Estaba el “saavedrismo” debatiendo su ponencia sobre “PENSIONES Y SINDICALISMO DE CLASE” en los primeros encuentros nacionales de “VAMOS NORTE”, celebrados en la localidad langreana de Ciaño cuando, de repente, siendo las 11,00 horas del día 30 de mayo de 2017, nos llega la noticia de que el “villismo” está siendo detenido por la Guardia Civil y trasladado a sus calabozos del cuartel ovetense de Rubín en una espectacular operación denominada “operación HULLA”. Es decir, mientras Antón Saavedra continúa activo en su lucha sindical y política contra los recortes sociales de las políticas neoliberales que vienen desarrollando los gobiernos del bipartidismo PPSOE, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil irrumpía en el domicilio de José Ángel Fernández Villa para proceder a un registro del mismo que se prolongó durante varias horas, incautándose de abundante material y llevándose detenido a su inquilino, aunque sin ser alojado en los calabozos junto a sus “compinches y consiglieris de la famiglia villamochesca”, hasta que fuese sometido a un reconocimiento forense para ver su estado de salud, donde protagonizó otro de sus numeritos circenses cuando recordaba que “en el 67 me despidieron de la mina por como llovía; ya me entienden, ¿no?, la dictadura”, aunque, al final, las doctoras Antonia Martínez Hernández y Rosario Morant Castillón concluían en su informe que “Villa habla en tono bajo, pero utiliza las palabras oportunas y adecuadas, sin alteraciones gramaticales y con un discurso coherente, respondiendo de forma adecuada a lo que se le pregunta…”
La “operación HULLA”, la del “villismo”, la de las “mordidas” del Montepío de la Minería, la de las fortunas amasadas mientras se mantenía la fachada moral de la dignidad obrera y sindical, la misma que, tras el levantamiento del secreto de sumario a partir del 1 de junio de 2017, nos irá mostrando todos y cada uno de los detalles de una trama mafiosa de miles de millones de euros defraudados, aunque lo esencial haya quedado expuesto: una gran estafa al pueblo asturiano con el consiguiente enriquecimiento ilícito de dos pandilleros del sindicalismo somático – Villa y Postigo -, aunque todavía falta por conocer con qué tripas la hicieron y quienes fueron los otros “triperos”.
Pero, también la apertura del sumario por parte de la jueza Begoña Fernández será la ocasión para que vayan saliendo a la luz las típicas miserias humanas y, aunque nos inquiete la angustia por el esclarecimiento de la verdad, la puerta de las conjeturas queda abierta de par en par. De hecho ya han comenzado a aparecer en los distintos medios de comunicación, pero no seré yo quien caiga en ellas por una especie de odio o resentimiento, y menos por venganza, después de haber sufrido en mis propias carnes las “puñaladas” de estos y otros personajes de esta calaña somática a lo largo de mi trayectoria sindical y política, procurando mantenerme en todo momento por la senda de las huellas que buscan la verdad, entre otras cuestiones, porque yo no he nacido para vivir en la oscuridad, sino para esclarecer con luz propia los cerrados laberintos de tramas corruptas como la que tratamos.
En la misma medida, condeno y repudio de manera contundente a todos esos individuos que, debiéndoselo todo al “villismo”, al que aplaudían hasta encallecer sus manos, tratan ahora de aparentar normalidad actuando con una pavorosa hipocresía, deshonestidad y maldad. Lógicamente, me refiero a esa clase de sujetos que, después de toda una vida navegando y chupando de la piragua del “villismo”, no hicieron otra cosa que infestar el espacio por donde se movían, procurando en todo momento intimidar con la perversidad, la vileza y la iniquidad de sus actos, a la vez que encarnaban lo peor de las villanías como forma de imponerse a los demás o simplemente como una manera de supervivencia. Son esa clase de villanos que siguen tratando de aparecer como buenas personas, solidarias y creíbles. Son los mismos “exconsiglieris” del “villismo” que durante toda su vida sindical y política vestían con el traje de simulación hasta convertir la mentira y la falsedad en su arma letal para el fraude y la traición, para la intriga y la conspiración, para la ingratitud y la infamia. Al final, su ruindad no es más que la palpable demostración de su complejo de inferioridad, aunque hayan avanzado en sus vidas porque la desvergüenza no solo goza de impunidad sino de séquitos. Esa clase de energúmenos, a los que detesto y repudio, nunca tuvieron cabida en el “saavedrismo”.
