineral, escogerlo y meterlo en las bolsas, todo con las manos) y comenzando en 1961 su participación activa en el “Comité de Amas de Casa de Siglo XX”  – instrumento vital de apoyo a los sindicatos mineros bolivianos, creado por las necesidades existentes en los centros mineros, ante la ausencia de soluciones a los problemas de abastecimiento de alimentos, atención médica, educación, salarios justos, seguridad social y el derecho a la propiedad de la tierra minera trabajada a lo largo de la historia boliviana -, una de las comunidades mineras que se enfrentó a las fuerzas represivas de distintas dictaduras: Víctor Paz Estensoro, René Barrientos y Hugo Banzer.

BOLIVIA estaba sometida a las empresas multinacionales que controlaban toda la riqueza del país: petróleo, gas, zinc, estaño, hierro, wolframio y oro salían fuera del país, mientras la clase obrera y el campesinado vivían en la miseria.

ANTON SAAVEDRA interviene en el XIX CONGRESO MINERO DE BOLIVIA, celebrado en HUANUNI en Agosto de 1982.

El minero boliviano trabaja desde las cinco de la mañana hasta las tres de la tarde por un miserable salario que no les alcanza para comer un simple “puchero”, tal y como yo mismo pude comprobar en mis visitas a las zonas mineras bolivianas, aguantando estas agotadoras jornadas a base de mascar hojas de coca, mezcladas con lejía (ceniza procedente de los tallos de un cereal conocido por el nombre de “quinua”), la cual mezclada con arroz y anís, les hace olvidar el hambre y les da “ánimo y fuerza” para seguir reventando en la mina, hasta la edad de 35 años, como promedio de vida de un trabajador  minero, totalmente enfermo con el conocido “mal de mina” (la maldita silicosis), que les hace los pulmones pedazos hasta vomitar sangre, a la vez que son seres despreciados por todos, porque les tienen horror al pensar que les pueden contagiar la enfermedad adquirida por mantener la economía del país y enriquecer asquerosamente los bolsillos de los Patiño y otros explotadores del mineral.

DOMITILA sobreviviría a la masacre de San Juan en 1967, pero no uno de sus hijos que murió al nacer en una lóbrega celda, sin auxilio y víctima de las patadas y golpes de los militares que la detuvieron por insultarles. El general Barrientos había intervenido militarmente los distritos mineros para frenar una huelga y en la noche del 24 de junio de 1967 acabó con la vida de decenas de hombres y mujeres en el distrito minero de “CATAVI-SIGLO XX” que reivindicaban mejoras de trabajo y vida, a la vez que mostraban su simpatía con la guerrilla del “CHE GUEVARA”.

Domitila interviene en la Tribuna del Año Internacional de la Mujer, organizada por las Naciones Unidas y realizada en México, el año 1975

Sus años de lucha y el reconocimiento de la autencidad de su compromiso le valieron para recibir una invitación para participar en la “TRIBUNA DEL AÑO INTERNACIONAL DE LA MUJER”, organizada por las NACIONES UNIDAS en la ciudad de México, el año 1975. Única mujer de la clase trabajadora que participó muy activamente en aquel evento en representación de Bolivia, sus intervenciones produjeron un profundo impacto entre las asistentes, teniendo una gran repercusión internacional, debido, en gran parte, a que “DOMITILA vivió lo que otras hablaban”, según el testimonio escrito de una periodista sueca. Allí, en aquella Tribuna Internacional, alzaba DOMITILA su voz para denunciar a los dueños de las minas bolivianas, a la vez que explicaba al mundo cómo la liberación de la mujer estaba fundamentalmente ligada a la liberación socioeconómica, política y cultural de los pueblos.

Antón Saavedra en una de sus visitas a las zonas mineras de Bolivia, como vicepresidente de la Internacional de Mineros. En la foto,
visita a uno de los Socavones de CATAVI-SIGLO XX)

De regreso de su conferencia en la Tribuna de las NACIONES UNIDAS, los distritos mineros bolivianos de nuevo serían ocupados por los militares tras una huelga de protesta contra el régimen de Hugo BANZER, y DOMITILA se refugiaría en una mina junto a los dirigentes sindicales del sector, pero tuvo que salir forzada por otro alumbramiento, esta vez de mellizos, de los que uno de ellos ya estaba muerto en su vientre, debido, posiblemente, a los gases tóxicos dentro de la mina.

En diciembre de 1977, cuatro esposas de mineros comenzaban una huelga de hambre en el arzobispado de LA PAZ para exigir al gobierno de BANZER una amnistía política y el retorno a la democracia mediante elecciones generales, sumándose DOMITILA poco después al ayuno, de tal manera que en pocos días la huelga de hambre era seguida por miles de bolivianos en todo el país hasta arrancar del gobierno el decreto de amnistía política, el regreso de los exiliados y la promesa de elecciones a corto plazo.

Domitila en su poblado minero destartalado por los mismos que explotaron sus riquezas y marcharon con los beneficios hacia los paraisos fiscales…

Durante las más de cuatro horas que duró aquella reunión en su humilde casita boliviana de COCHABAMBA, pude apreciar el enorme placer de encontrarme ante una mujer del pueblo para el pueblo, con su lenguaje pausado, dulce, y sus construcciones gramaticales marcadas, a menudo, por el idioma qechua aprendido desde niña.

Allí, ante unas tazas de café, me explicaba la compañera DOMITILA “cómo en el monótono y duro trabajo cotidiano de ama de casa en los poblados mineros descubrió como el trabajador no era el único explotado, ya que, por efectos del sistema, lo eran también ella y su familia, lo que le motivó a participar activamente en la lucha organizada de la clase trabajadora y, cómo, junto con sus compañeros, vive en carne propia las derrotas y triunfos de su clase, de su pueblo… “

Una de las cuestiones que más me impresionó de aquella conversación que tan corta se me hizo, fue cuando se refería a ese “feminismo a ultranza”, dejando muy claro en sus conversaciones que “la lucha de la mujer no puede ser contra el hombre, sino contra el sistema de dominación económica, política y cultural de los pueblos. Para ello, afirmaba, el cambio debe darse mediante la igualdad de derechos de hombres y mujeres, acceso igualitario a la educación y al trabajo, para emprender una lucha en pareja contra la opresión y la dominación del capitalismo”.

En este contexto, DOMITILA nos sigue narrando su lucha mediante ideas claras sobre la situación de la mujer en Latinoamérica, desechando para siempre ideas que dan a la mujer un papel estático ante las problemáticas sociales. Asimismo, considera que hay que cambiar la noción de patria pues el himno nacional, los colores de la bandera y los símbolos dejan de tener sentido cuando la patria vive en condiciones de desigualdad y pobreza, señalando DOMITILA que “la patria está en todos los rincones, en los mineros, en los campesinos, en la pobreza, en la desnutrición, en las penas y las alegrías…”

La religión fue otro de los temas abordados en nuestra conversación, criticando muy serenamente la tarea desempañada por la iglesia en los años de represión sufrida por el pueblo boliviano, porque ignoraban las necesidades de la mayoría de trabajadores y ante todo hacían caso omiso de la represión que llevaban a cabo las fuerzas militares.

Esta mujer, que sufrió en carne propia la represión de la época; estando en prisión fue violada, embarazada, torturada, ocasionándole un aborto y la desfiguración de su cuerpo, pero en ningún momento lograron destruir su fortaleza para defender a su gente y sus derechos hasta el día de su fallecimiento, el 13 de marzo de 2012. Aquella indomable líder minera boliviana que tantas batallas había librado hasta obligar al extinto dictador militar HUGO BANZER a dejar en poder en 1978. Sin embargo, no pudo ganar aquella última y cruel batalla contra el cáncer que la vencía cuando iba a cumplir la edad de 75 años.

Domitila Barrios de Chungara.

Ante su féretro, declarado luto nacional durante tres días por el gobierno boliviano de EVO MORALES, sería el Secretario General de la Central Obrera Boliviana, JUAN CARLOS TRUJILLO, quien manifestaba “la pérdida de una de las mujeres más valerosas, acusándola de haber forjado la construcción de la democracia en Bolivia, dejando muy bien enraizados los principios fundamentales de esta democracia”, pero sería el escritor uruguayo, EDUARDO GALEANO, quien mejor definía su manera de ser y actuar cuando dejó escrito aquella respuesta a la pregunta sobre quien era enemigo del pueblo boliviano: “El enemigo principal, ¿cuál es? ¿La dictadura militar? ¿La burguesía boliviana? ¿El imperialismo? No, compañeros. Yo quiero decirles estito: nuestro enemigo principal es el miedo. Lo tenemos adentro”. “Estito dijo Domitila en la mina de estaño de CATAVI-SIGLO XX y entonces se vino a la capital con otras cuatro mujeres y una veintena de hijos. En Navidad empezaron la huelga de hambre. Nadie creía en ellas. A más de uno le pareció un buen chiste. Así que cinco mujeres llegaron a LA PAZ para voltear la dictadura y, al final, las cinco mujeres han volteado la dictadura militar”.

DOMITILA BARRIOS DE CHUNGARA, en ese ejemplo de su vida nos deja un legado a las futuras generaciones, que es no claudicar, no tener miedo, ser leales con el pueblo. DOMITILA nos deja el ejemplo de que entregar la vida por el pueblo es lo más digno y lo más glorioso. ¡¡¡ Gracias, compañera, descansa en paz !!!

ANTÓN SAAVEDRA

 

 

 

AHORA VIENEN A POR NOSOTROS, JUBILADOS Y PENSIONISTAS IV

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CHARLA-DEBATE SOBRE LAS PENSIONES EN EL CENTRO CULTURAL “TOMAS Y VALIENTE” DE CORVERA A CARGO DE ANTÓN SAAVEDRA.

1 de marzo de 2018.

Buenas tardes, y muchas gracias por vuestra asistencia. Gracias, compañera, por tus palabras de presentación, pero yo sólo soy un compañero más que pretende aportar un poco de luz en el oscuro túnel de las pensiones que, junto con el Paro y la Corrupción, suponen los mayores y más graves problemas que tenemos planteados en nuestro país.

Y sin más preámbulos, con el fin de dar paso a un debate enriquecedor sobre los peligros que acechan a nuestras pensiones, muy especialmente en las venideras, me vais a permitir que haga unas reflexiones a modo de sinopsis, centradas en los conceptos que titulan mi ponencia.

LA PRIMERA, para decir que nuestro sistema de pensiones está en permanente deconstrucción, al igual que viene ocurriendo con la mayor parte de los sistemas europeos.

Las sucesivas reformas perpetradas por los gobiernos del bipartidismo PPSOE durante los últimos 30 años nos están abocando a un futuro de pensiones precarias y pensionistas empobrecidos donde, según estimaciones de la propia Comisión Europea, en 2030 un ciudadano con un salario de 1000 euros recibirá una pensión de 606 euros, y en 2060 será tan sólo de 465 euros. Por lo tanto, el problema no es si las pensiones se podrán pagar el mes que viene: el problema es que las pensiones públicas del futuro, caso de seguir existiendo, no van a permitir una vida digna después de muchos años de trabajo.

Centro Cultural Tomás y Valiente de CORVERA, el 1 de marzo de 2018

LA SEGUNDA, para constatar que la estructura legal de nuestro sistema de pensiones no es más que el resultado de reformas que siempre han tenido como argumento evitar la quiebra de la Seguridad Social, elevando primero, en 1985, de 10 a 15 años el periodo mínimo de cotización para acceder a pensión; después, en 2011, la edad de jubilación elevada de 65 a 67 años; y muy recientemente la introducción por parte del gobierno Rajoy del “factor de sostenibilidad”, eliminando la revalorización automática de las pensiones a partir de 2013, aunque mucho antes ya lo había comenzado a realizar el gobierno de Zapatero con el incremento cero para las pensiones.

Como debe de ser conocido, el tan cacareado “factor de sostenibilidad”, uno de los ejes fundamentales de la reforma de las pensiones en nuestro país, se aplicará a partir del año 2019 y no viene sino a añadir dos nuevas variables al cálculo de la pensión a las ya existentes actualmente, como son la edad de jubilación, los años cotizados y la cuantía cotizada, entre otras.

La primera variable, conocida como “factor de equidad intergeneracional”, tendrá en cuenta al calcular la pensión la esperanza de vida del futuro jubilado, y la segunda variable consistente en ligar la revalorización de las pensiones a la salud de las arcas públicas, de tal manera que las pensiones solo subirán si aumentan los ingresos del sistema por encima de la tasa de crecimiento del número de pensiones, aunque siempre moviéndose entre unos valores situados entre un mínimo del 0,25 por ciento y un máximo del IPC del 0,50 por ciento.

Si a ello sumamos las nefastas reformas laborales, que han precarizado el empleo, otorgando más poder a los empresarios en perjuicio de los trabajadores, esto nos ha llevado a unos salarios reales menores y, con ello, a una mayor dificultad para cotizar.

LA TERCERA, para afirmar que el objetivo de fondo no es otro que acabar con el sistema público de pensiones, lo cual procuraría un doble beneficio al capital. El más evidente: promocionar el negocio de los sistemas privados de pensiones y lograr que las cotizaciones gestionadas actualmente por la Seguridad Social lo sean por agencias privadas propiedad del oligopolio bancario, dando más dinero fresco a la banca para seguir especulando en los mercados financieros.

No nos engañemos, ni nadie trate de engañarnos: los planes privados de pensiones en absoluto pueden ser una solución para la clase trabajadora: si con un salario medio bruto en España de 12,84 euros a la hora apenas se puede llegar a final de mes, ¿qué dinero podrían destinar los trabajadores a dichos planes? ¿de qué sirven a la mayoría de la población mileurista? ¿y para qué?

 LA CUARTA, para confirmar que  el objetivo de los gobiernos neoliberales del bipartidismo turnista PPSOE no es otro que  alcanzar el mayor debilitamiento de la clase trabajadora, porque sin pensiones garantizadas, los trabajadores seguiremos siendo ciudadanos temerosos ante nuestro futuro, cada vez más incapaces de movilizarse en defensa de nuestros  intereses, y ni siquiera de perder un solo día de cotización para hacer una huelga, quedando obligados a trabajar hasta el fin de sus días, aquellos que tengan el “privilegio” de tener un puesto de trabajo.

Se trata, compañeras y compañeros, de ir al desmantelamiento de lo que un día se llamó el “Estado del Bienestar” que siguió al final de la II Guerra Mundial, con sus políticas de pleno empleo y amplios servicios públicos redistribuidores de renta y riqueza logrados a través de la “lucha de clases”, esa “lucha de clases” que hoy se ha transformado en una “lucha de frases” tan grotescamente practicado por las élites del pandillerismo sindical actual.

LA QUINTA, para manifestar, una vez más, que nunca nadie ha regalado nada a los trabajadores. Si nuestro sistema público de pensiones está ahí es como resultado de la presión que los trabajadores ejercieron un día frente al capital, una presión que se articuló a través de los trabajadores organizados en los sindicatos y los partidos de izquierda de antaño.

Es decir, las pensiones públicas son una conquista obrera, al igual que la jornada de 8 horas o el descanso semanal, y como todas esas conquistas seguirán ahí mientras sus beneficiarios – presentes y futuros – seamos capaces de seguir luchando y presionando para que así sea frente a quienes llevan 30 años deconstruyéndolas.

Por supuesto, tanto el gobierno actual del PP como los que le precedieron del PSOE, pueden seguir esgrimiendo cifras y más cifras en defensa de sus reformas antisociales, pero lo que no es de recibo es la interpretación que se puede hacer de cada una de ellas.

Pudiendo ser cierto que la Seguridad Social cerró 2016 con un déficit equivalente al 1,7%, ¿por eso no se pueden pagar las pensiones? ¿a quién puede escandalizar un déficit tan exiguo como el de la Seguridad Social? ¿Acaso no cerraron las Administraciones Públicas en 2009 con un déficit del 11% del PIB, en 2010 del 9,4%, en 2011 del 9,6%, en 2012 del 9,5%…, y se financió?

¿No se puede financiar un déficit del 1,7% o es que depende de a quién vaya destinado el dinero?

Recordemos que buena parte del déficit de aquellos años se debió al rescate bancario y a las políticas de austeridad. No es que el déficit de la Seguridad Social sea elevado: la clave radica en si los trabajadores tienen o no la misma capacidad de presión que la banca para que el Estado ponga el Presupuesto a su servicio, y a tenor de los sucesivos recortes de pensiones que venimos padeciendo parece más bien que no, sobre todo si observamos la actitud pasota de las élites sindicales, cuando no de la propia connivencia de éstas con la patronal y el gobierno de turno.

Mirad, compañeras y compañeros: manejando exactamente los mismos números que manejan los Montoro, De Guindos y compañía, el dinero de nuestras cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes a los últimos cuarenta años, éste ha servido, se ha utilizado para muchas cosas, desde la financiación de la sanidad hasta las pensiones no contributivas pasando por la financiación de los propios Presupuestos Generales del Estado.

Sí, compañeras y compañeros, con el dinero de nuestras cotizaciones, de nuestras pensiones, se han financiado hasta los Presupuestos Generales del Estado, y si todo ese dinero se hubiese destinado exclusivamente al fondo de las pensiones, ahora mismo ese fondo de pensiones tendría ¡¡¡MEDIO BILLÓN DE EUROS!!!

Por lo tanto, si el dinero de nuestras pensiones ha estado financiando otras políticas, sería justo que ahora otras políticas, otros impuestos, financiasen a las pensiones. En absoluto habría ningún problema de sostenibilidad si el fondo de pensiones hubiese sido destinado a las pensiones. Sí, claro que hay dinero para las pensiones. Claro que el sistema de pensiones es sostenible.

¿De dónde puede sacar el Estado más dinero para no tener déficit y garantizar las actuales y  futuras pensiones? Buscad en internet la palabra GESTHA, que es una organización de inspectores de Hacienda que se dedica a informarle a nuestro pueblo de lo que está ocurriendo tras la cortina de la economía y los impuestos. Y estos inspectores, que saben perfectamente de qué se está hablando, nos dan los siguientes datos escalofriantes:¡¡¡En España se defraudan todos los años 90.000 millones de euros!!! Es decir, más de lo que ha querido recortar el presidente del Gobierno. Y dicen mucho más: el 72 % de ese fraude lo tienen los grandes empresarios de este país. En España está sobrando en estos momentos dinero.

Pero hay un fraude que pone los pelos de punta y que demuestra realmente a quienes sirven determinados políticos y los gobiernos. Existe una cosa que se llama Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV). Es decir, un señor quiere pagar menos dinero y menos impuestos por su dinero y funda una SICAV, pero le ponen una condición: tiene que haber por lo menos cien personas y entre todas juntar 2,4 millones de euros. Yo pongo 2 millones y las cuatro décimas la reparto entre las 99 personas o “mariachis”. Desde ese momento yo no pago el 35 % de impuestos, sino que pago el 1 %. Claro, es un escándalo, esto es un robo consentido.

El caso es que los inspectores de Hacienda cuando se dieron cuenta de qué estaba haciendo el señor y sus “mariachis”, quisieron meterle mano. Y cuando empezaron los trámites, se aprueba en el Congreso, con el voto del PSOE y PP, ambos juntos, CIU y PNV, una ley por la cual, esto se quita a los inspectores de Hacienda y se le pasa a una entidad nueva que se llama Comisión Nacional de Valores (CNMV), y ésta lo primero que dice es que “aquí ya no se le mete mano a estos señores”.

 ¿De dónde podría además sacar el Estado más dinero? Los estudios de estos señores de Hacienda dicen que si aquí, en España, el nivel de vida fuese el de Suecia y, por tanto, los impuestos de Suecia, tendríamos todos los años 200.000 millones de euros más. Por eso, cuando dicen que en España no hay dinero, decirles que “eso es mentira”.

Hay dinero, el problema es si se quiere ir por él. Si se va a los paraísos fiscales, si se coge la fiscalidad, si se tiene el valor cívico de meterle mano a uno de los problemas más gordos que hay junto con la economía sumergida. El Estado no quiere tener más ingresos. Pero no porque el Estado sea misericordioso con los que tienen el dinero. Es que el Estado es el dominguillo, el criado, el títere del auténtico poder económico; por lo tanto, nuestro problema es con el poder. Lo que pasa es que el gobierno se interpone, porque es el fiel manisero de ese poder.

Todo lo que se nos ha contado sobre nuestras pensiones es mentira. No es verdad que gastemos en pensiones de manera desproporcionada. Ni en el peor de los escenarios llegamos a invertir en pensiones lo que gastan alemanes o franceses, por ejemplo. Concretamente, refiriéndome al país germano, éste acaba de anunciar estos días la mayor subida de pensiones en 23 años, incrementando las prestaciones de los jubilados un 4,25 % en el Oeste y un 5,95 % en las zonas del Este. Incluso Portugal las ha incrementado muy recientemente.

Ni siquiera es cierto que el déficit de la Seguridad Social se deba a un aumento espectacular de los pensionistas. Se debe, sobre todo, a las sucesivas reformas laborales que han mandado a los trabajadores a la precariedad permanente con salarios de subsistencia.

Además, abundando más en el tema, ¿por qué se habla del “déficit” de la Seguridad Social y no de otros organismos del Estado? ¿Cuál es el déficit de la Casa Real o del Tribunal Constitucional? ¿Y del Ministerio de Defensa? ¿Cerramos la Universidad? ¿Dejamos de hacer carreteras?

¿Será posible, me pregunto yo, mantener la red estatal de carreteras en 2040? Nadie parece preocuparse hoy por esa cuestión, de crucial importancia en la actividad de un país. Sin embargo, agoreros de distinto signo, pelaje y condición insisten en anunciar para esa fecha el colapso del sistema público de pensiones.

Según los apocalípticos profetas de la quiebra de la Seguridad Social, en 2040 la población española estará tan envejecida que la relación entre beneficiarios y cotizantes hará insostenible el sistema de pensiones.

Resulta de veras prodigioso que la grey de arúspices del futuro socioeconómico sólo ven encenderse luces de alarma en el tablero de mandos macroeconómico cuando se trata de las pensiones públicas, haciendo caso omiso del resto de los indicadores.

Porque si, tal como sugieren los lúgubres predictores basándose en las proyecciones demográficas, el problema va a ser de escasez de población activa en 2060, al faltar trabajadores no sólo entrarían en crisis las pensiones públicas, sino también las privadas, pues por la misma regla usada para afirmar que escasearán los cotizantes a la Seguridad Social, se deduce que también serán escasos los inversores en fondos privados.

Es más, al estrecharse la franja de población activa contribuyente, será muy difícil acudir con fondos públicos al salvamento de bancos en quiebra, como acaban de hacer los Estados, y más concretamente el Estado español, con 76.410 millones de euros regalados a la banca, según los datos oficiales del Banco de España y del Tribunal de Cuentas.

Y esto no es lo más grave. Si faltan trabajadores, tampoco será posible atender las redes viarias, los aeropuertos, los hospitales o los centros de enseñanza. Apenas habrá maestros, médicos o enfermeros. Disminuirá asimismo el número de jóvenes vigorosos aptos para nutrir los cuerpos militares, policiales y de emergencia que mantienen el Orden Público, la Defensa Nacional y la Protección Civil frente a incendios y otras catástrofes.

Esa escasez de fuerza laboral no sólo afectará al sector público, pues ¿de dónde va a salir la mano de obra que asegure el pleno funcionamiento de fábricas, oficinas y comercio?

Sin embargo, esa debacle general de la producción no parece inquietar a estas Casandras de vía estrecha, lo que nos hace sospechar que, cuando únicamente se muestran preocupados por el futuro de las pensiones, exigiendo su privatización, están mintiendo de una manera descarada como auténticos bellacos.

Por lo tanto, decir que la Seguridad Social se encuentra al borde de la quiebra es una estupidez, porque detrás de la Seguridad Social está el Estado con todos sus recursos financieros. En absoluto se trata de carencia de medios, es un problema de opciones: de a quien se da y a quien se quita, de qué gastos son prioritarios y, sobre todo, cuánto se recauda y de dónde.

Ningún colectivo ha sido tan castigado económicamente como el de los pensionistas. Nadie ha sido tan estafado como los jubilados. Ninguna demagogia tan despreciable como la dirigida a los ancianos, a quienes se asusta con el miedo a quitarles su pensión.

¿Hay alguna razón para que no se puedan pagar las pensiones? ¿Existe el menor riesgo de que dejen de cobrarse? El único peligro posible no nace de los hechos objetivos, sino de una ideología que considera pernicioso cualquier mecanismo redistributivo.

Introducir la incertidumbre, la duda y el miedo entre aquellas personas que, por haber llegado a la última etapa de su vida, se sienten más indefensas y son más vulnerables al argumento de la inseguridad es simplemente canallesco, porque el día que se diga que no hay dinero para el pago de las pensiones, ese día será que ha quebrado el Estado, y si esto llegase a ocurrir, entonces sería cuando el problema de nuestras pensiones, dejaría de ser un problema.

Por lo tanto, VAMOS a seguir luchando en la calle y en las instituciones a través de nuestros representantes políticos, para dar soluciones al problema de nuestras pensiones. Y para lograrlo, es totalmente necesario llenar los parlamentos y ayuntamientos de compañeras y compañeros rojos, verdes y moradas, procedentes, no sólo de la universidad, sino de las fuerzas del trabajo y, como no, del propio colectivo de pensionistas.

Por supuesto, en absoluto me refiero a esa clase de energúmenos y energúmenas que han logrado su pensión máxima por echar la siesta o jugar al “Candy Crush Saga” con su tablet en los escaños del Congreso de los Diputados, caso concreto de la diputada pepera Celia Villalobos que, como Presidenta de la Comisión Parlamentaria de Seguimiento del Pacto de Toledo, nos recomienda “seguir trabajando hasta los 70 y 80 años, porque hay un número importante de pensionistas que están más tiempo pasivo que trabajando”.

En la actualidad, cada vez que toca la paga doble de nuestras pensiones, se nos machaca constantemente con que se han sacado tantos millones de la “hucha” de las pensiones, dejándonos “caer” que esto se va acabando. Pues bien, cuando se acabe que la vuelvan a llenar, así de fácil, pero que nadie trate de seguir engañándonos con el cacareado PACTO DE TOLEDO.

En efecto, éste ha sido para las prestaciones sociales lo que fueron los PACTOS DE LA MONCLOA de 1978 para los derechos laborales: las bases que propiciaron el principio del fin de un conjunto de derechos duramente conquistados a lo largo de la historia por el MOVIMIENTO OBRERO.

Curiosamente, los actores políticos no variaron sustancialmente. Aquellos “Pactos de La Moncloa” de 1978 fueron alborozadamente saludados como “una gran conquista para la democracia y los derechos de los trabajadores por CC.OO. y UGT”, de igual manera que el “Pacto de Toledo” de 1995 provocó el éxtasis de UGT y CC.OO. que declararon a los cuatro vientos, como papagayos que eran y son de los partidos redactores que, gracias al pacto, quedaban garantizadas para el futuro los derechos sociales y el Sistema de Seguridad Social, incluida la jubilación, cuando la cruda realidad es que el “Pacto de Toledo” introduce muy sibilinamente una novedad que, a la postre, ha resultado nefasta para los intereses de la clase trabajadora, al consagrar el llamado principio de “separación y diferenciación de las fuentes de financiación” del sistema.

¿Qué se esconde tras tan ampuloso epígrafe?  Pues, lisa y llanamente, que a partir de la firma del “pacto”, la financiación de las prestaciones de naturaleza contributiva dependerán básicamente de las cotizaciones sociales, quedando excluida la posibilidad de complementar tal financiación con cargo a otras partidas de los Presupuestos Generales del Estado, creando para ello lo que se ha venido en llamar la “hucha” del Sistema de Seguridad Social, cuyos ingresos – exclusivamente provenientes de las cuotas sociales – deberán servir para el pago de las correspondientes prestaciones, de tal forma que una previsión – verdadera o falsa – de incapacidad de tal “hucha” para garantizar los pagos a medio y largo plazo, se traducirá inmediatamente en recortes de las prestaciones o, incluso de su desaparición pura y dura.

Si para algo ha servido el PACTO DE TOLEDO ha sido para mantener a la sociedad inconscientemente tranquila respecto a la supuesta robustez del sistema de reparto, y evitar a cualquier precio una reforma profunda que lo sustituya por un sistema de capitalización para garantizar nuestras actuales y futuras pensiones. Pues bien, compañeras y compañeros, todo esto se firmó con el entusiástico aplauso de las élites sindicales de los llamados sindicatos mayoritarios de clase de CC.OO. y UGT.

¿Se entiende ahora por qué, en un contexto donde el gobierno anuncia “situaciones catastróficas” en las “reservas” que conforman la “hucha social” a medio plazo, siempre basadas en los “informes”, absolutamente faltos de rigor, provenientes del FMI, el BCE y el Banco de España, dan ganas de echarse “mano a la cartuchera” cada vez que el gobierno acuerda rebajar o suprimir cuotas sociales de la patronal, que no son sino un salario en diferido de los trabajadores, bajo el pretexto de que, con tales dineros, la patronal fomentará el empleo?

Al respecto, resulta más que grotesco escuchar a las Adrianas, Adrianes y Pedros del PSOE, argumentar en su escrito de campaña electorera “que tú pensión está en peligro, porque el Gobierno del Partido Popular ha fomentado el empleo precario y las cotizaciones son más bajas que nunca. Su objetivo no es otro que agotar el Fondo de Reserva para destruir el sistema público de pensiones y después privatizarlo. No lo podemos permitir”.

¿Cómo se puede actuar con tanta frivolidad por parte del PSOE CUANDO FUERON ELLOS con su reforma laboral de 2010 quienes iniciaron el camino de la precarización, agravada por la reforma del PP en 2012?; CUANDO SE OLVIDAN de que su reforma de las pensiones en 2011 supuso la primera rebaja y el retraso de la edad de la jubilación; CUANDO CALLAN que su reforma del artículo 135 de la Constitución (pactada con el PP) da prioridad al pago de la deuda frente al dinero destinado a las prestaciones sociales y a los servicios públicos; CUANDO OLVIDAN que han pactado con el PP su oposición a un incremento sustancial del salario mínimo que repercuta en un aumento sustancial de los salarios y, por tanto, de las cotizaciones; CUANDO CALLAN que sus compromisos, y sus deudas, con la banca les obliga, a ellos y al PP, a incentivar los sistemas privados de pensiones… Y CUANDO OLVIDAN que ese PP que “pone en peligro las pensiones” está gobernando porque el PSOE les ha permitido con su abstención y lo sigue permitiendo con su oposición a la reciente moción de censura presentada por PODEMOS y negarse a presentar otra.

Por lo tanto, el PSOE no puede seguir engañando al pueblo pretendiendo actuar de “apagafuegos” cuando forma parte del bloque de los “incendiarios”.

Es decir, por mucho que sigan glayando los González, Aznares, Zapateros y Rajoys, las pensiones deben de seguir siendo sustentadas con cualquier tipo de partida presupuestaria y no sólo con las cotizaciones de acuerdo con el artículo 50 de la Constitución española que obliga al Estado a tener recursos suficientes para el pago de pensiones y su revisión periódica.

En la actualidad, compañeras y compañeros, más del 50% de los ¡¡¡  NUEVE MILLONES Y MEDIO DE PENSIONISTAS EXISTENTES !!! está por debajo del Salario Mínimo y casi el 30% apenas llegan al mínimo, una situación mucho más gravosa para las mujeres, que de media cobran un 30% menos que los hombres, pero la cruda realidad es que ni al Gobierno, ni a la Patronal, ni a las cúpulas de los sindicatos institucionalizados les preocupa en lo más absoluto el sistema público de pensiones y la sostenibilidad de los pensionistas.

Es una broma cruel decirle a alguien que cobra 700 euros al mes que se haga un plan de pensiones privado. La verdad sobre nuestras pensiones es muy sencilla. Donde nosotros vemos un derecho, ellos – la oligarquía y sus títeres gubernamentales -, ven un negocio. De los más de 500 planes de pensiones puestos en el mercado los últimos años, sólo dos fueron rentables para sus titulares. Sin embargo, sí fueron muy rentables para la banca que, cada año, solo en comisiones se embolsa la cantidad de 2000 millones de euros. Esa es la verdad.

Por lo expuesto y por mucho más, la movilización de la clase trabajadora, del conjunto de la ciudadanía, en contra de este ataque brutal contra la vida y la dignidad de las personas, es la única herramienta válida para paralizar este proceso irracional.

En efecto, las recientes movilizaciones del 22 de febrero han supuesto un gran éxito, que están haciendo recapacitar al gobierno, pero en absoluto podemos “bajar la guardia” hasta que hagamos realidad los objetivos; esto es, garantizar el poder adquisitivo de las actuales pensiones, a la vez que garantizar el actual sistema público de pensiones para todos los trabajadores y trabajadoras en radicales condiciones de igualdad.

 Los sistemas públicos de pensiones forman parte de los derechos sociales, de ese “contrato” social europeo fundamentado en la solidaridad y la justicia, luchado y conquistado por las generaciones que nos antecedieron.

Hoy, por el contrario, nos encontramos ante el progresivo desmantelamiento del conocido y mencionado Estado del Bienestar en un contexto de crisis que está siendo utilizado como coartada para justificar la imposibilidad de su mantenimiento. Pero en la defensa de este modelo de bienestar, sabemos que hay en juego victorias históricas por los derechos sociales.

Emulando al compañero Julio ANGUITA en base al “Informe PETRAS” de 1996: ¡¡¡Chavales, no tenéis futuro alguno, salvo que luchéis!!! El “Informe PETRAS” que tengo en mis manos trata de un encargo del gobierno felipista del PSOE al profesor PETRAS que, cuando se lo entregó al gobierno, y éste leyó su contenido, se lo pagó y lo guardó en un cajón.

Entre sus conclusiones se decía en 1996: “Estamos ante la primera generación de jóvenes que van a vivir peor que sus padres”, pero decía otra cosa terrible: “Es una generación criada entre algodones, no está acostumbrada a la lucha. Este es el problema, este país no tiene ningún futuro, salvo lo que duren el sol, las playas y el turismo”. ¡¡¡Creéis que sois rebeldes, y no lo sois!!! De nada sirven las poses rebeldes: solo sirve la lucha, por eso hay que preparar los “gomeros” para acertar a la cabeza del gigante Goliat y derribarle. ¡¡¡Esa es la cuestión!!!

En definitiva, la Seguridad Social no es un capricho, sino una de las conquistas con las que el movimiento obrero humanizó la sociedad para alejarla del estado de las bestias. Algunos propugnan hoy volver a ese estado recuperando un capitalismo salvaje que despertaría violentas respuestas. Si los gobernantes y legisladores hincan la rodilla ante el poder económico, nuestro deber como ciudadanos y ciudadanas es aprestarnos a la defensa civil de las formas solidarias de convivencia.

Muchas gracias.

 

LAS PENSIONES DE HOY… ¿Y LAS DEL FUTURO?

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En esta ocasión, el debate moderado por el compañero Mario Suarez del Fueyo, consistió en un diálogo intergeneracional, tal y como figura en el cartel anunciador, estableciendo seis bloques de tres minutos de exposición para cada uno de los ponentes, dando paso a un debate con el público que se prolongó durante más de una hora.

1º BLOQUE: LA SITUACIÓN DE LA HUCHA DE LAS PENSIONES A DÍA DE HOY, ¿CÓMO SE HA LLEGADO AQUÍ?

En efecto, cada vez que toca la paga doble de nuestras pensiones, se nos machaca constantemente con que se han sacado tantos millones de la “hucha” de las pensiones, dejándonos “caer” que esto se va acabando.

Pues bien, cuando se acabe que la vuelvan a llenar, así de fácil, pero que nadie trate de seguir engañándonos con el cacareado PACTO DE TOLEDO, porque éste ha sido para las prestaciones sociales lo que fueron los PACTOS DE LA MONCLOA de 1978 para los derechos laborales: las bases que propiciaron el principio del fin de un conjunto de derechos duramente conquistados a lo largo de la historia por el MOVIMIENTO OBRERO.

Curiosamente, los actores políticos no variaron sustancialmente. Aquellos “Pactos de La Moncloa” de 1978 fueron alborozadamente saludados como “una gran conquista para la democracia y los derechos de los trabajadores por CC.OO. y UGT”, de igual manera que el “Pacto de Toledo” de 1995 provocó el éxtasis de UGT y CC.OO. que declararon a los cuatro vientos, como papagayos que eran y son de los partidos redactores que, gracias al pacto, quedaban garantizadas para el futuro los derechos sociales y el Sistema de Seguridad Social, incluida la jubilación, cuando la cruda realidad es que el “Pacto de Toledo” introduce muy sibilinamente una novedad que, a la postre, ha resultado nefasta para los intereses de la clase trabajadora, al consagrar el llamado principio de “separación y diferenciación de las fuentes de financiación” del sistema.

¿Qué se esconde tras tan ampuloso epígrafe?  Pues, lisa y llanamente, que a partir de la firma del “pacto”, la financiación de las prestaciones de naturaleza contributiva dependerán básicamente de las cotizaciones sociales, quedando excluida la posibilidad de complementar tal financiación con cargo a otras partidas de los Presupuestos Generales del Estado, creando para ello lo que se ha venido en llamar la “hucha” del Sistema de Seguridad Social, cuyos ingresos – exclusivamente provenientes de las cuotas sociales – deberán servir para el pago de las correspondientes prestaciones, de tal forma que una previsión – verdadera o falsa – de incapacidad de tal “hucha” para garantizar los pagos a medio y largo plazo, se traducirá inmediatamente en recortes de las prestaciones o, incluso de su desaparición pura y dura.

Si para algo ha servido el PACTO DE TOLEDO ha sido para mantener a la sociedad inconscientemente tranquila respecto a la supuesta robustez del sistema de reparto, y evitar a cualquier precio una reforma profunda que lo sustituya por un sistema de capitalización para garantizar nuestras actuales y futuras pensiones. Pues bien, compañeras y compañeros, todo esto se firmó con el entusiástico aplauso de las élites sindicales de los llamados sindicatos mayoritarios de clase de CC.OO. y UGT.

2º BLOQUE: LAS REFORMAS LABORALES DE 2010 Y 2011.

Resulta más que grotesco escuchar a las Adrianas, Adrianes y Pedros del PSOE, argumentar en su escrito de campaña electorera “que tú pensión está en peligro, porque el Gobierno del Partido Popular ha fomentado el empleo precario y las cotizaciones son más bajas que nunca. Su objetivo no es otro que agotar el Fondo de Reserva para destruir el sistema público de pensiones y después privatizarlo. No lo podemos permitir”.

Antón, Inés Mallada y Mario Suárez en el Colegio Péblico Jovellanos de Gijón, el 5 de marzo de 2018

¿Cómo se puede actuar con tanta frivolidad por parte del PSOE CUANDO FUERON ELLOS con su reforma laboral de 2010 quienes iniciaron el camino de la precarización, agravada por la reforma del PP en 2012?; CUANDO SE OLVIDAN de que su reforma de las pensiones en 2011 supuso la primera rebaja y el retraso de la edad de la jubilación; CUANDO CALLAN que su reforma del artículo 135 de la Constitución (pactada con el PP) da prioridad al pago de la deuda frente al dinero destinado a las prestaciones sociales y a los servicios públicos; CUANDO OLVIDAN que han pactado con el PP su oposición a un incremento sustancial del salario mínimo que repercuta en un aumento sustancial de los salarios y, por tanto, de las cotizaciones; CUANDO CALLAN que sus compromisos, y sus deudas, con la banca les obliga, a ellos y al PP, a incentivar los sistemas privados de pensiones… Y CUANDO OLVIDAN que ese PP que “pone en peligro las pensiones” está gobernando porque el PSOE les ha permitido con su abstención y lo sigue permitiendo con su oposición a la reciente moción de censura presentada por PODEMOS y negarse a presentar otra.

Por lo tanto, el PSOE no puede seguir engañando al pueblo pretendiendo actuar de “apagafuegos” cuando forma parte del bloque de los “incendiarios”.

Es decir, por mucho que sigan glayando los González, Aznares, Zapateros y Rajoys, las pensiones deben de seguir siendo sustentadas con cualquier tipo de partida presupuestaria y no sólo con las cotizaciones de acuerdo con el artículo 50 de la Constitución española que obliga al Estado a tener recursos suficientes para el pago de pensiones y su revisión periódica.

Inés Mallada, Mario Suárez y Antón Saavedra en el Colegio Público Jovellanos de Gijón, el 5 de marzo de 2018

En la actualidad, compañeras y compañeros, más del 50% de los ¡¡¡  NUEVE MILLONES Y MEDIO DE PENSIONISTAS EXISTENTES !!! está por debajo del Salario Mínimo y casi el 30% apenas llegan al mínimo, una situación mucho más gravosa para las mujeres, que de media cobran un 30% menos que los hombres, pero la cruda realidad es que ni al Gobierno, ni a la Patronal, ni a las cúpulas de los sindicatos institucionalizados les preocupa en lo más absoluto el sistema público de pensiones y la sostenibilidad de los pensionistas.

Es una broma cruel decirle a alguien que cobra 700 euros al mes que se haga un plan de pensiones privado. La verdad sobre nuestras pensiones es muy sencilla. Donde nosotros vemos un derecho, ellos – la oligarquía y sus títeres gubernamentales -, ven un negocio.

 

3º BLOQUE: ¿QUÉ PERSPECTIVAS DE JUBILACIÓN TENÍAS A LOS 20 AÑOS?

Por aquellos años del 68 y sucesivos, el objetivo principal que teníamos era acabar con la precariedad laboral en forma del prestamismo laboral existente en todos los sectores industriales, donde la falta de cotización a la seguridad social era el denominador común: se trabajaban diez horas y, en el mejor de los casos, solo se cotizaban ocho en la mínima categoría.

Público asistente al debate intergeneracional sobre las pensiones en el Colegio Público Jovellanos de Gijón, el 5 de marzo de 2018

En éste contexto, refiriéndome a mi caso concreto, debo de añadir que fui despedido de tres empresas por estos motivos (Astilleros de Constructora Gijonesa, Duro-Felguera y Montajes de Ciaño), hasta que, metido en las famosas “listas negras” de la patronal, con esa edad de 20 años, me hice minero en el Pozo Fondón donde, efectivamente, si bien habían desaparecido aquellas condiciones en la precariedad laboral, sin embargo nuestra lucha estaba permanentemente en lograr unas condiciones dignas, tanto para nuestras jubilaciones como para nuestras incapacidades laborales por enfermedad y accidentes, debido al durísimo trabajo que se realizaba por aquellas fechas en el sector minero.

Debo afirmar que, en mi caso, he sido un “privilegiado” al contar en todo momento con los consejos y lecciones que, sobre el mutualismo y la seguridad social, recibí en todo momento por parte de mi padre, desde mi punto de vista, una de las personas más sabias y más concienciadas en la materia que estamos tratando.

Al respecto, siempre tuve muy claro que nuestro sistema público de pensiones forma parte de los derechos sociales, de ese “contrato social” fundamentado en la solidaridad y la justicia, luchado y conquistado por las generaciones que nos antecedieron.

Hoy, por el contrario, nos encontramos ante el progresivo desmantelamiento del conocido Estado del Bienestar en un contexto de crisis que está siendo utilizado como coartada para justificar la imposibilidad de su mantenimiento. Pero en la defensa de este modelo de bienestar, sabemos que hay en juego victorias históricas por los derechos sociales.

Llegado a este punto quiero levantar la voz para emular a mi admirado compañero Julio ANGUITA cuando, en base al “Informe PETRAS” de 1996, manifestaba: ¡¡¡Chavales, no tenéis futuro alguno, salvo que luchéis!!!

El “Informe PETRAS”, del que tenéis a vuestra disposición un original en la sede de PODEMOS de Oviedo, trata de un encargo del gobierno felipista del PSOE al profesor PETRAS que, cuando se lo entregó al gobierno, y éste leyó su contenido, se lo pagó y lo guardó en un cajón.

Entre sus conclusiones se decía en 1996: “Estamos ante la primera generación de jóvenes que van a vivir peor que sus padres”, pero decía otra cosa terrible: “Es una generación criada entre algodones, no está acostumbrada a la lucha. Este es el problema, este país no tiene ningún futuro, salvo lo que duren el sol, las playas y el turismo”. ¡¡¡Creéis que sois rebeldes, y no lo sois!!!

De nada sirven, por lo tanto, las poses rebeldes: solo sirve la lucha, por eso hay que preparar los “gomeros” para acertar a la cabeza del gigante Goliat y derribarle. ¡¡¡Esa es la cuestión!!!

Público asistente al debate intergeneracional sobre la pensiones en el Colegio Público Jovellanos de Gijón, el 5 de marzo de 2018

En definitiva, compañeras y compañeros, la Seguridad Social no es un capricho, sino una de las conquistas con las que el movimiento obrero humanizó la sociedad para alejarla del estado de las bestias. Algunos propugnan hoy volver a ese estado recuperando un capitalismo salvaje que despertaría violentas respuestas. Si los gobernantes y legisladores hincan la rodilla ante el poder económico, nuestro deber como ciudadanos y ciudadanas es aprestarnos a la defensa civil de las formas solidarias de convivencia

 

4º BLOQUE: ¿HUBO/HAY SOLIDARIDAD INTERGENERACIONAL ENTRE LOS TRABAJADORES EN EL TEMA DE LAS PENSIONES?

Antes de nada, es preciso señalar que nuestro sistema público de pensiones es imprescindible.

Con ello trataré de enfocar mucho mejor la cuestión, apartándonos de esa idea de inevitabilidad de la reducción, combinación o desaparición de esta parte esencial de nuestro sistema de protección social, que tan irresponsablemente se viene difundiendo por medio de los voceros de la oligarquía financiera en sus medios de comunicación.

Partiendo de ese carácter imprescindible, la primera clave que, en mi opinión, conviene destacar es que el sistema de pensiones tiene un objetivo y diversas funciones. El primero, garantizar una renta de sustitución adecuada a las rentas del trabajo.

Pero, además, el sistema de pensiones cumple una función macroeconómica evidente, no en vano representa el 12 % del PIB actual orientado a consumo y, por tanto, una fuente básica de demanda de bienes y servicios suministrados por empresas, profesionales y administraciones públicas, con impacto evidente en la actividad económica, el empleo y la generación de retornos relevantes también, vía impuestos.

Por otra parte, constituye un mecanismo potentísimo de cohesión social, territorial y, muy especialmente, de solidaridad intergeneracional. Por lo tanto, la consecuencia lógica de todo ello es una formulación de “cómo debemos actuar para preservar, reforzar y garantizar nuestro sistema de pensiones, el mismo sistema, a ser posible mejorado, del que tienen que seguir disfrutando nuestros hijos y nietos”.

En los distintos debates que venimos celebrando por los distintos pueblos de Asturias, vengo observando cierto reproche sobre nuestra juventud por su falta de apoyo en la lucha por nuestro sistema público de pensiones, con el que no puedo estar de acuerdo, entre otras cuestiones, porque yo mismo he aprendido mucho de esta juventud a partir del 15M, hasta el punto de hacerme renacer en la esperanza e ilusión para seguir en la lucha para cambiar este injusto sistema que vivimos por otro más justo, humano y democrático, siempre al servicio de las personas…

Si bien parece ser cierto que vemos poca juventud en las movilizaciones y asambleas, no es menos cierto que nosotros también debemos de reflexionar sobre nuestra labor a la hora de informarles, para ir concienciándoles a la vez que preparándoles para su lucha por lograr un trabajo con garantías de poder cotizar para que, el día de mañana, puedan disfrutar de una jubilación digna.

 

Antón Saavedra en plena intervención sobre las pensiones en el Colegio Público Jovellanos de Gijón, el 5 de marzo de 2018

5º BLOQUE: ¿SEGUIMOS VINCULANDO LAS PENSIONES AL TRABAJO?

Lógicamente, para que el pacto intergeneracional, que se encuentra en la base del diseño de nuestro sistema público de protección social, se cumpla es preciso seguir transmitiendo la necesaria confianza a toda la población, en edad activa o pensionista, de que la financiación está asegurada a través del mercado de trabajo, es decir de la cantidad y calidad del empleo existente, que es la principal fuente de financiación de las pensiones y, en la medida en que resulte necesario, de financiación adicional procedente de la imposición general, para preservar la garantía de acceso a prestaciones similares a las distintas generaciones.