En este escenario de los miserables, destaca con luz propia la mismísima presidenta del PP asturiano, la gijonuda Mercedes Fernández, cuando tuvo el cinismo de pedir públicamente explicaciones al PSOE afirmando que “antes se jactaban de tener su bendición y ahora todos reniegan de Villa y casi nadie lo conoce. En Asturias todos nos conocemos y sabemos de la relación del SOMA con el PSOE… acabará siendo del PP”, como si ésta impresentable quisiera ignorar el viejo y largo noviazgo del SOMA con el PARTIDO POPULAR durante el gobierno aznarista, donde el todopoderoso general secretario del PP y vicepresidente del gobierno, Paco Alvarez Cascos (PAC), su mentor político, formó tándem con José Ángel Fernández Villa para conceder los fondos mineros que tantas “mordidas” dejaron con el hormigón y los chiringuitos a los amiguetes cazasubvenciones del “coge el dinero y corre”. ¿Cómo puede ésta representante en Asturias de una organización criminal como el PP, donde caben todo tipo de pederastas, narcotraficantes, cocainómanos y ladrones, tener la osadía de pedir cuentas a alguien, cuando son ellos los que tienen que rendirlas ante el pueblo asturiano para saber el destino del dinero de los fondos mineros además del destinado a la construcción del macrogeriátrico del Montepío Minero en Felechosa? ¿Por qué no se atrevió a expulsar al excalde de Oviedo, Agustín Caunedo, cuando lo del “putiferio” y las “putas y varios” de la trama corrupta del agua (Aquagest)? ¡Claro que estamos en una región en la que nos conocemos todos, Cherines ! ¿O es que Villa y tú exqueridísimo PAC no hacían muy buenas migas, negociando los Fondos Mineros, y también con el actual Delegado de Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, con gran peso, antes como alcalde de Oviedo y ahora como jefe de las fuerzas y cuerpos de la represión, en la organización criminal más corrupta de Europa ? Y el “pacto de la duerna PPSOE” del que tanto le gusta hablar a tú amado Cascos ¿qué?
Pero, volviendo al escenario de la “operación HULLA”, ¡¡¡qué tremendo tiene que resultar para el “villismo” tener que pasar del poder casi omnímodo a estar sentado ante los Tribunales de la Justicia por ladrón, tratando de evitar entrar en la cárcel protagonizando una tragicomedia, no exenta de todo tipo de anécdotas por parte de su guionista, la letrada Ana García Boto, unas veces imitando los ladridos perrunos y otras montando el escándalo porque alguien le pisó el talón de su zapato, cuando no repartiendo maletinazos contra los “televisadores”. Alargada sombra la de esta “operación HULLA” que se extiende desde Asturias hasta Madrid, Salamanca, Murcia y Almería, poniendo en entredicho tantas cosas, entre ellas los fundamentos discursivos de nuestra vida pública, donde el “villismo” contó durante décadas con un poder absoluto como virrey de Asturias, al tiempo que mantenía muy buenas relaciones con teóricos antagonistas ideológicos, como era el Partido Popular, tal y como ha quedado dicho: Fondos Mineros encaminados a la creación de un nuevo tejido industrial en Asturias, con el fin de paliar la pérdida producida por el programado cierre de los pozos mineros – verdadero enfrentamiento de fondo entre el “villismo” y el “saavedrismo”- cuyo uso y abuso de los mismos ha distado mucho de sus verdaderos fines.
En efecto, eran las 8,15 horas del día 30 de mayo cuando comenzaron las detenciones por parte de la Guardia Civíl con la del constructor Juan Antonio Fernández en la localidad asturiana de Pola de Lena; siguiendo a continuación con la del exasesor fiscal del Montepío de la Minería en Oviedo, José Manuel Fernández; la del arquitecto Manuel Sastre en Pola de Lena, y la del expresidente del Montepío, José Antonio Postigo, a las 9,10 de la mañana en su chalé murciano de Torre-Pacheco, para ser trasladado en un furgón oficial habilitado para la conducción de presos y detenidos hasta los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Rubín en Oviedo. Mientras se procedía a la detención de los sujetos descritos, los miembros de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civíl “peinaban” los domicilios y despachos de éstos, rebuscando hasta entre los colchones cualquier documento o prueba, como ocurrió en el domicilio del “villismo” donde, además de una amplia documentación, localizaron una caja roja en la habitación matrimonial cerrada con llave que contenía 28.000 euros en fajos de 50 euros.
Paralelamente a los registros y detenciones, otras unidades de la Guardia Civil preparaban el envío de los correspondientes mandamientos judiciales a 16 sociedades y empresarios implicados en la trama del Montepío Minero, mientras declaraban también la compañera de Villa, María Jesús Iglesias; su hija Angela y su hijastro Rolando; haciéndolo al día siguiente una de las hijas de Postigo, Patricia Postigo; para continuar con el director de la obra del geriátrico de Felechosa, Vicente Fernández; la excompañera de Postigo, María Elena Pérez Veiga; el asesor jurídico del Montepío Minero, Rafael Virgós; y la segunda hija de Postigo, María Elena Postigo. La actual pareja del expresidente del Montepío, la rumana Dorina Bicher, sería requerida para declarar en Murcia, no pudiendo hacerlo su socia, la rumana Rodica Daniela Timis, en la empresa “Todo Limpio y Brillante” con la que Postigo y Bicher blanquearon una parte del dinero robado por encontrarse en en paradero desconocido.
La actual compañera sentimental de Postigo, Dorina Bicher, había comenzado a trabajar como camarera en el complejo residencial que el Montepío de la Minería tiene en Los Alcázares (Murcia), pero en menos de un mes había sido ascendida a jefa de equipo y dos años más tarde Postigo la nombraría directora del centro, modificando su contrato y cotizando a la Seguridad Social en el máximo nivel de “Licenciados Superiores”, siendo despedida en octubre de 2014 por el nuevo presidente del Montepío, Juan José González Pulgar, por “falta grave”, teniendo que abonarle una indemnización de 15.000 euros.
Según consta en la documentación de la UCO, la rumana Dorina Bicher creó en 2011 la empresa “Todo Limpio y Brillante”, que contaba como socia con la rumana Rodica Daniela Timis. La compañera sentimental de Postigo tenía el 75% de participación y el 25% era para su socia pero, mientras la pareja de Postigo ingresó más de 164.991 euros por trabajos de limpieza en Los Alcázares, su socia recibió 18.987,42 euros mediante dos transferencias desde una de las cuentas de Bicher, aunque al Montepío de la Minería no le consta en sus archivos la existencia de ningún contrato de limpieza con la jefa de equipo de Los Alcázares, y en la Agencia Tributaria no aparecen ni ingresos ni pagos por actividad profesional de la empresa de limpieza citada. Se trataba de un mero instrumento financiero para blanquear el dinero robado. No sería esta la única vía que utilizaron esta pareja de cuatreros para blanquear dinero, según la investigación, a través de servicios de limpieza. En el caso de los apartamentos almerienses de Roquetas de Mar Postigo hinchaba el coste de los servicios de limpieza y lo hacía a través de una empresa intermediaria entre el Montepío y la sociedad que realmente realizaba estas tareas, llegando embolsarse 138.331 euros por sobrecostes.
Al final, según un informe del propio Ministerio de Hacienda, la banda del “villismo” habría elevado el coste del macrogeriátrico de Felechosa un 51 por ciento, aproximadamente 15 millones que la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada calcula que han sido “distraídos” de las obras del geriátrico, a las que la Mesa Regional de la Minería, donde también estuvo sentado el gobierno autonómico de Asturias, había dado el visto bueno para su construcción por un importe de 28,8 millones de euros para las anualidades de 2008 y 2009, incrementado hasta la cifra de casi los 31 millones de euros en el convenio suscrito entre el Montepío de la Minería y el Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón donde, según las investigaciones realizadas, “la intervención y connivencia” de todos los implicados, incluidos los familiares, “aparece indiciariamente vinculada al incremento en ese 51 por ciento de importe de la obra subvencionada que carecía de justificación (…), en clara persecución de un lucro a repartir entre todos los partícipes (…) y no solo en el desvío de fondos públicos procedentes de los fondos mineros, sino también privado y propios del Montepío de la Minería”. Al respecto, es preciso señalar que el expresidente del Montepío Minero, José Antonio Postigo, encargó al mismo constructor lenense, Juan Antonio Fernández, obras por importe de otros seis millones de euros, hasta un monto total de 38,39 euros, en el complejo residencial de Los Alcázares de Murcia (1,34 millones de euros); en los apartamentos almerienses de Roquetas de Mar (0,7 millones de euros) y Balneario de Ledesma (3,99 millones de euros).