En este aspecto, la última reforma de pensiones de 2013, producto de la condicionalidad impuesta a España con el rescate del sector financiero, regula apenas sin elementos correctores, un nuevo sistema de revalorización de pensiones, que mermará su poder adquisitivo, y un factor de sostenibilidad que pretende financiar los futuros aumentos de esperanza de vida con una mera reducción de pensiones de todas las personas que accedan a la pensión a partir del año 2019.

Como debe de ser conocido por todos nosotros, el tan cacareado “factor de sostenibilidad”, uno de los ejes fundamentales de la reforma de las pensiones en nuestro país, no viene sino a añadir dos nuevas variables al cálculo de la pensión a las ya existentes actualmente, como son la edad de jubilación, los años cotizados y la cuantía cotizada, entre otras.

Inés Mallada, Mario Suárez y Antón Saavedra en el Colegio Público Jovellanos de Gijón, el 5 de marzo de 2018

La primera variable, conocida como “factor de equidad intergeneracional”, tendrá en cuenta al calcular la pensión la esperanza de vida del futuro jubilado, y la segunda variable consistente en ligar la revalorización de las pensiones a la salud de las arcas públicas, de tal manera que las pensiones solo subirán si aumentan los ingresos del sistema por encima de la tasa de crecimiento del número de pensiones, aunque siempre moviéndose entre unos valores situados entre un mínimo del 0,25 por ciento y un máximo del IPC del 0,50 por ciento.

Si a ello sumamos las nefastas reformas laborales, que han precarizado el empleo, otorgando más poder a los empresarios en perjuicio de los trabajadores, esto nos ha llevado a unos salarios reales menores y, con ello, a una mayor dificultad para cotizar.

 

6º BLOQUE: ¿QUÉ PROPUESTAS PLANTEÁIS DE CARA AL FUTURO? VALORACIÓN DE LAS MOVILIZACIONES ACTUALES

Siendo plenamente consciente de que nuestras pensiones públicas corren un grave peligro, pero no por las razones que se aducen sino justamente por las que se callan y que los mismos gobiernos del bipartidismo PPSOE han provocado.

Sabemos que el más lento envejecimiento aumentará el gasto y que eso requiere disponer de más recursos, pero la solución no puede ser reducir la cuantía de las pensiones, sino determinar cuántos nuevos recursos se van a necesitar y poner entonces sobre la mesa la forma en que hemos de generarlos.

Tiene que ser así porque también sabemos con certeza que no todas las personas pueden financiarse el ahorro privado para cuando lleguen a la vejez y que sin pensiones públicas casi siete de cada diez pensionistas estarían ahora o estarán en el futuro en situación de pobreza severa.

Llamamos, pues, a la denuncia de las propuestas que prepara el Gobierno, a manifestar el rechazo frontal a todas ellas y a reclamar con toda firmeza otra política económica frente a la crisis, que no siga destruyendo empleo y generando cada día más deuda y empobrecimiento.

Vuelvo a repetir, recibir una pensión digna es un derecho constitucional y un derecho garantizado por la Declaración Universal de Derechos Humanos, por eso tenemos que seguir denunciando enérgicamente la nueva reforma de las pensiones públicas, que supone un nuevo engaño a los ciudadanos para favorecer a las entidades bancarias y aseguradoras.

Agustín González, Antón y una compañera en el Colegio Público Jovellanos de Gijón, el 5 de marzo de 2018

En ese contexto, las movilizaciones que se vienen realizando hasta la fecha vienen siendo un éxito en la participación de la gente, hasta el extremo de que están sirviendo para trasladar al gobierno el miedo que hasta ahora venía teniendo mucha gente. Por eso, el próximo 17 de marzo tenemos que reventar Gijón en la manifestación convocada por las pensiones.

Mirad, compañeras y compañeros: manejando exactamente los mismos números que manejan los Montoro, De Guindos y compañía, el dinero de nuestras cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes a los últimos cuarenta años, éste ha servido, se ha utilizado para muchas cosas, desde la financiación de la sanidad hasta las pensiones no contributivas pasando por la financiación de los propios Presupuestos Generales del Estado.

Sí, compañeras y compañeros, con el dinero de nuestras cotizaciones, de nuestras pensiones, se han financiado hasta los Presupuestos Generales del Estado, y si todo ese dinero se hubiese destinado exclusivamente al fondo de las pensiones, ahora mismo ese fondo de pensiones tendría ¡¡¡MEDIO BILLÓN DE EUROS!!!

Por lo tanto, si el dinero de nuestras pensiones ha estado financiando otras políticas, sería justo que ahora otras políticas, otros impuestos, financiasen a las pensiones. En absoluto habría ningún problema de sostenibilidad si el fondo de pensiones hubiese sido destinado a las pensiones. Sí, claro que hay dinero para las pensiones. Claro que el sistema de pensiones es sostenible.

¿De dónde puede sacar el Estado más dinero para no tener déficit y garantizar las actuales y futuras pensiones? Buscad en internet la palabra GESTHA, que es una organización de inspectores de Hacienda que se dedica a informarle a nuestro pueblo de lo que está ocurriendo tras la cortina de la economía y los impuestos. Y estos inspectores, que saben perfectamente de qué se está hablando, nos dan los siguientes datos escalofriantes: ¡¡¡En España se defraudan todos los años 90.000 millones de euros!!! Es decir, más de lo que ha querido recortar el presidente del Gobierno. Y dicen mucho más: el 72 % de ese fraude lo tienen los grandes empresarios de este país. En España está sobrando en estos momentos dinero.

Pero hay un fraude que pone los pelos de punta y que demuestra realmente a quienes sirven determinados políticos y los gobiernos. Existe una cosa que se llama Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV). Es decir, un señor quiere pagar menos dinero y menos impuestos por su dinero y funda una SICAV, pero le ponen una condición: tiene que haber por lo menos cien personas y entre todas juntar 2,4 millones de euros. Yo pongo 2 millones y las cuatro décimas la reparto entre las 99 personas o “mariachis”. Desde ese momento yo no pago el 35 % de impuestos, sino que pago el 1 %. Claro, es un escándalo, esto es un robo consentido.

El caso es que los inspectores de Hacienda cuando se dieron cuenta de qué estaba haciendo el señor y sus “mariachis”, quisieron meterle mano. Y cuando empezaron los trámites, se aprueba en el Congreso, con el voto del PSOE y PP, ambos juntos, CIU y PNV, una ley por la cual, esto se quita a los inspectores de Hacienda y se le pasa a una entidad nueva que se llama Comisión Nacional de Valores (CNMV), y ésta lo primero que dice es que “aquí ya no se mete mano a estos señores”.

 ¿De dónde podría además sacar el Estado más dinero? Los estudios de estos señores de Hacienda dicen que si aquí, en España, el nivel de vida fuese el de Suecia y, por tanto, los impuestos de Suecia, tendríamos todos los años 200.000 millones de euros más. Por eso, cuando dicen que en España no hay dinero, decirles que “eso es mentira”.

Hay dinero, el problema es si se quiere ir por él. Si se va a los paraísos fiscales, si se coge la fiscalidad, si se tiene el valor cívico de meterle mano a uno de los problemas más gordos que hay junto con la economía sumergida. El Estado no quiere tener más ingresos. Pero no porque el Estado sea misericordioso con los que tienen el dinero. Es que el Estado es el dominguillo, el criado, el títere del auténtico poder económico; por lo tanto, nuestro problema es con el poder. Lo que pasa es que el gobierno se interpone, porque es el fiel manisero de ese poder.

Todo lo que se nos ha contado sobre nuestras pensiones es mentira. No es verdad que gastemos en pensiones de manera desproporcionada. Ni en el peor de los escenarios llegamos a invertir en pensiones lo que gastan alemanes o franceses, por ejemplo. Concretamente, refiriéndome al país germano, éste acaba de anunciar estos días la mayor subida de pensiones en 23 años, incrementando las prestaciones de los jubilados un 4,25 % en el Oeste y un 5,95 % en las zonas del Este. Incluso Portugal las ha incrementado muy recientemente.

Ni siquiera es cierto que el déficit de la Seguridad Social se deba a un aumento espectacular de los pensionistas. Se debe, sobre todo, a las sucesivas reformas laborales que han mandado a los trabajadores a la precariedad permanente con salarios de subsistencia.

Además, abundando más en el tema, ¿por qué se habla del “déficit” de la Seguridad Social y no de otros organismos del Estado? ¿Cuál es el déficit de la Casa Real o del Tribunal Constitucional? ¿ El de la Iglesia ? ¿Y del Ministerio de Defensa? ¿Cerramos la Universidad? ¿Dejamos de hacer carreteras?

7º BLOQUE: DEBATE ABIERTO ENTRE EL PÚBLICO…

ANTON SAAVEDRA

CHARLA DEBATE SOBRE PENSIONES EN CANDAS

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CHARLA – DEBATE SOBRE LAS PENSIONES EN EL CENTRO POLIVALENTE “LA BARAGAÑA” DE CANDÁS A CARGO DE ANTÓN SAAVEDRA

26 de marzo de 2018

Buenas tardes, y muchas gracias por vuestra asistencia. Gracias por tus palabras de presentación, compañera,  y gracias a los compañeros y compañeras organizadoras del acto en esta magnífica tribuna del Centro Polivalente de  Candas, pero yo solo soy un compañero más que pretende aportar un poco de luz en el oscuro túnel de las pensiones que, junto con el paro y la corrupción, suponen los mayores y más graves problemas que tenemos planteados en nuestro país.

Y sin más preámbulos, con el fin de dar paso a un debate enriquecedor y clarificador sobre los peligros que acechan a nuestras pensiones, y muy especialmente a las venideras, me vais a permitir que comience mi intervención con unas reflexiones a modo de sinopsis, centradas en los conceptos que titulan mi ponencia.

LA PRIMERA, para poner de manifiesto que nuestro sistema de pensiones está en una permanente deconstrucción, al igual que viene ocurriendo con la mayor parte de los sistemas europeos.

Las sucesivas reformas perpetradas por los gobiernos del bipartidismo PPSOE durante los últimos 30 años nos están abocando a un futuro de pensiones precarias y pensionistas empobrecidos donde, según estimaciones de la propia Comisión Europea, en 2030 un ciudadano con un salario de 1000 euros recibirá una pensión de 600 euros, y en 2050 será tan sólo de 465 euros. Por lo tanto, el problema no es si las pensiones se podrán pagar el mes que viene: el problema es que las pensiones públicas del futuro, caso de seguir existiendo, no van a permitir una vida digna después de muchos años de trabajo.

Ello, sin olvidar que, según los técnicos del Ministerio de Hacienda, el 32,6 % de los pensionistas cobran en la actualidad menos de los 8.200 euros que delimita el umbral de la pobreza. Es decir, más de tres millones de personas, de las cuales el 60 por ciento de los pensionistas que perciben pensiones por debajo del umbral de la pobreza son mujeres.

Centro Polivalente “La Baragaña” de Candás, el 26 de marzo de 2018.

LA SEGUNDA, para constatar que la estructura legal de nuestro sistema de pensiones no es más que el resultado de reformas que siempre han tenido como argumento evitar la quiebra de la Seguridad Social, elevando primero, en 1985, de 10 a 15 años el periodo mínimo de cotización para acceder a pensión; después, en 2011, la edad de jubilación elevada de 65 a 67 años; y muy recientemente la introducción por parte del gobierno Rajoy del “factor de sostenibilidad”, eliminando la revalorización automática de las pensiones a partir de 2013, aunque mucho antes ya lo había comenzado a realizar el gobierno de Zapatero con el incremento cero para las pensiones, aplaudido eufóricamente por todos los diputados y diputadas del PSOE puestos en pie, entre los que se encontraba el actual secretario general, Pedro Sánchez, aquel 12 de mayo de 2010.

Como debe de ser conocido por todos nosotros, el tan cacareado “factor de sostenibilidad”, uno de los ejes fundamentales de la reforma de las pensiones en nuestro país, se aplicará a partir del año 2019 y no viene sino a añadir dos nuevas variables al cálculo de la pensión a las ya existentes actualmente, como son la edad de jubilación, los años cotizados y la cuantía cotizada, entre otras.

La primera variable, conocida como “factor de equidad intergeneracional”, tendrá en cuenta al calcular la pensión la esperanza de vida del futuro jubilado, y la segunda variable consistente en ligar la revalorización de las pensiones a la salud de las arcas públicas, de tal manera que las pensiones solo subirán si aumentan los ingresos del sistema por encima de la tasa de crecimiento del número de pensiones, aunque siempre moviéndose entre unos valores situados entre un mínimo del 0,25 por ciento y un máximo del IPC del 0,50 por ciento.

Si a ello sumamos las nefastas reformas laborales, que han precarizado el empleo, otorgando más poder a los empresarios en perjuicio de los trabajadores, esto nos ha llevado a unos salarios reales menores y, con ello, a una mayor dificultad para cotizar.

LA TERCERA, para afirmar que el objetivo de fondo no es otro que acabar con el sistema público de pensiones, lo cual procuraría un doble beneficio al capital. El más evidente: promocionar el negocio de los sistemas privados de pensiones y lograr que las cotizaciones gestionadas actualmente por la Seguridad Social lo sean por agencias privadas propiedad del oligopolio bancario, dando más dinero fresco a la banca para seguir especulando en los mercados financieros.

Se trata de trasladar el modelo “piñerista”, implantado bajo la dictadura militar de Pinochet en Chile, donde jubilarse en aquel país hermano es algo así como sacarse un carnet de pobre para los ya de por sí pobres.

Lleno hasta la bandera en el Centro Polivalente de Candás “La Baragaña” para participar en la charla-debate sobre las pensiones a cargo de Antón Saavedra y Carmen, el 26 de marzo de 2018

Y los “piñeristas” españoles están inmersos en esa cruzada para convencer a los gobiernos del bipartidismo PPSOE de que la vía buena es la de favorecer los fondos privados de pensiones a costa de recortar nuestro sistema público, hasta llegar incluso a su desaparición.

En otras palabras, existen poderosos sectores de las finanzas que buscan una España en la que jubilarse con cierta dignidad sea solo un privilegio reservado para aquellas y aquellos agraciados que cobran auténticas millonadas: ¿Eres pobre o sufres precariedad en el trabajo?  Poco importa. Los “piñeristas” no son una ONG ni tienen compasión. Son ricos y quieren seguir siéndolo, pero, como siempre, a nuestra costa, a costa del trabajador.

Pero, ¿qué son los “fondos de pensiones”? Estos son un producto financiero que sirve para el ahorro privado con el objeto de que pueda servir como previsión social, aunque siempre dependiendo de tus ahorros. Es decir, si no aportas lo suficiente, no tendrás pensión: es un fondo que recoge dinero y lo invierte en activos financieros, y de los rendimientos de esos activos paga un rendimiento a la gente, que es lo que puede llamarse pensión.

LA CUARTA, para confirmar que  el objetivo de los gobiernos neoliberales del bipartidismo turnista PPSOE no es otro que  alcanzar el mayor debilitamiento de la clase trabajadora, porque sin pensiones garantizadas, los trabajadores seguiremos siendo ciudadanos temerosos ante nuestro futuro, cada vez más incapaces de movilizarse en defensa de nuestros intereses, y ni siquiera de perder un solo día de cotización para hacer una huelga, quedando obligados a trabajar hasta el fin de sus días, aquellos que tengan el “privilegio” de tener un puesto de trabajo.

Se trata, compañeras y compañeros, de ir al desmantelamiento de lo que un día se llamó el “Estado del Bienestar” que siguió al final de la II Guerra Mundial, con sus políticas de pleno empleo y amplios servicios públicos redistribuidores de renta y riqueza logrados a través de la “lucha de clases”, esa “lucha de clases” que hoy se ha transformado en una “lucha de frases” tan grotescamente practicado por las élites del pandillerismo sindical actual.

LA QUINTA, para manifestar, una vez más, que nunca nadie ha regalado nada a los trabajadores. Si nuestro sistema público de pensiones está ahí es como resultado de la presión que los trabajadores ejercieron un día frente al capital, una presión que se articuló a través de los trabajadores organizados en los sindicatos y los partidos de izquierda de antaño.

Es decir, las pensiones públicas son una conquista obrera, al igual que la jornada de 8 horas o el descanso semanal, y como todas esas conquistas seguirán ahí mientras sus beneficiarios – presentes y futuros – seamos capaces de seguir luchando y presionando para que así sea frente a quienes llevan 30 años deconstruyéndolas.

Por supuesto, tanto el gobierno actual del PP como los que le precedieron del PSOE, pueden seguir esgrimiendo cifras y más cifras en defensa de sus reformas antisociales, pero lo que no es de recibo es la interpretación que se puede hacer de cada una de ellas.

Pudiendo ser cierto que la Seguridad Social cerró 2016 con un déficit equivalente al 1,7%, ¿por eso no se pueden pagar las pensiones? ¿a quién puede escandalizar un déficit tan exiguo como el de la Seguridad Social? ¿Acaso no cerraron las Administraciones Públicas en 2009 con un déficit del 11% del PIB, en 2010 del 9,4%, en 2011 del 9,6%, en 2012 del 9,5%…, y se financió?

¿No se puede financiar un déficit del 1,7% o es que depende de a quién vaya destinado el dinero?

Recordemos que buena parte del déficit de aquellos años se debió al rescate bancario, y resulta más que indignante cuando el gobierno de Mariano Rajoy ha destinado al rescate de las Cajas de Ahorros, la misma suma que había en la llamada “hucha” de las pensiones.

No es que el déficit de la Seguridad Social sea elevado: la clave radica en si los trabajadores tenemos o no la misma capacidad de presión que la banca para que el Estado ponga el Presupuesto a su servicio, y a tenor de los sucesivos recortes de pensiones que venimos padeciendo parece más bien que no, sobre todo si observamos la actitud pasota de las élites del pandillerismo sindical, cuando no de la propia connivencia de éstas con la patronal y los gobiernos de turno, aunque en las multitudinarias manifestaciones del 22 de febrero y 17 de marzo, convocadas por la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones, traten de coger el “tren en marcha”, sumándose a las mismas con sus banderas y pancartas.

Mirad, compañeras y compañeros: manejando exactamente los mismos números que manejan los Montoro, De Guindos y compañía, el dinero de nuestras cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes a los últimos cuarenta años, éste ha servido, se ha utilizado para muchas cosas, desde la financiación de la sanidad hasta las pensiones no contributivas pasando por la financiación de los propios Presupuestos Generales del Estado.

Sí, compañeras y compañeros, con el dinero de nuestras cotizaciones, de vuestras pensiones, se han financiado hasta los Presupuestos Generales del Estado, y si todo ese dinero se hubiese destinado exclusivamente al fondo de las pensiones, ahora mismo ese fondo de pensiones tendría ¡¡¡MEDIO BILLÓN DE EUROS!!!

Por lo tanto, si el dinero de nuestras pensiones ha estado financiando otras políticas, sería justo que ahora otras políticas, otros impuestos, financiasen a las pensiones. En absoluto habría ningún problema de sostenibilidad si el fondo de pensiones hubiese sido destinado a las pensiones. Sí, claro que hay dinero para las pensiones. Claro que el sistema de pensiones es sostenible.

¿De dónde puede sacar el Estado más dinero para no tener déficit y garantizar las pensiones? Buscad en internet, buscad la palabra GESTHA, que es una organización de inspectores de Hacienda que se dedica a informarle a nuestro pueblo de lo que está ocurriendo tras la cortina de la economía y los impuestos.

Y estos inspectores, que saben perfectamente de qué se está hablando, nos dan los siguientes datos escalofriantes: ¡¡¡En España se defraudan todos los años 90.000 millones de euros!!! Es decir, más de lo que ha querido recortar el Gobierno de Rajoy. Y dicen mucho más: el 72 % de ese fraude lo tienen los grandes empresarios de este país. En España, por lo tanto, está sobrando dinero.

Pero hay un fraude que pone los pelos de punta y que demuestra realmente a quienes sirven determinados políticos y sus gobiernos.

Existe una cosa que se llama Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV). Es decir, un señor quiere pagar menos dinero y menos impuestos por su dinero y funda una SICAV, pero le ponen una condición: tiene que haber por lo menos cien personas y entre todas juntar 2,4 millones de euros. Yo pongo 2 millones y el resto lo reparto entre las 99 personas o “mariachis”. Desde ese momento yo no pago el 35 % de impuestos, sino que pago el 1 %. Claro, es un escándalo, esto es un robo consentido.

El caso es que los inspectores de Hacienda cuando se dieron cuenta de qué estaba haciendo el señor y sus “mariachis”, quisieron meterle mano. Y cuando empezaron los trámites, el PSOE, el PP, CIU y PNV aprueban una ley en el Congreso por la cual, esto se quita a los inspectores de Hacienda y se le pasa a una entidad nueva que se llama Comisión Nacional de Valores (CNMV), y ésta lo primero que dice es que: Aquí ya no se mete mano a estos señores y, además, olvídense de retroactividades.

¿De dónde podría además sacar el Estado más dinero? Los estudios de estos señores de Hacienda dicen que si aquí, en España, el nivel de vida fuese el de Suecia y, por tanto, los impuestos de Suecia, tendríamos todos los años 200.000 millones de euros más. Por eso, cuando dicen que en España no hay dinero, decirles que “eso es mentira”. Están ustedes mintiendo como bellacos.

Hay dinero, el problema es si se quiere ir por él. Si se va a los paraísos fiscales, si se coge la fiscalidad, si se tiene el valor cívico de meterle mano a uno de los problemas más gordos que hay junto con el de la economía sumergida.

El Estado no quiere tener más ingresos. Pero no porque el Estado sea misericordioso con los que tienen el dinero. Es que el Estado es el dominguillo, el criado, el títere del auténtico poder económico; por lo tanto, nuestro problema es con el poder. Lo que pasa es que el gobierno se interpone, porque es el fiel manisero de ese poder.

Todo lo que se nos ha contado sobre nuestras pensiones es mentira. No es verdad que gastemos en pensiones de manera desproporcionada. Ni en el peor de los escenarios llegamos a invertir en pensiones lo que gastan alemanes o franceses, por ejemplo. Refiriéndome más concretamente al país germano, éste acaba de anunciar estos días la mayor subida de pensiones en 23 años, incrementando las prestaciones de los jubilados un 3,2 % en el Oeste y un 3,4 % en las zonas del Este. Incluso Portugal las ha incrementado también muy recientemente.

Y esto ocurre cuando en nuestro país se gastó el año pasado en pensiones un 12% de su Producto Interior Bruto, muy por debajo de Francia (15%), Alemania (14,4%), Portugal (14,9%), por no hablar de Italia (16,5%) o Austria (14,6%), y muy por debajo de la media de la zona euro (13,6%), según los datos oficiales de Eurostat, la oficina estadística de la UE.

Además, nuestras pensiones, según la estadística oficial comunitaria, están un 30% por debajo de la media europea en Paridades de Poder de Compra (PPA). Así, la pensión de jubilación española es inferior a la que mantiene a los pensionistas en Portugal y Grecia, y se encuentra muy lejos de las que perciben en Austria, Luxemburgo, Suecia, Holanda o Italia, quedando por detrás de nosotros las prestaciones que reciben los países del Este e Irlanda.

Es preciso señalar que nuestro sistema público de pensiones es imprescindible, y partiendo de ese carácter imprescindible, la primera clave que, en mi opinión, conviene destacar es que el sistema de pensiones tiene un objetivo y diversas funciones. El primero, garantizar una renta de sustitución adecuada a las rentas del trabajo.

Pero, además, el sistema de pensiones cumple una función macroeconómica evidente, no en vano representa el 12 % del PIB actual orientado a consumo y, por tanto, una fuente básica de demanda de bienes y servicios suministrados por empresas, profesionales y administraciones públicas, con impacto evidente en la actividad económica, el empleo y la generación de retornos relevantes también, vía impuestos.