Después de este colosal robo a los mineros, resulta hasta grotesco tener que escuchar en boca del Villa aquello de que “estos son los ahorros del trabajo de toda una vida, mía y de mis padres” cuando llegó, en noviembre de 2012, al despacho de José Manuel Fernández, entonces asesor fiscal del Montepío Minero y el sujeto encargado de regularizarle un montón de dinero que el mismísimo Villa llevó metido en bolsas sin saber la cantidad que portaba y que, una vez contado y ordenado con el asesor, daría la cifra de 1,2 millones que fueron ingresados en el BBVA, después de haber recomendado muy encarecidamente que no efectuase ningún ingreso de dinero en la Caja de Ahorros al tratarse él de una persona muy conocida.
Sin embargo, mucho más grotesco resultaría la dedicatoria folletesca de bienvenida a la residencia de Felechosa en la que escribe “El Postigo” aquello de que “Cada día es una pequeña vida; aprovechémosla hasta el final”, dedicándole el complejo residencial a los mineros que perdieron la vida en la mina asturiana, lo que dio lugar a que el fiscal Ignacio Stampa, totalmente indignado, le espetara: “Hay que tener desfachatez para dedicar el complejo de Felechosa a los mineros vivos y también a los muertos, cuando se ha llevado al menos un millón de euros de esas obras (…) Efectivamente es discípulo de Villa; en la forma delictiva, presuntamente larga, y también en las formas despóticas, autoritarias e intimidatorias (…) habiendo conseguido que le dieran 30 millones de euros de los que faltan 15 o 20, que luego vistió el santo para justificar el gasto y que incluso utilizó a personas de su confianza (…) Hasta 2016 paga todo en efectivo y vive de lujo, porque tiene propiedades que un minero nunca en la vida se podría permitir semejante cosa”.
Más de lo mismo, o algo más, ocurre con su “capofamiglia” Villa al que, según los movimientos bancarios efectuados por la UCO, queda perfectamente constatado que, durante cinco años, entre el 1 de enero de 2007 y 25 de enero de 2012, en las doce cuentas bancarias de Villa solo se registran dos reintegros en efectivo: uno de 1.000 euros en 25 de mayo de 2007 y otro de 2.404 el 20 de noviembre de 2008, lo que demuestra que la familia vivió durante todo ese periodo del dinero negro obtenido con actividades ilícitas, al quedar constatado igualmente que en las cuentas de su compañera tampoco se aprecian movimientos significativos. Eso sí, en el año 2015, Villa compraría un piso en la calle General Elorza de Oviedo para su hijastro Rolando, pagado con cargo a una cuenta del propio Rolando procedente en gran parte del dinero regularizado por Villa en la amnistía fiscal.
A modo de anécdota, para dejar constancia de que los fondos mineros también sirvieron para crear algún que otro negocio, con fecha 6 de noviembre de 2015, la hija y el hijastro del histórico pandillero sindical José Ángel Fernández Villa, Ángela y Ronaldo, ponían sus mejores galas – ella tutú y él pajarita y tirantes – para inaugurar una zapatería con el nombre “Bajo el signo de Caín” (BSC), en el número 5 de la ovetense calle Arco de los Zapatos. Y lo han hecho por todo lo alto, porque a la fiesta de apertura, donde se sirvió un catering a cargo del Ópera Café en el que corrió el cava, acudieron caras tan conocidas como la actriz y presentadora Paula Prendes, que no dudó en fotografiarse con la pareja y con alguno de los exclusivos modelos que comercializan. “BAJO EL SINGO DE CAÍN”, ya saben, el primogénito de Adán y Eva al que expulsaron del Paraíso por cargarse a Abel y tal, y tal y tal…
ANTÓN SAAVEDRA