Por otra parte, constituye un mecanismo potentísimo de cohesión social, territorial y, muy especialmente, de solidaridad intergeneracional. Por lo tanto, la consecuencia lógica de todo ello es una formulación de “cómo debemos actuar para preservar, reforzar y garantizar nuestro sistema de pensiones, el mismo sistema, a ser posible mejorado, del que tienen que seguir disfrutando nuestros hijos y nietos”.

Ni siquiera es cierto que el déficit de la Seguridad Social se deba a un aumento espectacular de los pensionistas. Se debe, sobre todo, a las sucesivas reformas laborales que han mandado a los trabajadores a la precariedad permanente con salarios de subsistencia.

Además, abundando más en el tema, ¿por qué se habla del “déficit” de la Seguridad Social y no de otros organismos del Estado? ¿Cuál es el déficit de la Casa Real? ¿Y del Ministerio de Defensa? ¿Cuánto dinero de nuestros impuestos se destina todos los años a la Iglesia? ¿Y cuánto al rescate de las autopistas? ¿Cerramos la Universidad? ¿Dejamos de hacer carreteras?

Por lo tanto, decir que la Seguridad Social se encuentra al borde de la quiebra es una estupidez, porque detrás de la Seguridad Social está el Estado con todos sus recursos financieros. En absoluto se trata de carencia de medios, es un problema de opciones: de a quien se da y a quien se quita, de qué gastos son prioritarios y, sobre todo, cuánto se recauda y de dónde.

Ningún colectivo ha sido tan castigado económicamente como el de los pensionistas. Nadie ha sido tan estafado como los jubilados. Ninguna demagogia tan despreciable como la dirigida a los ancianos, a quienes se asusta con el miedo a quitarles su pensión.

¿Hay alguna razón para que no se puedan pagar las pensiones? ¿Existe el menor riesgo de que dejen de cobrarse? El único peligro posible no nace de los hechos objetivos, sino de una ideología que considera pernicioso cualquier mecanismo redistributivo.

Introducir la incertidumbre, la duda y el miedo entre aquellas personas que, por haber llegado a la última etapa de su vida, se sienten más indefensas y son más vulnerables al argumento de la inseguridad es simplemente canallesco, porque el día que se diga que no hay dinero para el pago de las pensiones, ese día será que ha quebrado el Estado, y si esto llegase a ocurrir, entonces sería cuando el problema de nuestras pensiones, dejaría de ser un problema.

Por lo tanto, VAMOS a seguir luchando en la calle y en las instituciones a través de nuestros representantes políticos, para dar soluciones al problema de nuestras pensiones. Y para lograrlo, es totalmente necesario llenar los parlamentos y ayuntamientos de compañeras y compañeros rojos, verdes y moradas, procedentes, no sólo de la universidad, sino de las fuerzas del trabajo y, como no, del propio colectivo de pensionistas.

Por supuesto, en absoluto me refiero a esa clase de energúmenos y energúmenas que han logrado su pensión máxima por echar la siesta o jugar al “Candy Crush Saga” con su tablet en los escaños del Congreso de los Diputados, caso concreto de la diputada pepera Celia Villalobos que, como Presidenta de la Comisión Parlamentaria de Seguimiento del Pacto de Toledo, nos recomienda “seguir trabajando hasta los 70 y 80 años, porque hay un número importante de pensionistas que están más tiempo pasivo que trabajando”.

 En la actualidad, cada vez que toca la paga doble de nuestras pensiones, se nos machaca constantemente con que se han sacado tantos millones de la “hucha” de las pensiones, dejándonos “caer” que esto se va acabando. Pues bien, cuando se acabe que la vuelvan a llenar, así de fácil, pero que nadie trate de seguir engañándonos con el cacareado PACTO DE TOLEDO.

En efecto, éste ha sido para las prestaciones sociales lo que fueron los PACTOS DE LA MONCLOA de 1978 para los derechos laborales: las bases que propiciaron el principio del fin de un conjunto de derechos duramente conquistados a lo largo de la historia por el MOVIMIENTO OBRERO.

Curiosamente, los actores políticos no variaron sustancialmente. Aquellos “Pactos de La Moncloa” de 1978 fueron alborozadamente saludados como “una gran conquista para la democracia y los derechos de los trabajadores por CC.OO. y UGT”, de igual manera que el “Pacto de Toledo” de 1995 provocó el éxtasis de UGT y CC.OO. que declararon a los cuatro vientos, como papagayos que eran y son de los partidos redactores que, gracias al pacto, quedaban garantizadas para el futuro los derechos sociales y el Sistema de Seguridad Social, incluida la jubilación, cuando la cruda realidad es que el “Pacto de Toledo” introduce muy sibilinamente una novedad que, a la postre, ha resultado nefasta para los intereses de la clase trabajadora, al consagrar el llamado principio de “separación y diferenciación de las fuentes de financiación” del sistema.

¿Qué se esconde tras tan ampuloso epígrafe?  Pues, lisa y llanamente, que a partir de la firma del “pacto”, la financiación de las prestaciones de naturaleza contributiva dependerán básicamente de las cotizaciones sociales, quedando excluida la posibilidad de complementar tal financiación con cargo a otras partidas de los Presupuestos Generales del Estado, creando para ello lo que se ha venido en llamar la “hucha” del Sistema de Seguridad Social, cuyos ingresos – exclusivamente provenientes de las cuotas sociales – deberán servir para el pago de las correspondientes prestaciones, de tal forma que una previsión – verdadera o falsa – de incapacidad de tal “hucha” para garantizar los pagos a medio y largo plazo, se traducirá inmediatamente en recortes de las prestaciones o, incluso de su desaparición pura y dura.

Si para algo ha servido el PACTO DE TOLEDO ha sido para mantener a la sociedad inconscientemente tranquila respecto a una supuesta robustez del sistema de reparto, y evitar a cualquier precio una reforma profunda que lo sustituya por un sistema de capitalización que garantice las actuales y futuras pensiones. Pues bien, compañeras y compañeros, todo esto se firmó con el entusiástico aplauso de las élites sindicales de los llamados sindicatos mayoritarios de clase de CC.OO. y UGT.

¿Se entiende ahora por qué, en un contexto donde el gobierno anuncia “situaciones catastróficas” en las “reservas” que conforman la “hucha social”, dan ganas de echarse “mano a la cartuchera” cada vez que el gobierno acuerda rebajar o suprimir cuotas sociales de la patronal, que no son sino un salario en diferido de los trabajadores, bajo el pretexto de que, con tales dineros, la patronal fomentará el empleo?

En este contexto, resulta verdaderamente grotesco tener que escuchar a las Adrianas, Adrianes y Pedritos del PSOE, argumentar en su escrito de campaña electorera “que tú pensión está en peligro, porque el Gobierno del Partido Popular ha fomentado el empleo precario y las cotizaciones son más bajas que nunca. Su objetivo no es otro que agotar el Fondo de Reserva para destruir el sistema público de pensiones y después privatizarlo. No lo podemos permitir”.

¿Cómo se puede actuar con tanta frivolidad por parte del PSOE cuando han sido ellos, con su reforma laboral de 2010, quienes iniciaron el camino de la precarización, agravada por la reforma del PP en 2012?; cuando se OLVIDAN de que su reforma de las pensiones en 2011 supuso la primera rebaja y el retraso de la edad de la jubilación; cuando CALLAN que su reforma del artículo 135 de la Constitución (pactada con el PP) da prioridad al pago de la deuda frente al dinero destinado a las prestaciones sociales y a los servicios públicos; cuando se vuelven a OLVIDAR que han pactado con el PP su oposición a un incremento sustancial del salario mínimo que repercuta en un aumento sustancial de los salarios y, por tanto, de las cotizaciones; cuando CALLAN que sus compromisos, y sus deudas millonarias con los bancos, les obliga, a ellos y al resto de los partidos, con excepción de PODEMOS, a incentivar los sistemas privados de pensiones… y cuando OLVIDAN que ese PP que “pone en peligro las pensiones” está gobernando porque el PSOE les ha permitido con su ABSTENCIÓN y lo sigue permitiendo con su oposición a la reciente MOCION DE CENSURA, presentada por PODEMOS, y negarse a presentar otra.

Por lo tanto, el PSOE no puede seguir engañando al pueblo pretendiendo actuar de “apagafuegos” cuando forma parte del bloque de los “incendiarios”.

Es decir, por mucho que sigan glayando los González, Aznares, Zapateros y Rajoys, las pensiones deben de seguir siendo sustentadas con cualquier tipo de partida presupuestaria y no sólo con las cotizaciones de acuerdo con el artículo 50 de la Constitución española que obliga al Estado a tener recursos suficientes para el pago de pensiones y su revisión periódica.

En la actualidad, compañeras y compañeros, más del 50% de los ¡¡¡  NUEVE MILLONES Y MEDIO DE PENSIONISTAS EXISTENTES !!! está por debajo del Salario Mínimo y casi el 35% apenas llegan al mínimo, una situación mucho más gravosa para las mujeres, que de media cobran un 30% menos que los hombres, pero la cruda realidad es que ni al Gobierno, ni a la Patronal, ni a las cúpulas del pandillerismo institucionalizado les preocupa en lo más absoluto el sistema público de pensiones y la sostenibilidad de los pensionistas.

Es una broma cruel decirle a alguien que cobra 700 euros al mes que se haga un plan de pensiones privado. La verdad sobre nuestras pensiones es muy sencilla. Donde nosotros vemos un derecho, ellos – la oligarquía y sus títeres gubernamentales -, ven un negocio. De los más de 500 planes de pensiones puestos en el mercado los últimos años, sólo dos fueron rentables para sus titulares. Sin embargo, sí fueron muy rentables para la banca que, cada año, solo en comisiones se embolsa la cantidad de 2000 millones de euros. Esa es la verdad.

Por todo lo dicho y por mucho más que irá apareciendo en el debate, la movilización de la clase trabajadora, del conjunto de la ciudadanía, en contra de este ataque brutal contra la vida y la dignidad de las personas, es la única herramienta válida para paralizar este proceso tan irracional como inhumano.

Las recientes y multitudinarias movilizaciones del 22 de febrero y 17 de marzo, tal y como ha quedado dicho, han supuesto un rotundo éxito en las calles y las plazas de nuestro país, que están haciendo recapacitar al gobierno, pero en absoluto podemos “bajar la guardia” hasta que hagamos realidad los objetivos; esto es, garantizar el poder adquisitivo de las actuales pensiones, a la vez que garantizar el actual sistema público para todos los trabajadores y trabajadoras en radicales condiciones de igualdad. Los sistemas públicos de pensiones forman parte de los derechos sociales, de ese “contrato social europeo” fundamentado en la solidaridad y la justicia, luchado y conquistado por las generaciones que nos antecedieron.

Hoy, por el contrario, nos encontramos ante el progresivo desmantelamiento del conocido y mencionado Estado del Bienestar en un contexto de crisis que está siendo utilizado como coartada para justificar la imposibilidad de su mantenimiento. Pero en la defensa de este modelo de bienestar, sabemos que hay en juego victorias históricas por los derechos sociales.

Emulando al compañero Julio ANGUITA en base al “Informe PETRAS” de 1996: ¡¡¡Chavales, no tenéis futuro alguno, salvo que luchéis!!!

El “Informe PETRAS” trata de un encargo del gobierno felipista del PSOE al profesor PETRAS que, cuando se lo entregó al gobierno, y éste leyó su contenido, se lo pagó y lo guardó en un cajón.

Entre sus conclusiones se decía en 1996: “Estamos ante la primera generación de jóvenes que van a vivir peor que sus padres”, pero decía otra cosa terrible: “Es una generación criada entre algodones, no está acostumbrada a la lucha. Este es el problema, este país no tiene ningún futuro, salvo lo que duren el sol, las playas y el turismo”. ¡¡¡Creéis que sois rebeldes, y no lo sois!!! De nada sirven las poses rebeldes: solo sirve la lucha, por eso hay que preparar los “gomeros” para acertar a la cabeza del gigante Goliat y derribarle. ¡¡¡Esa es la cuestión!!!

En definitiva, la Seguridad Social no es un capricho, sino una de las conquistas con las que el movimiento obrero humanizó la sociedad para alejarla del estado de las bestias. Algunos propugnan hoy volver a ese estado recuperando un capitalismo salvaje. Si los gobernantes y legisladores hincan la rodilla ante el poder económico, nuestro deber como ciudadanos y ciudadanas es aprestarnos a la defensa civil de las formas solidarias de convivencia.

Muchas gracias.

 

 


CHARLA DEBATE SOBRE PENSIONES EN MIERES

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Buenas tardes, y muchas gracias por vuestra asistencia. Gracias, Coté y Carmen, por vuestras palabras de presentación, y gracias a los compañeros y compañeras que han organizado este acto desde la magnífica tribuna de la Casa de la Cultura de Mieres, pero yo sólo soy un compañero más que pretende aportar un poco de luz en el oscuro túnel de las pensiones que, junto con el paro y la corrupción, suponen los mayores y más graves problemas que tenemos planteados en nuestro país.

Y sin más preámbulos, con el fin de dar paso a un debate enriquecedor y clarificador sobre los peligros que acechan a nuestras pensiones, y muy especialmente a las venideras, me vais a permitir que comience mi intervención con unas reflexiones a modo de sinopsis, centradas en los conceptos que titulan mi ponencia.

LA PRIMERA, para poner de manifiesto que nuestro sistema de pensiones está en una permanente deconstrucción, al igual que viene ocurriendo con la mayor parte de los sistemas europeos, de acuerdo con el discurso corsario del Banco Mundial para el abordaje contra los sistemas públicos de pensiones, tan explícitamente asumido por la Unión Europea en su Libro Verde sobre pensiones.

Las sucesivas reformas perpetradas por los gobiernos del bipartidismo PPSOE durante los últimos 30 años nos están abocando a un futuro de pensiones precarias y pensionistas empobrecidos donde, según estimaciones de la propia Comisión Europea, en 2030 un ciudadano con un salario de 1000 euros recibirá una pensión de 600 euros, y en 2050 será tan sólo de 465 euros. Por lo tanto, el problema no es si las pensiones se podrán pagar el mes que viene: el problema es que las pensiones públicas del futuro, caso de seguir existiendo, no van a permitir una vida digna después de muchos años de trabajo.

Casa de la Cultura de Mieres, el 23 de marzo de 2018.

Ello, sin olvidar que, según los técnicos del Ministerio de Hacienda, el 32,6 % de los pensionistas cobran en la actualidad menos de los 8.200 euros que delimita el umbral de la pobreza. Es decir, más de tres millones de personas, de las cuales el 60 por ciento de los pensionistas que perciben pensiones por debajo del umbral de la pobreza son mujeres.

LA SEGUNDA, para constatar que la estructura legal de nuestro sistema de pensiones no es más que el resultado de reformas que siempre han tenido como argumento evitar la quiebra de la Seguridad Social, elevando primero, en 1985, de 10 a 15 años el periodo mínimo de cotización para acceder a pensión; después, en 2011, la edad de jubilación elevada de 65 a 67 años; y muy recientemente la introducción por parte del gobierno Rajoy del “factor de sostenibilidad”, eliminando la revalorización automática de las pensiones a partir de 2013, aunque mucho antes ya lo había comenzado a realizar el gobierno de Zapatero con el incremento cero para las pensiones, aplaudido eufóricamente por todos los diputados y diputadas del PSOE puestos en pie, entre los que se encontraba el actual secretario general, Pedro Sánchez, aquel 12 de mayo de 2010.

Como debe de ser conocido por todos nosotros, el tan cacareado “factor de sostenibilidad”, uno de los ejes fundamentales de la reforma de las pensiones en nuestro país, se aplicará a partir del año 2019 y no viene sino a añadir dos nuevas variables al cálculo de la pensión a las ya existentes actualmente, como son la edad de jubilación, los años cotizados y la cuantía cotizada, entre otras.

La primera variable, conocida como “factor de equidad intergeneracional”, tendrá en cuenta al calcular la pensión la esperanza de vida del futuro jubilado, y la segunda variable consistente en ligar la revalorización de las pensiones a la salud de las arcas públicas, de tal manera que las pensiones solo subirán si aumentan los ingresos del sistema por encima de la tasa de crecimiento del número de pensiones, aunque siempre moviéndose entre unos valores situados entre un mínimo del 0,25 por ciento y un máximo del IPC del 0,50 por ciento.

Si a ello sumamos las nefastas reformas laborales, que han precarizado el empleo, otorgando más poder a los empresarios en perjuicio de los trabajadores, esto nos ha llevado a unos salarios reales menores y, con ello, a una mayor dificultad para cotizar.

Cuando el empleo es seguro, estable y de calidad, el sistema de pensiones ingresa los suficiente para repartir y no sufre, pero si el empleo se vuelve inseguro, inestable y de baja calidad, el sistema entra en zona roja e ingresa menos de cuánto debe repartir.

En ese escenario, la reforma del sistema efectuada por el gobierno Zapatero en 2011 no hacía más que consolidar los principios corsarios al discurso oficial sobre las pensiones, y su reforma laboral de 2010 no sólo ha supuesto una verdadera desamortización del mercado de trabajo, despojando la política de empleo de su dimensión social y devolviendo a manos privadas la regulación de las relaciones laborales, sino que supuso una auténtica bomba de relojería en el corazón de nuestra Seguridad Social, de tal manera que, desamortizado el mercado laboral, la desamortización del sistema público de pensiones quedaba convertido en el más lucrativo negocio privado.

LA TERCERA, para afirmar que el objetivo de fondo no es otro que acabar con el sistema público de pensiones, lo cual procuraría un doble beneficio al capital. El más evidente: promocionar el negocio de los sistemas privados de pensiones y lograr que las cotizaciones gestionadas actualmente por la Seguridad Social lo sean por agencias privadas propiedad del oligopolio bancario, dando más dinero fresco a la banca para seguir especulando en los mercados financieros.

Se trata de trasladar el modelo “piñerista”, implantado bajo la dictadura militar de Pinochet en Chile, donde jubilarse en aquel país hermano es algo así como sacarse un carnet de pobre para los ya de por sí pobres.

Y los “piñeristas” españoles están inmersos en ese abordaje corsario para convencer a los gobiernos del bipartidismo PPSOE de que la vía buena es la de favorecer los fondos privados de pensiones a costa de recortar nuestro sistema público, hasta llegar incluso a su desaparición.

En otras palabras, existen poderosos sectores de las finanzas que buscan una España en la que jubilarse con cierta dignidad sea solo un privilegio reservado para aquellas y aquellos agraciados que cobran auténticas millonadas: ¿Eres pobre o sufres precariedad en el trabajo?  Poco importa. Los “piñeristas” no son una ONG ni tienen compasión. Son ricos y quieren seguir siéndolo, pero, como siempre, a nuestra costa, a costa del trabajador.

Pero, ¿qué son los “fondos de pensiones”? Estos son un producto financiero que sirve para el ahorro privado con el objeto de que pueda servir como previsión social, aunque siempre dependiendo de tus ahorros. Es decir, si no aportas lo suficiente, no tendrás pensión: es un fondo que recoge dinero y lo invierte en activos financieros, y de los rendimientos de esos activos paga un rendimiento a la gente, que es lo que puede llamarse pensión.

LA CUARTA, para confirmar que  el objetivo de los gobiernos neoliberales del bipartidismo turnista PPSOE no es otro que  alcanzar el mayor debilitamiento de la clase trabajadora, porque sin pensiones garantizadas, los trabajadores seguiremos siendo ciudadanos temerosos ante nuestro futuro, cada vez más incapaces de movilizarse en defensa de nuestros intereses, y ni siquiera de perder un solo día de cotización para hacer una huelga, quedando obligados a trabajar hasta el fin de sus días, aquellos que tengan el “privilegio” de tener un puesto de trabajo.

Se trata, compañeras y compañeros, de ir al desmantelamiento de lo que un día se llamó el “Estado del Bienestar” que siguió al final de la II Guerra Mundial, con sus políticas de pleno empleo y amplios servicios públicos redistribuidores de renta y riqueza logrados a través de la “lucha de clases”, esa “lucha de clases” que hoy se ha transformado en una “lucha de frases” tan grotescamente practicado por las élites del pandillerismo sindical actual.

Por supuesto, tanto el gobierno actual del PP como los que le precedieron del PSOE, pueden seguir esgrimiendo cifras y más cifras en defensa de sus reformas antisociales, pero lo que no es de recibo es la interpretación que se puede hacer de cada una de ellas.

Pudiendo ser cierto que la Seguridad Social cerró 2016 con un déficit equivalente al 1,7%, ¿por eso no se pueden pagar las pensiones? ¿a quién puede escandalizar un déficit tan exiguo como el de la Seguridad Social? ¿Acaso no cerraron las Administraciones Públicas en 2009 con un déficit del 11% del PIB, en 2010 del 9,4%, en 2011 del 9,6%, en 2012 del 9,5%…, y se financió?

¿No se puede financiar un déficit del 1,7% o es que depende de a quién vaya destinado el dinero?

Recordemos que buena parte del déficit de aquellos años se debió al rescate bancario, y resulta más que indignante cuando el gobierno de Mariano Rajoy ha destinado al rescate de las Cajas de Ahorros, la misma suma que había en la llamada “hucha” de las pensiones.

No es que el déficit de la Seguridad Social sea elevado: la clave radica en si los trabajadores tenemos o no la misma capacidad de presión que la banca para que el Estado ponga el Presupuesto a su servicio, y a tenor de los sucesivos recortes de pensiones que venimos padeciendo parece más bien que no, sobre todo si observamos la actitud pasota de las élites del pandillerismo sindical, cuando no de la propia connivencia de éstas con la patronal y los gobiernos de turno.

Mirad, compañeras y compañeros: manejando exactamente los mismos números que manejan los Montoro, De Guindos y compañía, el dinero de nuestras cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes a los últimos cuarenta años, éste ha servido, se ha utilizado para muchas cosas, desde la financiación de la sanidad hasta las pensiones no contributivas pasando por la financiación de los propios Presupuestos Generales del Estado.

Sí, compañeras y compañeros, con el dinero de nuestras cotizaciones, de vuestras pensiones, se han financiado hasta los Presupuestos Generales del Estado, y si todo ese dinero se hubiese destinado exclusivamente al fondo de las pensiones, ahora mismo ese fondo de pensiones tendría ¡¡¡MEDIO BILLÓN DE EUROS!!!

Por lo tanto, si el dinero de nuestras pensiones ha estado financiando otras políticas, sería justo que ahora otras políticas, otros impuestos, financiasen a las pensiones. En absoluto habría ningún problema de sostenibilidad si el fondo de pensiones hubiese sido destinado a las pensiones. Sí, claro que hay dinero para las pensiones. Claro que el sistema de pensiones es sostenible. Los que no son sostenibles son los corsarios del neoliberalismo gubernamental al abordaje del Estado del Bienestar

¿De dónde puede sacar el Estado más dinero para no tener déficit y garantizar las pensiones? Buscad en internet, buscad la palabra GESTHA, que es una organización de inspectores de Hacienda que se dedica a informarle a nuestro pueblo de lo que está ocurriendo tras la cortina de la economía y los impuestos.

Y estos inspectores, que saben perfectamente de qué se está hablando, nos dan los siguientes datos escalofriantes: ¡¡¡En España se defraudan todos los años 90.000 millones de euros!!! Es decir, más de lo que ha querido recortar el Gobierno de Rajoy. Y dicen mucho más: el 72 % de ese fraude lo tienen los grandes empresarios de este país. En España, por lo tanto, está sobrando dinero.

Pero hay un fraude que pone los pelos de punta y que demuestra realmente a quienes sirven determinados políticos y sus gobiernos.

Existe una cosa que se llama Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV). Es decir, un señor quiere pagar menos dinero y menos impuestos por su dinero y funda una SICAV, pero le ponen una condición: tiene que haber por lo menos cien personas y entre todas juntar 2,4 millones de euros. Yo pongo 2 millones y el resto lo reparto entre las 99 personas o “mariachis”. Desde ese momento yo no pago el 35 % de impuestos, sino que pago el 1 %. Claro, es un escándalo, esto es un robo consentido.

El caso es que los inspectores de Hacienda cuando se dieron cuenta de qué estaba haciendo el señor y sus “mariachis”, quisieron meterle mano. Y cuando empezaron los trámites, el PSOE, el PP, CIU y PNV aprueban una ley en el Congreso por la cual, esto se quita a los inspectores de Hacienda y se le pasa a una entidad nueva que se llama Comisión Nacional de Valores (CNMV), y ésta lo primero que dice es que: Aquí ya no se mete mano a estos señores y, además, olvídense de retroactividades.

¿De dónde podría además sacar el Estado más dinero? Los estudios de estos señores de Hacienda dicen que si aquí, en España, el nivel de vida fuese el de Suecia y, por tanto, los impuestos de Suecia, tendríamos todos los años 200.000 millones de euros más. Por eso, cuando dicen que en España no hay dinero, decidles que “eso es mentira”. Qué están mintiendo como malditos bellacos.

¡¡¡Hay dinero, mucho dinero!!!, el problema es si se quiere ir por él. Si se va a los paraísos fiscales, si se coge la fiscalidad, si se tiene el valor cívico de meterle mano a uno de los problemas más gordos que hay junto con el de la economía sumergida.

El Estado no quiere tener más ingresos. Pero no porque el Estado sea misericordioso con los que tienen el dinero. Es que el Estado es el dominguillo, el criado, el títere del auténtico poder económico; por lo tanto, nuestro problema es con el poder. Lo que pasa es que el gobierno se interpone, porque es el fiel manisero de ese poder.

Todo lo que se nos ha contado sobre nuestras pensiones es mentira. No es verdad que gastemos en pensiones de manera desproporcionada. Ni en el peor de los escenarios llegamos a invertir en pensiones lo que gastan alemanes o franceses, por ejemplo. Refiriéndome más concretamente al país germano, éste acaba de anunciar estos días la mayor subida de pensiones en 23 años, incrementando las prestaciones de los jubilados un 3,2 % en el Oeste y un 3,4 % en las zonas del Este. Incluso Portugal las ha incrementado también muy recientemente.

Y esto ocurre cuando en nuestro país se gastó el año pasado en pensiones un 12% de su Producto Interior Bruto, muy por debajo de Francia (15%), Alemania (14,4%), Portugal (14,9%), por no hablar de Italia (16,5%) o Austria (14,6%), y muy por debajo de la media de la zona euro (13,6%), según los datos oficiales de Eurostat, la oficina estadística de la UE.

Además, nuestras pensiones, según la estadística oficial comunitaria, están un 30% por debajo de la media europea en Paridades de Poder de Compra (PPA). Así, la pensión de jubilación española es inferior a la que mantiene a los pensionistas en Portugal y Grecia, y se encuentra muy lejos de las que perciben en Austria, Luxemburgo, Suecia, Holanda o Italia, quedando por detrás de nosotros las prestaciones que reciben los países del Este e Irlanda.

Es preciso señalar que nuestro sistema público de pensiones es imprescindible, y partiendo de ese carácter imprescindible, la primera clave que, en mi opinión, conviene destacar es que el sistema de pensiones tiene un objetivo y diversas funciones. El primero, garantizar una renta de sustitución adecuada a las rentas del trabajo.

Pero, además, el sistema de pensiones cumple una función macroeconómica evidente, no en vano representa el 12 % del PIB actual orientado a consumo y, por tanto, una fuente básica de demanda de bienes y servicios suministrados por empresas, profesionales y administraciones públicas, con impacto evidente en la actividad económica, el empleo y la generación de retornos relevantes también, vía impuestos.

Por otra parte, constituye un mecanismo potentísimo de cohesión social, territorial y, muy especialmente, de solidaridad intergeneracional. Por lo tanto, la consecuencia lógica de todo ello es una formulación de “cómo debemos actuar para preservar, reforzar y garantizar nuestro sistema de pensiones, el mismo sistema, a ser posible mejorado, del que tienen que seguir disfrutando nuestros hijos y nietos”.

Ni siquiera es cierto que el déficit de la Seguridad Social se deba a un aumento espectacular de los pensionistas. Se debe, sobre todo, tal y como ha quedado dicho, a las sucesivas reformas laborales que han mandado a los trabajadores a la precariedad permanente con salarios de subsistencia.

Además, abundando más en el tema, ¿por qué se habla del “déficit” de la Seguridad Social y no de otros organismos del Estado? ¿Cuál es el déficit de la Casa Real? ¿Y del Ministerio de Defensa? ¿Cuánto dinero de nuestros impuestos se destina todos los años a la Iglesia? ¿Y cuánto al rescate de las autopistas? ¿Cerramos la Universidad? ¿Dejamos de hacer carreteras?

Por lo tanto, decir que la Seguridad Social se encuentra al borde de la quiebra es una estupidez, porque detrás de la Seguridad Social está el Estado con todos sus recursos financieros.

En absoluto se trata de carencia de medios, es un problema de opciones: de a quien se da y a quien se quita, de qué gastos son prioritarios y, sobre todo, cuánto se recauda y de dónde. ¿Se puede seguir, a modo de ejemplo, manteniendo esa duplicidad de las administraciones estatal y autonómica, que nos cuesta la friolera de 36.000 millones de euros anuales, y afirmar, como lo hace el gobierno, que no hay dinero para incrementar las pensiones, tal y como quedad obligado por la Constitución? ¿Por qué no han acabado con esa lacra que suponen tales duplicidades? Pues, lisa y llanamente, porque es ahí donde tienen miles y miles de enchufados entre hijos, sobrinos, primos, esposas, amantes y todo tipo de estómagos agradecidos que conforman un potente ejército con efecto multiplicador a la hora de luchar por el voto electoral…

En definitiva, compañeras y compañeros, ningún colectivo ha sido tan castigado económicamente como el de los pensionistas. Nadie ha sido tan estafado como los jubilados. Ninguna demagogia tan despreciable como la dirigida a los ancianos, a quienes se asusta con el miedo a quitarles su pensión.

¿Hay alguna razón para que no se puedan pagar las pensiones? ¿Existe el menor riesgo de que dejen de cobrarse? El único peligro posible no nace de los hechos objetivos, sino de una ideología que considera pernicioso cualquier mecanismo redistributivo.

Introducir la incertidumbre, la duda y el miedo entre aquellas personas que, por haber llegado a la última etapa de su vida, se sienten más indefensas y son más vulnerables al argumento de la inseguridad es simplemente canallesco, porque el día que se diga que no hay dinero para el pago de las pensiones, ese día será que ha quebrado el Estado, y si esto llegase a ocurrir, entonces sería cuando el problema de nuestras pensiones, dejaría de ser un problema.

Por lo tanto, VAMOS a seguir luchando en la calle y en las instituciones a través de nuestros representantes políticos, para dar soluciones al problema de nuestras pensiones. Y para lograrlo, es totalmente necesario llenar los parlamentos y ayuntamientos de compañeras y compañeros rojos, verdes y moradas, procedentes, no sólo de la Universidad, sino de las fuerzas del trabajo y, como no, del propio colectivo de pensionistas.

Por supuesto, en absoluto me refiero a esa clase de energúmenos y energúmenas que han logrado su pensión máxima por echar la siesta o jugar al “Candy Crush Saga” con su tablet en los escaños del Congreso de los Diputados, caso concreto de la diputada pepera Celia Villalobos que, como Presidenta de la Comisión Parlamentaria de Seguimiento del Pacto de Toledo, nos recomienda “seguir trabajando hasta los 70 y 80 años, porque hay un número importante de pensionistas que están más tiempo pasivo que trabajando”.

En la actualidad, cada vez que toca la paga doble de nuestras pensiones, se nos machaca constantemente con que se han sacado tantos millones de la “hucha” de las pensiones, dejándonos “caer” que esto se va acabando. Pues bien, cuando se acabe que la vuelvan a llenar, así de fácil, pero que nadie trate de seguir engañándonos con el cacareado PACTO DE TOLEDO.

En efecto, éste ha sido para las prestaciones sociales lo que fueron los PACTOS DE LA MONCLOA de 1978 para los derechos laborales: las bases que propiciaron el principio del fin de un conjunto de derechos duramente conquistados a lo largo de la historia por el MOVIMIENTO OBRERO.

Curiosamente, los actores políticos no variaron sustancialmente. Aquellos “Pactos de La Moncloa” de 1978 fueron alborozadamente saludados como “una gran conquista para la democracia y los derechos de los trabajadores por CC.OO. y UGT”, de igual manera que el “Pacto de Toledo” de 1995 provocó el éxtasis de UGT y CC.OO. que declararon a los cuatro vientos, como papagayos que eran y son de los partidos redactores que, gracias al pacto, quedaban garantizadas para el futuro los derechos sociales y el Sistema de Seguridad Social, incluida la jubilación, cuando la cruda realidad es que el “Pacto de Toledo” introduce muy sibilinamente una novedad que, a la postre, ha resultado nefasta para los intereses de la clase trabajadora, al consagrar el llamado principio de “separación y diferenciación de las fuentes de financiación” del sistema.

¿Qué se esconde tras tan ampuloso epígrafe?  Pues, lisa y llanamente, que a partir de la firma del “pacto”, la financiación de las prestaciones de naturaleza contributiva dependerán básicamente de las cotizaciones sociales, quedando excluida la posibilidad de complementar tal financiación con cargo a otras partidas de los Presupuestos Generales del Estado, creando para ello lo que se ha venido en llamar la “hucha” del Sistema de Seguridad Social, cuyos ingresos – exclusivamente provenientes de las cuotas sociales – deberán servir para el pago de las correspondientes prestaciones, de tal forma que una previsión – verdadera o falsa – de incapacidad de tal “hucha” para garantizar los pagos a medio y largo plazo, se traducirá inmediatamente en recortes de las prestaciones o, incluso de su desaparición pura y dura.

Si para algo ha servido el PACTO DE TOLEDO ha sido para mantener a la sociedad inconscientemente tranquila respecto a una supuesta robustez del sistema de reparto, firmado con el entusiástico aplauso de las élites del pandillerismo sindical de CC.OO. y U.G.T., donde se aceptaba sin más el marco de debate fijado previamente por el pensamiento corsario, cuando la realidad, oculta una elección profundamente ideológica: o mantener las pensiones en el ámbito de las políticas del bienestar, como una responsabilidad pública, o seguir aceptando su lento traslado hacia la esfera estrictamente individual.

¿Se entiende ahora por qué, en un contexto donde el gobierno anuncia “situaciones catastróficas” en las “reservas” que conforman la “hucha social”, dan ganas de echarse “mano a la cartuchera” cada vez que el gobierno acuerda rebajar o suprimir cuotas sociales de la patronal, que no son sino un salario en diferido de los trabajadores, bajo el pretexto de que, con tales dineros, la patronal fomentará el empleo?

En este contexto, resulta verdaderamente grotesco tener que escuchar a las Adrianas, Adrianes y Pedritos del PSOE, argumentar en su escrito de campaña electorera “que tú pensión está en peligro, porque el Gobierno del Partido Popular ha fomentado el empleo precario y las cotizaciones son más bajas que nunca. Su objetivo no es otro que agotar el Fondo de Reserva para destruir el sistema público de pensiones y después privatizarlo. No lo podemos permitir”.

¿Cómo se puede actuar con tanta frivolidad por parte del PSOE cuando han sido ellos, con su reforma laboral de 2010, quienes iniciaron el camino de la precarización, agravada por la reforma del PP en 2012?; cuando se OLVIDAN de que su reforma de las pensiones en 2011 supuso la primera rebaja y el retraso de la edad de la jubilación; cuando CALLAN que su reforma del artículo 135 de la Constitución (pactada con el PP) da prioridad al pago de la deuda frente al dinero destinado a las prestaciones sociales y a los servicios públicos; cuando se vuelven a OLVIDAR que han pactado con el PP su oposición a un incremento sustancial del salario mínimo que repercuta en un aumento sustancial de los salarios y, por tanto, de las cotizaciones; cuando CALLAN que sus compromisos, y sus deudas millonarias con los bancos, les obliga, a ellos y al resto de los partidos, con excepción de PODEMOS, a incentivar los sistemas privados de pensiones… y cuando OLVIDAN que ese PP que “pone en peligro las pensiones” está gobernando porque el PSOE les ha permitido con su ABSTENCIÓN y lo sigue permitiendo con su oposición a la reciente MOCION DE CENSURA, presentada por PODEMOS, y negarse a presentar otra.

Por lo tanto, el PSOE no puede seguir engañando al pueblo pretendiendo actuar de “apagafuegos” cuando forma parte del bloque de los “incendiarios”.

Es decir, por mucho que sigan glayando los González, Aznares, Zapateros y Rajoys, las pensiones deben de seguir siendo sustentadas con cualquier tipo de partida presupuestaria y no sólo con las cotizaciones de acuerdo con el artículo 50 de la Constitución española que obliga al Estado a tener recursos suficientes para el pago de pensiones y su revisión periódica.

En la actualidad, compañeras y compañeros, más del 50% de los ¡¡¡  NUEVE MILLONES Y MEDIO DE PENSIONISTAS EXISTENTES !!! está por debajo del Salario Mínimo y casi el 35% apenas llegan al mínimo, una situación mucho más gravosa para las mujeres, que de media cobran un 30% menos que los hombres, pero la cruda realidad es que ni al Gobierno, ni a la Patronal, ni a las cúpulas del pandillerismo institucionalizado les preocupa en lo más absoluto el sistema público de pensiones y la sostenibilidad de los pensionistas.

Es una broma cruel decirle a alguien que cobra 700 euros al mes que se haga un plan de pensiones privado. La verdad sobre nuestras pensiones es muy sencilla. Donde nosotros vemos un derecho, ellos ven un negocio. De los más de 500 planes de pensiones puestos en el mercado los últimos años, sólo dos fueron rentables para sus titulares. Sin embargo, sí fueron muy rentables para la banca que, cada año, solo en comisiones se embolsa la cantidad de 2000 millones de euros. Esa es la verdad.

Por todo lo dicho y por mucho más que irá apareciendo en el debate, la movilización de la clase trabajadora, del conjunto de la ciudadanía, en contra de este ataque brutal contra la vida y la dignidad de las personas, es la única herramienta válida para paralizar este proceso tan irracional como inhumano.

Las recientes y multitudinarias movilizaciones del 22 de febrero y 17 de marzo, efectivamente han supuesto un rotundo éxito en las calles y las plazas de nuestro país, que están haciendo recapacitar al gobierno, hasta el punto de obligarle a ofrecer todo un paquete de medidas que, si bien no cubre nuestras expectativas, sí  nos demuestran que el miedo ha cambiado de bando, pero ello en absoluto puede servir para que  “bajemos la guardia” hasta que no hagamos realidades nuestros objetivos; esto es: garantizar el poder adquisitivo de todas las pensiones, a la vez que garantizar el actual sistema público para todos los trabajadores y trabajadoras en radicales condiciones de igualdad. Por ello, el próximo 16 de abril tenemos que volver a reventar las calles y plazas de nuestro país, incluso duplicando y triplicando las movilizaciones del 22 de febrero y 17 de marzo, sin olvidar que el siguiente paso tendría que ser un llamamiento a la ¡¡¡huelga general en España!!!

El sistema público de pensiones forma parte de los derechos sociales, de ese “contrato social europeo” fundamentado en la solidaridad y la justicia, luchado y conquistado por las generaciones que nos antecedieron, y hoy, nos encontramos ante el progresivo desmantelamiento del conocido y mencionado Estado del Bienestar en un contexto de crisis que está siendo utilizado como coartada para justificar la imposibilidad de su mantenimiento. Pero en la defensa de este modelo de bienestar, sabemos que hay en juego victorias históricas por los derechos sociales.

Emulando al compañero Julio ANGUITA en base al “Informe PETRAS” de 1996: ¡¡¡Chavales, no tenéis futuro alguno, salvo que luchéis!!!

El “Informe PETRAS” trata de un encargo del gobierno felipista del PSOE al profesor PETRAS que, cuando se lo entregó al gobierno, y éste leyó su contenido, se lo pagó y lo guardó en un cajón.

Entre sus conclusiones se decía en 1996: “Estamos ante la primera generación de jóvenes que van a vivir peor que sus padres”, pero decía otra cosa terrible: “Es una generación criada entre algodones, no está acostumbrada a la lucha. Este es el problema, este país no tiene ningún futuro, salvo lo que duren el sol, las playas y el turismo”. ¡¡¡Creéis que sois rebeldes, y no lo sois!!! De nada sirven las poses rebeldes: solo sirve la lucha, por eso hay que preparar los “gomeros” para acertar a la cabeza del gigante Goliat y derribarle. ¡¡¡Esa es la cuestión!!!

En definitiva, la Seguridad Social no es un capricho, sino una de las conquistas con las que el movimiento obrero humanizó la sociedad para alejarla del estado de las bestias. Algunos propugnan hoy volver a ese estado recuperando un capitalismo salvaje. Si los gobernantes y legisladores hincan la rodilla ante el poder económico, nuestro deber como ciudadanos y ciudadanas es aprestarnos a la defensa civil de las formas solidarias de convivencia.

Muchas gracias.

 

 

 

 

 

 

MESA REDONDA SOBRE LA MINERÍA DEL CARBÓN EN EL CENTRO DE LA XUSTICIA DE LA FELGUERA

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Cartel sobre la mesa redonda sobre la minería del carbón en Centro de La Xusticia de La Felguera (CNT), el 28 de abril de 2018

Buenas tardes y gracias por vuestra asistencia. Al hilo de la intervención del profesor HOLM debo matizar que, HUNOSA ha sido el ejemplo de lo que son la socialización de las pérdidas y la privatización de las ganazancias. Ha sido una empresa que, al igual que un toro de lidia criado en la dehesa para ser acribillado en la plaza, en nuestro caso la empresa HUNOSA ha sido creada para morir en la plaza pública, tal y como todos hemos tenido la ocasión de ver. Además, abundando en su exposición, muy dificil puede ser una empresa pública cuando el Estado no ha sido público. Y, sin más preámbulos, teniendo en cuenta los participantes que estamos en la mesa, comenzaré mi intervención con unas reflexiones a modo de sinopsis, para dejar el tiempo que sea necesario para el debate en todos nosotros.

LA PRIMERA, para dejar muy claro que nuestro país tiene acceso en la actualidad a reservas de carbón que garantizan el suministro durante más de ciento cincuenta años. Por lo tanto, no existe absolutamente ninguna justificación para prescindir de una fuente energética autóctona de la que aún nos quedan unas reservas recuperables de carbón en torno a 1.500 millones de toneladas, siempre según los datos del Consejo Mundial de la Energía.

Unas reservas a las que hay que añadir la de las llamadas “reservas adicionales estimadas in situ”, que incluye los cálculos de las cantidades de mineral que pueden existir tanto en extensiones aún no exploradas de yacimientos conocidos, como en yacimientos aún no descubiertos en áreas que se sabe, desde el punto de vista geológico, que contienen combustible, cifradas por el mismo Consejo Mundial de la Energía en torno a los 7.100 millones de toneladas, lo que nos garantizan el abastecimiento durante esos más de 150 años, tiempo más que suficiente para escribir en “tinta roja” el futuro real de nuestras comarcas mineras a lo largo y ancho de la geografía española, muy especialmente en nuestra región asturiana.

LA SEGUNDA, para dejar más claro aún que, el grado de autoabastecimiento de energía primaria en España – la decimotercera economía del mundo – es de sólo el 20 por ciento, lo que supone que el 80 por ciento de la energía primaria consumida se importe del exterior – por un 58 por ciento para la Unión Europea -, dependiendo casi al 100 por ciento de las importaciones de petróleo, gas y uranio, y del orden del 80 por ciento de las importaciones de carbón, con un coste de la factura energética del orden de los 40.000 millones de euros anuales.

Profesor HOLM y Antón Saavedra en la mesa redonda sobre la minería del carbón en el Centro la Xusticia de La Felguera (CNT), el 28 de abril de 2018.

LA TERCERA, para afirmar qué, el carbón sin CEODÓS ya sólo depende de una decisión política, existiendo en la actualidad centrales térmicas en las que el carbón consumido no produce emisiones nocivas, y menos de CEODÓS, pero se sigue insistiendo y manipulando en el error de seguir diciendo que todavía se investiga sobre ello, cuando, en este momento sólo falta la decisión política para EL CAMBIO mediante tecnologías ya muy maduradas. El único problema que se presenta es encontrar compradores para ese CEODÓS que se separa, y que en este momento puede alcanzar la cifra de 50 millones de toneladas en todo el mundo, pero esos compradores también existen: se trata de las compañías petroleras que lo necesitan para inyectarlo en los pozos y así extraer el de 30 por ciento de petróleo del fondo, que de otro modo se perdería.

Además, partiendo de la base qué, en la combustión del carbón, tanto los de importación como los nacionales, emiten la misma cantidad de CEODÓS, si contabilizamos las emisiones del transporte en barco y los camiones desde los puertos marítimos, llegamos a la conclusión de que el carbón de importación emite un 6 por ciento más de CEODÓS que nuestros carbones autóctonos.

LA CUARTA, para constatar qué, las ayudas al funcionamiento que recibe el sector para su viabilidad, muy lejos de resultar onerosas para el Estado, son devueltas con creces a las propias arcas públicas a través de las cargas fiscales y coberturas sociales que soporta la propia actividad minera y, a la propia sociedad, mediante las rentas salariales y compras de bienes y servicios, amén de su enorme capacidad de arrastre de otros sectores económicos que, de manera indirecta o inducida, son potenciados gracias al entorno económico que propicia la minería del carbón y su fuerte capacidad de creación de valor añadido en sí misma y en otras actividades dependientes de ella. Todos sabemos que el yacimiento minero lo pone la naturaleza donde ella dispone, y es en torno al yacimiento donde se va creando el poblado, la villa, el comercio, las industrias auxiliares, de tal manera que cuando se clausura la explotación minera, si no se han generado otras industrias alternativas, las comarcas mineras quedan transformadas en auténticos eriales, como ya viene ocurriendo en las distintas comarcas mineras de España.

Solamente en los pagos impositivos de las empresas mineras en concepto de cotizaciones sociales, impuestos ligados a la producción e impuestos sobre el IVA, el balance resulta altamente positivo para el erario público: Por cada euro que da el Estado en concepto de ayudas al funcionamiento al sector minero, este reporta 3,4 euros por los conceptos fiscales mencionados.

 LA QUINTA, para confirmar qué, estudios muy recientes de varias Cátedras Universitarias sobre “EVALUACIÓN DEL IMPACTO ECONÓMICO DE LA MINERÍA DEL CARBÓN” no vienen sino a corroborar el crucial aporte económico del sector primario del carbón por su fuerte capacidad en la generación de valor añadido en tres frentes: como actividad en sí (impacto directo), como consecuencia de las interrelaciones productivas que arrastra (impacto indirecto) y como efecto renta-demanda (impacto inducido). De hecho, constatan que un empleo directo en minería posibilita la creación de casi dos empleos de manera indirecta y hasta tres empleos si sumamos los efectos inducidos. Ciñéndonos al ámbito de los municipios mineros, los efectos multiplicadores que cada empleo minero tienen sobre el empleo total del municipio se sitúan entre cuatro y cinco empleos.

LA SEXTA, para denunciar públicamente, una vez más qué, desde hace mucho tiempo, de una manera permanente y machacona se nos viene echando en cara a los mineros de que somos un sector subvencionado, y es verdad, pero se silencia que, efectivamente, por cada euro de subvención que recibe el carbón, el Estado español recibe más del triple. ¿Por qué ese afán a la hora de señalar a nuestros carbones como receptores de ayudas estatales a su tan necesaria como imprescindible explotación?

El profesor HOLM en su exposición, el 28 de abril de 2018.

¿Por qué no los gastos del ejército y la policía, o la Iglesia, o las carreteras, o las subvenciones multimillonarias a fondo perdido para la banca y las empresas privadas, por no hablar del impuesto de patrimonio de las grandes fortunas? Por cierto, ¿Dónde se equilibran los presupuestos del Ministerio del Interior o los de Defensa, Educación o Justicia, subvencionados al cien por cien por las arcas del Estado? ¿Cerramos la Universidad? ¿Y las cárceles? ¿Desaparecemos la casa real española?

No es un problema de fondos, sino principalmente de cómo se distribuye lo que la sociedad generamos; y el carbón, pese a quien pese, genera riqueza, empleo y bienestar para el conjunto de la sociedad.

Es en ese contexto donde queda enmarcada mi exposición en esta mesa sobre la minería del carbón, la cual, a la vista de las reflexiones perfectamente contrastadas y documentadas por los distintos organismos especialistas en la materia, en absoluto necesitaría el carbón ayuda de nadie, porque éste se defiende sólo. Quiero decir que, a la hora de hablar del carbón, es necesario enfocar su defensa desde una cuádruple vertiente social, económica, energética y estratégica, pero también desde la vertiente medioambiental. Sin embargo, al carbón se le ha cargado con el “sambenito” de ser el principal causante de todos los males que atentan contra la vida del planeta tierra por su gran contaminación.

En efecto, hace veinticinco años el concepto medioambiental que estaba de moda era el de la “lluvia ácida”, después, unos años más tarde, el concepto de moda era el “efecto invernadero” provocado, según los “sabios pronucleares”, por las emisiones de CEODÓS, y en la actualidad se sigue hablando del “efecto invernadero”, cuando el último concepto de moda es el “recalentamiento del planeta”. Hace muy poco tiempo se echaba la culpa del “efecto invernadero” al anhídrido carbónico emitido por las centrales térmicas. Ahora se admite que hay otros gases, tales como el metano, los óxidos de nitrógeno, los compuestos clorofluocarbonados y otros, que pueden tener un efecto perjudicial sobre el medio ambiente, sin que científicamente se haya demostrado su contribución al “efecto invernadero”, ni siquiera su efecto perjudicial.

En todo caso, la contribución del carbón a los efectos mencionados no tiene la importancia que en un principio se creía, sino que es bastante más reducida, tal y como nos demuestran estudios científicos realizados al efecto. De cualquiera de las maneras, el problema “nunca será de frío, sino de abrigo”. Quiero decir que es necesario exigir la puesta en práctica de toda la legislación existente, así como todos los medios tecnológicos, que son muchos y efectivos, hasta reducir al máximo su incidencia en el medio ambiente. Por cierto, ¿cuánto vienen invirtiendo los gobiernos del bipartidismo PPSOE en nuestro país para investigar esas tecnologías? ¡¡¡ Para qué van a investigar, si ya han apostado hace tiempo por el lucrativo y mafioso negocio de la importación de carbón, petróleo, gas y nuclear!!!

Además, que nuestro país importe carbón de Colombia o Sudáfrica, en lugar de producirlo en nuestro subsuelo, en absoluto soluciona esos problemas, sino que los traslada. La experiencia ha demostrado que incluso los aumenta, tal y como ha quedado dicho con anterioridad. Quien importa carbón obtenido de las minas a cielo abierto de estos países citados y otros, está explotando a estos países económica y ecológicamente. Muerte, represión y saqueo son palabras sin las cuales no podría existir este tipo de explotaciones. Van unidas al igual que van unidos los gobiernos nacionales y las multinacionales, encargadas de llevarse los minerales y las divisas, dejando contaminación, destrucción, millones de seres humanos muertos, y alguna que otra migaja, al margen de llenar los bolsillos de aquellos que se declaran tan “patriotas” ellos, envolviéndose en sus banderas nacionales.

Compañero minero de la empresa CLM (mina de Cerredo) en su exposición, el 28 de abril de 2018

Las explotaciones a cielo abierto, mejor el expolio consentido a Vitorino Alonso, para explotar en una Reserva de la de Biosfera Mundial como el valle de Laciana en León, por no hablar de Cerredo y Tormaleo en Asturias, al margen de producir un delito ecológico de máxima gravedad, sólo son rentables cuando los yacimientos afloran en la superficie, se encuentran cerca de la superficie, con un recubrimiento pequeño.

Desde un principio, las empresas y los gobiernos, apoyados en muchos casos por sus pandilleros sindicales de turno, levantan grandes expectativas y los habitantes de las zonas ven un futuro esperanzador, como ha ocurrido con las minas de Laciana, Tormaleo, Cerredo, explotadas por este gánster carbonero conocido por VICTORINO ALONSO “DON VITO”,

Una vez comenzada la explotación, se produce cierta mejoría económica entre sus habitantes, pero en cuanto el mineral a extraer profundiza, las empresas deciden cerrar o irse a otras partes para continuar con su expolio consentido por el gobierno de turno. La mejoría económica se acaba bruscamente, entrando en un periodo de depresión para sus habitantes a lo que hay que sumar el entorno que dejan gravemente dañado y su tierra y aguas contaminadas para siempre por productos químicos y otros materiales tóxicos.

Mirad, compañeras y compañeros: Hace 56 millones de años, un misterioso aumento de carbono en la atmósfera hizo subir la temperatura en todo el mundo, hasta el punto que se fundieron los polos. La causa, según los científicos especializados en el tema, fue una emisión de carbono masivo y, en términos geológicos, repentino.

Aquello duró 150.000 años, hasta que el exceso de carbono fue reabsorbido, produciendo todo tipo de sequías, inundaciones, plagas de insectos y algunas extinciones. Sin embargo, una cuestión ha quedado muy clara, clarísima: el carbón no fue responsable de nada, por la sencilla razón de que le faltaban muchos millones de años para formarse. ¡Ya está bien de escuchar eso de que “si es verde, vale”! ¡¡¡ Y si es negro, como el carbón de nuestras minas, y rojo como el minero que defiende el carbón, el empleo y el futuro de sus pueblos, también, no te jode!!!

No, compañeras y compañeros, no estamos defendiendo nuestro carbón por una especie de nostalgia, como una “seña de identidad” de cada comarca o región, entre otras cuestiones, porque tenemos que ser muy conscientes de que los recursos carboníferos son finitos, y que, dentro de cien o más años, las minas se agotarán, y no vamos a ser tan pesimistas como para creer que las comarcas mineras no van a sobrevivir al carbón. De lo que se trata es de no cambiar de la identidad actual por otra más vil y canalla, de no convertir Asturias, León, Palencia o Aragón en un bosque de eucaliptos para fabricar pasta de papel. Por cierto, en estas regiones citadas existe una grandísima masa forestal que puede y tiene que ser una de las alternativas generadoras de riqueza y empleo, como lo tiene que ser el agua de nuestras explotaciones mineras clausuradas, entre otros muchos recursos que tenemos.

El compañero RAÚL de la CSI en el Pozo Carrio durante su exposición en la mesa redonda sobre la minería del carbón, el 28 de abril de 2018

Desde mi punto de vista, pienso que la única solución para nuestros carbones es la NACIONALIZACION DEL SECTOR MINERO ESPAÑOL, desde la investigación de nuestros recursos hasta su transformación en energía, pasando por una explotación racional y humana de los mismos, dentro de una POLITICA ENERGÉTICA AL SERVICIO DEL PUEBLO. Y aquí, tengo que levantar la voz para manifestar que una de las características radical de nuestra minería, es que los yacimientos mineros españoles son bienes demaniales según la Constitución española, y ello significa que son bienes públicos y que la administración tiene la obligación inexcusable de preocuparse y velar su gestión por parte de los concesionarios, sujetos siempre a los requisitos de interés común.

Entretanto, compañeras y compañeros, es tan necesario como urgente poner freno a esta brutal manera de agredir a un sector como el de la minería del carbón, propiciada desde febrero de 1983, cuando el presidente del gobierno español FELIPE GONZALEZ, afirmó ante catorce directores de periódicos que Asturias necesitaba “adaptarse a una nueva civilización, y que había que ser conscientes de que a la minería solo le quedaban 17 años de vida”, agresión que continuaron sus socios del bipartidismo PPSOE, manteniendo nuestra firmeza en que “NO PODEMOS ESTAR DISPUESTOS A ACEPTAR EL CIERRE DE MAS EXPLOTACIONES MINERAS SIN ANTES COMPROBAR DE MANERA FEHACIENTE SU SITUACIÓN ECONOMICA, ESTRATEGICA, SOCIAL Y ENERGÉTICA; SOSTENER EL NIVEL DE EMPLEO EXISTENTE, ES DECIR, NO PROVOCAR MAS PARO MINERO MIENTRAS NO SE VAYA A LA CREACIÓN EFECTIVA Y REAL DE NUEVAS INDUSTRIAS CAPACES DE ABSORVERLO”.

Seamos serios y sensatos: las fuentes energéticas son escasas, y bajo ningún concepto se pueden ni deben de menospreciar, por razones de la dificultad de sus explotaciones, donde quiera que se encuentren. Y esto debieran de saberlo en la UNION EUROPEA, si es que se habla en nombre de Europa y no de quienes tienen el carbón más fácil, aunque tampoco nadie se debe escudar, como ha venido ocurriendo hasta la fecha, en los mandatos de la UNION EUROPEA, porque, entre otras cuestiones, el TRATADO DE LISBOA otorga a los países total libertad en lo referente al aprovechamiento de sus recursos energéticos. Es decir, son competencia de cada país, y por tanto esa exigencia de la UNION EUROPEA de cerrar las explotaciones mineras en el año 2018 en absoluto tiene porqué cumplirse. ¡Ya está bien de manipulaciones y engaños a los ciudadanos!

Asistentes al debate en la mesa redonda sobre la minería del carbón en el Centro La Xusticia de La Felguera (CNT), el 28 de abril de 2018.

Para terminar, una pregunta que siempre me hacen en los debates, referida a si el carbón tiene futuro, la cual voy a contestar con un ¡¡¡Sí, rotundo!!!

Durante muchos años hemos repetido los mineros que el carbón no debería ser marginado dentro de las políticas energéticas de los diferentes partidos que gobernaron en el Reino de España. Todavía se están pagando las consecuencias de este abandono, pero en cualquier reunión de expertos, mínimamente sensatos, ya no cabe la menor duda en la afirmación de que el carbón puede y debe ser el puente que hará salir a la Humanidad de la crisis energética, cada vez más agravada por los acontecimientos que se vienen dando en otros países petroleros y gasísticos.

Cuando las potentes locomotoras de vapor empezaron a cruzar las inmensas llanuras del Oeste americano, algún tremendista se atrevió a predecir que “como esta fiebre de velocidad se contagie al mundo entero, el carbón desaparecerá antes de veinte años”. Vino la Primera Guerra Mundial y volvió a repetirse la profecía. No digamos nada cuando estalló el conflicto del año 1939. Era la segunda explosión de preocupaciones para el sector energético. Y todavía, no hace muchas fechas, el agorero de turno señalaba la desaparición del carbón para dentro de veinte años. Es decir, siempre faltan veinte años para que se acabe el carbón. Pero el carbón sigue ahí, en cantidades abundantes para otros muchos veinte años. Y siempre que en el mundo se ha producido un momento crítico grave, se le ha pedido al carbón un esfuerzo sobrehumano y el carbón ha respondido satisfactoriamente, como, sin duda alguna, responderá en esta ocasión que estamos viviendo.

Muchas gracias.

DEBATE SOBRE PENSIONES EN LA CASA DE LA CULTURA DE GRADO

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Buenas tardes, y muchas gracias por vuestra asistencia. Gracias a los compañeros Plácido y Carmen por vuestras palabras de presentación, y gracias a los compañeros y compañeras que han organizado este acto desde la magnífica tribuna de la Casa de la Cultura de Grado, pero yo sólo soy un compañero más que pretende aportar un poco de luz en el oscuro túnel de las pensiones que, junto con el paro y la corrupción, suponen los mayores problemas que tenemos planteados en nuestro país.

Y, sin más preámbulos, con el fin de dar paso a un debate enriquecedor y clarificador sobre los peligros que acechan a nuestras pensiones, muy especialmente a las venideras, me vais a permitir que comience mi intervención con unas reflexiones a modo de sinopsis, centradas en los conceptos que titulan mi ponencia.

LA PRIMERA, para poner de manifiesto que nuestro sistema público de pensiones está en una permanente deconstrucción, al igual que viene ocurriendo con la mayor parte de los sistemas europeos, de acuerdo con el discurso corsario del Banco Mundial para el abordaje a los sistemas públicos de pensiones, tan explícitamente asumido por la Unión Europea en su Libro Verde sobre pensiones, y muy recientemente desarrollado a través del PRODUCTO PANAEUROPEO DE PENSIONES INDIVIDUALES (PEPP), un plan de pensiones de ahorro a largo plazo con muy escasas posibilidades, por no decir nulas, para su rescate, que no busca si no canalizar más capital hacia los mercados de capitales, facilitando el apoyo a la inversión en la economía real e impulsando el programa de la Unión de Mercados de Capitales. En realidad, se trata de una “colecta” del capital que, al grito corsario del neoliberalismo viene a decir algo así como: ¡¡¡Ahorradores, prestadle dinero al capital, necesita liquidez!!!

Las sucesivas reformas perpetradas por los gobiernos del bipartidismo PPSOE durante los últimos 30 años nos están abocando a un futuro de pensiones precarias y pensionistas empobrecidos donde, según estimaciones de la propia Comisión Europea, en 2030 un ciudadano con un salario de 1000 euros recibirá una pensión de 600 euros, y en 2050 será tan sólo de 465 euros. Por lo tanto, el problema no es si las pensiones se podrán pagar el mes que viene: el problema es que las pensiones públicas del futuro, caso de seguir existiendo, no van a permitir una vida digna después de muchos años de trabajo.

Ello, sin olvidar que, según los técnicos del Ministerio de Hacienda, el 32,6 % de los pensionistas cobran en la actualidad menos de los 8.200 euros que delimita el umbral de la pobreza. Es decir, más de tres millones de personas, de las cuales el 60 por ciento de los pensionistas que perciben pensiones por debajo del umbral de la pobreza son mujeres.

LA SEGUNDA, para constatar que la estructura legal de nuestro sistema de pensiones no es más que el resultado de reformas que siempre han tenido como argumento evitar la quiebra de la Seguridad Social, elevando primero, en 1985, de 10 a 15 años el periodo mínimo de cotización para acceder a pensión; después, en 2011, la edad de jubilación elevada de 65 a 67 años; y muy recientemente la introducción por parte del gobierno Rajoy del “factor de sostenibilidad”, eliminando la revalorización automática de las pensiones a partir de 2013, aunque mucho antes ya lo había comenzado a realizar el gobierno de Zapatero con el incremento cero para las pensiones. Por cierto, aplaudido eufóricamente por todos los diputados y diputadas del PSOE, puestos en pie, entre los que se encontraba el actual secretario general, Pedro Sánchez, aquel 12 de mayo de 2010.

CASA DE LA CULTURA DE GRADO

Como debe de ser conocido por todos nosotros, el tan cacareado “factor de sostenibilidad”, uno de los ejes fundamentales de la reforma de las pensiones en nuestro país, se aplicará a partir del año 2019 y no viene sino a añadir dos nuevas variables al cálculo de la pensión a las ya existentes actualmente, como son la edad de jubilación, los años cotizados y la cuantía cotizada, entre otras.

La primera variable, conocida como “factor de equidad intergeneracional”, tendrá en cuenta al calcular la pensión la esperanza de vida del futuro jubilado, y la segunda variable consistente en ligar la revalorización de las pensiones a la salud de las arcas públicas, de tal manera que las pensiones solo subirán si aumentan los ingresos del sistema por encima de la tasa de crecimiento del número de pensiones, aunque siempre moviéndose en unos valores situados entre un mínimo del 0,25 por ciento y un máximo del IPC del 0,50 por ciento.

Si a ello sumamos las nefastas reformas laborales, que han precarizado el empleo, otorgando más poder a los empresarios en perjuicio de los trabajadores, esto nos ha llevado a unos salarios reales menores y, con ello, a una mayor dificultad para cotizar.

Cuando el empleo es seguro, estable y de calidad, el sistema de pensiones ingresa los suficiente para repartir y no sufre, pero si el empleo se vuelve inseguro, inestable y de baja calidad, el sistema entra en zona roja e ingresa menos de cuánto debe repartir.

En ese escenario, la reforma del sistema efectuada por el gobierno Zapatero en 2011 no hacía más que consolidar los principios corsarios al discurso oficial sobre las pensiones, y su reforma laboral de 2010 no sólo ha supuesto una verdadera desamortización del mercado de trabajo, despojando la política de empleo de su dimensión social y devolviendo a manos privadas la regulación de las relaciones laborales, sino que supuso una auténtica bomba de relojería en el corazón de nuestra Seguridad Social, de tal manera que, desamortizado el mercado laboral, la desamortización del sistema público de pensiones quedaba convertido en el más lucrativo negocio privado.

LA TERCERA, para afirmar que el objetivo de fondo no es otro que acabar con el sistema público de pensiones, lo cual procuraría un doble beneficio al capital. El más evidente: promocionar el negocio de los sistemas privados de pensiones y lograr que las cotizaciones gestionadas actualmente por la Seguridad Social lo sean por agencias privadas propiedad del oligopolio bancario, dando más dinero fresco a la banca para seguir especulando en los mercados financieros.

Se trata de trasladar el modelo “piñerista”, implantado bajo la dictadura militar de Pinochet en Chile, donde jubilarse en aquel país hermano es algo así como sacarse un carnet de pobre para los ya de por sí pobres.

Y los “piñeristas” españoles están inmersos en ese abordaje corsario para convencer a los gobiernos del bipartidismo PPSOE de que la vía buena es la de favorecer los fondos privados de pensiones a costa de recortar nuestro sistema público, hasta llegar incluso a su desaparición.

En otras palabras, existen poderosos sectores de las finanzas que buscan una España en la que jubilarse con cierta dignidad sea solo un privilegio reservado para aquellas y aquellos agraciados que cobran auténticas millonadas: ¿Eres pobre o sufres precariedad en el trabajo?  Poco importa. Los “piñeristas” no son una ONG ni tienen compasión. Son ricos y quieren seguir siéndolo, pero, como siempre, a nuestra costa, a costa del trabajador.

LA CUARTA, para confirmar que  el objetivo de los gobiernos neoliberales del bipartidismo turnista PPSOE no es otro que  alcanzar el mayor debilitamiento de la clase trabajadora, porque sin pensiones garantizadas, los trabajadores seguiremos siendo ciudadanos temerosos ante nuestro futuro, cada vez más incapaces de movilizarse en defensa de nuestros intereses, y ni siquiera de perder un solo día de cotización para hacer una huelga, quedando obligados a trabajar hasta el fin de sus días, aquellos que tengan el “privilegio” de tener un puesto de trabajo.

Se trata, compañeras y compañeros, de ir al desmantelamiento de lo que un día se llamó el “Estado del Bienestar” que siguió al final de la II Guerra Mundial, con sus políticas de pleno empleo y amplios servicios públicos redistribuidores de renta y riqueza logrados a través de la “lucha de clases”, esa “lucha de clases” que hoy se ha transformado en una “lucha de frases” tan grotescamente practicado por las élites del pandillerismo sindical actual. Al respecto, resulta muy grotesco ver a todo un exsecretario general de CC.OO., como el tal Fidalgo, presidiendo la ponencia sobre pensiones en el recientemente celebrado Congreso Nacional del PP.

Por supuesto, tanto el gobierno actual del PP como los que le precedieron del PSOE, pueden seguir esgrimiendo cifras y más cifras en defensa de sus reformas antisociales, pero lo que no es de recibo es la interpretación que se puede hacer de cada una de ellas.

Pudiendo ser cierto que la Seguridad Social cerró 2016 con un déficit equivalente al 1,7%, ¿por eso no se pueden pagar las pensiones? ¿a quién puede escandalizar un déficit tan exiguo como el de la Seguridad Social? ¿Acaso no cerraron las Administraciones Públicas en 2009 con un déficit del 11% del PIB, en 2010 del 9,4%, en 2011 del 9,6%, en 2012 del 9,5%…, y se financió?

¿No se puede financiar un déficit del 1,7% o es que depende de a quién vaya destinado el dinero? Recordemos que buena parte del déficit de aquellos años se debió al rescate bancario, y resulta más que indignante cuando el gobierno de Mariano Rajoy ha destinado al rescate de las Cajas de Ahorros, la misma suma que había en la llamada “hucha” de las pensiones.

No es que el déficit de la Seguridad Social sea elevado: la clave radica en si los trabajadores tenemos o no la misma capacidad de presión que la banca para que el Estado ponga el Presupuesto a su servicio, y a tenor de los sucesivos recortes de pensiones que venimos padeciendo parece más bien que no, sobre todo si observamos la actitud pasota de las élites del pandillerismo sindical, cuando no de la propia connivencia de éstas con la patronal y los gobiernos de turno.

Mirad, compañeras y compañeros: manejando exactamente los mismos números que manejan los Montoro y demás compinches de la organización criminal del PP, el dinero de nuestras cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes a los últimos cuarenta años, éste ha servido, se ha utilizado para muchas cosas, desde la financiación de la sanidad hasta las pensiones no contributivas pasando por la financiación de los propios Presupuestos Generales del Estado.

Sí, compañeras y compañeros, con el dinero de nuestras cotizaciones, de vuestras pensiones, se han financiado hasta los Presupuestos Generales del Estado, y si todo ese dinero se hubiese destinado exclusivamente al fondo de las pensiones, ahora mismo ese fondo de pensiones tendría ¡¡¡MEDIO BILLÓN DE EUROS!!!

Por lo tanto, si el dinero de nuestras pensiones ha estado financiando otras políticas, sería justo que ahora otras políticas, otros impuestos, financiasen a las pensiones. En absoluto habría ningún problema de sostenibilidad si el fondo de pensiones hubiese sido destinado a las pensiones. Sí, claro que hay dinero para las pensiones. Claro que el sistema de pensiones es sostenible. Los que no son sostenibles son los corsarios del neoliberalismo gubernamental al abordaje del Estado del Bienestar

¿De dónde puede sacar el Estado más dinero para no tener déficit y garantizar las pensiones? Buscad en internet, buscad la palabra GESTHA, que es una organización de inspectores de Hacienda que se dedica a informarle a nuestro pueblo de lo que está ocurriendo tras la cortina de la economía y los impuestos.

Y estos inspectores, que saben perfectamente de qué se está hablando, nos dan los siguientes datos escalofriantes: ¡¡¡En España se defraudan todos los años 90.000 millones de euros!!! Es decir, más de lo que ha querido recortar el Gobierno de Rajoy. Y dicen mucho más: el 72 % de ese fraude lo tienen los grandes empresarios de este país. En España, por lo tanto, está sobrando dinero.

Pero hay un fraude que pone los pelos de punta y que demuestra realmente a quienes sirven determinados políticos y sus gobiernos.

Existe una cosa que se llama Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV). Es decir, un señor quiere pagar menos dinero y menos impuestos por su dinero y funda una SICAV, pero le ponen una condición: tiene que haber por lo menos cien personas y entre todas juntar 2,4 millones de euros. Yo pongo 2 millones y el resto lo reparto entre las 99 personas o “mariachis”. Desde ese momento yo no pago el 35 % de impuestos, sino que pago el 1 %. Claro, es un escándalo, esto es un robo consentido.

El caso es que los inspectores de Hacienda cuando se dieron cuenta de qué estaba haciendo el señor y sus “mariachis”, quisieron meterle mano. Y cuando empezaron los trámites, el PSOE, el PP, CIU y PNV aprueban una ley en el Congreso por la cual, esto se quita a los inspectores de Hacienda y se le pasa a una entidad nueva que se llama Comisión Nacional de Valores (CNMV), y ésta lo primero que dice es que: Aquí ya no se mete mano a estos señores y, además, olvídense de retroactividades.

¿De dónde podría además sacar el Estado más dinero? Los estudios de estos señores de Hacienda dicen que si aquí, en España, el nivel de vida fuese el de Suecia y, por tanto, los impuestos de Suecia, tendríamos todos los años 200.000 millones de euros más. Por eso, cuando dicen que en España no hay dinero, decidles que “eso es mentira”. Qué están mintiendo como malditos bellacos.

¡¡¡Hay dinero, mucho dinero!!!, el problema es si se quiere ir por él. Si se va a los paraísos fiscales, si se coge la fiscalidad, si se tiene el valor cívico de meterle mano a uno de los problemas más gordos que hay junto con el de la economía sumergida.

El Estado no quiere tener más ingresos. Pero no porque el Estado sea misericordioso con los que tienen el dinero. Es que el Estado es el dominguillo, el criado, el títere del auténtico poder económico; por lo tanto, nuestro problema es con el poder. Lo que pasa es que el gobierno se interpone, porque es el fiel manisero de ese poder.

Todo lo que se nos ha contado sobre nuestras pensiones es mentira. No es verdad que gastemos en pensiones de manera desproporcionada. Ni en el peor de los escenarios llegamos a invertir en pensiones lo que gastan alemanes o franceses, por ejemplo. Refiriéndome más concretamente al país germano, éste acaba de anunciar estos días la mayor subida de pensiones en 23 años, incrementando las prestaciones de los jubilados un 3,2 % en el Oeste y un 3,4 % en las zonas del Este. Incluso Portugal las ha incrementado también muy recientemente.

Y esto ocurre cuando en nuestro país se gastó el año pasado en pensiones un 12% de su Producto Interior Bruto, muy por debajo de Francia (15%), Alemania (14,4%), Portugal (14,9%), por no hablar de Italia (16,5%) o Austria (14,6%), y muy por debajo de la media de la zona euro (13,6%), según los datos oficiales de Eurostat, la oficina estadística de la UE.

Además, nuestras pensiones, según la estadística oficial comunitaria, están un 30% por debajo de la media europea en Paridades de Poder de Compra (PPA). Así, la pensión de jubilación española es inferior a la que mantiene a los pensionistas en Portugal y Grecia, y se encuentra muy lejos de las que perciben en Austria, Luxemburgo, Suecia, Holanda o Italia, quedando por detrás de nosotros las prestaciones que reciben los países del Este e Irlanda.

Es preciso señalar que nuestro sistema público de pensiones es imprescindible, y partiendo de ese carácter imprescindible, la primera clave que, en mi opinión, conviene destacar es que el sistema de pensiones tiene un objetivo y diversas funciones. El primero, garantizar una renta de sustitución adecuada a las rentas del trabajo.

Pero, además, el sistema de pensiones cumple una función macroeconómica evidente, no en vano representa el 12 % del PIB actual orientado a consumo y, por tanto, una fuente básica de demanda de bienes y servicios suministrados por empresas, profesionales y administraciones públicas, con impacto evidente en la actividad económica, el empleo y la generación de retornos relevantes también, vía impuestos.

Por otra parte, constituye un mecanismo potentísimo de cohesión social, territorial y, muy especialmente, de solidaridad intergeneracional. Por lo tanto, la consecuencia lógica de todo ello es una formulación de “cómo debemos actuar para preservar, reforzar y garantizar nuestro sistema de pensiones, el mismo sistema, a ser posible mejorado, del que tienen que seguir disfrutando nuestros hijos y nietos”.

Ni siquiera es cierto que el déficit de la Seguridad Social se deba a un aumento espectacular de los pensionistas. Se debe, sobre todo, tal y como ha quedado dicho, a las sucesivas reformas laborales que han mandado a los trabajadores a la precariedad permanente con salarios de subsistencia.

Además, abundando más en el tema, ¿por qué se habla del “déficit” de la Seguridad Social y no de otros organismos del Estado? ¿Cuál es el déficit de la Casa Real? ¿Y del Ministerio de Defensa? ¿Cuánto dinero de nuestros impuestos se destina todos los años a la Iglesia? ¿Y cuánto al rescate de las autopistas? ¿Cerramos la Universidad? ¿Dejamos de hacer carreteras?

Por lo tanto, decir que la Seguridad Social se encuentra al borde de la quiebra es una estupidez, porque detrás de la Seguridad Social está el Estado con todos sus recursos financieros.

En absoluto se trata de carencia de medios, es un problema de opciones: de a quien se da y a quien se quita, de qué gastos son prioritarios y, sobre todo, cuánto se recauda y de dónde.

¿Se puede seguir, a modo de ejemplo, manteniendo esa duplicidad de las administraciones estatal y autonómica, que nos cuesta la friolera de 36.000 millones de euros anuales, y afirmar, como lo hace el gobierno, que no hay dinero para incrementar las pensiones, tal y como queda obligado por la Constitución? ¿Por qué no han acabado con esa lacra que suponen tales duplicidades? Pues, lisa y llanamente, porque es ahí donde tienen miles y miles de enchufados entre hijos, sobrinos, primos, esposas, amantes y todo tipo de estómagos agradecidos que conforman un potente ejército con efecto multiplicador a la hora de luchar por el voto electoral…

En definitiva, compañeras y compañeros, ningún colectivo ha sido tan castigado económicamente como el de los pensionistas. Nadie ha sido tan estafado como los jubilados. Ninguna demagogia tan despreciable como la dirigida a los ancianos y ancianas, a quienes se asusta con el miedo a quitarles su pensión.

¿Hay alguna razón para que no se puedan pagar las pensiones? ¿Existe el menor riesgo de que dejen de cobrarse? El único peligro posible no nace de los hechos objetivos, sino de una ideología que considera pernicioso cualquier mecanismo redistributivo.

Introducir la incertidumbre, la duda y el miedo entre aquellas personas que, por haber llegado a la última etapa de su vida, se sienten más indefensas y son más vulnerables al argumento de la inseguridad es simplemente canallesco, porque el día que se diga que no hay dinero para el pago de las pensiones, ese día será que ha quebrado el Estado, y si esto llegase a ocurrir, entonces sería cuando el problema de nuestras pensiones, dejaría de ser un problema.

Por lo tanto, VAMOS a seguir luchando en la calle y en las instituciones a través de nuestros representantes políticos, para dar soluciones al problema de nuestras pensiones. Y para lograrlo, es totalmente necesario llenar los parlamentos y ayuntamientos de compañeras y compañeros rojos, verdes y moradas, procedentes, no sólo de la Universidad, sino de las fuerzas del trabajo y, como no, del propio colectivo de pensionistas.

Por supuesto, en absoluto me refiero a esa clase de energúmenos y energúmenas que han logrado su pensión máxima por echar la siesta o jugar al “Candy Crush Saga” con su tablet en los escaños del Congreso de los Diputados, caso concreto de la diputada pepera Celia Villalobos que, como Presidenta de la Comisión Parlamentaria de Seguimiento del Pacto de Toledo, nos recomienda “seguir trabajando hasta los 70 y 80 años, porque hay un número importante de pensionistas que están más tiempo pasivo que trabajando”.

En la actualidad, cada vez que toca la paga doble de nuestras pensiones, se nos machaca constantemente con que se han sacado tantos millones de la “hucha” de las pensiones, dejándonos “caer” que esto se va acabando. Pues bien, cuando se acabe que la vuelvan a llenar, así de fácil, pero que nadie trate de seguir engañándonos con el cacareado PACTO DE TOLEDO.

En efecto, éste ha sido para las prestaciones sociales lo que fueron los PACTOS DE LA MONCLOA de 1978 para los derechos laborales: las bases que propiciaron el principio del fin de un conjunto de derechos duramente conquistados a lo largo de la historia por el MOVIMIENTO OBRERO.

Curiosamente, los actores políticos no variaron sustancialmente. Aquellos “Pactos de La Moncloa” de 1978 fueron alborozadamente saludados como “una gran conquista para la democracia y los derechos de los trabajadores por CC.OO. y UGT”, de igual manera que el “Pacto de Toledo” de 1995 provocó el éxtasis de UGT y CC.OO. que declararon a los cuatro vientos que, gracias al pacto, quedaban garantizadas para el futuro los derechos sociales y el Sistema de Seguridad Social, incluida la jubilación, cuando la cruda realidad es que el “Pacto de Toledo” introduce muy sibilinamente una novedad que, a la postre, ha resultado nefasta para los intereses de la clase trabajadora, al consagrar el llamado principio de “separación y diferenciación de las fuentes de financiación” del sistema.

¿Qué se esconde tras tan ampuloso epígrafe?  Pues, lisa y llanamente, que a partir de la firma del “pacto”, la financiación de las prestaciones de naturaleza contributiva dependerán básicamente de las cotizaciones sociales, quedando excluida la posibilidad de complementar tal financiación con cargo a otras partidas de los Presupuestos Generales del Estado, creando para ello lo que se ha venido en llamar la “hucha” del Sistema de Seguridad Social, cuyos ingresos – exclusivamente provenientes de las cuotas sociales – deberán servir para el pago de las correspondientes prestaciones, de tal forma que una previsión – verdadera o falsa – de incapacidad de tal “hucha” para garantizar los pagos a medio y largo plazo, se traducirá inmediatamente en recortes de las prestaciones o, incluso de su desaparición pura y dura.

Si para algo ha servido el PACTO DE TOLEDO ha sido para mantener a la sociedad inconscientemente tranquila respecto a una supuesta robustez del sistema de reparto, firmado con el entusiástico aplauso de las élites del pandillerismo sindical de CC.OO. y U.G.T., donde se aceptaba sin más el marco de debate fijado previamente por el pensamiento corsario, cuando la realidad, oculta una elección profundamente ideológica: o mantener las pensiones en el ámbito de las políticas del bienestar, como una responsabilidad pública, o seguir aceptando su lento traslado hacia la esfera estrictamente individual.

¿Se entiende ahora por qué, en un contexto donde el gobierno anuncia “situaciones catastróficas” en las “reservas” que conforman la “hucha social”, dan ganas de echarse “mano a la cartuchera” cada vez que el gobierno acuerda rebajar o suprimir cuotas sociales de la patronal, que no son sino un salario en diferido de los trabajadores, bajo el pretexto de que, con tales dineros, la patronal fomentará el empleo?

En este contexto, resulta verdaderamente grotesco tener que escuchar a las Adrianas, Adrianes y Pedritos del PSOE, argumentar en su escrito de campaña electorera “que tú pensión está en peligro, porque el Gobierno del Partido Popular ha fomentado el empleo precario y las cotizaciones son más bajas que nunca. Su objetivo no es otro que agotar el Fondo de Reserva para destruir el sistema público de pensiones y después privatizarlo. No lo podemos permitir”.

¿Cómo se puede actuar con tanta frivolidad por parte del PSOE cuando han sido ellos, con su reforma laboral de 2010, quienes iniciaron el camino de la precarización, agravada por la reforma del PP en 2012?; cuando se OLVIDAN de que su reforma de las pensiones en 2011 supuso la primera rebaja y el retraso de la edad de la jubilación; cuando CALLAN que su reforma del artículo 135 de la Constitución (pactada con el PP) da prioridad al pago de la deuda frente al dinero destinado a las prestaciones sociales y a los servicios públicos; cuando se vuelven a OLVIDAR que han pactado con el PP su oposición a un incremento sustancial del salario mínimo que repercuta en un aumento sustancial de los salarios y, por tanto, de las cotizaciones; cuando CALLAN que sus compromisos, y sus deudas millonarias con los bancos, les obliga, a ellos y al resto de los partidos, con excepción de PODEMOS, a incentivar los sistemas privados de pensiones… y cuando OLVIDAN que ese PP que “pone en peligro las pensiones” está gobernando porque el PSOE les ha permitido con su ABSTENCIÓN y lo sigue permitiendo con su oposición a la MOCION DE CENSURA, presentada por PODEMOS, y negarse a presentar otra, con la garantía pública de su aprobación por parte de PODEMOS.

Por lo tanto, el PSOE no puede seguir engañando al pueblo pretendiendo actuar de “apagafuegos” cuando forma parte del bloque de los “incendiarios”.

Abundando un poco más en el tema, ¿cómo se puede salir a la calle, tal y como lo viene haciendo el PSOE y su brazo sindical de UGT, a defender el sistema público de pensiones, cuando ellos mismos están fomentando los planes de pensiones privados entre sus afiliados, encabezados por el mismísimo Pedro Sánchez con una aportación a la fecha de 86.000 euros en su plan de pensiones   contratado con el BBVA?

Es decir, por mucho que sigan glayando los González, Aznar, Zapatero y Rajoy, las pensiones deben de seguir siendo sustentadas con cualquier tipo de partida presupuestaria y no sólo con las cotizaciones de acuerdo con el artículo 50 de la Constitución Española que obliga al Estado a tener recursos suficientes para el pago de pensiones y su revisión periódica.

En la actualidad, compañeras y compañeros, más del 50% de los ¡¡¡  NUEVE MILLONES Y MEDIO DE PENSIONISTAS EXISTENTES !!! está por debajo del Salario Mínimo y casi el 35% apenas llegan al mínimo, una situación mucho más gravosa para las mujeres, que de media cobran un 30% menos que los hombres, pero la cruda realidad es que ni al Gobierno, ni a la Patronal, ni a las cúpulas del pandillerismo institucionalizado les preocupa en lo más absoluto el sistema público de pensiones y la sostenibilidad de los pensionistas.

Es una broma cruel decirle a alguien que cobra 700 euros al mes que se haga un plan de pensiones privado. La verdad sobre nuestras pensiones es muy sencilla. Donde nosotros vemos un derecho, ellos ven un negocio. De los más de 500 planes de pensiones puestos en el mercado los últimos años, sólo dos fueron rentables para sus titulares. Sin embargo, sí fueron muy rentables para la banca que, cada año, solo en comisiones se embolsa la cantidad de 2000 millones de euros. Esa es la cruda realidad.

Por todo lo dicho y por mucho más que irá apareciendo en el debate, la movilización de la clase trabajadora, del conjunto de la ciudadanía, en contra de este ataque brutal contra la vida y la dignidad de las personas, es la única herramienta válida para paralizar este proceso tan irracional como inhumano.

Las recientes y multitudinarias movilizaciones que se vienen desarrollando, efectivamente, han supuesto un rotundo éxito en las calles y las plazas de nuestro país, que están haciendo recapacitar al gobierno, hasta el punto de obligarle a ofrecer todo un paquete de medidas que, si bien no cubre nuestras expectativas, sí  nos demuestran que el miedo ha cambiado de bando, pero ello en absoluto puede servir para que  “bajemos la guardia” hasta que no hagamos realidades nuestros objetivos: garantizar el poder adquisitivo de todas las pensiones, a la vez que garantizar el actual sistema público para todos los trabajadores y trabajadoras en radicales condiciones de igualdad. Por ello, el próximo 5 de mayo tenemos que volver a reventar las calles y plazas de nuestro país, sin olvidar que el siguiente paso tendría que ser un llamamiento a la ¡¡¡huelga general en España!!!

El sistema público de pensiones forma parte de los derechos sociales, de ese “contrato social europeo” fundamentado en la solidaridad y la justicia, luchado y conquistado por las generaciones que nos antecedieron, y hoy, nos encontramos ante el progresivo desmantelamiento del mencionado Estado del Bienestar en un contexto de crisis que está siendo utilizado como coartada para justificar la imposibilidad de su mantenimiento. Pero en la defensa de este modelo de bienestar, sabemos que hay en juego victorias históricas por los derechos sociales.

Emulando al compañero Julio ANGUITA en base al “Informe PETRAS” de 1996: ¡¡¡Chavales, no tenéis futuro alguno, salvo que luchéis!!!

El “Informe PETRAS” trata de un encargo del gobierno felipista del PSOE al profesor PETRAS que, cuando se lo entregó al gobierno, y éste leyó su contenido, se lo pagó y lo guardó en un cajón.

Entre sus conclusiones se decía en 1996: “Estamos ante la primera generación de jóvenes que van a vivir peor que sus padres”, pero decía otra cosa terrible: “Es una generación criada entre algodones, no está acostumbrada a la lucha. Este es el problema, este país no tiene ningún futuro, salvo lo que duren el sol, las playas y el turismo”. De nada sirven las poses rebeldes: solo sirve la lucha, por eso hay que preparar los “gomeros” para acertar a la cabeza del gigante Goliat y derribarle. ¡¡¡Esa es la cuestión!!!

En definitiva, la Seguridad Social no es un capricho, sino una de las conquistas con las que el movimiento obrero humanizó la sociedad para alejarla del estado de las bestias. Algunos propugnan hoy volver a ese estado recuperando un capitalismo salvaje. Si los gobernantes y legisladores hincan la rodilla ante el poder económico, nuestro deber como ciudadanos y ciudadanas es aprestarnos a la defensa civil de las formas solidarias de convivencia.

Muchas gracias.

 

 

CHARLA-DEBATE SOBRE LAS PENSIONES EN LA CASA DE LA CULTURA DE NAVA

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Buenas tardes, y muchas gracias por vuestra asistencia. Gracias por vuestras palabras de presentación, y gracias a los compañeros y compañeras que han organizado este acto desde la magnifica tribuna de la Casa de la Cultura de Nava, pero yo solo soy un compañero más que no pretende sino aportar un poco de luz en el oscuro túnel de las pensiones que, junto con el paro y la corrupción, suponen los mayores y mas graves problemas que tenemos planteados en nuestro país.

Y, sin más preámbulos, con el fin de dar paso a un debate enriquecedor y clarificador sobre los peligros que acechan a nuestras pensiones, muy especialmente a las venideras, me vais a permitir que comience mi intervención con unas reflexiones a modo de sinopsis, centradas en los conceptos que titulan mi ponencia.

LA PRIMERA, para poner de manifiesto que nuestro sistema público de pensiones está en una permanente deconstrucción, al igual que viene ocurriendo con la mayor parte de los sistemas europeos, de acuerdo con el discurso corsario del Banco Mundial para el abordaje a los sistemas públicos de pensiones, tan explícitamente asumido por la Unión Europea en sus libros Verde y Blanco sobre pensiones, y muy recientemente desarrollado a través del PRODUCTO PANAEUROPEO DE PENSIONES INDIVIDUALES (PEPP), tal y como tuvimos ocasión de comprobar más recientemente en los debates que mantuvimos con la REPER, Comisión Europea y Parlamento Europeo en Bruselas.

 Un plan de pensiones de ahorro a largo plazo con muy escasas posibilidades, por no decir nulas, para su rescate, que no busca si no canalizar más capital hacia los mercados de capitales, impulsando el programa de la Unión de Mercados de Capitales.

En realidad, se trata de una “colecta” del capital que, al grito corsario del neoliberalismo viene a decir algo así como: ¡¡¡Ahorradores, prestadle dinero al capital, necesita liquidez!!!

Las sucesivas reformas perpetradas por los gobiernos del bipartidismo PPSOE durante los últimos 30 años nos están abocando a un futuro de pensiones precarias y pensionistas empobrecidos donde, según estimaciones de la propia Comisión Europea, en 2030 un ciudadano con un salario de 1000 euros recibirá una pensión de 600 euros, y en 2050 será tan sólo de 465 euros. Por lo tanto, el problema no es si las pensiones se podrán pagar el mes que viene: el problema es que las pensiones públicas del futuro, caso de seguir existiendo, no van a permitir una vida digna después de muchos años de trabajo.

Ello, sin olvidar que, según los técnicos del Ministerio de Hacienda, el 32,6 % de los pensionistas cobran en la actualidad menos de los 8.200 euros que delimita el umbral de la pobreza. Es decir, más de tres millones de personas, de las cuales el 60 por ciento de los pensionistas que perciben pensiones por debajo del umbral de la pobreza son mujeres.

 LA SEGUNDA, la para constatar que estructura legal de nuestro sistema de pensiones no es más que el resultado de reformas que siempre han tenido como argumento evitar la quiebra de la Seguridad Social, elevando primero, en 1985, de 10 a 15 años el periodo mínimo de cotización para acceder a pensión; después, en 2011, la edad de jubilación elevada de 65 a 67 años; y muy recientemente la introducción por parte del gobierno Rajoy del “factor de sostenibilidad”, eliminando la revalorización automática de las pensiones a partir de 2013, aunque mucho antes ya lo había comenzado a realizar el gobierno de Zapatero con el incremento cero para las pensiones. Por cierto, aplaudido eufóricamente por todos los diputados y diputadas del PSOE, puestos en pie, entre los que se encontraba el actual secretario general, Pedro Sánchez, aquel 12 de mayo de 2010.

Como debe de ser conocido por todos nosotros, el tan cacareado “factor de sostenibilidad”, uno de los ejes fundamentales de la reforma de las pensiones en nuestro país, se aplicará a partir del año 2019 y no viene sino a añadir dos nuevas variables al cálculo de la pensión a las ya existentes actualmente, como son la edad de jubilación, los años cotizados y la cuantía cotizada, entre otras.

La primera variable, conocida como “factor de equidad intergeneracional”, tendrá en cuenta al calcular la pensión la esperanza de vida del futuro jubilado, y la segunda variable consistente en ligar la revalorización de las pensiones a la salud de las arcas públicas, de tal manera que las pensiones solo subirán si aumentan los ingresos del sistema por encima de la tasa de crecimiento del número de pensiones, aunque siempre moviéndose en unos valores situados entre un mínimo del 0,25 por ciento y un máximo del IPC del 0,50 por ciento.

Si a ello sumamos las nefastas reformas laborales, que han precarizado el empleo, otorgando más poder a los empresarios en perjuicio de los trabajadores, esto nos ha llevado a unos salarios reales menores y, con ello, a una mayor dificultad para cotizar.

Cuando el empleo es seguro, estable y de calidad, el sistema de pensiones ingresa los suficiente para repartir y no sufre, pero si el empleo se vuelve inseguro, inestable y de baja calidad, el sistema entra en zona roja e ingresa menos de cuánto debe repartir.

En ese escenario, la reforma del sistema efectuada por el gobierno Zapatero en 2011 no hacía más que consolidar los principios corsarios al discurso oficial sobre las pensiones, y su reforma laboral de 2010 no sólo ha supuesto una verdadera desamortización del mercado de trabajo, despojando la política de empleo de su dimensión social y devolviendo a manos privadas la regulación de las relaciones laborales, sino que supuso una auténtica bomba de relojería en el corazón de nuestra Seguridad Social, de tal manera que, desamortizado el mercado laboral, la desamortización del sistema público de pensiones quedaba convertido en el más lucrativo negocio privado.

LA TERCERA, para afirmar que el objetivo de fondo no es otro que acabar con el sistema público de pensiones, lo cual procuraría un doble beneficio al capital. El más evidente: promocionar el negocio de los sistemas privados de pensiones y lograr que las cotizaciones gestionadas actualmente por la Seguridad Social lo sean por agencias privadas propiedad del oligopolio bancario, dando más dinero fresco a la banca para seguir especulando en los mercados financieros.

Se trata de trasladar el modelo “piñerista”, implantado bajo la dictadura militar de Pinochet en Chile, donde jubilarse en aquel país hermano es algo así como sacarse un carnet de pobre para los ya de por sí pobres.

Y los “piñeristas” españoles están inmersos en ese abordaje corsario para convencer a los gobiernos del bipartidismo PPSOE de que la vía buena es la de favorecer los fondos privados de pensiones a costa de recortar nuestro sistema público, hasta llegar incluso a su desaparición.

En otras palabras, existen poderosos sectores de las finanzas que buscan una España en la que jubilarse con cierta dignidad sea solo un privilegio reservado para aquellas y aquellos agraciados que cobran auténticas millonadas: ¿Eres pobre o sufres precariedad en el trabajo?  Poco importa. Los “piñeristas” no son una ONG ni tienen compasión. Son ricos y quieren seguir siéndolo, pero, como siempre, a nuestra costa, a costa del trabajador.

LA CUARTA, para confirmar que  el objetivo de los gobiernos neoliberales del bipartidismo turnista PPSOE no es otro que  alcanzar el mayor debilitamiento de la clase trabajadora, porque sin pensiones garantizadas, los trabajadores seguiremos siendo ciudadanos temerosos ante nuestro futuro, cada vez más incapaces de movilizarse en defensa de nuestros intereses, y ni siquiera de perder un solo día de cotización para hacer una huelga, quedando obligados a trabajar hasta el fin de sus días, aquellos que tengan el “privilegio” de tener un puesto de trabajo.

Se trata, compañeras y compañeros, de ir al desmantelamiento de lo que un día se llamó el “Estado del Bienestar” que siguió al final de la II Guerra Mundial, con sus políticas de pleno empleo y amplios servicios públicos redistribuidores de renta y riqueza logrados a través de la “lucha de clases”, esa “lucha de clases” que hoy se ha transformado en una “lucha de frases” tan grotescamente practicado por las élites del pandillerismo sindical actual. Al respecto, resulta muy grotesco ver a todo un exsecretario general de CC.OO., como el tal Fidalgo, presidiendo la ponencia sobre pensiones en el recientemente celebrado Congreso Nacional del PP.

Por supuesto, tanto el gobierno actual del PP como los que le precedieron del PSOE, pueden seguir esgrimiendo cifras y más cifras en defensa de sus reformas antisociales, pero lo que no es de recibo es la interpretación que se puede hacer de cada una de ellas.

Pudiendo ser cierto que la Seguridad Social cerró 2016 con un déficit equivalente al 1,7%, ¿por eso no se pueden pagar las pensiones? ¿a quién puede escandalizar un déficit tan exiguo como el de la Seguridad Social? ¿Acaso no cerraron las Administraciones Públicas en 2009 con un déficit del 11% del PIB, en 2010 del 9,4%, en 2011 del 9,6%, en 2012 del 9,5%…, y se financió?

¿No se puede financiar un déficit del 1,7% o es que depende de a quién vaya destinado el dinero? Recordemos que buena parte del déficit de aquellos años se debió al rescate bancario, y resulta más que indignante cuando el gobierno de Mariano Rajoy ha destinado al rescate de las Cajas de Ahorros, la misma suma que había en la llamada “hucha” de las pensiones.

No es que el déficit de la Seguridad Social sea elevado: la clave radica en si los trabajadores tenemos o no la misma capacidad de presión que la banca para que el Estado ponga el Presupuesto a su servicio, y a tenor de los sucesivos recortes de pensiones que venimos padeciendo parece más bien que no, sobre todo si observamos la actitud pasota de las élites del pandillerismo sindical, cuando no de la propia connivencia de éstas con la patronal y los gobiernos de turno.

Mirad, compañeras y compañeros: manejando exactamente los mismos números que manejan los Montoro y demás compinches de la organización criminal del PP, el dinero de nuestras cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes a los últimos cuarenta años, éste ha servido, se ha utilizado para muchas cosas, desde la financiación de la sanidad hasta las pensiones no contributivas pasando por la financiación de los propios Presupuestos Generales del Estado.

Sí, compañeras y compañeros, con el dinero de nuestras cotizaciones, de vuestras pensiones, se han financiado hasta los Presupuestos Generales del Estado, y si todo ese dinero se hubiese destinado exclusivamente al fondo de las pensiones, ahora mismo ese fondo de pensiones tendría ¡¡¡MEDIO BILLÓN DE EUROS!!!

Por lo tanto, si el dinero de nuestras pensiones ha estado financiando otras políticas, sería justo que ahora otras políticas, otros impuestos, financiasen a las pensiones. En absoluto habría ningún problema de sostenibilidad si el fondo de pensiones hubiese sido destinado a las pensiones. Sí, claro que hay dinero para las pensiones. Claro que el sistema de pensiones es sostenible. Los que no son sostenibles son los corsarios del neoliberalismo gubernamental al abordaje del Estado del Bienestar.

 ¿De dónde puede sacar el Estado más dinero para no tener déficit y garantizar las pensiones? Buscad en internet, buscad la palabra GESTHA, que es una organización de inspectores de Hacienda que se dedica a informarle a nuestro pueblo de lo que está ocurriendo tras la cortina de la economía y los impuestos.

Y estos inspectores, que saben perfectamente de qué se está hablando, nos dan los siguientes datos escalofriantes: ¡¡¡En España se defraudan todos los años 90.000 millones de euros!!! Es decir, más de lo que ha querido recortar el Gobierno de Rajoy. Y dicen mucho más: el 72 % de ese fraude lo tienen los grandes empresarios de este país. En España, por lo tanto, está sobrando dinero.

Pero hay un fraude que pone los pelos de punta y que demuestra realmente a quienes sirven determinados políticos y sus gobiernos.

Existe una cosa que se llama Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV). Es decir, un señor quiere pagar menos dinero y menos impuestos por su dinero y funda una SICAV, pero le ponen una condición: tiene que haber por lo menos cien personas y entre todas juntar 2,4 millones de euros. Yo pongo 2 millones y el resto lo reparto entre las 99 personas o “mariachis”. Desde ese momento yo no pago el 35 % de impuestos, sino que pago el 1 %. Claro, es un escándalo, esto es un robo consentido.

El caso es que los inspectores de Hacienda cuando se dieron cuenta de qué estaba haciendo el señor y sus “mariachis”, quisieron meterle mano. Y cuando empezaron los trámites, el PSOE, el PP, CIU y PNV aprueban una ley en el Congreso por la cual, esto se quita a los inspectores de Hacienda y se le pasa a una entidad nueva que se llama Comisión Nacional de Valores (CNMV), y ésta lo primero que dice es que: Aquí ya no se mete mano a estos señores y, además, olvídense de retroactividades.

¿De dónde podría además sacar el Estado más dinero? Los estudios de estos señores de Hacienda dicen que si aquí, en España, el nivel de vida fuese el de Suecia y, por tanto, los impuestos de Suecia, tendríamos todos los años 200.000 millones de euros más. Por eso, cuando dicen que en España no hay dinero, decidles que “eso es mentira”. Qué están mintiendo como malditos bellacos.

¡¡¡Hay dinero, mucho dinero!!!, el problema es si se quiere ir por él. Si se va a los paraísos fiscales, si se coge la fiscalidad, si se tiene el valor cívico de meterle mano a uno de los problemas más gordos que hay junto con el de la economía sumergida.

El Estado no quiere tener más ingresos. Pero no porque el Estado sea misericordioso con los que tienen el dinero. Es que el Estado es el dominguillo, el criado, el títere del auténtico poder económico; por lo tanto, nuestro problema es con el poder. Lo que pasa es que el gobierno se interpone, porque es el fiel manisero de ese poder.

Todo lo que se nos ha contado sobre nuestras pensiones es mentira. No es verdad que gastemos en pensiones de manera desproporcionada. Ni en el peor de los escenarios llegamos a invertir en pensiones lo que gastan alemanes o franceses, por ejemplo. Refiriéndome más concretamente al país germano, éste acaba de anunciar estos días la mayor subida de pensiones en 23 años, incrementando las prestaciones de los jubilados un 3,2 % en el Oeste y un 3,4 % en las zonas del Este. Incluso Portugal las ha incrementado también muy recientemente.

Y esto ocurre cuando en nuestro país se gastó el año pasado en pensiones un 12% de su Producto Interior Bruto, muy por debajo de Francia (15%), Alemania (14,4%), Portugal (14,9%), por no hablar de Italia (16,5%) o Austria (14,6%), y muy por debajo de la media de la zona euro (13,6%), según los datos oficiales de Eurostat, la oficina estadística de la UE.

Además, nuestras pensiones, según la estadística oficial comunitaria, están un 30% por debajo de la media europea en Paridades de Poder de Compra (PPA). Así, la pensión de jubilación española es inferior a la que mantiene a los pensionistas en Portugal y Grecia, y se encuentra muy lejos de las que perciben en Austria, Luxemburgo, Suecia, Holanda o Italia, quedando por detrás de nosotros las prestaciones que reciben los países del Este e Irlanda.

 Es preciso señalar que nuestro sistema público de pensiones es imprescindible, y partiendo de ese carácter imprescindible, la primera clave que, en mi opinión, conviene destacar es que el sistema de pensiones tiene un objetivo y diversas funciones. El primero, garantizar una renta de sustitución adecuada a las rentas del trabajo.

Pero, además, el sistema de pensiones cumple una función macroeconómica evidente, no en vano representa el 12 % del PIB actual orientado a consumo y, por tanto, una fuente básica de demanda de bienes y servicios suministrados por empresas, profesionales y administraciones públicas, con impacto evidente en la actividad económica, el empleo y la generación de retornos relevantes también, vía impuestos.

Por otra parte, constituye un mecanismo potentísimo de cohesión social, territorial y, muy especialmente, de solidaridad intergeneracional. Por lo tanto, la consecuencia lógica de todo ello es una formulación de “cómo debemos actuar para preservar, reforzar y garantizar nuestro sistema de pensiones, el mismo sistema, a ser posible mejorado, del que tienen que seguir disfrutando nuestros hijos y nietos”.

Ni siquiera es cierto que el déficit de la Seguridad Social se deba a un aumento espectacular de los pensionistas. Se debe, sobre todo, tal y como ha quedado dicho, a las sucesivas reformas laborales que han mandado a los trabajadores a la precariedad permanente con salarios de subsistencia.

Además, abundando más en el tema, ¿por qué se habla del “déficit” de la Seguridad Social y no de otros organismos del Estado? ¿Cuál es el déficit de la Casa Real? ¿Y del Ministerio de Defensa? ¿Cuánto dinero de nuestros impuestos se destina todos los años a la Iglesia? ¿Y cuánto al rescate de las autopistas? ¿Cerramos la Universidad? ¿Dejamos de hacer carreteras?

Por lo tanto, decir que la Seguridad Social se encuentra al borde de la quiebra es una estupidez, porque detrás de la Seguridad Social está el Estado con todos sus recursos financieros.

En absoluto se trata de carencia de medios, es un problema de opciones: de a quien se da y a quien se quita, de qué gastos son prioritarios y, sobre todo, cuánto se recauda y de dónde.

¿Se puede seguir, a modo de ejemplo, manteniendo esa duplicidad de las administraciones estatal y autonómica, que nos cuesta la friolera de 36.000 millones de euros anuales, y afirmar, como lo hace el gobierno, que no hay dinero para incrementar las pensiones, tal y como queda obligado por la Constitución? ¿Por qué no han acabado con esa lacra que suponen tales duplicidades? Pues, lisa y llanamente, porque es ahí donde tienen miles y miles de enchufados entre hijos, sobrinos, primos, esposas, amantes y todo tipo de estómagos agradecidos que conforman un potente ejército con efecto multiplicador a la hora de luchar por el voto electoral…

En definitiva, compañeras y compañeros, ningún colectivo ha sido tan castigado económicamente como el de los pensionistas. Nadie ha sido tan estafado como los jubilados. Ninguna demagogia tan despreciable como la dirigida a los ancianos y ancianas, a quienes se asusta con el miedo a quitarles su pensión.

¿Hay alguna razón para que no se puedan pagar las pensiones? ¿Existe el menor riesgo de que dejen de cobrarse? El único peligro posible no nace de los hechos objetivos, sino de una ideología que considera pernicioso cualquier mecanismo redistributivo.

Introducir la incertidumbre, la duda y el miedo entre aquellas personas que, por haber llegado a la última etapa de su vida, se sienten más indefensas y son más vulnerables al argumento de la inseguridad es simplemente canallesco, porque el día que se diga que no hay dinero para el pago de las pensiones, ese día será que ha quebrado el Estado, y si esto llegase a ocurrir, entonces sería cuando el problema de nuestras pensiones, dejaría de ser un problema.

Por lo tanto, VAMOS a seguir luchando en la calle y en las instituciones a través de nuestros representantes políticos, para dar soluciones al problema de nuestras pensiones. Y para lograrlo, es totalmente necesario llenar los parlamentos y ayuntamientos de compañeras y compañeros rojos, verdes y moradas, procedentes, no sólo de la Universidad, sino de las fuerzas del trabajo y, como no, del propio colectivo de pensionistas.

 Por supuesto, en absoluto me refiero a esa clase de energúmenos y energúmenas que han logrado su pensión máxima por echar la siesta o jugar al “Candy Crush Saga” con su tablet en los escaños del Congreso de los Diputados, caso concreto de la diputada pepera Celia Villalobos que, como Presidenta de la Comisión Parlamentaria de Seguimiento del Pacto de Toledo, nos recomienda “seguir trabajando hasta los 70 y 80 años, porque hay un número importante de pensionistas que están más tiempo pasivo que trabajando”.

En la actualidad, cada vez que toca la paga doble de nuestras pensiones, se nos machaca constantemente con que se han sacado tantos millones de la “hucha” de las pensiones, dejándonos “caer” que esto se va acabando. Pues bien, cuando se acabe que la vuelvan a llenar, así de fácil, pero que nadie trate de seguir engañándonos con el cacareado PACTO DE TOLEDO.

En efecto, éste ha sido para las prestaciones sociales lo que fueron los PACTOS DE LA MONCLOA de 1978 para los derechos laborales: las bases que propiciaron el principio del fin de un conjunto de derechos duramente conquistados a lo largo de la historia por el MOVIMIENTO OBRERO. Curiosamente, los actores políticos no variaron sustancialmente.

Aquellos “Pactos de La Moncloa” de 1978 fueron alborozadamente saludados como “una gran conquista para la democracia y los derechos de los trabajadores por CC.OO. y UGT”, de igual manera que el “Pacto de Toledo” de 1995 provocó el éxtasis de UGT y CC.OO. que declararon a los cuatro vientos que, gracias al pacto, quedaban garantizadas para el futuro los derechos sociales y el Sistema de Seguridad Social, incluida la jubilación, cuando la cruda realidad es que el “Pacto de Toledo” introduce muy sibilinamente una novedad que, a la postre, ha resultado nefasta para los intereses de la clase trabajadora, al consagrar el llamado principio de “separación y diferenciación de las fuentes de financiación” del sistema.

¿Qué se esconde tras tan ampuloso epígrafe?  Pues, lisa y llanamente, que a partir de la firma del “pacto”, la financiación de las prestaciones de naturaleza contributiva dependerán básicamente de las cotizaciones sociales, quedando excluida la posibilidad de complementar tal financiación con cargo a otras partidas de los Presupuestos Generales del Estado, creando para ello lo que se ha venido en llamar la “hucha” del Sistema de Seguridad Social, cuyos ingresos – exclusivamente provenientes de las cuotas sociales – deberán servir para el pago de las correspondientes prestaciones, de tal forma que una previsión – verdadera o falsa – de incapacidad de tal “hucha” para garantizar los pagos a medio y largo plazo, se traducirá inmediatamente en recortes de las prestaciones o, incluso de su desaparición pura y dura.

Si para algo ha servido el PACTO DE TOLEDO ha sido para mantener a la sociedad inconscientemente tranquila respecto a una supuesta robustez del sistema de reparto, donde se aceptaba sin más el marco de debate fijado previamente por el pensamiento corsario, cuando la realidad, oculta una elección profundamente ideológica: o mantener las pensiones en el ámbito de las políticas del bienestar, como una responsabilidad pública, o seguir aceptando su lento traslado hacia la esfera estrictamente individual.

En este contexto, resulta verdaderamente grotesco tener que escuchar a las Adrianas, Adrianes y Pedritos del PSOE, argumentar en su escrito de campaña electorera “que tú pensión está en peligro, porque el Gobierno del Partido Popular ha fomentado el empleo precario y las cotizaciones son más bajas que nunca. Su objetivo no es otro que agotar el Fondo de Reserva para destruir el sistema público de pensiones y después privatizarlo. No lo podemos permitir”.

¿Cómo se puede actuar con tanta frivolidad por parte del PSOE cuando han sido ellos, con su reforma laboral de 2010, quienes iniciaron el camino de la precarización, agravada por la reforma del PP en 2012?; cuando se OLVIDAN de que su reforma de las pensiones en 2011 supuso la primera rebaja y el retraso de la edad de la jubilación; cuando CALLAN que su reforma del artículo 135 de la Constitución (pactada con el PP) da prioridad al pago de la deuda frente al dinero destinado a las prestaciones sociales y a los servicios públicos; cuando se vuelven a OLVIDAR que han pactado con el PP su oposición a un incremento sustancial del salario mínimo que repercuta en un aumento sustancial de los salarios y, por tanto, de las cotizaciones; cuando CALLAN que sus compromisos, y sus deudas millonarias con los bancos, les obliga, a ellos y al resto de los partidos, con excepción de PODEMOS, a incentivar los sistemas privados de pensiones… y cuando OLVIDAN que ese PP que “pone en peligro las pensiones” está gobernando porque el PSOE les ha permitido con su ABSTENCIÓN y lo sigue permitiendo con su oposición a la MOCION DE CENSURA, presentada por PODEMOS, y negarse a presentar otra, con la garantía pública de su aprobación por parte de PODEMOS.

Por lo tanto, el PSOE no puede seguir engañando al pueblo pretendiendo actuar de “apagafuegos” cuando forma parte del bloque de los “incendiarios”.

Abundando un poco más en el tema, ¿cómo se puede salir a la calle, tal y como lo viene haciendo el PSOE y su brazo sindical de UGT, a defender el sistema público de pensiones, cuando ellos mismos están fomentando los planes de pensiones privados entre sus afiliados, encabezados por el mismísimo Pedro Sánchez con una aportación a la fecha de 86.000 euros en su plan de pensiones   contratado con el BBVA?

Es decir, por mucho que sigan glayando los González, Aznar, Zapatero y Rajoy, las pensiones deben de seguir siendo sustentadas con cualquier tipo de partida presupuestaria y no sólo con las cotizaciones de acuerdo con el artículo 50 de la Constitución Española que obliga al Estado a tener recursos suficientes para el pago de pensiones y su revisión periódica.

 En la actualidad, compañeras y compañeros, más del 50% de los ¡¡¡ NUEVE MILLONES Y MEDIO DE PENSIONISTAS EXISTENTES !!! está por debajo del Salario Mínimo y casi el 35% apenas llegan al mínimo, una situación mucho más gravosa para las mujeres, que de media cobran un 30% menos que los hombres, pero la cruda realidad es que ni al Gobierno, ni a la Patronal, les preocupa en lo más absoluto el sistema público de pensiones y la sostenibilidad de los pensionistas.

Es una broma cruel decirle a alguien que cobra 700 euros al mes que se haga un plan de pensiones privado. La verdad sobre nuestras pensiones es muy sencilla. Donde nosotros vemos un derecho, ellos ven un negocio. De los más de 500 planes de pensiones puestos en el mercado los últimos años, sólo dos fueron rentables para sus titulares. Sin embargo, sí fueron muy rentables para la banca que, cada año, solo en comisiones se embolsa la cantidad de 2000 millones de euros. Esa es la cruda realidad.

Por todo lo dicho y por mucho más que irá apareciendo en el debate, la movilización de la clase trabajadora, del conjunto de la ciudadanía, en contra de este ataque brutal contra la vida y la dignidad de las personas, es la única herramienta válida para paralizar este proceso tan irracional como inhumano.

Las recientes y multitudinarias movilizaciones que se vienen desarrollando, efectivamente, han supuesto un rotundo éxito en las calles y plazas de nuestro país, que están haciendo recapacitar al gobierno, hasta el punto de obligarle a ofrecer todo un paquete de medidas que, si bien no cubre todavía nuestras expectativas, sí  nos demuestran que el miedo ha cambiado de bando, pero ello en absoluto puede servir para que  “bajemos la guardia” hasta que no hagamos realidades nuestros objetivos: garantizar el poder adquisitivo de todas las pensiones, a la vez que garantizar el actual sistema público para todos los trabajadores y trabajadoras en radicales condiciones de igualdad. Por ello, tenemos que seguir reventando de gente las calles y plazas de nuestro país, sin olvidar que, de seguir el gobierno en su cerrazón, el siguiente paso tendría que ser el llamamiento a la ¡¡¡huelga general en España!!!

El sistema público de pensiones forma parte de los derechos sociales, de ese “contrato social europeo” fundamentado en la solidaridad y la justicia, luchado y conquistado por las generaciones que nos antecedieron, y hoy, nos encontramos ante el progresivo desmantelamiento del mencionado Estado del Bienestar en un contexto de crisis que está siendo utilizado como coartada para justificar la imposibilidad de su mantenimiento. Pero en la defensa de este modelo de bienestar, sabemos que hay en juego victorias históricas por los derechos sociales. Emulando a mi admirado compañero Julio ANGUITA en base al “Informe PETRAS” de 1996: ¡¡¡Chavales, no tenéis futuro alguno, salvo que luchéis!!!

El “Informe PETRAS” trata de un encargo del gobierno felipista del PSOE al profesor PETRAS que, cuando se lo entregó al gobierno, y éste leyó su contenido, se lo pagó y lo guardó en un cajón.

Entre sus conclusiones se decía en 1996: “Estamos ante la primera generación de jóvenes que van a vivir peor que sus padres”, pero decía otra cosa terrible: “Es una generación criada entre algodones, no está acostumbrada a la lucha. Este es el problema, este país no tiene ningún futuro, salvo lo que duren el sol, las playas y el turismo”. De nada sirven las poses rebeldes: solo sirve la lucha, por eso hay que preparar los “gomeros” para acertar a la cabeza del gigante Goliat y derribarle. ¡¡¡Esa es la cuestión!!!

En definitiva, la Seguridad Social no es un capricho, sino una de las conquistas con las que el movimiento obrero humanizó la sociedad para alejarla del estado de las bestias. Algunos propugnan hoy volver a ese estado recuperando un capitalismo salvaje. Si los gobernantes y legisladores hincan la rodilla ante el poder económico, nuestro deber como ciudadanos y ciudadanas es aprestarnos a la defensa civil de las formas solidarias de convivencia.

Muchas gracias.

 

¡¡¡ A LOS GUAJES Y GUAJAS DE LADA !!!

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Queridas y queridos amigos y amigas:  No sé cuál ha sido el motivo por el que me ha tocado dirigiros unas palabras en este emotivo acto que celebramos hoy.

Pero mi amigo Luisma me ha encargado esta tarea y aquí estoy, resultando muy difícil describir la alegría de vernos todos juntos y juntas, por primera vez, desde que hace tres años un grupo de compañeros encabezados por Luisma, Marrón, Celsín y otros, iniciasen estos, cada vez más necesarios, encuentros.  Saber que a todos les ha ido bien, que han logrado cumplir sus sueños profesionales y qué, aunque con altas y bajas, nuestras vidas personales también hayan ido por buen rumbo me llena de plena satisfacción, no pudiendo decir lo mismo de dos compañeros que nos han dejado para siempre, como eran Julio Carrasco y, muy recientemente, Remigio.

Reconocer a ese par de ojos conocidos bajo una frente arrugada, a aquella cara juvenil que ahora se acompaña de panza o a una sonrisa amiga bajo una cabeza que perdió el cabello, es parte de las sorpresas que provocan los reencuentros de los compañeros tras muchos años transcurridos sir vernos.

Hoy hablamos y recordamos, transformando los años en meses, los meses en días y los días en horas.

Volvemos nuestro tiempo atrás y todos y cada uno de nosotros y nosotras nos convertimos en aquellos guajes y guajas desesperados por comerse el mundo y cumplir muchísimas metas y sueños.

Compartimos, efectivamente, momentos divertidos, inspiradores y otros que ponían a prueba nuestra amistad, pero de los que siempre supimos salir. Ahora, que ya estamos un poco crecidos y miramos hacia atrás, podemos darnos cuenta de los grandes amigos que tuvimos y que ahora no vemos tan seguido, pues el ritmo de la vida ha provocado que tomemos nuestros propios caminos y ya no compartamos la rutina diaria como antes.

Y por eso estoy aquí, como creo que estáis todos vosotros y vosotras. Ya somos mayores y tenemos diferentes intereses. Sin embargo, siempre compartiremos las ganas de mantener una amistad que se tiene que hacer más grande mientras pasan los años.

Quiero que sepáis que siempre estaré ahí para daros mi sincero apoyo en todo aquello que pueda responder, para daros una mano cuando la necesitéis y para celebrar vuestros triunfos y ayudaros en vuestras derrotas. Quiero que entendáis que, por mucho que nuestros caminos se separen, siempre nos encontraremos al final o en cada parada, pues de eso trata la amistad y la solidaridad.

Puede que no nos veamos en días, semanas, meses o incluso años. Sin embargo, la alegría de vernos y las ansias de compartir con vosotros y vosotras siempre permanecerán intactas.

Gracias por ser parte de los mejores tiempos en la escuela, en los juegos infantiles de aquel barrio de puertas abiertas del Nalón y, sobre todo, en nuestro campo de fútbol “Maracaná” de Lada, donde pasé los años más felices de mi vida. Gracias por entregarme vuestra amistad y por hacerme parte de vuestras vidas, tal como vosotros y vosotras ya formáis parte de la mía.

Gracias por tantos momentos divertidos, y gracias por todas esas risas, por todas esas bromas, por esas conversaciones diversas.

Jamás os olvidaré, y jamás dejaré de lado vuestra amistad, pues ya forman parte de mi vida y me siento muy orgulloso por el camino que cada uno de vosotros y vosotras ha tomado, esperando muy sinceramente que, en lo que venga, todo sea bueno para todos y todas.

Sólo puedo deciros gracias por vuestra amistad y vuestro cariño de siempre, y desde este momento todos y todas quedamos convocados para el quinto encuentro del año 2019. 

 

 

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